existirá el día en el que el poder indígena resuene en las mentes de los mal llamados ciudadanos, existirá el dia en el que el fragil viento de la justicia logré desarmar el complejo castillo de naipes que nos domina e injustamente se hace llamar estado, pues somos parte de este, lo conformamos y degradan a modo de injuria nuestro nombre... existirá el día en el que no se elija por el plato mas exótico, por unos cuantos ladrillos para construir el imperio de la guerra o por un empleo mediocre por el cual muchos mueren y pocos disfrutan... ahora bien cabe preguntar, ¿existirá ese dia?

un hogar, ocho cuartos, cinco mundos particulares, mil satélites que vigilan desde la barrera el continuo devenir de lo que en algún momento puede llamarse vida, las mil y un esperanzas plasmadas en el baúl de la conciencia, cien recuerdos de los años de luz que dejó la santidad de la infancia, los amigos que renombrados en el costal de la memoria, dieron la pauta de lo que hoy agobia el consumismo vital, la ilusión que brotó de una extraña sonrisa y que hoy se hace llamar amor, el sentido de la blanca mentira buscada en la pasión de sentir, una cena absurda que se comparte aún sin gusto, el deseo de saciar la soledad y un cigarro que se prende para elevar con su perturbante aroma las malas pasadas del existir, aún sin tener en cuenta que es el destino quien baraja las cartas, pero para nuestra gracia somos nosotros mismos los que tenemos el exitante placer de jugarlas...

te veo entre lo falso y lo certero,entre lo simple y lo complejo,entre lo que algún dia imaginé y lo que vanamente decidí ignorar...cada paso,cada palabra,la melodia perfecta,la armonía causada por los signos que nos hacen sentir vida,el poema que escribiste pensando en ella, en la que algún dia fué la razón de tu sonrisael deseo, el sueño, la pasión que te propició,todo hace parte del supuesto, de ese lapso en el que respiro y te veo,de la daga que atravezó la fibra más sensible del sentido amoroso que brillaba en mi mirada cuando te reflejabas sencillamente en ella, de los cristales rotos que con sutileza regaste en mi camino, aquel camino en el que a pies descalzos te seguí y te sigo de manera incansable...¿hasta cuando?siempre lo cuestioné, aunque por miedo a desaparecerte de mi mente signifiqué a modo de error la pregunta y simplemente pensé en el agridulce milagro de verte mio.No te quise eliminar, es cierto,quise quererte y que quisieras hacerlo, pero tu profunda mirada y el silencio de mil canciones que describian tu sentir, desgarraban mi pecho a la vez que que eliminaban inconsecuentemente mi absurdo sentir.te amé y lo hago aún, en cada uno de mis pasos por el canimo mísero del olvido, en cada melodía que concebí para ti, en cada atropeyo de ilusiones a tu vera y en cada gota de sal que brota de mis ojos y que representan las noches que en vela consagraste mi sentir..hoy cuando recibo mi último sacramento, cuando no percibo mas que el obsoleto y cruel frio de la muerte, aquella silueta que desde hoy será la razón, ama y dueña de lo que en su momento decidí ser.hoy, cuando el verano se convierte en una ilusíon fugáz, cuando los macarrones que preparé en cada cena para dos, en cada cena hecha por ti y para ti, y a la que asistias plácidamente en el ricón rosa de mi corazón, serán solo recuerdos de lo que alguna vez decidí marcar con la proesa de amor.hoy, cuando de nuevo sola y desanimada mi alma te alaba y disfruta tu aroma, cuando mi mente burla el sentido común y te imagina desnudo, posando el universo perfecto de tu cuerpo sobre el lienzo que finamente soporta mi amargura y en hombros está dispuesto a alimentarse de tus células complejas, dispuesto a destruir la ostia sagrada que te suplanta y para elevarte ante el sol, derritiendo lo que fuiste y quemando mi irónico pasado compuesto de un poco de ti, falaz personaje inexistente dueño de lo que dije ser y de lo que esperé lograr ante tu mirar

el sentido frio de tu ausencia, mil palabras que me insitan a decir perdón,la canción del filosofo que nos unió...te amo y lo sabes, lo hago con la pasión roja de verte, de sentir tu cuerpo desnudo sobre mi pecho entregado a ti,te amo con la roja pasión, aquella en la que se confunden los latidos vanos de nuestros corazones desaliñados, aquella en la que se mezclan instintivamente los sabores de sal y canela, que son simplemente el sentido agrio de nuestra vida. adoro el hecho de verte, de saberte mio, de saborear cada parte de ti en mi,de entregar sin medida el rumbo extraño de mi vida.estoy en ti en tu pensamiento, pues mia es tu alma,  me adueñé de tu ser y por usufruto es de mi parecer tu existir. en ti está puesta toda mi esperanza, en tus manos que abrazan firmemente mi espalda, y en mis manos que hacen de tu cuerpo una simple y esbelta escultura... 

