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Cuál sería el pasado si el olvido no existe, no habría pasado si el olvido existiera. Sólo hay presentes, pizarrones digitales por donde sólo hacemos aparecer las palabras que nos representan en el momento exacto que estamos viviendo. Y cuando ese momento se esfuma no somos capaces de ponerle un título, porque siempre lo llevamos, aparece en nuestras sonrisas, en nuestras caricias, algo dice ¨actúa de tal manera¨ que el otro lo necesita, que también uno lo necesita aunque a veces parezca mal animado, lleno de soledades, así somos realmente, aunque el espejo, que también engaña,nos de la imagen del bien maquillado rostro que hacemos desfilar por la vida. Andar por las calles, Andar por la vidaBuscando mujeresTocando mujeresBuscando placeresSólo por olvidar la mujerQue igual lo espera Ausente de presenciaPerceptible en los sentidosQue él olvidaSolo por olvidarla.Al otro díaVolver a las mujeresVolver a los placeresVolver al barullo cotidianoDe ausenciasQue el corazón no resisteY sin darse cuentaEstalla ciegamente enAlguna taquicardiaQue mejora con medicaciónEchando culpa a la cienciaDe su ceguera. Tengo la suerte, la dicha, la inmensa felicidad de compartir con uds la cualidad de ser MUJER. Porque ser MUJER no es solamente el sexo particular del día en que nacimos, del nombre que nos pusieron, es en realidad, la elección diaria de crecer sin fronteras, sin finales, sin cansancio y con profunda alegría. Unica manera, por otro lado, de CRECER de verdad! A lo largo de la evolución a la MUJER se le ha dado conservar el sentido de la intuición, ha podido conservar el desarrollo de la emocionalidad, por lo tanto, está mucho más cerca de ser inteligente, porque está más cerca de la verdad. A pesar de los modelos, a pesar de los mandatos y aún siendo víctima de ellos, esa inteligencia persiste y siempre aflora. El hombre no podría? SI, el hombre también podría si tomara la decisión de aprender de nosotras que ya tenemos la experiencia. Qué diferente sería el mundo, verdad? Pero el lunes es nuestro día y quiero volver a decirles que: Tengo la suerte, la dicha, la inmensa felicidad de compartir con uds la cualidad de ser MUJER. Gracias. Memoria.... memoria...... capacidad innata, archiva experiencias y conocimientos, permite elegir cómo será la historia de cada uno. Olvido... niega la posibilidad de elegir, ser elegido, la libertad de ser. La memoria es infinita, innata, y solo puede dañarse culturalmente en forma transitoria. El olvido es parte de la actividad del intelecto. El espiral de la vida puede traernos a los mismos personajes con las vivencias modificadas. Los tomas o los dejas. De ello dependerán tus próximos 50 años. Llegué hasta el bar, me senté y escribí. Las palabras se dibujan en mi frente y toman vuelo, inundan el aire, se confunden entre las nubes que asoman por la ventana. De ahí se ve la calle aún empedrada, manteniendo el aire paisajista y de pasado de una ciudad que parece se destruye tras cada crisis y que resurge, tras cada espaldarazo.Me senté y escribí. Veo lejos de esta geografía, en medio de un amanecer que aún no ha sido y que siempre espero como el principio. Lo deseo con tanto fervor que veo acercarse a mí el calor del sol mañanero en aquella otra ciudad inundada de ríos y abrazada de océanos.Estoy ahí ahora. No me hablen aquí porque no los escucho. Me abrazan, y siento aquellos abrazos que a la distancia me esperan. Me piensan en silencio... he transcendido hace mucho, los días, las noches, la cotidianeidad de mi domicilio legal.Pero los quiero, igual los quiero a todos. Y a veces pienso que ese mismo amor me ata, y no quiero anclas, sólo busco alas, alas aladas para volver al ritmo de mi vuelo. Ese vuelo libre, sincero, amante, alegre y positivo.Veo entonces, a mi lado, ese par de alas esperándome. Sólo de mí depende. Soy un pasaje reservado. Una reserva que aún no se ha efectivizado. Me voy despidiendo, falta poco.Fedra Kardelén31.12.09 Lo que sigue no es un poema nuevo, es un canto a la vida.SEMINARIO DE REGRESIONES Y TERAPIAS DE VIDAS PASADASPara recuperar la fuerza transformadora que todos tenemos dentro. Para decir presente en el día a día y vivir las 24 horas con la fuerza de la aurora. Me posé sobre la verja, mirando ausente donde el mar terminadonde cae el día, donde comienza la noche. Me posé con la mirada sobre la calle empedrada,adivinando el repicar de pasos que se dirigieranhacia el entornado modo de mirar a través de la verja. Una sombra encendía los faroles,mientras, yo miraba serena al fondo de los maresadivinando la barca repleta de mensajesque depositarían a mi vera. Nada ha llegado, ni la sombra, ni la palabra,ni la luz, ni la noche, ni el amanecer, ni la lágrima. Sus hijos, seres independientes, únicos e irrepetibles como todos los hijos de todas las madres. Sus hijos fueron sus mejores maestros, porque nadie va a una universidad para aprender a ser papá, para serlo hay que nutrirse de la práctica diaria, de los errores propios, de la imaginación, del empuje que debería ser de a dos y hacia un mismo lado. De la manifestación del crecimiento grupal, familiar. Del compás de espera a aspiraciones propias para depositar en cada uno de ellos el elixir de los deseos de ser, de ser lo que elijan con responsabilidad. Que aprendan, no hay sueños imposibles, como el de ser maestra de escuela. Los caminos de la vida siempre nos regresan a nuestros deseos y somos nuestros propios enemigos cuando actúan las frustraciones. Y también es algo más que ser mujer. Es tener una postura madura, es saber abandonar la obediencia debida de los mandatos. Es tomar la decisión de cómo queremos vivir y hacernos cargo, es saber, ciertamente, que nadie nos regalará nada y se cobrará un altísimo precio por atrevernos. Eso a veces, puede incluir la espalda de los más queridos; las miradas y los silencios juzgadores de nuestros