Juan Bautista Orús de Giuliani se encontró con su preciosa, bellísima y escultural chavalilla, española y ecuatoriana al mismo tiempo, esperándole dentro de la cama. 

- Princesa, como dijo Edgar Alan Poe, en su único momento de lucidez mental, "los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sólo sueñan de noche".
- ¡¡Jajajajaja!! 
- Mira lo que te he traído como regalo sin condiciones...
 
Juan Bautista entregó el cheque a Ángeles.
 
- ¡Dios mío! ¡Es un cheque con un cifra de 7 números! ¡¡Somos millonarios, Juan!!
- Y esta vez no me he gastado ni un céntimo, Lina. 
- ¡¡Jajajajaja!! ¡Ven conmigo!
 
Fue lo único que dijo ella antes de apagar la luz de la habitación privada. Después, en el silencio de la noche, las estrellas en el cielo bailaban de alegría ellos amaban sus cuerpos mutuamente y de forma natural. Fue algo en verdad inolvidable.

FIN
 
Nota del Autor: Esta novela es de Ficción aunque recoge algunos hechos que fueron reales. Los nombres de los protagonistas han sido elegidos al azar y si alguno de ellos coincide con alguna persona es solamente una casualidad ajena a la voluntad del autor.