• isidro martinez palazón
isidro
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Jorge                      El médico examinó detenidamente el resultado de los análisis. Cuando terminó, los dejó sobre la mesa, se recostó en el sillón y se dirigió a Jorge.               -Esto confirma lo que pensaba en un principio. A usted no le ocurre nada…. ¿comprende..?.  Así es que no se preocupe y haga su vida normal.             -¿Entonces…?             -Mire,-le interrumpió-, la mente tiene un gran poder sobre el organismo y estoy convencido e que todo es producto de su imaginación… Los resultados de las pruebas que le he mandado son excelentes.., sin duda entro de algún tiempo se le pasará…Se va a tomar- y empezó a escribir en una receta- esto… Es un complejo vitamínico…, y sobre todo, procure pasear y distraerse….               Jorge cogió la receta que el médico le tendía y se levantó de la silla.               -Muchas gracias, doctor, y.. adiós.               Cuando salió a la calle anochecía. Busco una farmacia y, sin mucho convencimiento, compró la medicina. Era el cuarto médico que visitaba y todos habían coincidido en lo mismo,.. su estado de salud era perfecto.               Entonces-pensaba-,¿porqué aquel cansancio?. Era cierto que no había perdido la alegría, incluso sentía una gran paz interior, pero es que el mero hecho de poner los pies en el suelo, cada mañana, le suponía un gran esfuerzo y cuando llegaba a casa a las tres y media de la tarde, lo único que le apetecía era sentarse en un sillón y dormir.               Le había contado a su mujer lo que el creía que era el motivo de su tremendo cansancio; y Lola, después de escucharle pacientemente, le había contestado entre carcajadas…”Pero si te he observado por las noches…, y duermes como un bebé feliz.., incluso sonríes y todo…” Después llevándose un dedo a la sien, apuntando la posibilidad de que estuviera loco, había dado por terminada la conversación.               Haciendo estas reflexiones, llegó a su casa arrastrando los pies…               -¡Hola Jorge, ¿eres tú?..             -Si, Lola             -¿Qué te ha dicho el médico?             -Nada, lo de siempre, que mi salud es perfecta y que debe ser algo psicológico.. Me ha mandado…             -¡Vitaminas!, ¿a que sí?             -Eso mismo.             -Bueno, pues entonces no te preocupes. Anda, ayúdame a poner la mesa que vamos a cenar.¿Tienes hambre?...             -Si, de cama. Lola, perdona que no te ayude, pero estoy hecho polvo.., si no te importa te espero sentado en un sillón del comedor.               No es posible que esté tan cansado-pensaba-.¡Pero, si anoche, igual que todas las noches, me metí en la cama a las diez!, y me levanto a las siete y media…¡Son nueve horas!  y, además duermo bien…             Cuando llegó su mujer con la cena, tuvo que despertarlo. Andaba adormilado con el “soniquete” de la televisión. Después, sin apenas probar bocado, dijo que se iba a la cama…                                    ……………………………………………………                 Por la mañana, de camino al banco, iba dándole vueltas a lo mismo… El trabajo es cómodo-se decía-. Algunos nervios, sobre todo cuando se juntaba mucha cola delante de la ventanilla y los clientes miraban impacientes el reloj, pero vamos… tampoco es para tanto, y además por la tarde no trabajo…               Pasó la mañana bostezando. A medio día, cuando llegó a casa, comió y después de un pestañeo en el sillón, salió con su mujer a dar una vuelta por la ciudad, a ver escaparates. Volvió roto y después de cenar se acostó. Buscaba la cama como un naufrago su tabla.               Durmió, durante toda la noche, de un tirón y por la mañana cuando se levantó y se metió en el cuarto de baño para asearse y marcharse a la oficina, lo comprendió todo….               El sueño, de nuevo se había repetido. Había soñado que era capaz de volar. La sensación era algo indescriptible… remontaba el vuelo y sentía el aire fresco en la cara…, luego planeando  bajaba hasta pararse en el pico del tejado y desde allí, suavemente …., al suelo.               Esta vez, en su sueño. Incluso había enseñado a volar a la gente. Habían venido periodistas que insistían en que eso de volar era imposible.. y el, pacientemente, se lo había  explicado y demostrado.               -Por favor, ¿podría hacerme una demostración?             -Si,.. miren.., es muy sencillo. Solamente hay que echar a andar..¿ven?.., luego cogen un poco de “carrerilla”, y hacen así con los brazos, y cuando noten una pequeña resistencia en el pecho y que el corazón late un poquito más aprisa.., se dejan llevar y ..¡ levantan el vuelo !.. ¿ven que fácil?...               …Y pasaba por encima de los árboles, y veía las casas debajo.., y salía al campo, y se cruzaba con una bandada de patos….               -¡Eh, ustedes, los de allá abajo!...¿Ven que fácil es?. Recuerden- y les gritaba- Una pequeña resistencia en el pecho y cuando el corazón lata un poquito mas aprisa… entonces…..¡¡¡Arriba!!!               …¡Así, así ! –insistía- ¿Ve usted como no era tan difícil?...               -Es verdad,- gritaba un periodista que había conseguido levantar los pies del suelo y se acercaba peligrosamente al anuncio luminoso de una peluquería, en una segunda planta.               -¡ Tenga cuidado! – le había voceado a otro que, mas habilidoso que su colega, volaba por allí.., a mas de doscientos metros de altura….- ¡Que por ahí anda la bandada!                           ……………………………………………………                 Ahora, delante del espejo, tenía la prueba. Entre su ensortijada barba una pluma de ánade real, azul brillante y otra marrón, sin duda del pecho del animal.., eran la prueba…               Y se rió a carcajadas imaginando cuántas no habría en el pelo, largo y negro del periodista novato.., y como estaría el pobre, después de toda una noche volando,… ¡¡¡y sin estar entrenado….!!!       © isidromartínezpalazón. Febrero 1996                                                        
Jorge
Autor: isidro martinez palazón  1134 Lecturas
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                              51        ¡primer asalto….!                 -Hemos quedado aquí con Juan Pedro de Aguilar a las nueve.- ¡Ná que se nos iba a hacer tarde!             -Pues ya no debe de tardar, tiene una grabación a las nueve. Si queréis podéis esperarle en la salita y yo os aviso cuando llegue.               La chica era morena, alta y guapa y más simpática que las pesetas.             -No,-dijo Valentín- es igual, le esperamos aquí.             -Vale, como queráis.               Aquello si era una emisora de verdad. ¡Joder!, era grandísima. Había un montón de despachos, de los que salía y entraba gente, que ellos sabrían donde iban… Parecía la Puerta del Sol a las tres de la tarde.             -¿Dónde estarán los estudios donde graban los programas, eh, Valentín?             -Por allí, si queréis os los enseño.               Menudo oído tenía la morena. ¡Si yo había dicho aquello casi, en voz baja!               -Venid conmigo.               Y sin darnos tiempo a reaccionar, echó a andar, mientras nos iba explicando.               -Es que esto es enorme y si os dejo solos, a lo mejor, os perdéis. De todas maneras dentro de dos meses ya no estaremos aquí, nos trasladamos a los nuevos estudios en las afueras, porque estos se nos han quedado pequeños… Mirad, allí  al fondo están las salas de grabación, ya llegamos.             -¡Joder!, si esto parece una ciudad- es casi tan grande como Televisión- te acuerdas Valentín- con la etiqueta que nos pusieron para poder circular por allí- todo lleno de estudios enormes-cuando nos dijeron-mirad a la cámara-encima hay un piloto-cuando se ponga rojo empezáis a cantar-y cuando se Ponga  nuevamente verde- es señal de que ha terminado la grabación.-Pedro Meyer-focos y gente-Prado del Rey-Amigos-hemos visto algo-pero no todo-porque ahora va de verdad-aquello fue un ir y venir-aunque fue estupendo-pero ahora no nos vamos a nuestro hasta que no nos llevemos un disco grabado debajo del brazo- bien grabado-con sus arreglos y todo-TOMA CRISTINA, PARA TI, ISIDRO.               -No hagáis ruido que están grabando- señaló el piloto rojo que había sobre la puerta del estudio-Observamos durante unos instantes y nos hizo una señal para que la siguiéramos…Aquí es donde se guardan todas las grabaciones hechas en los tres últimos años.             -El archivo, vamos-dije yo.             -Exactamente.               A través de una cristalera se veía una gran sala, con estanterías hasta el techo, donde había cajas con carretes de grabación a montones.               -Y aquí, la gente de administración- Otra gran sala llena de gente, trabajando en mangas de camisa, con máquinas de escribir, teléfonos y demás…             -Los chupatintas-dijo Valentín-De eso entendemos nosotros que trabajamos en una Caja de Ahorros.             “Que trabajábamos, querrás decir-pensé yo- porque como salga bien no volvemos.               Cuando volvíamos a recepción, Juan Pedro estaba hablando con José Luís Pecker. Al vernos, lo cogió por el brazo y se dirigió a nosotros con una sonrisa en los labios, como siempre.               -Buenos días, muchachos- y dirigiéndose a Pecker- Estos son, José Luis; los dos guapos muchachos de mi tierra  de los que te hablaba.., ¡espera a oírlos cantar!               Era exquisito. Cuando hablaba parecía que estuviera escribiendo. Tenía un vocabulario preciso y se deleitaba hablando. Era mas bien alto, ni flaco ni gordo, ni feo ni guapo, sino todo lo contrario. Cuando hablaba entornaba los ojos, como si estuviera haciendo memoria de algo. Su dicción era correcta  y siempre utilizaba la palabra exacta; y siempre decía, exactamente lo que quería decir... y sonreía de una manera natural…             -Traerán una cinta- dijo José Luís-, porque todos los que vienen de provincias la traen.             -Pues si-dije yo-, que no me separaba de ella ni a pié, ni a pata-Aquí está.             -Entonces, si os parece bien, vamos al estudio y la oímos –dijo José Luís.             -Muchas gracias-dijo Juan Pedro- Ya verás como cantan... ¡Son una maravilla!, tienes que echarles una mano... ¿eh?             -Lo mío- dijo Pecker- ya sabes que es la radio, pero también conozco gente que puede ayudarles…                           Cogimos el mismo pasillo por el que, unos momentos antes, Maite, que así se llamaba la morena de recepción, nos había llevado hasta las salas de grabación. José Luís y Juan Pedro iban delante hablando del programa que iban a grabar esa mañana. Detrás, Valentín y yo, comentábamos en voz baja.               -Ya veremos como suena ahora la cinta….             -Pues bien, Isidro, porque la hizo Carpintero en el “ferrograf” bueno de la Emisora.               Llegamos a la puerta del estudio. Pasaron ellos y detrás nosotros. Yo iba con el corazón encogido por el miedo y los nervios.               -Buenos días, Antonio, saludó Pecker... A Juan Pedro no tengo que presentártelo… y estos son unos amigos que cantan, veníamos a oír una cinta.             -De acuerdo...Encantado, Antonio.             -Isidro.             -Valentín.               Nos estrechó la mano y le entregué la cinta.               -Haz el favor Antonio, pon la cinta tú que eres el técnico. Vamos a sentarnos-señaló unas sillas, alrededor de una mesa- y a escuchar .             Antonio sacó la cinta de la caja de plástico y la puso en un magnetófono vertical y empezó a rebobinarla. No podía evitarlo, se me puso un nudo en la garganta. … Valentín y yo nos mirábamos y Juan Pedro y José Luís cuchicheaban...             Localizó donde empezaba la primera canción. Se oyeron nuestras voces y paró, rebobinó un poquito y la dejó lista para escuchar…               -Esta cinta se ha grabado, por lo menos, por lo menos…en Albacete. Ese ruido de fondo…, preparados… ¡Allá va!               Ruido de fondo había, pero cuando empezaron a oírse, primero la guitarra y luego las voces... ¡Aquello sonaba como el cristal!... ¡Uffff, menos mal!             Se tragaron, en silencio, la cinta entera. Amigos, José el Pescador, El rompeolas... una, tras otra las siete que había.                         -¿No hay mas?             -No, .dijo Valentín- tenemos más canciones, pero solo hemos grabado estas siete.             -Pues eso suena muy bien, muchachos,-dijo José Luís-, ¡Pero que muy bien!             -Ya te lo decía yo-intervino Juan Pedro- Son unos trovadores. Cantautores del 69. Unos artistas. ¿Has visto que bonitas son las canciones?  ¿Y las voces?...               Juan Pedro sonreía satisfecho y cantaba y bailaba…               “Y tu lo sabes, José             que por las madrugadas             coges tu barca y tu red...             y te haces a la mar…” Precioso… Precioso...                  Valentín y yo nos mirábamos y no salíamos de nuestro asombro. Les había gustado.               -Bueno, lo que vamos a hacer, si os parece, es lo siguiente…             Todos miramos a José Luís, atentos a lo que iba a decir.               -Vamos a grabar una entrevista para que contéis a la gente quienes sois..., como os llamáis, de donde venís... y las aspiraciones que tenéis y después metemos dos canciones vuestras. Así la gente os va conociendo, y además….- ¿Ah, pero había más? –Os vais a ir a Radio Madrid, que allí hay unos amigos míos y os presentáis a Fulanito de Tal y le decís que vais de parte mía, que os haga otra entrevista y que meta dos canciones vuestras… Yo hablaré con Menganito de Cual, que está organizando un festival folk en el Cine No se Cuantos, para que os ponga entre los participantes... y, en fin si tenéis un poco de paciencia..., lo conseguiréis. -Has oído Valentín, dice que si tenemos un poco de paciencia lo conseguiremos...-¡Tiembla, Madrid…, ya eres nuestro!             -Bueno, Antonio, encárgate de la entrevista y, cuando la tengas grabada, me la das…             -Vale, José Luís.             -Muchas gracias  Antonio, muchas gracias José Luís, muchas gracias Juan Pedro….             -Venid conmigo que vamos a preparar la entrevista... ¿Como os llamáis?             -Isidro y Valentín.               -Oye Isidro, cuando queráis pasaros por casa. Allí, sobre todo los sábados por la noche, nos reunimos gente de teatro, músicos, pintores… y charlamos, recitamos, cantamos…y, por supuesto, cualquier cosa que necesitéis ya sabéis, sin dudar…¿eh?             -¡Muchas gracias, Juan Pedro, ya nos veremos! -¡Este Juan Pedro, si que es un artista!                                 52         la carta…                 Madrid, 19 de Septiembre de 1969               ¡Hola Cris!               Ya estoy en Madrid, en la pensión que nos recomendó Juan Vicente, el amigo de Valentín. La verdad es que no está mal. Casi todos los huéspedes son artistas, músicos, bailarines y gente así. Nos han dado una habitación que da a la calle y está limpia.               Hemos estado en Radio Intercontinental de Madrid. Nos llevó Juan Pedro Aguilar, que trabaja allí y nos ha presentado a José Luís Pecker. Se han portado de maravilla con nosotros. Han estado escuchando la cinta que grabamos en Radio Popular y les ha gustado. Nos han hecho una entrevista y han puesto dos canciones nuestras, la de José el Pescador y Óyeme Señor. Dicen que si tenemos un poco de paciencia lo conseguiremos.               Además nos han dicho que vayamos a Radio Madrid, a ver a unos amigos suyos que nos harán otra entrevista y pondrán también dos canciones y que hablará con no sé quien ¡Ah, sí! Con el realizador del programa de Música 3, que está preparando un festival de música  en un cine de aquí, para que actuemos. La verdad es que no está mal para empezar.               ¿Y tú, como vas?..¡Come!, que últimamente comías menos que un pájaro. Me acuerdo mucho de ti.             Por si quieres escribirme, la dirección es Pensión Velasco, Calle San Bernardo, 55-2º derecha, 02008 Madrid.               Hasta mañana, Isidro.                                               53   ¿El cuento de la lech…?                 -¿Cuánto tiempo llevamos aquí, Isi?             -Casi un mes.             -Pues ha pasado deprisa... ¿verdad?             -Si, pero es que no paramos... ¿Cuantas casas de discos hemos visto?             -Yo que sé, lo menos siete.             -Pero...             -¿Qué?             -Pues nada, que todas dicen lo mismo. Muy  buenas palabras... “Déjennos la cinta y su dirección y ya les avisaremos…”             -Es que las cosas funcionan así.             -Oye, este jardincito, enfrente de la pensión, no está mal. Da gusto sentarse aquí por las tardes, después de ensayar..., bueno, cuando no andamos trotando por las emisoras o las casas de discos... Te has dado cuenta, siempre vienen las mismas madres con sus hijos a darles la merienda y los mismos viejos a echarse un cigarro.., para mí que no les dejan fumar en casa…, Y pasa la misma gente, a la misma hora, en la misma dirección.. Ves, ya viene otra vez esa señora con la cesta, seguro que son las siete…             -Menos cinco…, hoy va adelantada.             -¿Te gusta Madrid?             -No está mal. Demasiado grande, demasiada gente.             -¿Te has fijado en sus caras?.. Van siempre pensativos, como autómatas..., y siempre corriendo.             -Porque llevarán prisa… vamos, digo yo.             -Mira Dró, esa se parece a Cristina.             -Es verdad... ¡Como que es ella!..¡Cris!..¡Ahí va, que chasco!- Perdón la he confundido... ¡Dró, no me lo vuelvas a hacer!             -Lo siento, chico, pero es que es exactamente igual, no me digas que no…             -¡Anda, ya!... Cristina es más alta y más rubia… ¡No me lo vuelvas a hacer! ¡El otro día, en el Parque del Oeste,  la misma faena!             -Lo del otro día fue sin querer.             -Ya… ¿Oye que estará haciendo ahora?             -Pues mejor no lo pienses. A juzgar por sus cartas que, dicho sea de paso, son mas bien pocas, las cosas están como antes de venir, o peor….             -No exageres...             -Bueno, lo que tu quieras, pero si fueras medianamente inteligente te darías cuenta de que lo que quiere es cortar. Son frías y ya no sabe que contarte…; que si ha estado con Conchi dando una vuelta, que el trabajo es monótono..., pero de lo que tú quieres que te diga nada...y, en esto como en todo, lo que no va para adelante…             -¿Qué?             -Pues que va para atrás, Isi. Todo lo que no sea “ Querido Isidro-dos puntos- tengo ganas de verte-¿porque no vienes?- o si no, mejor voy yo, y de paso me enseñas Madrid- que con los paseos que te das debes conocerlo como la palma de la mano- y me llevas a comer al Ritz- y después a bailar a no se donde- y me llevas contigo a las casas de discos- y así cuando cantes en algún sitio estoy yo y te doy ánimos- no te preocupes que estoy bien- y como mucho- y estoy deseando que grabes un disco-con esas canciones tan bonitas que haces-y luego vengas para que estemos juntos y, y,….¡JODER , ISI, ES QUE NO TE DAS CUENTA..! Todo lo que no sea eso, no es  estar en tu mundo, ni gustarle siquiera, ni mucho menos compartirlo... ¡NO DICES TU ESO!               Si, pero ya verás como todo cambia, porque... ¡Ahora, llego yo! –y resulta que grabo un disco- y se vende como churros- y me hago famoso-y escribo canciones para gente famosa- y gano dinero- y me voy a vivir a mi pueblo- pero antes me compro en Madrid-que seguro que venden-porque aquí venden de todo-una taladradora para el hormigón-otra para el acero -y una pala excavadora- y un montón de cartuchos de dinamita-y un rayo láser-y rompo todas las barreras que pone-y entonces sale- de debajo de tantas corazas-La Cristina tierna y soñadora- que yo sé que está ahí dentro-y, y, y…¡JODER DRO, YA VERAS COMO SÍ….!               -Isi, ¿te suena? ... y me compraré una vaca y con la leche que me dé la vaca me compraré un ternero… ¿A que sí? Además... ¿Y LA VOZ?.. Ya va  para tres meses y de voces nada… ¡Yo por lo menos no he oído ninguna!             -¡Basta, Dró!..¡¡ Quieres callarte de una vez…!!             -Miento. Si que he oído voces, pero no son de arriba precisamente.                                          54  Juan Pedro..., o la Casa La Troya.     -Buenas noches             -Pasad, pasad… ¿Qué decís?             -Pues nada, que no sabíamos donde ir, y….             -Siempre sois bien recibidos. Mi casa es vuestra casa.               Y de todo el que llega, porque esto está siempre hasta los topes y además hoy hay gente nueva.               -Os presento. Didier, un maravilloso pintor. Ana, una bella y estupenda bailarina..,  a los demás ya los conocéis, mis amigos y colaboradores del teatro.., y estos, para quienes no los conocen, son dos estupendos trovadores, compositores, cantantes y guapos mozos de mi tierra, Isidro y Valentín, de los que ya se comenta por Madrid que pronto triunfarán.               -Todos maravillosos, todos artistas, todos triunfadores… ¡Todos locos! Aquí el mejor artista eres tú, y el mejor amigo y el mejor anfitrión... No creo que haya nadie que quiera tanto a la gente como tú y, además de decirlo lo demuestre…             -Gracias Isidro, pero eso son cumplidos...             -No son cumplidos, Juan Pedro, es la verdad.               ¡¡Aplausos de todos hacia Juan Pedro!!               -¿Habéis cenado, Valentín?             -Si, y además muy bien.             -Bueno, pues cenar otra vez. Venga que después haremos una “queimada” con  el ritual de la reina de las meigas y cantaremos y danzaremos….             -No, si nosotros vamos a estar solo un rato y enseguida nos marchamos.               Si, sí. Las cuatro de la mañana- que gente mas extraña y estupenda-que bien baila Ana-has visto los  dibujos de Didier- que bien actúa Juan Pedro y como escribe- me encanta el padre nuestro que nos ha recitado-ese si que llega, seguro- y la zíngara que me ha leído la mano-dice que moriré  viejo y de muerte violenta- seguro que doblo el mandil joven y  enfermo- son buena gente-da gusto estar aquí-que bien lo hemos pasado-si hubiera estado aquí “ la rubia”-Mañana –Valentín- tenemos que ensayar por la mañana-que por la tarde es lo del festival- en el cine ese- aunque sea nos bajamos al jardincico-vámonos ya a dormir-que noche mas buena hace- Bravo Murillo-Cuatro caminos-andando deprisa-menos mal que cuando lleguemos a la pensión  no molestaremos a nadie-porque trabajan de noche-tengo que escribir- mañana sin falta a mis padres-que hace una semana que no escribo-andamos flojos de dinero-antes de ayer no comimos casi nada-un bocadillo de calamares-con razón anoche soñé con la tortilla de patatas-del bar de abajo de la pensión-y el jueves vamos a ir a Columbia que nos dijeron que tenía que oír la cinta el maestro Benito Lauret- que volviéramos el jueves-que ya la habría oído y que nos dirían algo-Juan y su grupo-Los Castillos- va a grabar en Columbia- eso dice Juan- ya hemos llegado- que gusto la cama- hasta mañana Valentín –hoy tampoco he tenido carta- Que hará Cristina, me gustaría verla por un agujerico..- dormir- Escríbeme, anda- y dime…-Si Dios quiere- Amén.                                55               ¡Cantala….                   -Vaya pinta tiene esto, Isidro.             -Parece que estamos en la piscina de las Casas Baratas, hasta los topes, como se nos dé como allí…             -¿Y porqué no?               Era un cine. En el escenario habían montado un equipo de sonido tremendo. Había micrófonos y cables por todas partes. Técnicos de sonido, músicos y público. Vamos que había todo lo necesario para un festival. El ambiente ya lo conocíamos y nos gustaba.               Subimos al escenario, donde no cabía ni un alfiler y una muchacha se acercó a nosotros.               -Hola,¿ Vosotros venís a cantar?             -Si, somos Isidro y Valentín             -A ver que vea el programa..             -¡Ah, si! Música 3. Vosotros vais detrás de Ricardo Cantalapiedra. Primero sale Fulanito de Coplas, luego Nuestro Pequeño Mundo, después Ricardo,… luego vosotros; y después, el último Patxi Andión.. No os vayáis muy lejos…¿eh?             -Vale. Oye, Valentín, voy a ver si puedo afinar la guitarra en algún sitio donde haya menos ruido.             -Si, pero no te pierdas que ya has oído a la nena.             -Aunque sea me meto en los servicios, enseguida vuelvo.             -Oye, tú             -Dime, tú             -¿Me vas a poder dejar la guitarra?, Soy Ricardo, Ricardo Cantalapiedra…Como salgo antes que vosotros.., es que  vengo de tocar en otro sitio y no me ha llegado la guitarra, sabes…             -Bueno, … voy a afinarla y ahora vuelvo.             -No, déjamela y aquí mismo la afino yo...             -Pero hombre, con el follón que hay…             -Nada, sin problemas..             -Bueno, pues toma…             -Me la quedo y, cuando termine de cantar, en el escenario te la doy…             -Bueno.               “Ojo con la guitarra- no me jodas- que es buena- y me ha costado un dinero- y está nueva-¿eh? Sigue entrando gente-lo que yo te diga-hasta la bandera-pues mejor-mas gente nos ve- a eso hemos venido,¿no?-si es fácil, primero se pasan nervios-luego miedo- luego te toca salir- y entonces nervios y miedo-luego suena-y suena bien- y se te pasan los nervios y viene la tranquilidad y la seguridad- y disfrutas y la gente aplaude-y ya está- hasta la próxima-que bien lo hacéis-me ha gustado mucho- y ya está.”- que estará haciendo  “ la rubia “- no tenía que haberle dejado la guitarra al pájaro ese… no me gusta….”             -Isidro, ya está             -¿El qué?             -Que me ha dicho la chica esa que organiza todo esto, que tres canciones.. Le he dicho que José el Pescador, En  el rompeolas y Amigos…             -Pues muy bien. Vale, Vamos  para arriba y nos ponemos detrás del escenario para cuando nos toque, como en la piscina, en Albacete..               Sale el presentador y la gente se calla. Hay gente hasta en los pasillos. Como hace efecto el “Mayo Francés”, aunque sea un año y pico después-Canción protesta-  Patxi-y Cantalapiedra -falta Paco Ibáñez que también iba a venir- pero anda de recitales por las Universidades-yo no veo grises-serán secretas de la social-A ver como suena Nuestro Pequeño Mundo- antes he estado hablando con el del contrabajo- son gente maja- muy sencillotes-               -… Con vosotros.. ¡Fulanito de Coplas!               La gente aplaude- a este tipo no le conocí-lo hace bien-esto no es el pueblo-pero lo que de  verdad me ha gustado son los de NP. Mundo- Oh, Zimmerman-me casó mi madre-chiquita y bonita-ay-ay-ay, que voces mas bien empastadas-que Folk mas bien hecho- me recuerda a Joaquín Rodrigo-el muchacho ese que se ha recorrido media España-por los pueblos para que los viejos le enseñen las canciones de su tiempo-y ha hecho un disco con ellas.-como toca la guitarra –Patxi-ese pelado que lleva-está haciendo la mili-que voz mas gorda y mas rara tiene-suena muy bien- A ver Cantalapiedra-ojo que la guitarra es mía-¡Será maricón el tío! Es que no ves que no lleva golpeador para que no se apague el sonido-y es buena que me ha costado un dinero en la calle Arenal-por Sol-¡Córtate las uñas!..será…. me está arañando la guitarra-este tío suena raro-la guitarra está desafinada.¡me cago en la leche que le han dao!-ya termina menos mal…                         -Como representantes de Música 3..¡Isidro y Valentín!               Aplausos- debían ser baratos-porque se los daban a todos-¡Trae aquí la guitarra, maricón-aquí la tienes-esta desafinada- yo creo que es que no es muy buena-¡sabrás tú lo que es bueno- es una Ramírez-y me la has arañado- no ves como se queja la pobre-¡Cantalamierda! Trae acá, so gilipollas!, ¡Te parece sí lo que ha hecho con mi guitarra!               -Valentín, trata de entretener un poco a la gente, a ver si mientras consigo afinar, que el tonto el haba no sabe ni eso…             -Vale… Buenas tardes amigos, vamos a cantar para vosotros unas canciones en las que tratamos de expresar como piensan y sienten dos muchachos jóvenes, que son amigos, a sus veinte años… -aturrullado total…y nervioso, el y yo..