amigos. Podemos quedar atrapadas una y otra vez del machismo que nos condena en nombre de la historia, en nombre del quehacer de la sociedad dada, ignorando que la mayoría de las cuestiones de usos y costumbres fueron antes, viles vicios en los considerandos generales. Es, definitivamente, el desafío que debemos afrontar durante las 24 horas diarias, porque en esto, lidiamos hasta con nuestra producción oníricaEs definitivamente, superar la opinión del otro y a la vez contenernos en ella. Es la capacidad de insertarnos en la complejidad de las relaciones humanas y sociales con todos nuestros atributos, sin miedo al error sabiendo que lo que se llama fracaso solo son experiencias adquiridas y acumuladas; crecimiento.Siendo capaz de descubrirnos, sorprendernos y poniéndonos en crisis buscando constantemente nuevas síntesis superadora. Haciendo nuestra vida realmente rica, de una riqueza infinita. Es la diferencia entre ser y parecer. el día en que se gaste finalmente este ropaje, será un día de alegría. No me ven? no lo notan? estoy descorriendo el velo, hasta acá he llegado. Ni cansada, ni agobiada. Quiero irme sabiendo que he hecho lo posible, confesando que he vivido. Lo que no puede terminar me lo llevo, en otro momento lo retomo. Ahora, es necesario, realizar este pequeño viaje hacia el interior mismo de mi alma, y entonces poder pensar a la distancia, viendo uno a uno los momentos transcurridos. Sabiendo por fin con certeza si he cumplido con mi propósito. Pero no teman, no deberían llorar! ni lamentarse, ni decir: "que buena era" porque yo soy, aún soy, y seguiré siendo. De qué se apenan si uds saben que me voy por un ratito. Volveré hecha niña, hecha niño, eligiendo nuevos padres para continuar mi aprendizaje. Fui tu esposa y tu cocinera,tu amante y tu costurera,tu lampazo cada mañana. Para que salgas de mi vidatambién fui tu portera.4 Noviembre, 2007 Fedra Kardelén Amaneció pálido el día de otoño, como si nunca hubiese salido el sol en esta parte del mundo, las paredes disfrutaban de la humedad ambiental, transpiración teñida de oscuridad en plena mañana.Imposible cruzar las calles sin salpicar el revestimiento de la osamenta cotidiana. Pero andamos palmo a palmo recibiendo el aquelarre de la vida que no nos permite caer y siempre nos tira del fuelle hacia adelante.Y comenzó el invierno en estas latitudes, el frío invierno que da palidez a mis pensamientos, a mis andares, a mis esperas.Hoy es un día especialmente triste para mí, solo voy y vengo de mi trabajo sin desafíos, con monotonía, sin emociones, sin adrenalina, y no puedo vivir de esa manera. No puedo disfrutar de nada de lo que hago. Fedra Kardelén En la vieja estación, apenas abandonada en estos últimos veinte años, hoy, parece florecer la esperanza del trabajo. Aunque en estos años nunca hubo actividad, y lo manifiesta el yuyo crecido entre las vías, y la mujer que siguió llegando a sentarse en uno de sus bancos. Cada día y a una misma hora, vestida sencillo, de tacos bajos, de andar lento. Se sienta y mira, mira hacia el cielo y piensa. Pero son cerrados sus pensamientos y es difícil develarlos. Mira y piensa.Después, toma el libro que trae entre sus manos y comienza la lectura, tarda exactamente diez minutos, diez minutos cada día, suspira profundo, cierra el libro no sin antes acomodar perfectamente el indicador de lectura, y abandona el lugar. Lo hace lentamente, al mismo ritmo que llegó. Atraviesa la vieja sala de espera de la estación, cruza la calle sin mirar para los lados como si supiera que a esa hora ningún vehículo interrumpirá su andar. Y así es, nada lo interrumpe.Atrás, queda la estación, como atrás quedó el ferrocarril. Yace inerte y las sombras la inundan con la caída del sol. Cuentan, quienes pasan por ahí, que en las noches se escuchan las voces de los obreros que quedaron despedidos en la última privatización.Un éxodo del que nunca se supo nada pero todos podemos imaginar perfectamente.Vuelve la ilusión con la noticia de que algunos ramales se van abriendo, pero, con quién es la pregunta. Los jóvenes emigran, los niños se entristecen creciendo en el pequeño pueblo.Solo quedan unos cuantos viejos y esa mujer que a diario dice presente en nombre del pueblo, intentando no morir definitivamente dándole cada tarde durante diez minutos, diez minutos de vida a la estación.Es el día siguiente. Se repite la ceremonia, se sienta, mira el cielo y piensa. Es tan cerrado su pensamiento, imposible develarlos, se levanta, cierra el libro, y se retira lentamente hacia la calle desierta, desierta de todo, tras su espalda, gana la noche y se desvanece su sombra. Fedra Kardelén Mabel vivía en un pueblo chico, de esos que en cuatro cuadras a la redonda te lo recorres sin descanso y sin desmayo. De esos donde las casas no se agolpan y todos se conocen. Hay una plaza, una iglesia, una escuela primaria y un club. Allí, las familias ya saben a qué hijos van a casar con cuales. Mabel tuvo su horizonte dentro de esas cuatro cuadras a la redonda y nunca le interesó averiguar si acaso más allá de las vías del ferrocarril otra vida podría esperarla. Viajaba a la capital y la veía lejana, asumía que la capital no era, sino más que un paseo de vacaciones. Ilusiones o sueños que terminan cuando abrís los ojos. Y nunca se hizo problema por eso. Nunca deseó nada de lo que conoció, porque vivía pensando que no le pertenecía y hasta temía hacer algo diferente a su vida cotidiana, temía a la culpa o al castigo. Ella siempre consideró que ese lugar se lo dio la vida y allí quiso quedarse.Quien la conoce desde afuera puede considerar a Mabel una muchacha aburrida. Se levanta cada día a la misma hora, acuna a sus hijos en los mismos horarios, en los mismos horarios les da de comer o los lleva a la escuela. Sonríe de la misma manera. Día tras día habla de los mismos temas y mira mucha televisión, disfrutando de la felicidad ajena, de