hoy sintiendo grandes trozos de melodiaardientes como el fuego que desentrañaba tu insaciable piel,eras tu, eras tu aquel del que escapaba cuando la noche terminaba, cuando sencillamente no necesitabas mas de lo poco que te podia dar, eras tu aquel con el que soñaba sonriendo bajo el sol de un medio dia lleno de esperanzas malheridas por los golpes que tu sangre y tu inconciente deseo por la lujuria, la pasion, el querer mas de lo que mi pobre y aturdida alma te brindaba saltando charcos de sangre y dolor...hoy te veo y tu sombra se desliza callada y embriagada de la pena del existir.ahora que calmo mi deseo, mi deseo incontrolable de tenerte, de no perderte jamas me gustaria haberte visto sonreir junto al ser que jamas olvidarías; deseche mi dolor, mi ruina intensa, me dedique totalmente a tus latidos, vivi solo para y por ti, sin ti mi vida perdia el sentido, te buscaba con el radar de mi alma, mis lagrimas me aconsejaron destruir tu recuerdo impenetrable, mis sentidos ciegos laceraron mi espiritu frágil y doliente, mis ojos destellaban y tiritaban al ritmo de las centellas que cubrían su esplendor al sentir pena de mi, me arrastré como el mas miserable de los animales sin sentido, el dragón que habitaba mi alma enfurecido logró sacudirla con el poder de su llama y extinguir lo que solía llamar corazón incinerado, si, sencillamente incinerado por la llama ardiente de tu amor y la lava profunda que alborotaba mi pasión.. hoy luego de mi estadía en la tierra del olvido en el placar del silencio, soy tan solo un alma del albor, una carta herida, y una llaga del camino, mi sombra se desvaneció y junto a ti se perpetuó mi absurdo dolor que hoy te hace dueño del camino infiel del alma vaga y marchita que algún día, algún sincero día solo te perteneció...   

El tacón de filo resonante de su zapatilla plata, El ondeado vestido del color de su pasión Y el mágico e inquietante carmín de sus pecadores labios Entraron aquel día a la sala,  Esa sala muerta y ansiosa de recibir su mirada. Cada uno de sus fuertes pasos, seducían a quien a su lado respiraba, En el silencio de los vientos de un agosto que la codiciaba. No podía evitar penetrar su afanoso mirar En los ojos tristes de los espectadores Entre los que se tejía una cadena de misterio y temor. Ella sonreía con su alma destrozada, no sabía si lo que sabía era sabio, O si sencillamente era una vulgar quimera, Presentada por si misma a su santo y moribundo espíritu, ¿Mentira? Solía preguntar,  Mientras su corazón inquieto respiraba los latidos de la decepción Esa noche, no fue más que su noche, Robó sin su querer los flechazos de caballeros enamorados  Que a su vera respiraban  el aire que su pasar vasto y repentino dejaba. Esa noche no fue más que su noche,  Porque pudo encontrar en su cuerpo a quien no conocía, Tal vez por el temor que le producía estar lejos de su amor, O sencillamente porque una sirvienta  Como solía llamarse para la sociedad no tenía ni siquiera identidad para sí. Su mundo cada vez más opaco hacia curso de vida Para obtener su anhelado titulo de muerte. Su ego de mujer quería brillar, Su cuerpo lo mostraba y con esplendor lo permitía, Su mente se abría a los halagos que jamás había oído Y su espíritu, deseaba ser la asistenta que su alma aquella noche guardaba en el cajón de los oscuros recuerdos. Su espíritu vagante conoció el calor de una mano, Que para ella con ternura deseaba no algo más que amarla. Aun sin que ella pudiera corresponderle, Pues su amor estaba en el cuarto más cálido De la casa fría que fregaba a diario, Cuarto con el que soñaba noche a noche, Cuarto en el que dejaba que su vientre desnudo, Se convirtiera en el manjar de su amor, Cuarto en el que su amor dejaba de serlo y se convertía sencillamente en una carnal pasión, En hambre de conocer el cuerpo y sentir el calor de quien en silencio su vida ha amado. Su traje enmarcaba la fosa en la que enterraba su vida sin saber, Se acabó, gritaron ansiosos los asistentes a la velada. Con el frio adiós de una mezcla entre moda, dolor y fantasiosas alegrías; No hubo para ella mejores palabras en aquél festín, Pues sabía que su amor estaría acopado en su lecho Y ella como lo hacía a diario no pretendía más que besarlo en el silencio de la noche, Y recitar su amor, como en su infancia recitó las más inocuas historias de fantasía y querer. Al verlo sonriente junto al vasto cuerpo de quien a diario robaba su aroma, Sintió ira, pudo verse disminuida, Y lagrimas de amor rodaron su mejilla, Confundiéndose con el negro de sus ojos y el carmín de su reír… Lo amo por última vez, pues junto al aire frio y al silencio perturbante, Dejó que su cuerpo se desvaneciera, A causa del coctel de amor que su ira y unos cuantos elementos le brindaban…