—mi, mi…mi-la-re-sol-si-mi. La cuarta está baja-la quina alta-no oigo las notas-la prima esta baja-joder que desastre-sol-un pelín más abajo- ahora parece que medio..-no empieces  todavía Valentín ….¡noooooooooooooo!                          ¡Y tú lo sabes, José,             qué  por las madrugadas..!                              ¡Eso es…., a todo trapo!- y fuera de tono-porqué no se abre la tierra y nos traga a todos- lo mejor es que se quede sordo todo el mundo-¡Cantalamierda, me has matao!- un poquito arriba la prima-la quinta un poco abajo-ahora parece que medio suena-es que no te das cuenta Valentín- bájate de tono- cuando tengas que subir se te van a reventar las venas del cuello-Dios mío que me muera ahora mismo-ahora-sobre la marcha a transportar toda la canción al tono en que está cantando- esto es mi menor-después era  re mayor-luego ahora es do-ahora cojo las cadencias-y listo- Gracias Dios- ¡Y tú lo sabes José!¡CHIN PON! Se acabó- Aplausos.               Las otras dos canciones sonaron bien. Lo habíamos hecho mejor otras veces, pero en fin los nervios también cuentan y era la primera vez que actuábamos en Madrid, con gente de talla y ante tanto público.               -Me he puesto nervioso- Isidro.             -Y yo también. Como vea al  pájaro ese de Cantalapiedra, se a va enterar. No sabe afinar la guitarra y me la ha hecho mixtos.             -Menos mal que la segunda y la tercera han sonado bien. Me han dado ganas de cantar alguna más, pero..             -Ea, que vamos a hacer, de todas maneras no ha quedado mal la cosa, para serla primera vez…, a la próxima saldrá mejor.               Nos dieron, a todos los participantes, un obsequio como recuerdo. El nuestro era un cañón del siglo XVII, en bronce. Muy bonito.      56   …mira a ver, anda..                                           Madrid, 20 de Octubre de 1.969                                       Amigo Ángel:             Ayer estuvimos cantando en un festival, con Nuestro Pequeño Mundo y Patxi Andino, en un cine de Madrid.             Aquí hay gente muy buena y eso nos puso un poco nerviosillos, y la verdad es que, cuando terminamos, un poco desmoralizados, nos fuimos y medio nos roscamos.               Es duro esto de Madrid, aunque a mi no me importa, yo sé que tarde o temprano tendremos nuestra oportunidad y grabaremos un disco.               El jueves tenemos que ir a Columbia. Estuvimos allí hace una semana a dejar una cinta y nos dijeron que volviéramos para el día 25 este mes y que nos dirían algo.               Tu, que tienes novia, sabes lo malo de estar un mes y pico sin verla. Yo, llevo casi diez días sin recibir carta de Cristina. Por favor habla con ella, como el que no quiere la cosa, y me escribes y me dices como está.               En cuando tengamos buenas noticias, te las haré saber. Gracias por todo cuanto nos has ayudado y animado.             Un fuerte abrazo. Isidro                              57          Pues…..                   -Buenas tardes,  ¿está D. Benito Lauret?             -¿De parte de quien?             -Isidro y Valentín. Vinimos la semana pasada a dejar una cinta y nos dijo que volviéramos hoy jueves.             -Un momento, por favor.               Nos había atendido la misma muchacha que cuando vinimos la primera vez. Era bajita y delgada y no sonreía ni por una apuesta.               Estábamos acostumbrados al trámite-pues verán ustedes ahora es que lo que se busca son grupos o solistas-los dúos también- pero cuando son algo excepcional-hay que invertir mucho dinero en un disco y si luego no se vende-pues ya saben ustedes- de todas maneras oiremos la cinta- y ya les diremos algo.               -¡Amigos míos, pasad, pasad…! Precisamente estábamos hablando de vosotros. Por favor sentaos y vamos a hablar….               “Que pasa aquí- Valentín y yo nos miramos. El maestro Lauret ha salido a recibirnos en persona ¿y este otro quien es…?”               -Juan Manuel, Jefe de Producción… Isidro y Valentín, de Albacete..¿Lleváis mucho tiempo cantando juntos?             -Pues va para dos años-dijo Valentín.             -Bueno la verdad es que está muy bien. El estilo es bueno y las voces también.¿Tenéis mas canciones?..             Si, como veinte o así.               Yo dejé que Valentín llevara la conversación y me limité a escuchar y a asentir de vez en cuando.               -Todas vuestras, claro.             -Si.             -Pues lo cierto es que estamos interesados. Hemos pensado que lo mejor es que hagamos un contrato por cinco años. Haríamos un LP cada dos años y sacaríamos, además, un Ep todos los años. Vosotros tendríais un cinco por ciento de las ventas y lo que ganaríais de las actuaciones. La publicidad y los carteles y demás serían por cuenta de la discográfica..¿ Que os parece?               “¿Qué nos parece, Valentín?..¡Que nos parece!. Ya lo decíamos nosotros- tenías razón Juan Pedro- ves Carpintero- gracias a tu grabación, que por lo menos está hecha en Albacete y tiene ruido de fondo-que la han oído los de Columbia y les gusta- ahora nos ofrenden un contrato- Ves, Cantalapiedra-deja la guitarra que me la has jodido-Pues claro que queremos-mamá, vamos a grabar un disco-gracias porque ya lo decías tú que algún día..-y vamos a dedicarnos a la música- aprenderemos lo que no sabemos y haremos buenas canciones- TOMA.., PARA TI, “ RUBIA”               -A mi me parece bien, si Isidro quiere…             -Si, si yo creo que está bien..- ¿y nosotros que sabemos de esto..?               -Escogeríamos-decía Benito Lauret- cuatro canciones, de entre todas las que tenéis, yo haría los arreglos y … en fin, que puede quedar un buen disco..-el jefe de producción asentía con la cabeza- Sois mayores de edad..¿no?             -Si, si             -Muy bien, pues si os parece, quedamos así- y miró el calendario que tenía sobre la mesa- Ahora estamos grabando unos programas de zarzuela para televisión y tendremos ocupados los estudios hasta ..si, para el quince de noviembre, que habremos terminado, os venís por aquí, firmamos el contrato, escogemos las canciones y nos metemos en el estudio a hacer la maqueta del disco; hacemos los arreglos y a grabar..¿ de acuerdo?             -Lo que usted diga, D. Benito.             Se levantaron y nos acompañaron hasta la puerta de la calle.               -Hasta el día quince, muchachos.             -Adiós, D. Benito.., hasta luego D. Juan Manuel.               Cuando nos quedamos solos, empezamos a chillar en medio de la calle como si estuviéramos locos…               -¿Has visto, Isidro?..¡Somos los mejores!. Al mes y medio de estar en Madrid vamos a grabar nuestro primer disco.             -¡Un disco, Valentín.., un disco! Nuestro disco, redondo y todo y con un agujero en medio….¡Somos cojonudos!             -¡Vamos a celebrarlo!             -Podíamos ir a casa de Juan Pedro a decírselo..             -No, esta noche no. Mañana vamos y se lo decimos. Ahora vámonos a cenar los dos y a bebernos unos vinos..¡Nos lo merecemos!.               Eran, más o menos, las nueve y media de la noche y había empezado a lloviznar.               -Vamos a los mesones que hay detrás de Sol, a Ventura de la Vega y por ahí..¿ te parece?             ¡Pues vámonos!.                                        …………………………………………………..               -Aquí hay más gente que en la guerra, ¿Por qué no nos vamos a otro sitio?             -Y que más  da. A las horas que son hay gente en todas partes. Vamos para adentro.., a ver si hay una mesa libre….¡mira allí hay un hueco!..               El mesón “ Los Motivos” era el sitio al que solíamos acudir, muy de tarde en tarde, a tomar un vino y a hacer planes. Era zona de teatros y siempre había por allí actores que iban a cenar entre las dos representaciones que daban al día. Era curioso, ver a la gente famosa, por las pintas que llevaban.               Nos sentamos y pedimos unos pinchos de morcilla y unos vinos. Andábamos flojos de dinero, como siempre.               -Bueno, Valen, esto empieza a funcionar. Vamos a grabar un disco…¿Te imaginas como sonarán las canciones con los arreglos, la orquesta y todo eso..? ¡tiene que ser la leche!.             -Ya, pero…..             -¿El qué?             -Pues que.., como yo soy el que hace la voz principal..¿ cómo vamos a hacer un disco en que figuremos los dos en la portada si tú lo único que haces son voces y toca la guitarra?.Cuando hagan los arreglos y metan orquesta y eso.. , la guitarra no se va a oír y entonces… bueno…             -Ya... bueno, yo creo que eso debemos dejarlo que sea la casa de discos quien lo decida; a mi me da igual. Para mí es suficiente con que las canciones que se graben sean mías.. Si quieres tu figuras como cantante y yo como autor… En fin, no sé… A ver que dicen los de Columbia cuando volvamos….               “ No sé, pero este vino está agrio y la morcilla rancia..¡A lo mejor es que no me ha sentado bien!.”                         Cuando salimos a la calle todavía llovía. Andamos deprisa y en silencio y en quince minutos en la pensión.                         -Señora ¿sabe si he tenido carta?             -No, Isidro, hoy tampoco.             -Lo que faltaba…¡Me cago en la leche!                                   58   … y mientras..?             -¿Qué vamos a hacer ahora?             -Pues no sé, Valentín. Si quieres nos vamos para la casa, damos una vuelta, vemos a los padres y les damos la noticia y descansamos unos días…             -¿ Y si nos vamos a Barcelona?             -¿A qué?             - No sé, a ver el ambiente de la música por allí.             -Pero si ya tenemos un contrato para grabar.¿ que más vamos a sacar en Barcelona?             -¡Joder, Isidro!, aún nos queda algo de dinero, podíamos tomarnos unas vacaciones antes de volver a casa..             -Bueno, pues vale.               -Oiga, señora, ¿sabe si he tenido carta?             -No, ha  venido el cartero, pero no hay nada para ti.             -Gracias. ¡Me cago en la leche!               “Yo lo que quería- o no quería- no lo sabía- era ir a Albacete- y ver a “la rubia”- para contarle todo lo que por carta le había dicho de las novedades- de lo del disco-pero no sabía lo que pensaba ella- porque no había vuelto a recibir carta suya”- ¡A Barcelona!                                                   59         Adiós,   adiós…                   -Caja de Ahorros…, ¿dígame?             -Hola, Maruja, soy Isidro.             -¡Hombre, Isidro!- y se rió con esa risa, característica suya, que contagiaba.¿ Donde estáis?, ¿Y Valentín?.. ¿Cómo os va?             -Bien, muy bien.. Estamos en Madrid, ¿puedes ponerme con Conchi?             -¿Con Conchi?.. Será con Cristina..¿no?             -No, no.., con Conchi, por favor.             -Vale, te pongo.., me alegro de oírte.             -Gracias Maruja.             -¿Dígame?             -Conchi, soy Isidro.             -Hola, Isidro, ¿Qué dices?             -¿Cómo está Cristina?             -Pues hombre,… la verdad es que está fastidiada. Yo hablo con ella todos los días y salimos juntas.. Trato de que se distraiga.. Ya sé que no te escribe, pero es que está hecha un lío…., dice que no quiere hacerte más daño, que en tus cartas tu vas a más y ella..             -Oye, Conchi, tienes que hacerme un favor             -Lo que quieras.             -Mira, yo salgo para allí dentro de un rato, en el tren. Hoy me imagino que saldréis a dar una vuelta..¿no?..¿ a que hora?             -Pues como todos los días.., a las siete.             -Bueno, pues, vas y la recoges como todos los días y os vais por la calle del parque hacia el centro..,; yo estaré donde la cafetería Herco.., allí os espero. Trata de no faltar,¿eh?.. y por supuesto no le digas nada..             -Vale, allí estaremos.             -Gracias, Conchi, adiós             -Adiós, Isidro.               Había llamado desde una cabina de teléfonos, enfrente de la pensión. Cuando subí, Valentín me esperaba haciendo la maleta. Recogí mis cosas, nos despedimos de la dueña de la pensión hasta dentro de quince días y salimos a la calle.               -Bueno, Isidro, a casa. Vemos a la familia, descansamos, cogemos ropa limpia y el quince de noviembre otra vez a Madrid, a grabar nuestro disco.             -Vaya..                         Estábamos saliendo de Chamartín. En tren se movía lento, casi cansino…               Había leído mas de diez veces la carta-  Hola Isidro- esta es mi última carta- no volveré a escribirte más- como ya te dije es inútil que sigamos-porque sé que no llegaremos a ninguna parte-cuando tú dices si-yo digo no- y al contrario- siento mucho si esto te causa algún daño- he dado muchas vueltas antes de escribirte-pero he tomado la decisión-creo que es lo mejor para ti- la culpa es mía-como siempre-aunque no quieras reconocerlo soy un incordio-que tengas suerte- adiós- Cristina.                                          60   ¡A la m……                 -¿Cómo estás, Isi’             -¿Tú que crees?, ¡jodido!             -Ya. Lo           que pasa es que bebiendo no solucionas nada.             -Es igual, ¡ A ver si reviento!.             -Pues vaya una solución…¿Puedo hablarte?             -Haz lo que quieras.             -Si, pero si te hablo es para que me escuches, no para que me dejes hablar y hablar y al final, como siempre, me digas ¡Cállate, que me tienes harto con tanta monserga!.             -Haz lo que quieras. Si quieres habla y si no, no hables, yo haré lo que me dé la gana.             -Bueno, voy a intentarlo otra vez… Mira, yo sé que todo lo que ha pasado el último mes te ha roto los esquemas, pero.. no es el fin del mundo. Es una putada, pero el mundo está lleno de putadas… Tienes que hacerte duro. Tu, no me mal interpretes, eres un iluso, te crees que los pájaros maman y sabes muy bien que nunca hemos visto un  gorrión con chupete. Te lo he dicho muchas veces, todo eso de los mundos y de encontrar alguien con quien compartir el tuyo… La gente pone barreras ante los demás para que no le hagan daño y se esconde detrás de ellas, o por lo menos se agazapa.., pero tú, volviendo a lo de los pájaros, andas siempre con la pechuga abierta y claro…             -¿Qué?             -No, decía que lo de los mundos…             -Ah…             -Lo de Cristina se veía de venir. La muchacha, por lo que sea, no quiere compartir su mundo con nadie Ella, es como es y ya está. Te empeñaste, desde el principio, en verla como si fuera especial, casi sublime; y es una mujer normal y corriente.., con sus virtudes y sus defectos, como todo el mundo. Nunca ha estado ilusionada con lo vuestro y jamás te dio la más mínima esperanza de nada.               Si, de verdad, crees en esa teoría tuya de los mundos y de compartir hasta el aliento, tienes que reconocer que, por mucho que tú le hayas enseñado el tuyo y le hayas ofrecido entrar en el , a ella tu mundo le da igual; y además o no ha querido enseñarte cual es el suyo, o no lo tiene.. Ya te lo dije desde el principio…¿Es que esperabas conquistarla con un disco?... ¿con  dinero?..., ¿con éxito…?                         No sé, Isi…. Me refiero a que ella no  tiene la culpa de que la hayas idealizado.. Al menos tienes que reconocer que ha sido sincera desde el principio. No puedes considerarla culpable de lo que tú crees un fracaso amoroso, porque no ha habido nunca, por su parte, nada hacia ti. Además me extraña que no pienses en las consecuencias.. Si por cabezonería o lástima, hubierais llegado a  algo, el resultado ya sabes cual es.., lo has tenido muchos años cerca y tú mismo lo has sufrido y criticado..¿ o no te acuerdas?..”Por favor, papá no le chilles a mamá y dile que la quieres…” ¿Me entiendes, Isi?.             -¿Qué?             -Es inútil, cuando no quieres escuchar.             -¡Te he oído!             -Pero no me has escuchado.             -¡Ya te lo advertí!             -Estaba apelando a tu sentido común. Mi misión es intentarlo..¡Yo también lo sufro, imbécil!             -¡Allá tú!             -¡Eso es…..! ¡será tonto el pijo! ….             -Mira Dro- es la última vez que te lo explico- ¿Cuándo le he dicho yo a ella que no?- ¡Porqué dice que es un incordio?,¡Porqué me dio su fotografía!¡Porqué accedió a salir conmigo?-por muy pesado que me pusiera- cuando uno no quiere-¡No quiere y en paz!- ¡Porqué tiene esos ojos verdes tan preciosos con manchitas marrones que me vuelven loco!-¡Porqué se le hace el hoyuelo cuando sonríe-porque tiene el pelo tan rubio y tan largo- porqué tiene esa cintura como el cuello de un azulón! ¡¡¡ Porqué, Porqué, Porqué!!!¿eh? ¿Quieres explicármelo?¡¡¡PUEDES EXPLICARMELO TU, SO ENTERAO!!!               -Todas las cosas que me has dicho tienen una explicación muy fácil..¡IMBECIL!.. ¡ES UNA MUJER! , ¡Es un ser humano!, Simplemente eso…¡¡CAPULLO!!.                         No es una diosa, ni nada por el estilo y tiene todo el derecho del mundo a vivir como quiera y con quien quiera. La culpa es tuya por idealizarla tanto.. y, a lo mejor, con eso, lo único que has hecho ha sido asustarla… Ha tenido miedo de tu reacción cuando, mas adelante, te dieras cuenta de que es una mujer normal y corriente que va al baño y todo… Además, y ¡es la última vez que te lo digo!, si de verdad crees en eso de los mundos y en lo de la voz, de que tanto hablas, dime, de una jodida vez, ¿porqué te empeñas en que sea esa y no otra mujer, la que está destinada para ti?. O si, tal vez, no existe ninguna. Ya lo sé, ahora me dirás que es porque lo intuyes o porque lo de , “ la voz de arriba”, a lo mejor, tienes que oírla mas adelante… y yo, que –también-tengo-que oír-esa voz, no he oído mas que tus jodidas broncas.. ¡Déjame en paz, de una puta vez, Dro!               -¡DEJAME EN PAZ, DE UNA PUTA VEZ, DRO!             -¿Lo ves..? Pues sabes lo que te digo, que te vayas a la mierda., Isi.             -¡Vale!               -Oye, Tony,  ponme otra ginebra con tónica.             -No bebas mas, Isidro, que ya llevas seis.             -¡Otro enterao!...¡Ponme otra, coño!             -Bueno, vale…               -Ves tú, lo de Valentín es otra cosa. Ahí te doy la razón.             -¿No quedábamos en que me iba a la mierda?             -¡Que quieres, que me quede cruzado de brazos, mientras tu te haces mixtos.? ¿Y yo, que?..También estoy en esto..,¿no?.             -¡Allá tú!             -La verdad es que no me lo esperaba. Tanto con la música, tanto con lo de la amistad, tanto con el disco.., en fin te digo lo mismo que con el asunto de Cristina, son cosas de humanos.             -¡No me jodas, Dró! Después de tener el contrato para grabar…             -Primero me asoma con lo de la portada del disco… ¡ y trago!; y luego, cuando venimos a Albacete, dice su padre que su hijo está muy delgado, que ha pasado muchas calamidades por ahí y que eso no es vida..¡que de discos nada!, ¡y de Madrid, nada.!.;que a trabajar en la Caja, que eso si es un sitio seguro, cómodo y confortable y con porvenir…; Y Valentín dice que tiene razón su padre y…¡A la mierda el disco y todas las ilusiones!...¡Ah y encima, va y le dice a Cristina-Oye bonita-que si quieres salir conmigo-y “la rubia” le dice que no-pues anda y que te zurzan-igualmente-adiós-isidro-me voy a trabajar a la Caja-que se acaba la excedencia- la culpa ha sido tuya por empeñarte en venir a Albacete-para ver a “la rubia”- ¡pues toma rubia!- tu verás lo que haces-ahí te quedas tirado como una colilla- Se van hundiendo los pilares que sujetan el puente.. y ¡esto se cae…! ¡ el cebollazo va a ser de “anea”..¡A QUE ME AGARRO, DRO!...¡ ME CAIGOOOOOOO!.             -Por si te sirve de algo, yo estoy aquí y, como puedes comprender, tengo interés en que salgamos para adelante… Siempre hemos estado juntos.. Además, lo de la voz…             -Lo de la voz, me temo que es una gilipollez mía, como lo de los mundos y otras mil cosas más que tú y yo sabemos…             -A lo mejor no, Isi.             -Oye, Dró, ¿ tú crees que las perdices tendrán un mundo como las personas?             -No sé, ¿por qué?             -Por saber que pasa cuando un cazador les pega un tiro…             -Pues me imagino que se hará mixtos y, el pobre pájaro, deja de existir..¿porqué?             -¿Y ya no siente ni padece?             -Claro, si está muerto..¡Oye, porqué dices eso?!             -No por nada…, cosas mías.             -Isi, no me jodas, que te conozco!. ©isidromartínezpalazón. http://www.isidromartinez.es/              
                          11           …y la química.                 El cuarto curso se me atragantó. No podía con la Química. Nos daba clase D. Andrés Masiá, director del Instituto; un hombre serio e inflexible, perfectamente vestido y de aspecto patibulario, cuya sola presencia imponía.               Las clases eran mixtas y estar con las chicas me aturdía. No estaba acostumbrado a convivir con ellas, y cada vez que me sacaban a la pizarra lo pasaba mal.   Don Andrés tenía un bloc con tapas negras con una hoja dedicada a cada estudiante. Cuando empezaba la clase lo sacaba y empezaba a pasar lentamente las hojas… Automáticamente todos pegábamos la cara al libro como si el Ángel Exterminador se estuviera paseando, volando sobre nosotros, con  su espada y fuera a cortar la cabeza de aquel que no estuviera agachado.               -A ver..., Isidro Martínez.               Un latigazo recorría el cuerpo del afortunado, que se retorcía con los dolores de la muerte, mientras en clase de oía un…¡AAAhhhhhhhhhhhhhhh! … de alivio. Entonces las cabezas se levantaban. El suplicio había terminado. Solo faltaba que el reo se supiera la lección para aguantar el tiempo que duraba la clase, porque solo sacaba a uno por día.               Yo era uno de los pocos a los que todavía no había preguntado en lo que iba de curso y llevaba cinco días estudiándome la lección. Había conseguido aprenderme “Los Hidrocarburos Saturados”, con formulación incluida, de memoria.               -A ver, Isidro. ¿Qué nos puede usted decir de los Hidrocarburos Saturados?             -Los Hidrocarburos Saturados….               Totalmente en blanco… En blanco y bloqueado…¡Silencio!               -Si, hombre, los Hidrocarburos Saturados…-ojeó el libro y amablemente me dio el pié de cómo empezaba el texto.             -¡Ah, ya…!               Fue como si le hubiera dado cuerda a un despertador a punto de sonar…. ¡¡¡Rinnggggggg ..!               Desde la primera palabra de la lección comencé el relato. Azarado, pero como una ametralladora. De vez en cuando, D. Andrés, me cortaba para hacer alguna aclaración…¡Me mataba!. Ahora tendría que darme otra vez el pié para seguir…               ¡¡¡¡Rinnggggggg!!! , y seguía.               Así hasta la última frase de la lección. No le cité los corolarios porque no me lo pidió, si no lo hubiera hecho también.               -Muy bien, Isidro…, muy bien. ¿Y ahora, puede usted decirme que es un Hidrocarburo Saturado?               ¡¡¡No, otra vez no!!!                         -¿Empiezo otra vez?..             -No, es suficiente. Está claro que ha estudiado usted, y mucho, pero también está claro que no sabe lo que son los Hidrocarburos Saturados… y, me temo que no lo sabrá en la vida…             -Es que….             -Déjelo.             Estaba delante de su mesa y vi como me ponía un seis, pero D. Andrés y yo sabíamos que en los exámenes finales de Junio, delante de un ejercicio a base de formulaciones, valencias y demás no aprobaría… Y así fue.                               12           el gordo  Sotoca..                 -Mamá, me voy a acostar que mañana tengo que levantarme a las seis a estudiar.             -Bueno. Pon el despertador y levántate cuando suene, que luego te tengo que estar llamando y despertamos a todo el mundo. ¡Y no hagas ruido!                 -Vale, mamá   Escaleras arriba y a la cama.               …..”Animícas benditas del Purgatorio, levantarme mañana a las seis… Padre nuestro que estás en los cielos”… A ver si el domingo no lloviera y pudiéramos ir a la punta la cerca de poner la red. Con el colorín nuevo de cimbel y el pardillete de reclamo.. El “zapa” dice que cogieron allí seis docenas el domingo pasado … y nosotros haciendo el zorro en “el pinar del cuchillero”…todo el día para coger dos verderones y un pardillo. Tanto pasar frío para nada…. En cuanto cumpla los dieciséis me saco la licencia de caza y le digo a mi padre que me compre la escopeta..¡ Tócale al cimbel,  Andrés que viene el bando! Animícas benditas del Purgatorio… Padre nuestro que estas en el…..               -¡Isidro!..., ¡Nene!..Mira que todos los días igual…-¡Muchacho que hace ya media hora que ha sonado el despertador…!             -Ya voy mama…., ya voy.., ¡Joder y que frío,  vaya un invierno!- Escaleras abajo-¡pues como se haya pasado el brasero!... Ah, pues aún quedan algunas lucecicas…-y venga a darle vueltas con la badila... La verdad es que entre la Química y las Matemáticas.. El Sotoca este…¡Miasimemuriera!...               Las cosas de memoria  siempre se me habían dado bien. La Literatura, la Historia, el Latín, la Religión.., incluso el Francés, pero las de razonar…               Nos daba Matemáticas D. José María Sotoca, que se pasaba la clase quejándose del sueldo que tenía como profesor y contando chistes. Saber no se si sabría, pero enseñar desde luego no. Yo no sé si es que le había tomado manía a las Matemáticas o a él. Únicamente había una cosa que me gustaba y era que estaba más gordo que yo..¡Que barbaridad de tío!.                 ….Dice mi madre que le va a comprar una guitarra a la Reme ya mí una bandurria... ¿Y para qué quiero yo una bandurria?, si eso es de la tuna..., y dice que hay un muchacho que sabe tocar y que podía venir a casa a enseñarnos…               -¡Isidro!- Era la Reme.             -¿Qué pasa?  Me había quedado transpuesto.             -¿Y para que te levantas tan temprano?             -Porque tengo exámenes de Navidad.               Mi hermana Reme era la perfección absoluta en todo. Estudiaba en el Santo Ángel, con las monjas y era el orgullo de la casa. Sacaba sobresaliente hasta en Urbanidad e Higiene. Yo no sé que asignaturas serían esas, pero nada…¡Sobresaliente!               La verdad es que daba gusto verla con el uniforme del colegio. Era negro, con una banda de color rojo en la cintura, con su esclavina y su capa, y con  un sombrerito como el de los Obispos, negro también, con  una cinta roja.               Llevaba forrados con papel azul hasta las libretas y cuando se iba para el colegio iba cargada de libros. Yo me reía de ella, diciéndole que pronto necesitaría un carrillo de mano para llevar tanto cacharro.               Había sido mi compañera de juegos. Le llevaba tres años y jugaba conmigo a la lima, y yo a cambio, le hacía casas de muñecas con cajas de zapatos. Era una cría muy inteligente. Hizo la carrera de Magisterio y luego sacó plaza en una oposición para Funcionaria del Estado.                                          13           ¡salta…!       -¡Salta, Isidro…! -¡Que no puedo saltar el plinto, D. Antonio, que me voy a matar!   Y los compañeros de curso venga a reír….   -¡Pues si te matas, uno menos!   Y allá que iba otra vez. Y esta vez me mataba. Salían atacando los cajones y la colchoneta y formaba el estropicio del siglo.   -¡Pues ya veremos como apruebas la gimnasia!   Don Antonio, mas seco que el humo, fumando como un carretero y oliendo a coñac; con el pito colgado del cuello empezaba a ¡Piiiiiiiiiiiii, Piiiiiiiiiiiiii, Piiiiiiiiiiiiiii.!   -¡Los del equipo de balón volea al patio, a correr!. Los demás, aquí en el gimnasio con D. Luís, a hacer la tabla de gimnasia. -D. Antonio, ¿porqué no juego yo a balón volea? -Pues si podías jugar, Isidro, por lo menos bulto si que haces…¿Tienes ficha? -No, pero me la hago. -Pues háztela y a entrenar. -¿Y entonces me aprueba? -Según como juegues- se reía. -Bueno pues me hago la ficha.   