la desdicha ajena, de los finales felices ajenos.Un día a Mabel le dijeron que su marido la engañaba con otra mujer del mismo pueblo, y su marido, le dijo que la abandonaría por la mujer del mismo pueblo. Y Mabel no se inmutó, aceptó su lugar, su modo, su "esto es lo mío". Y siguió acunando a sus hijos en el mismo horario, dándoles de comer a la misma hora, y también llevándolos a la escuela. Nunca se le vio una lágrima a Mabel. Así vive Mabel y todas las Mabel o las Cristinas, o como se llamen. Llenan los caminos simplemente caminando sobre ellos. Fedra Kardelén Vengo de otro lado y a su vez del mismo, y vivo muchas vidas en una misma línea de tiempo. Son mis energías que nacen y mueren cada día. A Paula la conocí cuando yo tenía tanto como mis veintiseis, un día de invierno, en la época en que los inviernos se distinguían por sus días fríos y los abrigos no alcanzaban.Ella compró una valija que llenó ochenta y tanto por ciento de ilusiones, y un casi veinte de la ropa necesaria para una larga estadía. Su estancia la hizo en mi alma y creo que para eso la ropa no le sirvió demasiado.Así, partió hacia otro invierno, mucho más frio, de noches mucho más negras y de lunas anaranjadas.Lo más importante era el caracter transgresor y seguro de Paula, iba por sus días sin límites, o mejor dicho su límite estaba tan lejos, tan distante, que paseaba segura por la vida sabiendo que tenía un largo recorrido y que para llegar, tenía que salirle todo bien. Así es Paula, como la extraño.Recorrió las nuevas calles de su nuevo mundo como si las conociera. Siempre está en los lugares como si algún momento del pasado, acumulación de la memoria del inconciente, le permitiera vivir su presente.Estoy segura, que puede vivir contenta en cualquier rincón del mundo, sólo porque ella se siente ligada a cualquier lugar del mundo.Paula, es alegre, curiosa, interesada en las novedades de cada ambiente. Paseaba por los museos con el más profundo interés, el mismo que ponía al conocer un bosque. La más profunda pasión ante las cosas, la misma que se pone al dar un beso, la misma que se pone al perderse en el ensoñamiento de una noche vivida como si fuese la última. Y en verdad, siempre lo es, nunca se sabe el mañana.Al mismo tiempo de todo, Paula es cándida por eso, sin darse cuenta, un día, el día que tenía que volver de un viaje, por alguna razón que aún no entiendo, me abandonó.Se congeló en un paraje. Se ató a la geografía y me dejó vacía... Cómo extraño a Paula, fue sello de una carta de despedida. Cómo extraño a Paula.Un día, que llegó justamente en este momento, me decido buscar a Paula, y estoy preparando las valijas que irán cargadas de ilusiones, y de una sola decisión: encontrarla, para dejar de extrañarla. Fedra Kardelén Paseaba en un viaje en colectivo en la tarde porteña, al fijar la vista en la ventanilla del movedizo medio de transporte, mi sombra se transporta hacia la niñez.Víctor, alto, imponente, cariñoso con los niños, casi un niño de inocente forma campesina de moverse y de hablar. Simple, manos rústicas.Esas manos denotan el levantarse a las casi cinco de la madrugada, llevando de compañía el cielo gris azul de los amaneceres y los preparativos para salir a la jornada. Desayuno con sustento de huevos, panes y leche, y así, comenzar el día.Yo era bastante pequeña entonces, y él me acariciaba y a veces me burlaba cuando me veía llorar, pero casi siempre me abrazaba, con su calidez de hombre bueno.Vivía en el campo y cuando visitaba la ciudad, se llegaba hasta mi casa. Y a mi, no me gustaba la sopa, entonces, él se ponía una máscara cuya fisonomía ya casi ni recuerdo y me decía: "mirá que viene el cuco".El no lo supo nunca, y quiza no fue nunca su intención, pero por su gracia conocí el miedo. Un miedo con marcas, que desarrolla alertas, no siempre las necesarias, pero sí las excesivas.Así fue que dejé definitivamente de tomar sopa durante infinitos años de mi vida. Mi excusa perfecta es que las sopas engordan, al menos las que preparaban en mi casa.El miedo al cuco. A lo que viene y te previene que algo va a pasar si no haces los que otros te dicen. Qué horror!, era como querer borrar mi derecho a tener pensamiento propio. Pero, siendo tan chica cuál era mi derecho a tenerlo?Así, viví introvertida y necesité mucha experiencia de vida para recuperar mis ganas de tomar la sopa. Para perderle miedo al cuco. Que todos sabemos que no existe, que es un cuento de niños como tantos cuentos que se le cuentan a los niños.Ese cuco que te persigue cuando sos adolescente y querés experimentar nuevas sensaciones, tales como el primer beso o tu primera experiencia sexual.El miedo al cuco. Al que dirán si vos no haces las cosas como otros dicen que las hagas, que son más grandes y saben más que uno.Me tocó crecer para comprenderlo. No guardo rencor por Victor, siempre lo quise y aún lo sigo queriendo y recordando por sus manos grandes acariciándome la cabeza, con su cuerpo enorme de 1.80 contra mi un metro de altura. Lo veo levantándome en sus brazos y yo sientiendo que me acercaba más al cielo. Lo recuerdo por su sonrisa de niño de campo siendo un hombre grande.Mi sombra acariciaba las calles de su pueblo natal y en sus veredas se escuchaban las conversaciones que él solía tener con algunos vecinos.Dónde estarás ahora verdad?. Me gustaría encontrarte aunque sea por un ratito. Pero que estoy diciendo, acabo de verte. Y me encantó haberlo hecho.Tengo que bajar del colectivo, el bullicio de Bs As me sacude, aún me dura la imagen.Fedra Kardelén Divisor natural de diferentes barrios, que sus habitantes gustan en llamar "República", que tamaña necesidad de poder hay en nuestro interior! Tan lejos vemos cada uno la verdadera República, que necesitamos minimizar en nuestra cotidianidad la pertenencia de lo grande; solamente para creernos que vivimos como si fuesemos mejores habitantes que los habitantes de otros