Cuando las sombras se te acumulen en los párpadosy los cabellos se nutran de espejismos postumosCuando los lirios canten una plegariay el silencio murmulle una oración por tiCuando en la cima de la montañael ave rapaz busque tu cuerpo como carroña putrefactaEn esa hora en donde las almas aún vivas lloran una partiday el sepulcro esté enmudecido con tantas caricias que las rosas le han de darHabrá un momento en especial, muy íntimo entre tú y nosotras.El tiempo es a fin de cuentas un olvido prolongadoY es ahí, cuando ya nadie sepa tu nombreEs que todas juntas, hiedras y espinasmaleza y teatinascubriremos de lágrimas tu morada perpetua y resignada.Sabes bien que el amor se acabay las flores frescas se marchitanlas calas se pudreny las cruces yacen exhaustas.Ten compasión de nosotras, fuimos quemadas y arrojadas al despechopero en la agonía misma del tiemposabemos cumplir nuestra misión.Acompañarte hasta que los cimientos se derrumbenguiar el cosmos hacia tu esqueleto frágil y quebradizoEstar junto a ti cuando las horas continúen y refrescar la tierra maldecida por el rencor tuyo.Te amamos, y pondremos en tu cuna de mármolun salmo para esta ocasión.Oh, somos espinas y hierba seca, flores marchitas y piedras agrias.Siempre para ti, siempre con nosotras.