No me hacía mucha gracia todos los sábados por la mañana ir a jugar en los campeonatos entre colegios, pero al menos durante las clases de gimnasia estaría entrenando con el equipo y no tendría que aguantar el cachondeo que se formaba cada vez que tenía que saltar el plinto. Además no creía que hubiera mucha diferencia entre ser portero de fútbol y de balonmano.     14           las notas.     -¿Han salido las notas, Toledo? -Si, A mí me han cargado el Francés y la Química.   Ya sabía yo que habían salido. No había más que ver a los estudiantes que bajaban las escaleras de mármol del Instituto con el libro de calificaciones en la mano.   -Pedro, ¿me da usted el mío? -¿Curso? -Cuarto -¿Nombre? -Isidro Martínez -Toma.   Religión         : Notable Latín                : Aprobado Lengua : Aprobado Geografía        : Aprobado Matemáticas    : Suspenso F. y Química   : Suspenso E. Física         : Aprobado   -¡Me cago en la leche!   Era la primera vez que me suspendían. La verdad es que lo esperaba. Los exámenes finales con D. Andrés y con Sotoca no habían sido precisamente brillantes; y el “Virgen Santa, Virgen pura, haz que me aprueben esta asignatura”, que había escrito en la contraportada de los libros de texto, no había surtido el efecto esperado.   Mi primo Andrés había aprobado todo y, además, con buenas notas. Eso suponía que, si además aprobaba la Reválida, al año siguiente ya no estaríamos juntos en el Instituto, y yo no me veía con fuerzas para sacar en Septiembre las dos que me habían quedado y la Reválida entera.   Allí nos separaríamos. En lo sucesivo el iría un curso por delante de mí y solo nos veríamos los domingos, cuando fuéramos a cazar pájaros…¡Joder y que negro lo veía todo!.   Me pasé el verano en la academia de D. Sebastián Cutillas, que era profesor de Física y Química y Matemáticas. Hice con él más problemas que “el tostao” y aprendí en un verano  todo lo que no había aprendido en el curso.   En septiembre aprobé las dos que tenía pendientes, pero la Reválida tuvo que esperar hasta junio del año siguiente.   No pude cazar pájaros como hubiera querido, ni bañarme, ni leer tantos tebeos como me hubiera gustado, pero así tenía que ser. …¡Joder que mal sabor de boca me habían dejado aquellos suspensos!.     15           la   “Sonik”       Era una “Sonik”, verde con el golpeador negro, dos pastillas y vibrato. Me temblaban las manos de emoción cuando, ya en mi casa, la saqué del estuche. Eran las dos de la mañana y acabábamos de venir de Valencia, de la casa de música “Guillermo Lluquet”.   Mi primo Andrés, se había traído una “ Star Rocking”, de color verde, modelo Galanti, para puntear, y Narciso un bajo Jomadi, rojo, con el golpeador blanco. Además habíamos comprado un “Juvesonic” de 18 vatios para enchufar las dos guitarras, un amplificador marca “ la cabra” para Narciso y una batería “Ni se sabe” para Ramón, “el gaficas”.   Se había producido una explosión “Nuclear-Musical” en el mundo y sus efectos, aunque con algunos años de retraso, habían llegado hasta Albacete.   Miguel Núñez, el hermano de Víctor, del Barrio de las Casas Baratas, fue de los pioneros. El año anterior, cuando nadie tenía una guitarra eléctrica, el sí. Una “Teddy”.   Habíamos estado en su casa viéndola. La enchufaba al “fono” de la radio y, aunque a veces, daba la corriente…¡Dios como sonaba!   El, y Jimmy Lomas, que le acompañaba tocando el bajo, habían actuado en el San Fulgencio en las fiestas del Barrio y había sido la locura. Cantaban aquello de ….   “ Con solo barro los formó en su creación perfecta… Y así fue que la creación ha llegado a su culminación, ha creado al hombre y a su fiel compañera.., una mujer… oh,oh,oh,…una mujer…”     A Jimmy le gustaba Eva, la hermana de Miguel…   Miguel, Jimmy Lomas, El Raya, el Choni, los Anélidos, los Clochard..., Los Jabelc, fueron la avanzadilla. Detrás, la caballería completa… Los Trasgos, los Star, Los Ronnys, Los Tercos, Los Nijar, Los Chicos… y yo que sé cuantos mas….   Era Octubre del sesenta y cuatro y ya no me gustaba coger pájaros, aunque iba algunas veces con “la negra” y la escopeta a las perdices a “Los prados”, en las afueras de Albacete, camino de Balazote, con mi padre.   El año anterior, en Junio, había aprobado el quinto de bachiller entero, con notable en gimnasia, mientras aprendía a tocar la guitarra española que mi madre le había comprado a la Reme. Mi primo Andrés tenía otra y pasábamos horas y horas, juntos en casa, tocando y soñando con hacer un conjunto.   Ahora hacía Sexto Oficial en el Instituto y sonaban las guitarras eléctricas y las voces metálicas de los micrófonos enchufados en el Jovesonic. Estaba Satisfecho-Bailando el Twist And Shout- en la Casa del Sol Naciente-¡Válgame la Macarena!   Definitivamente…¡Estaba loco por la música!.       16           los Nijar…     -Oye Miguel -¿Qué pasa, Isidro? -Nada, que hemos hecho un conjunto. Nos hemos comprado guitarras eléctricas y un bajo… Venía a ver si podías ir un día al ensayo y nos enseñabas a afinar el bajo. -Vale. ¿Donde ensayáis? -En casa de mi primo Andrés, en la calle Collado Piña, 56, en una cocinilla…Si quieres el domingo por la mañana… -De acuerdo…¿Quién vais? -Mi primo de solista, Narciso de bajo, uno que se llama Ramón, que es carnicero y toca la batería.. y yo, de guitarra rítmica. -¿Y de cantante? -No tenemos. Si te enteras de alguien que quiera meterse, nos lo dices… -¿Y para cuando pensáis salir? -Pronto, si encontramos cantante. De momento estamos montando instrumentales, pero tenemos que pagar los cacharros. Las letras las ha firmado el padre del batería y para el mes que viene nos llega la primera de ochocientas y pico… -¿Es que habéis comprado todo el equipo? -Bueno, falta lo del cantante. -Pues nada, el domingo por la mañana, sobre las once nos vemos en el ensayo.. Oye,¿ Como os llamáis? -Aún no tenemos nombre.   Todas las noches, a las diez, había ensayo en casa de mi primo. No teníamos tocadiscos, ni discos. Andrés se ponía a puntear “Apache”, ..yo hacía el acompañamiento, el batería se enganchaba a porrazos y hacía la “ametralladora” en los redobles y Narciso con su bajo pues eso… “bajeaba”.No creo que sonara bien pero, para nosotros, aquello era tocar el cielo con la punta de los dedos.   -¡Andrés métele vibrato! -Tú calla “gaficas” y no hagas la ametralladora en los redobles. Isidro, eso es do mayor..¡Coño no hagas ahí re! -Vale. -Y tú Narciso, hasta que no venga Miguel, afina el bajo como si fueran los bordones de una guitarra normal.. y si no…, pues mas vale que te calles.   Mi primo es el que mas sabía de acordes y estaba terminando de montar los de “La Casa del Sol Naciente”, de los Animals.                               …………………………………………………….   -¿Cómo te llamas? -Pepe -¿Te sabes ¡Válgame la Macarena! -No, yo canto por Antonio Molina.. y pasodobles y eso. -Pues entonces no..¿Has oído hablar de los Beattles, de los Rollings Stones, de los Lone Star o de los Mustang...? -¿Quién son esos? -Va, déjalo… Nosotros buscamos alguien que cante música moderna. -No, de eso no…   A los ensayos, de la cocinilla de Collado Piña, acudían cada noche chavales de nuestra edad, que se habían enterado que andábamos buscando cantante, con la “golica” de entrar en el conjunto. -Yo tengo un micrófono. -¿Quién ha dicho eso?..¿a ver?   Los cuatro del conjunto nos miramos con los ojos abiertos como platos. Era verdad, aquel muchacho llevaba un micrófono en la mano. Era blanco, plateado y parecía bueno.   -¿Cómo te llamas? -Rodolfo -¿Te sabes Válgame la Macarena? -Si, y también La casa del sol naciente, y tengo discos de los Cheyenne y de los Brincos.   Mi primo, que era el encargado de interrogar a los candidatos al puesto de cantante, empezó a acompañar la canción de los Animals. Rodolfo, sin pensárselo dos veces, enchufó el micro en el Jovesonic y empezó a cantar.   “Oh, madre.., dí a tus hijos que no vivan como yo.. Una vida triste y mísera .. en la casa donde nace el sol….”   Nos quedamos entusiasmados. Rodolfo, al que luego pondríamos de apodo “ El Pava” y al que le gustaba que le llamaran Johan, era el cantante que habíamos estado buscando. Sabía cantar y tenía buena pinta, micrófono y discos… y para colmo, era del Barrio de las Casas Baratas.   En la misma cocinilla, donde unos años atrás se salaban los jamones de la matanza y donde, afinando el oído, aún se podía oír chillar al gorrino cuando el matachín, mi tío y mi padre lo subían a la mesa. Allí donde aún resonaban las risas y las carreras de los chiquillos en tan magna celebración, solo que limpia y con olor a guitarra eléctrica nueva, ahora sonaba “ La casa del sol naciente”, con arpegios de Star Rocking y ritmeo de Sonik, mientras se cruzan el bombo del “Gaficas” y el bajo desafinado de Narciso el Joyero y en un micrófono “Ronete” plateado “ El Pava” se desgañita y afina. Eran “ Los Nijar”.   Nunca más mi primo y yo volveríamos a tocar juntos en otro grupo, a pesar de que estaríamos muchos años en la música, pero siempre recordaríamos, entre bromas y veras, pero con agrado, aquellos tiempos. La explosión “Nuclear-Musical” que se había producido en Inglaterra había llegado a España  y, poco, muy poco tiempo después, a la cocinilla  de Collado Piña, 56 con pelos largos y pantalones campana y todo.                 17           “ El  mosca”.       El baile estaba hasta arriba de gente. En la puerta, en una pizarra, escrito con tiza, se leía:   “Hoy sesión de baile a las diez de la noche. Actuación de “El Cojo de Madrigueras” Y el conjunto Músico-Vocal Los Nijar” (cinco músicos)   El cartel nos daba ánimos. Era la primera vez que veíamos nuestro nombre escrito en alguna parte.   -Rodolfo, ¿Tu crees que nos dejarán actuar? -Que si, que sí. Yo hablé el jueves con “El mosca”, que es el empresario y el contrato era que tocábamos esta noche y que nos pagaban setecientas pesetas. Estaba un poco preocupado porque “El cojo”, que es el que toca el acordeón en este baile desde toda la vida, decía que él no se bajaba del escenario para que subieran cuatro “ye-yes” maricones que no saben música a hacer ruido y a quitarle el pan, pero que ya hablaría con él y lo arreglaría….   -¡Madre mía, Narciso, esto está hasta arriba de gente…! -Pues mejor, Isidro, mejor..¡ y de chavalas!   Pasamos por la puerta principal con nuestras guitarras eléctricas en las fundas. La gente mayor nos miraba con recelo y los jóvenes nos saludaban como si nos conocieran de siempre.   Era la primera vez que iba a un baile, pero nunca olvidaré aquel olor a sudor y compañerismo…   -¡Eh, vosotros!,¿Dónde vais? -Somos los músicos. -¡Ah!, pasar.., pasar- Y voceando- ¡D. Pedro, que ya han venido los músicos!...   El tal D. Pedro, alias “ El Mosca”, era un hombre de cerca de cincuenta años, casi calvo y coloradote, de ademanes campechanos, que más que hablar voceaba.   -¡Hola, Rodolfo! -Aquí estamos, D. Pedro. ¿Cómo van las cosas? -Bien, bien. Venid conmigo –y nos hizo una señal para que le siguiéramos-.   Nos paso a su oficina, que no era otra cosa que el almacén donde guardaba las bebidas.   -Bueno, bueno..¡Oye, vais muy elegantes! -Que, ¿le gusta nuestro uniforme? -Ya lo creo.   Llevábamos pantalones azules, de campana, como los de los marineros, pero en un azul casi eléctrico. Mi primo decía que parecíamos los representantes del “azulete”;  y unas chaquetas de color beige, a cuadros y camisa blanca con “golillas” y un lazo de pajarita de color granate…   -Es que somos un conjunto- decía Rodolfo, que era nuestro manager a la vez que cantante- mientras se daba la vuelta para que “El Mosca” pudiera ver que, aunque llevábamos el pelo un poco largo, íbamos arreglados. -Oiga usted-pregunté yo-¿ y el ambiente en el pueblo, como va? -Hay mucha expectación. Sois el primer conjunto que viene a tocar aquí. La gente mayor dice que si no le gusta vais a parar al pilón…, que todos los músicos modernos sois maricones…, pero bueno, vosotros no hagáis caso…. Hay mucha gente joven que está deseando ver como suena esto- dijo señalando las fundas de las guitarras- de las que no nos separábamos ni a sol ni a sombra. Vosotros quedaros aquí y tomaros lo que queráis que aquí tenéis de todo-dijo señalando las cajas de “Mirinda y Coca-Cola” que había visto al entrar en la habitación. Yo os avisaré cuando tenéis que salir y subir al escenario. Y sin más aviso, salió y cerró la puerta.     -Rodolfo,¿Qué es eso del pilón? -Nada, Andrés, burrerías de la gente de los pueblos. Vosotros no os preocupéis, ya veréis como aquí triunfamos. -¿Cuándo monto la batería?-preguntó Ramón. -Yo que sé-contestó mi primo- A ver que dice “ El mosca”.., además tenemos que sacar los amplificadores.   Habíamos ido al pueblo en dos coches. Ramón, Rodolfo y los cacharros en la furgoneta que conducía el padre del “Gaficas”, y Andrés y yo con Narciso en el “Gogo-mobil” del padre de Narciso. Además habían venido amigos y gente de las Casas Baratas a vernos actuar.   El pueblo estaba muy cerca de la ciudad y teníamos nuestros seguidores incondicionales que allá donde íbamos a tocar, acudían. Para ellos era rentable, porque las muchachas del pueblo los veían con nosotros, que éramos los músicos, y eso facilitaba las cosas a la hora de sacarlas a bailar.   La puerta se abrió y “ El mosca” asomó la cabeza y sonriente se dirigió a Rodolfo.   -Bueno, cuando queráis. Hemos hecho un descanso para que la gente vaya a la barra a consumir y mientras, vosotros, montáis los cacharros. ¡Ah!, y por el “cojo” no preocuparos, que ya he hablado con él y no hay problema…   -Pues nada- dijo Rodolfo- vamos a la furgoneta y traemos la batería y los amplificadores y empezamos a montar.   Cuando íbamos para la puerta la gente creyó que nos marchábamos del baile y empezó el abucheo. Rodolfo, que estaba acostumbrado a tratar con ellos porque era representante de electrodomésticos y andaba siempre por los pueblos, enseguida solucionó el asunto. Se subió al escenario y a voz en grito, porque allí no había micrófono ni nada, dijo…   “Queridos amigos… vamos a por los instrumentos que los tenemos en la furgoneta y dentro de unos minutos estaremos con todos ustedes..