lugares.En ese ejercicio de límites es que está aventurado y desafiante el Parque Lezama. Sus días se suceden teñidos de luces y de sombras que adquieren forma propia en cualquier rincón. Allá, en sus alturas, lo que seguramente ha sido el gran patio de patriarcal familia, los Lezama. Bancos sobre los cuales donde pasar la tarde sobre su frio material nos permite escuchar las voces que por doquier se entrecruzan tratando de no perder el espacio de presencia que antaño han tenido.Año a año, las historias de cada uno se han ido sumando entre las ramas, debajo de grandes árboles que aún están de pié, recordando que el tiempo transcurre, todo trasciende. Primero nos llevaron cuando niños, después lo visitamos de adolescente, escondiendo entre las sombras de las noches los besos que no queríamos compartir con nadie más que con nosotros mismos. Más tarde llevamos a nuestros hijos, los hicimos correr por sus pendientes, les enseñamos a desplazarse en bicleta, sacamos las mejores fotos para eternizar en el recuerdo esa geografía, merecida de grabarse en la retina, de plasmarse en la memoria.Cuentan, y hasta podría decir que en uno de mis paseos se ha visto, que almas solitarias rondan sus alrededores.Hay sombras que se mueven constantemente en sus noches, hay brisas que susurran y no molestan. Hay, hay que buscar y ser capaz de sentirlas, simplemente nos acompañan de lado a lado en nuestros paseos nocturnos.Mientras, nuevas generaciones se suman a los abrazos, a la manera indiscreta y aventurera de hacer el amor, con la libertad de estar abrigada por el cielo y abrazada por las ramas, sorprendida por los amaneceres repletos de escamas húmedas que se van desperezando con la llegada de los canes con sus dueños.Fedra Kardelén Hoy 22 de mayo, 2009 esto que acabo de escribir es un pedido que emana desde mi interior. Que el viento lleve mis sentidos, los deseos, hechos susurro, a sus oídos y, que surja la claridad de su mente, y el valor de sus agallas. Sea Decreto. Es necesario. Es urgente.Ya paseamos por el mundo todo lo necesario. Vimos los mares y las montañas. Lejos, nosotros. Nuestros besos se juntaron en el aire. En el aire que corría alrededor nuestro. En el aire de nuestro aliento. Y por momentos, entretenidos en los paisajes de la vida, ni siquiera lo hemos advertido. Ya, es hora de descorrer el velo de mi frente, de bajar el pañuelo que cubre tus azorados ojos queriendo abarcar nuevamente el mundo. El mundo, mi querido, está dentro nuestro, lo hemos atrapado hace miles de años, lo tenemos encofrado en nuestros corazones. Cada uno tiene una parte, hay que procurar unirla, ahora, lo antes posible, antes que se destruya y se necesiten nuevamente miles de años, muchos miles, o simplemente ya nunca más vuelva. Fedra Kardelén Un hombre vino a verme, alguien golpeó a mi puerta sin cesar. Frustrante el sonido de los nudillos sobre la madera, desorientaba mi oído, que trataba de averiguar de quién podía tratarse.Golpeó más de una vez, quizá más de seis. Nunca intentó hacer sonar el timbre, lo que hubiese hecho notar su presencia, sin despertar las sospechas que logró despertar a fuerza de tanto golpe.Se oía la respiración del otro lado de la puerta que permanecía cerrada con llaves. No respondía a ningún conocido, a ninguna persona que proviniera del pasado ni del presente. Entonces quién era?. Cómo había ingresado al edificio? Quién abrió la puerta? Por dónde ingresó realmente? Muchas preguntas para ser respondidas en medio del repiquetear de los nudillos. Pero no es posible abrirle a extraños. No, no es posible.No podía salir por la única puerta que existe, y debía irme, el ruido sobre la puerta anunciaba que entraría en cualquier momento y sentía que no era una experiencia que esté dispuesta a vivir. Entonces decidí, dejar ahí mi cuerpo y elevarme, llevar mi pensamiento bien lejos, dejar sólo el revestimiento. No podría hacerle nada al revestimiento, porque lo que sufre es el espíritu no la materia. Y separé como en un divorcio de común acuerdo el cuerpo del pensamiento y volé, salí por la ventana hacia la noche cerrada y me transporté hacia las estrellas, ellas me esperaban rebosantes, Extendieron sus brazos en señal de abrigo y ahí quedé segura hasta el momento en que se supone se le hayan gastado los nudillos o se haya cansado de buscarme, hablándole al cuerpo mudo y tieso que ni siquiera lo miraría; porque todo eso lo hace el espíritu, no lo hace la materia. Gabriel dormía en las calles, justo ahí donde lo tomaba la noche, con frío, con calor, con lluvia.Lo conocí un día sentado frente a un negocio a quien el tiempo puso en el mismo lugar que a él, en el lugar de los excluidos. Allí pasaba sus mañanas, viendo como la gente que iba y venía, lo ignoraba. Para hacerse notar tiene un buen sistema, pide cigarrillos.Hacía frío y se nos ocurrió hacerle un té para que pueda pasar el rato. Agradeció como lo hacen los señores educados, los preparados, nos miró directamente a los ojos y sonrió. La suciedad de su cuerpo no le pertenece, eso se nota.Las manos son refinadas, como quien ha pasado la mejor parte de su vida sentado frente a un escritorio, escribiendo en un teclado, atendiendo teléfonos, atendiendo público. Su rostro también lo es.Pero su mirada, su mirada es la de un niño asustado y a la vez agradecido. Se acerca tímidamente a devolver el recipiente donde tomó su té o su mate cocido. Para dar las gracias, esboza una sonrisa y coloca una de sus manos sobre el corazón. No es una persona cualquiera. El deterioro que da la calle, la intemperie, la soledad, no bastardeó ni sus refinamientos, ni su educación. Él, es más fuerte que muchos otros. Y esa fortaleza no se saca de cualquier parte. Se saca de su propia historia, que debió haber sido sólida, mientras duró. Gabriel seguramente habrá tenido sus días de cuidados maternos; cuidadosamente preparado su desayuno, delicadamente planchada su camisa