larga vida a aquel día, a esa noche memorable, cuando la vi. era como un ángel. como un ángel celestial, que por alguna extraña razón, miraba con sus hermosos ojos, hacia los míos, como si hubiera advertido en mis expresiones algo extrañamente familiar.estaba petrificado, paralizado, aturdido. como si una fuerza sobrenatural invadiera mi cuerpo, una fuerza perteneciente a aquella mujer.podía sentir su personalidad como si hubiera entrado en alguna especie de campo magnético. su belleza hipnótica, la gracias de sus ademanes, sus cabellos dorados que descendían hacia sus hombros. se veía extremada, exagerada, e indescriptiblemente hermosa con su vaporoso vestido blanco. quizás por estar alejado de las mujeres durante tanto tiempo, me pareció la muchacha mas hermosa que habia visto en mi vida. mi tren de ideas se vio interrumpido al notar que caminaba claramente hacia mi. solo cuando comenzó a esquivar su entorno, pude notar, por fin, que no estábamos solos. no obstante, poco importaban los demás.mitad maravillado al ver que mostraba su sonrisa fugaz que iluminaba sus hermosas facciones, y las embellecía aun mas, y mitad mareado por las miles de ideas, de conversaciones, de acciones que se me venían a la mente, yo era completamente incapaz de moverme.estaba frente a mi, podía oler su perfume, su esencia, su alma. era tan radiante, y tan majestuosa ante la vista, que imposibilita al extremo la simple tarea de de articular una sola palabra.ella no habló. se limitó a rodearme con sus brazos y apretarme con su cálido cuerpo. lentamente, comenzó a moverse de un lado hacia el otro, al compás de la musca.a pesar de mi incredulidad, seguí su misterioso juego, y danzamos en aquel mágico anochecer.el baile había terminado, pero sus brazos no se habían apartado de mi cuerpo. entre el silencio, oí su voz, una voz tan angelical que escucharla me hacia ascender las escaleras celestiales hacia un paraíso nuevo y desconocido. "te amo" fueron sus palabras, tal dulces y puras como todo su ser.fue quizás eso, o su radiante belleza, la que distorsionaba al mundo a mi alrededor. un mundo que lentamente se desvanecía. cerré los ojos, e impulsé mis labios hacia los suyos. en aquella noche memorable, la bese, como jamas habia besado a nadie en mi mi vida. todo pasó en cuestión de segundos. cuando volví a abrir mis ojos, desperté en mi cama, junto a ella. junto a mi mejor amiga de la niñez, la muchacha as hermosa del baile, el distinguido equivalente de un ángel en aquel hermoso anochecer.acaricié su cuerpo suavemente, mientras ella, en su fragilidad, me miraba fijamente con sus hermoso ojos.la besé, como en aquel momento en el que unimos nuestros labios, nuestros corazones y nuestras almas, para estar juntos durante toda la eternidad. . . Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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