¡Muchas gracias…!   ¡Mano santo!. Enseguida se hizo un pasillo entre la gente; y los chavales jóvenes nos ayudaron a subir los trastos al escenario. En un cuarto de hora estaba todo conectado y Rodolfo volvía a dirigirse a la gente, en medio de aplausos…   -Probando.., uno, dos, tres…¡Siiiiiiiiii!   Que buen vendedor era. ¡Tenía más cara que un saco de perras!   -¡Buenas tardes queridos amigos y muchas gracias por vuestra compañía…! Con todos ustedes... ¡Los Níjar!   Como ya lo teníamos ensayado, cuando Rodolfo decía eso, empezábamos a tocar “Dos Cruces”, que era una versión instrumental moderna de una canción muy antigua, que la gente mayor conocía. La locura. En cuanto empezaron a sonar las dos guitarras y el bajo a “ toa castaña” y la batería, la gente se despepitaba. Los chavales jóvenes, al principio, ni bailaban ni nada. Estaban embobados mirando todo aquel follón que metíamos en el escenario.   En el repertorio no teníamos más de diez canciones, pero eran suficientes. Estaban bien ensayadas y hasta hacíamos algunos pasos de baile y todo. De vez en cuando mirábamos a la pista, estaba llena a rebosar. Los mayores callaban y en las caras reflejaban sorpresa o ironía, pero los jóvenes chillaban y empezaban a bailar después de haber estado cuchicheando entre ellos mientras nos miraban y se reían.   Cuando Rodolfo empezó a cantar “Válgame la Macarena”, fue la apoteosis. Los jóvenes empezaron a aplaudir y abajo, delante del escenario, las muchachas mas “marchosas” del pueblo bailaban y le miraban entre descaradas y provocativas. Definitivamente, como el había pronosticado, “habíamos triunfado” en Madrigueras.   En mitad de la actuación subió “El Cojo”, con su acordeón y a empujones llegó hasta el micrófono y empezó a tocar. Su estancia fue breve. Un abucheo general y los gritos desde la pista de D. Pedro “El mosca”, le  hicieron desistir.   -¡Cojo, tengamos la fiesta en paz, la gente quiere ver al conjunto!...   Se bajó, y se puso delante del escenario con el acordeón colgada, mientras se reía con sorna y nos miraba con desprecio.   Seguimos tocando y, cuando terminamos la actuación con el “Twist And Shout” de los  Beattles nos bajamos del escenario, fuimos a la barra a tomar algo y Rodolfo, buen comerciante, se acercó a él y le invitó a un “cuba-libre”. Después se vino con nosotros al almacén de bebidas y estuvimos hablando.   -Hombre, no está mal la música que hacéis, pero… ¡donde se ponga un bolero!...   Antonio, (que así se llamaba El cojo, y que además iba un poco puesto)-le dijo mi primo Andrés-a nosotros nos gusta el bolero y el pasodoble y la cumbia; pero ¿Qué quieres que hagamos?, también nos gusta el rock… y si tuvieras los años que tenemos nosotros, también tocarías rock…   -Si, pero…¿Qué hago yo ahora? ..¡No voy a tocar eso con el acordeón!   -Yo que sé… decía Rodolfo.   A mí me daba un poco de pena.  La juventud, como siempre era cruel. Cruel e ignorante porque “ El mosca” se había escabullido y  ¡¡ allí no asomaba nadie a pagarnos!!   A las dos de la mañana nos envió un emisario diciendo que ya le pagaría a Rodolfo uno de estos días. El padre del “Gaficas”, como persona mayor y de mundo, vio la jugada.   -Vamos a coger una caja de “ Mirindas y otra de Coca-Colas, por si acaso y nos las llevamos. Cuando nos pague ya se la devolveremos.   Cuantos “Moscas” mas nos quedaban por ver a lo largo de los dos años de actuaciones que duraron “Los Nijar “. Pero ya llevábamos en la sangre el veneno de la música y los escenarios. Eso, en las venas de gente joven, era….¡Dinamita!.                 18           … más notas.       -Pedro,¿ me da usted el libro de calificaciones? -¿Curso? -Sexto -¿Nombre? -Isidro Martínez -Toma.   -¡Me cago en la leche!  Otra vez la misma cantinela.., Matemáticas y Física y Química.   El año había transcurrido entre ensayos en la cocinilla y actuaciones en los pueblos; entre festivales de conjuntos en el cine Teatro Circo y algún baile…, entre exámenes poco estudiados y miradas furtivas a las muchachas del Instituto.   -¿Me das una foto de tu conjunto? -Toma -Anda, dedícamela. -¿Cómo te llamas? -Pepita   “ A Pepita con cariño.. Isidro.”   Era el agradable tributo que había que pagar por tener dieciséis años y estar entontinado con la música.                       19           … en el patio.     -¿Qué piensas hacer ahora? -No sé papá. Estudiar este verano y tratar de sacar las dos que me han quedado y la Reválida, en Septiembre. -¿Y la música? -Pues no sé. Tenemos ensayo por las noches…, si estudio todo el día…. -¡No te quiero ver con la guitarra en la mano! ¿me oyes? ¡ Y de cazar, nada! ¡Estoy de la música hasta las narices. Para lo único que ha servido es para que suspendas!...¡Como no apruebes en Septiembre te pones a trabajar con los albañiles!. ¡Me has oído?!       -Si, papá. -Bueno, Laureano, tampoco es el fin del mundo-intervino mi madre- El chiquillo hace lo que puede. Ha estudiado, pero ha tenido mala suerte en los exámenes…. -¡Amalia, cállate!, que tú eres peor que él..   Mi madre me estaba echando un capote, como siempre. Gracias a ella había conseguido que mi padre cediera a que tuviera una guitarra y estuviera en el conjunto. La verdad es que a ella le gustaba más que andara en lo de la música que en el campo, con mi padre, matando animales. Se ilusionaba pensando que quizás el día de mañana podría vivir de la música. Muchas veces, cuando estaba yo solo tocando la guitarra en casa, ensayando y cantando, se acercaba y me decía… -Que bien cantas, hijo mío. -Que va, mamá. -Que si, que te lo digo yo que tengo buen oído. A lo mejor el día de mañana puedes ser cantante. -Es muy difícil…, hay muchos y muy buenos. -Si, si, pero tu lo haces muy bien..   Mamá ilusa, Mamá niña y tierna y lista. Mamá, toca la pandereta, que he hecho un villancico nuevo para ver como queda mientras yo canto y toco la guitarra. ..   Es una tarde preciosa de Julio. Mi madre esta cosiendo debajo del albaricoquero del patio. La Reme y la Maru están leyendo tebeos y el Nano juega con una pistola de madera que le he hecho dibujándola  primero en una tabla y luego recortándola con un cuchillo de la cocina…   Yo toco la guitarra en el porche y canturreo la última canción que hemos sacado en el conjunto.. .es de “Lone Star”..   “Soñaba que vivía en el ático de un rascacielos Estaba tan contento, entre nubes, sin casi ver el suelo. Desde allí yo le hablaba a la luna, al sol y a las estrellas- y veía los pájaros volando en infinitas vueltas.. y digo..¡eh!, ¡eh!, tú te puedes marchar, y de mi nube bajar.. porque yo quiero sólo estar… aquí en mi nube..”                             20           aquí, en mi nube.     -Tenemos cogidos todos los domingos de este mes. -¿Qué dices,  Rodolfo? -Que si, que sí. Y además el día 23,24 y 25 en el Provencio, que son las fiestas. -¡Joder!, pues ya que hemos pagado los cacharros, a lo mejor, podíamos comprar un equipo de voces nuevo….¿no? -¡Calla, calla, Isidro!, de comprar ni una púa, que estoy de letras hasta las orejas- Mi primo Andrés no estaba por hacer mas inversiones-¿Y cuánto nos pagan?             -Tres mil pesetas los tres días, tarde y noche, y nos dan la comida y la cama.             -No está mal-dijo Narciso- Y el domingo que viene al güisqui Club.. Ahí si tengo yo ganas de tocar, que se pone aquello de chavalas…             -¿Y tu novia que, Narciso?             -Se va a Valencia, con sus padres.             -Como se entere eres hombre muerto.             -Si no se lo decís vosotros, no tiene porqué enterarse             -¡Serás golfo!             -Bueno-cortó mi primo-Vamos a ensayar.               Un día, al poco tiempo de entrar en el conjunto, Rodolfo, asomó al ensayo con un tocadiscos pequeño, de los de maleta, y algunos discos de los últimos que habían salido al mercado… ¡Ovación y vuelta al ruedo!               Trabajaba en una tienda de electrodomésticos del Paseo de José Antonio y los tomaba prestados, según decía él, con el permiso de su jefe. Los oíamos, sacábamos las canciones y los devolvía a la tienda, y luego eran vendidos.               Ahora sonaba “Aquí en mi nube” de Lone Star. La versión original de los Rollings Stones no llegaba a España.                -A ver, Rodolfo, prueba tono.             -En el disco está en Re- decía Andrés- ¿te viene bien?             -A ver, toca…               Rodolfo tenía un timbre de voz bastante alto y estaba cómodo en esa tonalidad.               -“Soñaba que vivía en el ático de un rascacielos….! Si, si, vale. Me va bien..               Mi primo, que había tenido el disco varios días en su casa, había sacado los acordes y el bajo y ya habíamos probado la música unas noches antes.               -¿Y tu “gaficas”, la has cogido?..Pun-cha, puncha, puncha, puncha, tara-tara-ta- puncha…¿eh?             -Vale.             -Pues …¡Arriba!               Ramón, golpeaba una baqueta contra la otra, para contar…               -Un, dos, .. un dos y….               Y sonaban los Rollings, a “ toa castaña” en la cocinilla, por los Nijars, una y otra vez- Un, dos, un dos y… “puncha-puncha-puncha-puncha-tara-tara-ta-puncha…” “Gaficas” no te cruces, Isidro bájale a la guitarra, Narciso eso es sol mayor, muy bien Rodolfo… esto suena bien..¡ El domingo en el Güisqui-Club, vamos a armar el taco!.               -Bueno, muchachos, hasta mañana sábado a las diez, como siempre.             -Vale.             -Oye Rodolfo-era mi primo- No te lleves todavía el disco y así sacamos la cara B, que está bien…               Salimos a la calle. Hace una noche de Julio estrellada, preciosa. A Narciso le gusta hablar más que comer con los dedos y le tengo miedo.             -Espera, Isidro, que me voy contigo para las Casas Baratas.., voy a ver mi novia.             -Vale,¡ya está!-pensé-.Ahora llegamos a la puerta de mi casa y se tira dos horas hablando.. Y con la pachorra que tiene.. Siempre se está quejando de todo. Mi primo le ha puesto de mote, aunque él no lo sabe, “el cagalástimas”. Es un buen chaval, muy educado y correcto,  pero un poco cansino.               -Suena bien la canción ¿eh?              -Vaya que sí..Oye Narciso, tú tienes novia..¿No?             -Si. Y tú no tienes porque no quieres. Con todas las chavalas que andan siempre alrededor del conjunto…             -Bueno, de momento no tengo las cosas claras. Lo que quería preguntarte es…¿ porqué, si tienes novia, estás pensando en tontear con otras el domingo en el Güisqui Club?             -Hombre, tampoco es una cosa del otro mundo. Ya sabes lo que dice el refrán- y se echó a reír- “A las mujeres..¡ palos y mala vida1             -Venga, Narciso, no fastidies.. ¿ Y si se entera?.. ¿que pasaría?             -Pues nada, unos días de morro… y luego, se le pasa             -¿Y si te deja y se va con otro?,¿No te importaría?.             -Hombre, yo la quiero y eso.. y me molestaría, pero tampoco pasaría nada. Hay muchas mujeres en el mundo…             -¿Crees que algún día te casarás con ella?             -Mira, Isidro, yo le digo siempre, en broma, a María José, “Pórtate bien y tendrás novio para muchos años..” Bueno, la verdad es que si las cosas siguen así.., pues igual nos casamos.             -¿Y os lleváis bien?. Me refiero a que si discutís y os enfadáis y eso…, ya me entiendes.             -Pues lo normal, de vez en cuando.             -Pero vamos, que lo mismo te da casarte con esta que con otra.¿No?             -¡Hombre, tampoco es eso! Oye,¿Qué manía se te ha metido esta noche con lo de las novias y el casorio?..¡Que no se va a enterar!, no sufras…. Y si se entera, no llegará la sangre al río.               Llegar, no se si llegará-pensé- pero puede que venga ya barranco abajo.               -Bueno, chico, cascando, cascando hemos llegado-Estábamos en la puerta de mi casa-¡hasta mañana Narciso!,             -¡Hasta mañana, Isidro!               Lo veo alejarse, calle adelante, en dirección a casa de su novia, tarareando..” Soñaba que vivía en el ático de un rascacielos…” Hay morciguillos volando alrededor de la luz de la calle, cazando mosquitos. Los chiquillos juegan en las cuatro esquinas a la “firolesa”…               Allá arribica, arribica,             había una montañica,             en la montañica un árbol,             en el árbol un nido…               El barrio huele a madreselva y jazmines. Está precioso.     ©isidromartínezpalazón. http://www.isidromartinez.com/