y no menos minuciosamente cuidada su alimentación.Me parece verlo. Partiendo hacia su trabajo mientras se mira por última vez al espejo que cuelga junto a la puerta y su madre le alcanza el abrigo. Saludando a su padre que está cuidando las plantitas del jardín. Caminando hacia la parada del colectivo, la misma de cada día, el mismo interno de cada día, el mismo colectivero de cada día, la misma gente de cada día.Un día, quién sabe de qué estación. El silencio rodeó la mañana, alcanzó ir a la cocina, estaba oscura y sin desayuno sobre la mesa y ese silencio lo marcó. Se asomó al dormitorio de sus padres, dudó en abrir la puerta de una intimidad a la que nunca había ingresado. Tal vez, el temblor de sus manos fue el anuncio de lo que iba a encontrar, pero nadie lo haría por él.Vio la paz de la pareja durmiendo para siempre. No pudo comprenderlo, llamó a un médico, llamó a su trabajo y después las cosas se sucedieron una tras otra sin pedirle permiso, tan rápido fue todo que ya no recuerda haber llorado. Y de pronto, de un segundo a otro, tuvo que comprender que estaba solo.Su tranquila vida de hombre tranquilo, entró en crisis y le pasó lo que le pasa a toda persona que conoce la soledad más profunda de una sola vez, se sintió excluido.Ya no pudo pensar, se dejó ir, se dejó llevar. Salió de su casa sin cerrar la puerta, como siempre, esa nunca había sido su tarea. Pero este no fue un día común. Ya no tendría donde volver, comenzó a caminar y llegó a este barrio.Si en algún lado de la ciudad se unifica la pobreza y la marginación, acá es. Por algo se ha quedado. Tiene con él una gran bolsa de consorcio que carga sobre sus hombros cuando camina.Al entrar la noche, encontró su lugar en una calle oscurecida por la frondosidad de los árboles. Se sienta en una vereda tanto más alta que el resto y comienza a sacar de su bolsa mantas, frazadas, después busca donde depositar su estructura ósea, su arrastrada pesadez de hombre vencido y así espera el amanecer de cada día. Donde lo encuentres, a la hora que sea, una sonrisa sale de sus labios, una sonrisa agradecida. Aunque él no se de cuenta, esa sonrisa es la esperanza, la esperanza de recuperarse algún día. Apartado del libro. Todos Buscamos Respuestas. Fedra KardelénEl tiempo que transcurre, no es el tiempo que aplicas.Olvida el reloj, el calendario. Olvida las rutinas; de ellas, sólo sacas un listado de cosas hechas. El tiempo, es el momento que nos toca estar acá y ahora, contigo, conmigo, con todos. El tiempo del aprendizaje, el tiempo de la enseñanza, el tiempo de amar, de dejar partir, de re encontrarse, el tiempo de la solidaridad. El tiempo que paso con mi madre, con mis hijos, con mis amigos, con la familia que elegí y sobre la cual vuelvo la mirada. Ese tiempo no tiene reloj, porque ese tiempo es infinito. No se ajusta a pautas pre establecidas, es el tiempo que elijo, el tiempo en que me reflejo. El tiempo que comparto es el tiempo en el que más crezco. Porque ese tiempo es LA VIDA. Me despido de tí todas las noches.Es que siempre vienes a mi encuentroy no puedo evitarlo. Aunque concientediga "ya no está", siempre regresas. Quisiera estar a la orilla de un muelle,sacar mi pañuelo, adiosando el aire,viendo la barca que te lleve lejos.Saber que te veré, sólo soñando. Pero es inútil, siempre me acompañas.Durante los días y durante las noches,durante las risas y durante las lágrimas.Y yo, te he acostumbrado a estar a mi lado. De todas maneras,habrá ocasiones en que tu compañía,me recuerde del esfuerzo por seguir viviendoQue sería yo sin ella?Fedra Kardelén Llueve en Bs. As.,y la nostalgia me acompañahasta el recuerdo de tu persona,que en cualquier latitud espera algún novedoso acontecimiento para provocar el encuentro. Yo ire a tu veradeseando que no estes presente.Porque quiero robarte el paisajeque te contiene y te envuelve. Pretendo caminar tus calles en tu ausencia, para sentir que las abarco y las embarco en el viaje interminable de mi recuerdo. Y cuando vuelvas a tus parajes, cada planta, cada esquina,cada habitación de tu casa gritará mi nombre en mi ausenciay te hará sentir dolorosamente derrotado por no haber alcanzado mi presencia. Y otra vez, nuestros caminos se cruzaran sin promesasdejando caer el telón de lo que pudo ser y no fue. Y si algo tu corazón digita y se asemeja a lo que tu razón reclama, sabrás que deberás recorrer el camino del encuentro en el paraje necesario que mi corazón, resonando como el tuyo, sean capaces de crear. Solo asi, lo nuestro podra ser. Se ha muerto un poeta,no importa quien fuera.Su nombre, su ideología,su mesura o desmesura.Se ha muerto un poeta, Alguien capaz de escribir algo,de decirlo a los gritos.Girando las letras del abecedario cotidiano, en las palabras representativas de los sentidos. Con esa manera de cultivar sus pensamientos,se ha muerto un poeta.El mundo ha perdido. Pero nacerán otros,y nuevamente habremos recuperadola esperanza de la palabra.Del amalgama, de los colores del corazón,de la mente y del espíritu. No importan las ideologías, Si no son buenas,podremos enfrentarlas con más poesía. Yo solo quería verme reflejada en tu Mirada.No en esa que le brindas a las personas cuando te las cruzas, sino la otra. La que ve desde la profundidadde tus pupilas a veces agotadas detanto mirar y acumular lo que notas a tu alrededor. Yo solo quería vermereflejada en tu mirada.Por saber si me guardabasaún en tus recuerdos. No pretendía otra cosa,ni otro gesto, ni otra improntaque te saque de tu mundanal forma de ver la vida. Pero no lo permitiste. Nuevamentete has adueñado de las decisiones ajenas.Y no has permitido los derechos. Que extraño eso, en una personaque vive hablando de los derechos colectivos.Fedra Kardelén Vida y sueños de los duendes. Introducción Cuenta la historia, que ellos son los mejores habitantes de bosques frondosos, de espacios verdes y libres. Trabajaban la tierra, vivían