Hola a todos...Lo he repetido un millón de veces pero aquí otra vez.Mi nombre es Daniel, tengo 17 años, pues tengo muchas cosas que contar...Mejor dicho escupir, sacarlas de mi sistema, la verdad odio tener tantas imágenes dentro de mi cabeza.Perdona si alguna de las cosas que te platico llega a herir tu sensibilidad, te molesta, te causa nauseas o te hace enojar.No es mi intención que nadie lea estas lineas y pase un mal rato, no quiero hacerle cargar a nadie con lo que yo debo vivir, de ser necesario escribiré al aire todos los días imaginando que en algún lado del mundo alguien se identifica conmigo y se convierta en mi amigo.pero en fin, no quiero hablar de mí si no del lugar en el que trabajo... El lugar donde he vivido casi toda mi vida.es un lugar con una descuidada fachada, se esconde entre callejones despoblados. Si alguna vez quieres buscarlo , te juro que no lo vas a encontrar. No cualquier persona entra en ese lugar.Los clientes han sido los mismos por muchos años. Es muy raro ver una cara nueva cruzar la puerta, la ultima vez que ocurrió yo tenía unos 13 años. Un hombre escuálido se presentó en el marco de la puerta, no pasaron más dos segundos y el sujeto fue estrellado en la pared por uno de los corpulentos guardias de seguridad.De inmediato el hombre le mostró al guardia la carta recomendación con la firma del viejo Máximo y de Doña Sarah. El guardia pidió disculpas de rodillas, absolutamente nadie quiere meterse en problemas con Máximo o Doña Sarah, Máximo no tiene problema alguno en sodomisar a un perrito o a un corpulento guardia de seguridad. Y pues con Doña Sarah ni hablar ella es como nuestra dueña y le debemos la vida, por supuesto que es capaz de arrebatárnosla.
alejandra oate