de sus productos. Y sobre todo, siempre fueron seres pacíficos. La vida siguió su curso, la mano del hombre y sus descubrimientos han hecho mucho bien al acontecer de los tiempos, pero también, han hecho mucho daño. El miedo desató egoísmos, el egoísmo sentimientos culposos e individualistas y los sentimientos culposos e individualistas, dio paso a actitudes, más parecidas a objetivos bélicos que a objetivos pacíficos. Así, se adueñó de las personas, la soberbia. Todo comenzó a presentarse bajo otra forma, los duendes entonces, comenzaron a alejarse de esa realidad a la que no estaban acostumbrados. Y los siglos, templo conservador del tiempo que transcurre, dio por casi olvidada la vida de los duendes, los gnomos, las hadas, los elfos, o los simpáticos enanitos de nuestra niñez. Así, la historia pasó a llamarse "leyenda", y cuando hablamos de ellos decimos "había una vez..." Aún legos, los aceptan como parte de una abstracción, como si la abstracción, no fuese parte de la realidad. Acerca de ellos.Es algo difícil tratar de explicar o hablar sobre seres que no son espíritus, ni ángeles, ni humanos, pero que sin embargo se parecen a todo eso. El nombre genérico que reciben es elementales, ya que se los considera muy, muy cerca de todo lo terrenal.Esto tiene su lógica si pensamos en términos históricos acerca de su origen. Ellos habitaban todo el espacio terrestre ya que en aquella época florecían por doquier los bosques. La naturaleza, era un bien preciado y cuidado, porque se sabía, que de la naturaleza venía la bendición de la vida. Allí, habitaban justamente los duendes, quienes según las características del lugar recibían su nombre propio.Junto a ellos y sobre las flores, digna expresión de fertilidad de las plantas, sobrevivían las Hadas y los Elfos, sus masculinos. Todos, transitaban por el devenir, con alegría, trabajaban con vehemencia; La tierra y sus frutos los hacía realmente felices. Cantaban y disfrutaban, se juntaban en grandes reuniones, gozaban del buen vino, y de la amistad, que los mantenía siempre unidos.A medida que el hombre hace su inserción en el mundo tal como lo conocimos nosotros, los duendes, un poco por huraños y otro poco por inexpertos en eso de la complejidad de cada uno, no pudieron adaptarse a los nuevos lineamientos de vida.Algunos, se retiraron simplemente hacia los bosques, y los que no pudieron, ya que la tala y la explotación de la tierra por parte de los "humanos", no les daba oportunidad, intentaron, ponerse al servicio de los hombres y lo hicieron " de todo corazón" porque son seres "elementales", y se dieron fieles a esa descripción. Entre los duendes no hay diferencia entre ser y parecer. Son lo que parecen y parecen lo que son.Tan al "servicio" del hombre se pusieron que aún sin perder su esencia de inocente rebeldía y desestructurada lógica mental, quisieron ser semejante a ellos. Pasado el tiempo, podríamos decir, que es difícil establecer la diferencia entre la semejanza de gnomos a los hombres o la semejanza de los hombres a los gnomos. Se reflejan o se imitan? En esto es interesante saber donde viven realmente los duendes o gnomos, hoy día!. Cada quien los ve en diferentes lugares, siempre que logre verlos, porque son seres sensibles, parte de la energía que nos contiene y nos impulsa. Ellos, son parte también de la pulsión de vida y de la pulsión de muerte (continuación de un viaje).Originalmente, han sido habitantes de bosques, de espacios abiertos, lugares donde el tiempo transcurría, simplemente transcurría. Entonces, ellos no tenían muchas cosas por las cuales preocuparse, no sufrían, porque vivían solidarios y amantes de la naturaleza, nutriéndose, a sabiendas de que en ella encontraban el cumplimiento de sus deseos y necesidades. No tenían preocupaciones, de esas que hoy día, llamamos "vitales".Los duendes viven hasta 350 años (hay quien asegura que 500) y es más probable que los vean las personas puras de corazón.Los gnomos son los integrantes más viejos de la tribu. A ellos recurren los más jóvenes e inexpertos, que son los duendes.Como les gusta acompañar y ayudar a las personas, los duendes viven en las ciudades. Son los más chistosos, hacen travesuras, esconden las cosas, prenden y apagan el televisor y hacen ruidos durante la noche. Se los describe también como "seres" con poderes mágicos.Pero también son muy adaptables y si se los trata con respeto y se les pide respeto con actitud firme y creíble, ellos accederán.Los duendes, según el lugar de procedencia.Aunque hay muchas versiones acerca de la existencia de los duendes en la cultura americanista, lo cierto, que lo más conocido es el origen europeo de las pequeñas criaturas. Este aspecto, referido a nuestra América, intentaremos darle respuesta en futuros talleres.La descripción más antigua sobre duendes proviene de la mitología nórdica. En la antigua Escandinavia son llamados álfar, la creencia en los duendes era común entre las tribus germánicas, y no limitada únicamente a las escandinavas.Los duendes parecieran haber sido concebidos como poderosos y bellos seres de forma humana, elevados a la categoría de duendes luego de su muerte, como por ejemplo el rey mezquino Olaf Geirstad, o un herrero, Waylan Smith, que fue nombrado "rey de los duendes" aún en vida. En el Þiðrekssaga una reina humana descubre que el hombre que la ha dejado embarazada es un duende. En Hrólfs saga kraka un rey llamado Helgi viola y embaraza a una mujer duende vestida de seda, la mujer más hermosa que él había visto.Suelen ser descritos como seres semi-divinos asociados con la fertilidad y el culto a los ancestros. Así, aparecen relacionados con la creencia en los espíritus de la naturaleza y de los muertos, común a casi todas las religiones del hombre.Los duendes de la mitología nórdica son típicamente retratados con cabellos claros, vestiduras blancas, gala de su existencia da también la literatura de la época. Ella se ha encargado de retratar el sentimiento que la sociedad conservaba por tan míticas figuras.A los duendes germanos se los sitúa como criaturas brillantes que habitaron el cielo durante la era del paganismo germánico, además de los duendes oscuros o enanos subterráneos (similares a los álfr de la mitología nórdica). En el folklore post-cristiano comenzaron a ser descritos como maliciosos traviesos responsables de las enfermedades del ganado, y de traer pesadillas a los durmientes. En alemán, pesadilla se dice Albtraum, y significa "sueño de duende ". Se creía que las pesadillas eran el resultado de un elfo sentado en la cabeza del soñador.La palabra "duende" la trajo a Gran Bretaña, los anglosajones, de la mano del inglés antiguo oelf. La palabra "ninfas", también era traducida como oelfs.Aunque es escasa la evidencia acerca de los duendes ingleses, es común creer que su existencia se basa en el conocimiento sobre la mitología nórdica en cuanto a sus principales características. El parecido humano, el concepto del bien y el mal, poniendo acá también la literatura, la figura de estos personajes en sus letras.Lo cierto,Lo cierto de todo esto, es, que difícilmente podamos encarar el debate desde una postura absolutista. Por sí o por no. Podríamos afirmar en forma absoluta, LAS PERSONAS SON MALIGNAS?, podríamos aseverar en forma absoluta LAS PERSONAS SON ÚNICAMENTE BENIGNAS?. Podríamos explicar, en todo caso, "el hombres es tal o cual cosa por naturaleza y culturalmente marcha a ser tal o cual otra". Sabiendo que, tampoco estaríamos expresando la GRAN VERDAD, porque somos tan subjetivos los humanos que ese rasgo de subjetividad, nos permite ser únicos e irrepetibles y por esa razón, diversos.Es la diversidad la que llena nuestra vida de múltiples interpretaciones acerca de los hechos y las cosas; de la manera de ver el vaso (medio lleno, medio vacío). De ver el lado positivo o negativo de las cosas, de conocer el miedo, de temer lo desconocido, de arriesgarnos, de ser temerarios, egoístas, ambiciosos, egocéntricos, medulares. A corazón abierto o a corazón cerrado.Si así es el devenir de los seres humanos, qué están expresando esos minúsculos hombrecillos? Qué cosa están diciendo en sus mensajes?Pues, nada que no sepamos. Todo lo que no queremos decirnos, todo lo que nos hacemos a nosotros mismos y no siempre queremos hacernos cargo.Qué significa esto que acabamos de afirmar.Significan muchas cosas, comencemos por analizar el carácter de los duendes. En aplastante mayoría, varones, salvo alguna que otra historia donde aparece alguna "duenda" y cuando lo hace es porque ha sido "tomada" por un hombre. Por bella e incomparable, para hacerla madre de sus hijos. Para que otros hombres miren hacia él y lo admiren.Entonces, el origen machista del análisis de gnomos y duendes no refleja otra cosa, que el origen machista de la sociedad en que vivimos. Donde el hombre, trabaja y manda, la mujer si trabaja nadie lo "nota" y obedece, si no lo hace, se la rechaza. Y para considerar a los duendes capaces de hacer la suya, no lo ponen al lado de la mujer, porque el hombre en la vida real, para hacer "la suya" se basta a sí mismo. Alguna connotación entre los duendes y los humanos?, verdad que se parecen bastante?Entonces, si la historia de duendes han, como afirmo, nada más y nada menos, que representado el sentido cultural de cada época, ellos, sólo han sido nuestros espirituales representantes, se expresan mostrando las virtudes y debilidades que cada uno de nosotros no somos capaces de afrontar, individual y socialmente.Por eso, no hay duendes malos, como quieren hacernos creer, o duendes sólo buenos. Hay duendes con valores y duendes con defectos, hay humanos con muchos valores y a su vez con muchos defectos. Así se manifiesta todo en el entorno energético nuestro. Nosotros somos parte vital de esa energía, con un ropaje de "humano" que nos identifica al uno con el otro.Somos energía pura y puramente subjetivos, somos mayormente agua, somos mente, espíritu, emociones y cuerpo. Somos un todo, como el mundo mismo. Funcionaríamos como lo hacemos sin el sol, sin la luna, sin los ríos, sin la vegetación?. No, y es que así lo han demostrado los cambios climáticos existentes. Desaparecen los bosques, cambia la fisonomía de la tierra, las lluvias cumplen un papel diferente del originario, ahora aumentan las inundaciones, la tierra movediza se presenta ante nuestros ojos espantados en los lugares donde ya no quedan árboles, el terreno ganado a los ríos, y el nuevo "rol" del sol, empaña el habitual clima de cada lugar. Y nuestro temperamento también sufre modificaciones, nuestro patrón conductual, se modifica. Estos procesos se dan en un tiempo diferente al tiempo de nuestros relojes. Se da en una línea infinita de sucesión. Se da en el tiempo de la naturaleza, que es sabia, y a quien habría que escuchar más seguido. Los duendes expresan la energía que nos rodea en forma concreta, y por elementales, se expresan en las energías más cercanas a cada una de nosotros, la que más nos identifica con nosotros mismos, provienen de su contacto con la naturaleza, plantas, semillas, verduras, flores, quien no tiene algo de esto en su casa? Y además, en ese proceso de transformación de la vida, qué es la naturaleza en las ciudades donde vivimos?Porque, al decir de la misma historia, los duendes quisieron identificarse con el hombre en su nueva realidad y entonces se quedaron en las ciudades, adaptándose, y así se fueron forjando a imagen y semejanza, ya que, en quién se reflejaría el duende, esa energía elemental que nos acompaña?, pues, en cada uno de nosotros.Y, el humano, le dio formas, altos, bajos, con pelo largo, con pelo blanco, legos, campesinos, buenos, malditos, viciosos. Esas formas, no son más que NUESTRAS FORMAS, nuestro espejo. Obviamente, nosotros tenemos una determinada forma física (tal como nos vemos unos a otros). Al hablar de algo, decimos "alguien" y lo reflejamos. Un poco por necesidad de visualizar según nuestro propio concepto acerca de lo concreto, lo real, y mucho, por considerar que solo vale lo que se explica según nuestras propias razones. O sea, el miedo a descubrir quién sabe qué cosa nos detiene. Ante lo desconocido nos gana el miedo frenando la posibilidad de descubrir y descubrirnos. De que se trataSe trata de dejar de lado aquellas expresiones que nos han inculcado culpas y miedos. Culpas y miedos que han significado seguir quedándonos como estábamos, siempre estancados en vez de desarrollar la confianza en nuestras propias fuerzas y seguir avanzando, con nuestros defectos, con nuestros temores. Así, el miedo ha llevado a algunos a ponerse terriblemente dominantes y a otros, a considerarse dominados. Ambos, dominados por el mismo factor: el miedo.Finalmente los duendes son parte de las energías "invisibles" de esa energía intangible, que, si sabemos observarla, sentirla, y encontramos formas de comunicación con ellas, podrán aportar la savia necesaria para nuestro mejor y más elevado desarrollo como seres humanos.Tanto existen esas energías a nuestro alrededor, que ya han podido visualizarse a través de diferentes métodos, uno de ellos, con cámara kirlian. Se mueven en las noches durante nuestro descanso, actúan, por decirlo de alguna manera, en nuestras casas e influyen también en nuestro accionar. Pero, no nos dominan, salvo que nosotros nos dejemos dominar. Porque en la vida, todo, todo lo que hagamos, es una cuestión de actitud. Nada que no queramos nos sucederá.Cómo tener duendes en casa?En casa, donde tengamos alguna expresión de la naturaleza ahí está esas energías, que le son inherentes. Pero, como siempre nos ocurre, necesitamos corporizar nuestras creencias. A la Virgen María en alguna estampita, a Jesús en la cruz cuando vamos a la iglesia; para presentar respeto a los héroes, dejamos flores en sus monumentos. Somos fuertemente simbologistas. Lo mismo hacemos con los duendes, para quienes decidan tenerlos en sus casas hay varias cosas a tener en cuenta.Las investigadoras Liliana Chelhy Nayra Lee, suelen recomendar las siguientes tareas para que nunca falte la abundancia en los hogares.•ü Enterrar tres monedas doradas, en el jardín o una maceta.•ü Colocar en la ventana una copita de miel que sólo sea para ellos.•ü Atraerlos con helechos y palmeras, plantas preferidas•ü Llamarlos con amor, con oraciones específicas o de cualquier otra forma amable y bien intencionada.•ü Pueden tenerse como amuletos o figuras en tierra y piedra.También se los ha bautizado con diferentes nombres según la "misión" que se les asigne:Stágoros cuida las plantas.Abaturc protege los trabajos.Priscob concede todos los deseos.Truppty acude en problemas sentimentales.Sumizíuss protector del dinero.Jurry cuida los niños.Igor duende de la abundancia.Si ud decide tener duendes en su casa Nunca olvide que debe tenerlos cerca de plantas y rodearlos de un ambiente natural, lo más que se pueda. Ellos sabrán apreciar su intencionalidad. Puede armar una especie de bosquecillo en algún rincón de su patio o su balcón, donde llegue la luz, la del sol y la del día. Tenga en cuenta que como a niños y por elementales que son, les gustan las cosas simples, los dulces en especial. Al ponerles cosas como caramelos, chocolates, etc., no se los deje más de un mes a su lado. Pasado ese tiempo renuévelo. El que retira lo lleva a un parque y lo deposita sobre el pie de un árbol. Si en el camino hacia el parque ud viera a un niño necesitado de golosina puede regalársela. Ellos no se oponen a que ud haga el bien, les gusta ser serviciales. Ponga un recipiente de miel con 7 monedas con el número hacia abajo. También cambie la miel cada mes, desechándola.Puede bautizarlos con nombres que ud elija, no hay problema en realidad, los conocidos son los que han logrado atravesar el tiempo hasta nuestros días, pero si los llevamos a nuestras casas ellos estarán esperando que nos ofrezcamos sinceramente. Por eso, si nosotros los identificamos con otros nombres, estará bien.Si ud le hace algún pedido en especial, tenga en cuenta, que como son elementales o sea niños, estarán esperando su "premio" al cumplir la tarea. Siempre dele cosas dulces, les encanta. Es más, cuando haga el pedido dígale "si me dan lo que les pido, le voy a traer...." Y por supuesto cumpla su palabra. Nunca antes, ellos no aceptan sobornos, solo aprecian regalos o premios a cambio de lo que han hecho. Ojo, como los niños, podrían ponernos a prueba, sea convincente.Nunca le hable como si ellos fueran más que usted, porque no lo son. Nadie es más que nadie. Hable con firmeza, hable con seguridad, no sea ofensivo, tampoco los trate como si fueran inferiores. Es una cuestión de actitud, practíquela!Si ud lleva a cabo esos simples ítems pronto se dará cuenta que su propia auto estima ha aumentado considerablemente y estará con seguridad grandemente agradecida a los duendes. De ud depende, ellos ayudarán.Finalmente,La acción humana en el proceso de la vida tal como la conocemos ha traído muchas satisfacciones pero también su miedo, camino cierto hacia el individualismo y el egoísmo, lo que nos ha llevado a cercenar las posibilidades reales que el mundo ofrece.Porque, no es bueno o malo lo que se haya descubierto, sino, que esas cosas resultan buenas o malas según la intencionalidad para qué se las ha usado.Este tipo de conducta, solo ha llevado a la conclusión que la especie que realmente está en peligro de extinción, sea el hombre. Recuerde,Cada construcción mental que se conserve en nuestro imaginario, viene de un recuerdo que guardamos celosamente en los registros personales, y en los registros colectivos.Fedra Kardelén Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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