                                   41              El puente  “ la gorda”.                     -Bueno, Isidro, yo me voy por la otra orilla. A eso de las dos y media nos vemos en “El Puente la Gorda”, ¿eh?.             -De acuerdo. Antes de irte déjame una cucharilla blanca de hoja de roble, que la última vez que salimos perdí las tres que tenía y ayer fui a casa de García y ya estaba cerrado.             -Pues, toma y daca. Déjame tú un tiro de mosca que lleve una negra ahogada, para cuando apriete el calor.               Empezamos a escarbar los dos en la caja de los aparejos y después de unos minutos habíamos hecho el cambio de cebos.               -Bueno, Paco, a las dos y media..             -A las dos y media. Hasta luego.               El Guadalquivir estaba hermoso en Junio, Habíamos llegado el sábado, a media tarde, a Villa Carrillo, con el tiempo justo de pescar un rato en “Los Bidones”, que le llamábamos nosotros, aunque sin mucha fortuna. Yo había clavado una pequeña, que devolví al río intacta y a Paco se le había soltado unas, mas que regular.               Después de cenar en la fonda y dar una vuelta por la “ Casa de las Palomas”, lugar de mas que dudosa reputación, donde habíamos tomado un güisqui, nos fuimos a dormir, porque a la mañana siguiente nuestras amigas “ las pintonas” nos esperaban en el río y, a esa cita, no se podía faltar.                         Ahora, a las seis de la mañana, entre dos luces, con la carne de gallina por el fresco de la amanecida, la verdad es que me parecía estar en el Paraíso.               “Voy a poner esta cucharilla del dos, de hoja de roble, que con el hilo del veinte va bien..y, en cuando toque el agua y la vea la trucha…¡zasssss! Se atira como un chiquillo a un pastel y con que sea palmerota me conformo.. Prepárate, bonica, que voy  a por ti-¡Allá va!- Ojo que no se enganche en las piedras, que cada cucharilla vale treinta pesetas- La última vez perdí tres, dos de ellas en el tronco de  un chopo casi en la orilla-  Parece que no hay mas que llegar y besarla dormida, pero son mas listas que el hambre-En este lance no, pero al siguiente seguro que pica…¡¡¡Ahí está!!, ya lo sabía yo… y parece buena por cómo tira…¡El corazón se me va a salir de la caja!..¡Me cago en la leche que es gorda!..¡No a la corriente no…! ¡Si se suelta.. me da algo!..¡No, joder, debajo del tronco no..!. Suéltale hilo poco a poco, Isidro, pero sin aflojar  que te va a romper…..así, así.., hasta la orilla…¡Ya está!..”Menuda  temblaera  patas”!..¡Jódete Paco, que ya tengo una!, y por lo menos pesa medio kilo..¡Menuda cara vas a poner en el puente…, si es que voy, porque como sigan picando, de aquí no me mueve ni la guardia civil.-Buenos días, bonica.. Un  beso en el morro y al zurrón…..”               Ya ha amanecido. El pájaro negro ha echado por lo menos veinte viajes, de la higuera al zarzal, donde me apuesto algo que tiene el nido. Cuanto debe costarle sacar los pollos adelante.               Después de andar, por lo menos cinco kilómetros río abajo, cambiando de cucharilla y sin ninguna picada, decido poner mosca.. Parece que boquean- negra ahogada-falangista y esta  amarilla limón, que ya no tiene ni alas, ni plumas ni ná- con esta saqué cinco truchas hermosísimas en Riópar.. Claro, así quedó ella….               A las dos y veinte en el Puente La Gorda. Allí está Paco.               -Que, ¿cómo se ha dado?             -Una buena y dos pequeñas. Algo es algo..¿y tú?             -Ná..¡Una de kilo y cuatro palmeras!             -Paco,¡maricón!               Se reía como un chiquillo.               Almorzamos en la casa hundida, junto al puente, en lo que alguna vez fue un molino. Allí, imaginaba yo, alguna familia habría sacado adelante a sus hijos, como el pájaro negro, echando viajes, moliendo y moliendo  pero, quise pensar que, felices de estar junto a un río tan hermoso y donde además  había pintonas.             ¿Habrían unido sus mundos?, o habrían creado uno especial para ellos. Quizás seguía cada uno en el suyo, ajeno al otro..¡Papá, no le chilles a mamá!,… anda, dile que la quieres…               -Oye, Paco, tu que estás casado.¿ Como se convive con una mujer?             -Pues conviviendo..             -Ya, pero digo que ¿Cómo es eso…?,¿ que si es difícil?             -Hombre, difícil es, porque con las mujeres no hay quien conviva.             -¿Y eso.?             -Porque son muy raras. No les gusta pescar, ni cazar, ni cantar, ni beber cerveza…             -¡No jodas!             -Lo que oyes, y si no pregúntale a “la rubia”             -Entonces,¿cómo se convive con ellas?             -Pues eso.             -Explícate..               Isidro, la vida es bastante rara. Las cosas son como son y no hay que darles vueltas. Uno conoce a una chavala y cree que ha encontrado “la piedra filosofal”, que no hay otra mujer como esa…. Sales con ella y te enamoras, porque tienen ese “no se qué” que las hace diferentes de nosotros y te quedas prendado. Luego, te casas y te das cuenta de que es una mujer, simple y llanamente una mujer….             -¡Claro, no va a ser una cabra!             -¡Calla, que estoy inspirado!. … Lo que quiero decir es que tú creías que los demás no habían tenido la suerte que tú.., que tú si que habías encontrado la mujer ideal.. Cuando descubres que es una mujer normal…..             -¿Qué?               -¿Lo ves, Isi?             -¡Calla Dró!               -Pues que se rompe el encanto y te das cuenta de que te pasa lo que a los demás. No tiene arreglo, las cosas son así y ya está.             -¿Y entonces?             -Pues  que te pasa lo mismo que al principio.             -¿El qué?             -Pues que ves en las demás lo que al principio viste en la tuya             -¿Y entonces?             -Pues una de dos, o te resignas y te limitas a vivir o te buscas otra.             -Para qué, si al final te volvería a pasar igual…             -Pues porque mientras repites el proceso….             -Ya, vuelves a engañarte y así una y otra vez..¿hasta cuando?             -Hasta siempre.             -Ya. Y ¿no sería mejor tratar de conocerse de verdad y hacerlo todo juntos?             -¿Conocerse?, ¿juntos?..- me miró extrañado-             -Si. Me refiero a tratar de mostrarse cada uno como es hasta en las cosas mas íntimas, mas pequeñas.., los gustos, los miedos, las experiencias.., en fín, ya sabes…y luego con todos esos materiales coger los mas comunes y sólidos y construir, entre los dos, a base de amor y compañerismo los cimientos de un mundo donde cada cual viva para el otro, que en definitiva es vivir para uno mismo- cada vez me miraba mas raro- porque el mundo que estás haciendo es para los dos…, no sé..¿me entiendes?...             -Y entonces viene El Espíritu Santo, en forma de paloma y se para en el tejado de la casa y empieza a rumbar como una zurita.. No sé, Isidro, suena a cuento de hadas…             -Ya lo sé, pero ¿y si no?...             -Pues eso, convives…. Además luego vienen los hijos y los problemas y la monotonía y…, yo que sé.. Si fuera tan fácil y tan bonito todo el mundo sería feliz y no habría gente que discutiera y se separara…¿O acaso piensas que todos somos idiotas menos tu?             -Yo no digo que sea fácil, ni que no haya que discutir. Claro que hay que discutir y pelearse con el otro  por ver que es mejor para los dos, es más, creo que lo que falta es discusión..¡Hablar!. Lo que no se le puede decir al otro es “ Yo llevo razón- tu te callas- tu que sabrás de esto- Lo que pasa es que eres un egoísta-mas tonto y mas borde eres tú-si ya me lo decía mi madre- a que te doy un guantazo- y aquí las cosas se hacen así porque lo digo yo-aquí mando yo- y no hay mas que hablar- basta- no hay quien te aguante-me tienes harto- a ti no hay quien te entienda- cualquier día doy un portazo y me voy-…¡YO, YO, MI! . No es –mi-yo-yo-tu-tu-tu… , es ¡NUESTRO!-             Creo que con eso lo que se está haciendo es destruyendo el mundo común del que, quizás muchas veces no hemos intentado  ni siquiera hacer los planos juntos; sin darnos cuenta  de que es nuestro mundo el que estamos dinamitando, no el del otro…¿me entiendes?. Lo siento, no sé explicarme mejor…..             -Tal vez somos todos un poco…, bastante egoístas.             -Oye, que no pretendo llevar razón. Quizás hablo así por ignorancia, porque es muy fácil teorizar, tratar de ganar algo sin arriesgar nada.., A lo mejor si estuviera casado vería las cosas como tú. No sé, es hablar por no callar,  pero es que se juega uno mucho..¿no?             -No lo sabes tu bien, pero lo sabrás algún día; y si no prueba a decirle a “la rubia” que si quiere coles, que como te diga que sí… “ te vas a enterar de lo que vale un peine”. –se levantó de la piedra en la que estaba sentado-             -Y menos charla que las truchas están saltando.. ¿Ves para que sirve, ni siquiera, hablar de mujeres.. ¿para perder el tiempo. Ya podíamos llevar el zurrón lleno.., lo que pasa es que ¡están tan buenas!, que…             -Quien, ¿ las mujeres o las truchas?             -¡Las dos, amigo mío, las dos…               El sol caía a plomo y hacía un calor de mil demonios. Bajamos, otra vez al río y, diez minutos después del primer lance, las truchas dejaban de mosquear- las comunes, ya se sabe- y decidimos bañarnos. El agua estaba fría como la muerte. Luego, volvimos a tentarlas y, estuvimos pescando hasta el oscurecer.             Una cerveza en el pueblo y de vuelta a casa en el ochocientos cincuenta de Paco. Habíamos pasado el fin  de semana fuera y el lunes, en la Caja, nos esperaban, a los dos, millones de “negociables” por liquidar y seguir metiéndole mano a la cuenta corriente del Banco Central, que no cuadraba ni a tiros. Además a mí, que no era mi santo, me esperaban las broncas de Vitaliano.                                                                    42           escarceos………                       -¿Qué, como va el trabajo?               Había hecho acopio de todo mi valor y, con una voz que apenas la oía el cuello de mi camisa, me había atrevido a preguntarle como le iba.               -Bien. Un poco monótono, pero bien.             -Oye me ha dicho Valentín que, ha dicho Conchi, que el domingo que viene, podíamos ir a su huerta a pasar el día…             -¿Conchi?.. y ¿Quién iría?..             -No sé.., me imagino que ella, Valentín, tú si quieres-me puse rojo como un tomate- y no sé.. yo y algunos mas de la oficina.             -No sé, ya veremos…¿ Y por donde está su huerta?             -Muy cerca, por el cementerio..             -Pues vaya sitio de tener una huerta- Y me dejaba descolocado, como siempre. Tenía esa virtud.             -¿ Y van mas chicas?             -No sé.             -Bueno, luego hablaré con Conchi- y se reía- Otra vez descolocado.             -Bueno, me voy a mi sitio.               -Has estado muy bien, Isi. Muy natural.., ni nervioso, ni nada…             -Ya sé que no tengo mano izquierda, pero es que.., es hablar con ella y me pongo a cien. La miro a los ojos y no se lo que digo y cuando me contesta.., me descoloca.             -Pues tú sigue así. Además ha habido uno, en la oficina, que creo que no se ha enterado de que has estado hablando con ella y de que te has puesto “más colorao que un tejo”. Chico, no se como te las gobiernas pero, todo el mundo sabe que te gusta, menos ella.             -Bueno, Dro, déjalo ya.. ¿ Vale?             -No, no.., si yo lo dejo, pero…             -¿Pero qué?             -Pues que así no vas a ningún sitio. Esto está lleno de chavales y cualquier día te enteras de que algún elemento de estos le ha pedido que salgan juntos..¡Pero mira que eres zorro, Isi!             -¿Y que quieres de haga?, que le diga…”Oye Cristina, que ya estoy harto- que si quieres salir conmigo- que tienes unos ojos verdes, con manchitas que…- que nos vamos a bailar o, al cine- y que los vamos a pasar pipa- que soy un tío estupendo que sabe tocar la guitarra- que boca mas bonita tienes- y que pelo mas largo y mas rubio- y además-además-además..¡No sé que además decirle!. Lo único que quiero es que salgamos juntos y hablemos.. A ver que piensa y… , si, Dro,..  ¡conocer su mundo….! La corteza de la naranja me gusta, pero quiero pelarla y ven que hay dentro…             -Isi, te estás poniendo rojo otra vez y ahora estás solo…             -Dró, mira que si además por dentro está dulce….                                                                                           43        Valentín.                             -Isidro, he hablado con Manolo, de Radio Popular y me ha dicho que esta tarde a las cinco nos espera.             -Bien. ¿Le has dicho que es solo para oír unos discos  y copiar la letra de algunas canciones?             -Si. Dice que no hay problema, que lo que queramos.             -Pues, entonces, como te pilla de camino, te pasas por mi casa a las cuatro y media y nos vamos para la emisora.             -De acuerdo, ¿cómo llevas lo de la última canción?             -Bien, ya tengo terminada la letra, me falta ajustarla con la música. En cuanto la tenga terminada la ensayamos.             -Vale, hasta luego.             -Adiós               A Valentín le gustaba la música y cantaba bien. Vivía por la carretera de Barráx, cerca de las Casas Baratas. Era un chaval muy majo y tiene una voz potente y modulaba bien.             Nos conocimos cuando entré a trabajar en la Caja. Le gustaba el mismo tipo de música que a mí y eso hizo que pronto nos hiciéramos amigos. Habíamos empezado, medio en broma, medio en serio, a cantar juntos y parecía que la cosa iba bien. Yo componía las canciones, le hacía voces y tocaba la guitarra. Nos pasábamos en mi casa las horas muertas cantando cosas de Víctor Manuel, de Serrat, e Adolfo Celdrán y de Aute,. ..De Donovan, de Meter Seeger, Dylan,.. y en general de todo aquello que sonaba a Folk  , a “Nova Cancó, y a canción protesta.               Casi todas lar tardes íbamos a Radio Popular a oír discos de los que mandaban de promoción las casas editoras a las emisoras de radio. Muchos de ellos ni siquiera saldrían al mercado porque la censura los prohibía, alegando que contenían mensajes políticos subversivos, lo que le daba a la cosa “ mas enjundia”.               La verdad es que no sé como nos aguantaban. Nos pasábamos allí la tarde entera oyendo música, copiando letras o sacando los acordes y las voces de las canciones para, luego en casa, montarlas nosotros y, poco a poco ir incorporándolas al repertorio.               Algunas veces, con la gente de la Caja, nos íbamos a beber cerveza al Candil, al Vidal o al mesón del Pollo. Empezábamos cantando cosas nuestras y cuando el ambiente se calentaba, Paco Alemañy cogía la guitarra y empezaba a cantar cosas de María Dolores Pradera o de los Panchos y nos “quedábamos con la gente” del bar; que luego a luego se sentaban con nosotros y se ponían a cantar y se metían en el lío.                                                           44              ¿y si no quiere?                       -Tienes que tomar una decisión, Isidro.             -Ya lo sé, Paco, pero…¿Qué hago?             -Pues lo que se hace en estos casos, decírselo.             -No sé.., me da cosa.               Estábamos trabajando en la Caja, cuadrando la cuenta con la CECA. Yo iba cantando cantidades de la ficha de registro de la Caja y él las iba punteando en el extracto, de color rosa, de la Confederación.               -Y si no lo tienes claro, prueba a salir con otras tías a ver que pasa…A lo mejor estás obsesionado. De todas maneras así no puedes seguir, vas a salir loco, llevas así casi un año.             -Locos vamos a salir del calor que hace aquí.. . ¡Joder con el veranico de los…..!             -¿Cuántas veces has estado con ella, a solas, para hablar tranquila y claramente…?             -Nunca.             -Pues de toda la vida, cuando alguien quiere estar con alguien, va y le dice..”Oye, Cristina, quiero que salgamos juntos- a pasear- a merendar-a coger caracoles- o a ver si llueve- porque tengo que decirte una cosa-que para mi es importante- y a lo mejor para ti es una tontería- pero por lo menos haz el favor de escucharme- y quedas con ella y os vais a donde sea –y habláis- y le dices lo que tengas que decirle-y ella te dice que si-o que no- y aquí paz y después gloria-y si te dice que si-tan ricamente-y si te dice que no-pues adiós-buenos días señora- pero haz el favor de tomar una decisión-porque vas a pegar un trueno como el lagarto Jaén- y ella no va a perder nada- tu vas a perder la vida- y yo un amigo…¡ME OYES, CAPULLO!             -Mensaje recibido-pero me da miedo-porque .. y si me dice que no quiere salir conmigo-ni a ver si llueve-ni a ver el arco iris-ni a la esquina a comprar castañas-y que, qué me he creído- y que quien soy yo para querer saber- si debajo de la corteza de naranja- de su pelo largo y rubio y de sus ojos verdes con manchitas marrones-y de su boca grande-y sus palas-y su oyuelo -hay un mundo- y que en todo caso el mundo es suyo- y a nadie le importa-y menos a mí-que soy un gordo- y me quedo sin saber si es dulce o agria-¿eh?,¿eh?-¿Qué hago yo entonces?-porque estoy convencido de que por dentro es aún mejor que por fuera-aunque no quiere que se le note-por miedo a que le saquen las pepitas- y se las echen a los güitres- si es que no se lo han hecho ya- porque hay algo triste en esos ojos verdes- ¿eh?,¿eh?- y entonces que hago yo..¡SO ENTERAO!.               -Isi, tu no tienes ningún derecho a pedirle a nadie que te enseñe, y menos aún que comparta contigo su mundo, si no quiere hacerlo…             -¡Tu te callas, que contigo no estoy hablando! ¡Me oyes!             -La verdad es que, cuando te pones así, da gusto hablar contigo.                                                         45           la corbata.                     -Toma esta corbata de punto que te he hecho- y se rió- para que te la pongas cuando vayas al baile a las fiestas de tu pueblo.             -La segunda parte de la explicación sobraba, señorita, ¿ a que sí, Isi?             -¿Quién yo?...,¿ Es para mí?             -Si hombre, para ti.             -¿Y eso?             -Pues nada. Que he comprado un poco de lana y como no tenía nada que hacer he dicho..” Como ahora están de moda las corbatas de punto, pues..¡ voy a hacerle una a Isidro, para que se la ponga cuando vaya al baile de las fiestas de su pueblo..!.               -Otra vez descolocado, Isi, ….¿a que sí?             -¡Totalmente, Dro..!                -Muchas gracias, Cristina, pero este pueblo es el tuyo también, ¿no?             -No. Yo no soy de aquí. Estoy aquí porque me han traído, pero no soy de aquí.. Además yo no quería venir.             -¿De donde eres?             -Del norte. De donde las vacas.             -¿De Asturias?             -No, de Santander.             -Ah, aquello es muy verde ¿no?             -Si             -Bueno, pues muchas gracias.               -Isi, te está abriendo una rendija para que veas su mundo, eso es que quiere….             -¿Qué?             -Nada, nada, que la conozcas.             -Ah….                                                                                    46               ¿por fin….?                 El mes de abril estaba siendo lluvioso. El Barrio estaba precioso. Con las fachadas de las casas recién encaladas que deslumbraban de blancas. Se veía a los gorriones con briznas de hierba en el pico, metiendo nido;  y los gavilanes planeaban en la torre de la Iglesia de Fátima, riñendo con los tordos por la teja donde criar. Las acacias ya estaban casi vestidas, lo mismo que los albaricoqueros y las higueras de los patios.. Con la lluvia, olía a madreselva y a jazmín.               -Oye, Dró, ¿ estás dormido?             -Casi, ¿Qué quieres?             -Nada…, hablar un poco..¿ Como estás?             -Bien. Un poco cansado por el ejercicio, pero bien. La verdad es que me siento mejor estando más delgado.             -¿Cuántos kilos te has dejado en el gimnasio?             -Exactamente veintidós. ¡Veintidós kilos en setenta días!             -Te has quedado hecho un dandi. El otro día en la calle mayor ni los amigos te conocían..¿ Te acuerdas cuando nos cruzamos con “ El rana”, el de los Trasgos?.” Oye, tu no serás Isidro.., perdona que no te haya saludado, pero es  que no te había conocido… te has quedado hecho un figurín..”             -¿Que hora es?              - El despertador va adelantado diez minutos.., pues las dos y cinco.             -Oye que mañana hay que madrugar..             -Espera..¿Cómo ves tu lo de Cristina?             -Pues no sé. Sigue levantando barreras, muros, empalizada, en fin.. todo lo que puede para que no sepamos, en realidad, como es.             -Ya me doy cuenta. Bueno, al menos, has conseguido que salga contigo, ¿no?             -No es mucho después de dos años…             -Si, pero..             -¿Te acuerdas como empezó todo?             -Si, con lo de la corbata.             -Entonces tu le regalaste un frasquito de perfume, aunque de ese asunto  prefiero no hablar, porque fue un desastre…             -¿Porqué?             -¿No te acuerdas, o es que no quieres acordarte?. Primero, para no dárselo delante de todo el mundo, lo pusiste en el armario, donde dejaba el abrigo, encima de su bolso y con una notita..” Para ti. Isidro”, y luego a la hora de salir, con todo el mundo cogiendo sus abrigos, va ella y pregunta de quien es aquello que había en su taquilla. Todo el mundo volvió la cabeza y pudieron asistir al brillante espectáculo de oírte decir…”Es para ti, te lo regalo yo”.. Risas y carcajadas de los asistentes y sonrojo tuyo..La verdad es que no eres muy hábil.                         -Luego, durante el verano, conversaciones furtivas en la oficina, sobre temas intranscendentes, y por fin lo de la Feria de tu pueblo- Septiembre- Aquello estuvo bien, ves tú. Ahí si estuviste astuto.             -Bueno, surgió solo.             -¿Solo? Pero si estuviste dándole el follón a Maruja, la telefonista, que entonces empezaba a salir con su novio, para ver si convencía a Cristina y os ibais los cuatro a bailar.             -Yo solo se lo sugerí.             -¡Calla, canalla.!             -¿Y cuando, ya en la Caseta de los Jardiníllos, por fin, aceptó ante tu insistencia y la de Maruja, a salir a bailar?             -Aquello si fue la pera. No sabía como cogerla, me daba miedo.             -Si, hombre, ¿por si se rompía?             -Bueno, es que como soy tan grande. Tiene la cintura como el cuello de un azulón..¡Que noche!             -Y luego subimos en la noria, ¿ te acuerdas?             -¿Qué si me acuerdo?..¡Joder!, lo que no me acuerdo es de haber pasado más miedo en mi vida.               -¿ Y lo del traje?             -¡Ah, sí!..Ella llevaba un echarpe blanco y yo un traje azul marino, con una rayita roja, que se puso de pelillos blancos, del echarpe, hasta arriba..             -Y luego le dijiste a tu madre que no lo cepillara hasta que tú se lo dijeras.             -Es verdad.., pues cosas de …             -¿De que?             -Cosas mías..¿vale?. Oye Dró, lo que preocupaba entonces y me sigue preocupando ahora es que no hay manera de saber como es.             -Ya me doy cuenta, ya…             -Parece como si tuviera miedo de que alguien supiera como es en realidad. Empiezas una conversación normal y, en seguida, se vuelve reticente, irónica y ves como, poco apoco, empieza a levantar barreras. Al principio de palos y cañas, que solo te permite ver entre las juntas, te hace “cuca-monas” desde el otro lado; como queriéndote decir.. “ Anda, chico entrometido, atrévete a entrar en mi mundo..¡Ah, si!, con que quieres seguir intentándolo, pues ahora otra barrera de piedra y luego otra de hierro, y luego unas planchas de acero.. Hasta que te cansas y, entonces, la conversación se vuelve tensa, casi insostenible.. y te dan ganas de decir..¡Pues anda y que te zurzan, niña rara..! –Yo solo quiero saber como eres en realidad- si tu quieres- y lo estoy intentando mostrándome como soy.. Si mi corteza de naranja no te gusta, ahora me pego setenta días sin comer y de gimnasio y me hago una nueva..! Una y otra vez insisto y una y otra vez, picando en esta barrera de cemento, a ver si consigo abrir un agujerito y ver algo….               -¿Y porqué tanto insistir, Isi?             -Porque sé, mejor dicho intuyo, que dentro hay una mujer sensible, inteligente y soñadora.             -Puede ser, pero también bastante sádica porque lo de la otra noche, en la puerta de su casa…             -¿El qué?             -Lo de que ella no valía para nada y que hacía una noche tranquila y preciosa para dejarse caer por el balcón…¡Joder, Isi!, decirle eso a un tío que sabe que la quiere…             -¡Bah!.., ¿Pero todavía no te has dado cuenta, Dro? Eso son barreras, amenazas..” Chico atrevido, si intentas romper estar barrera, que es una de las últimas, moriré como un bonzo!             -Pero, Isi, no puedes obligar a nadie, si no quiere, a compartir su mundo y su vida contigo. Te lo he dicho mil veces, pero no haces caso a nadie…Además, para que salga bien, según tú, tienes que oír una voz de arriba..             -¿Qué voz?             -¡Vaya, que olvidadizo eres cuando quieres!.¿Que voz, que voz.?.. A ver si te suena esto…” Muchacho, ahí la tienes, esta es la tuya…” o algo así, vamos…             -¡Ah, ya! Pero lo que no sé es cuando tengo que oírla, igual es mas adelante.             -¡Vaya, hombre! Tan tonto como eres para tratar con los demás y lo hábil que eres para tratar de convencerme a mí. Pues yo de tonto no tengo ni un pelo..¡Habrase  visto, el pájaro!.             -Bueno, vale..             -Lo que tienes que hacer es intentar lo de la música en serio y dejarte de gaitas. A ver si de una vez podemos dedicarnos a lo que nos gusta a los dos…., a cantar y a ver mundo.             -No te creas que no lo pienso, Dro. Sobre todo desde que salimos en televisión en el mes de Enero. Desde entonces  todo el mundo empieza a tomarnos un poco más en serio. La Caja nos compró el equipo de sonido y a organizarnos recitales por los pueblos donde hay oficinas. La verdad es que a la gente le gusta. A ver que pasa ahora con el Festival del Trabajo el día dieciocho de Julio. Si ganáramos. Podríamos pensar en irnos a Madrid para intentar grabar un disco… Un disco sería el primer paso.             -Lo de los recitales está bien. Eso fue cosa de Ángel Díaz, que tiene buenas ideas. Claro, como el hacía publicidad en la Radio… Parece majo..¡Oye Isi y toma nota! ¿Has visto la novia que tiene? ..¡Eso es una novia! A donde vais vosotros a tocar, sea de día o de noche, va Ángel y donde va él..¡allá que va ella!, ¿Cuántas veces ha ido Cristina a un recital tuyo?. No me lo digas, a ver si lo acierto…¡Ninguna1.             -Pero nosotros no somos novios, Dro             -¿Ah, no?             -Pues yo creo que no. Ella ha aceptado salir conmigo durante tres meses, a partir de ahora, pero yo creo que es para ver si me aburre y lo dejo. Lo que no sabe es que voy a intentar con toda mi alma, romper las barreras que me ponga hasta saber como es.. y después, cuando vea de que color tiene el corazón, si me gusta y ella quiere…y si oigo la voz..             -¿Dro?..¡Dro!.. Se ha dormido.                                              47         El festival…                 La Piscina de Educación y Descanso, de las Casas Baratas, donde se iba a celebrar el Primer Festival de la Canción del Trabajo, estaba engalanada.             Habían montado un gran escenario junto al agua y a aquella hora, las diez de la noche, el movimiento de músicos y técnicos era grande…¡Y los nervios, también!             Valentín, con una camisa de color rosa y pantalón negro, canturreaba por “lo bajini” la canción obligatoria para todos los participantes..” Las tres de la noche”, de los Iberos; y yo en medio de aquel “giry-gay”, trataba de afinar la guitarra que había comprado en Madrid, en la calle Arenal, y estrenado en el programa de televisión “Musica-3”.             La gente  empezaba a entrar y a tomar asiento, formando ese murmullo, que tantas veces en los recitales, Valentín y yo, habíamos oído y que servía para rompernos los nervios haciéndonos pensar..”Cuanta gente..¡Madre mía, mira que si se nos olvida la letra, o los acordes… o si no nos oímos bien y salimos fuera de tono…”!             Yo había hecho, para ese festival, una canción que hablaba de marineros y pescadores, de lo difícil que era su vida y del valor que había que echarle para salir a pescar, estuviera el mar como estuviera… Se llamaba “José el pescador”.             La verdad es que tenía puestas todas mis esperanzas en ella. Si ganábamos aquella noche, Valentín y yo habíamos decidido dar el salto a Madrid buscando la oportunidad de grabar un disco y dedicarnos a la música. Sabíamos que era muy difícil, pero estábamos dispuestos. No le había dicho nada a Cristina, que por cierto tampoco había ido esa noche, pero si las cosas salían como teníamos planeado estaba dispuesto a arrasar Madrid en unos cuantos años, costara lo que costara; y volver y decirle..” Aquí tienes, lo he hecho para ti y para mí, para los dos. Si quieres es la ocasión de hacer un mundo nuevo entre los dos y reventar de gusto, viviéndolo.. Para entonces esperaba haber roto las malditas barreras que ponía.. y que dentro hubiera lo que yo creía que había…                         -¿Qué, Valentín, tranquilo?             -Pues no, para que te voy a decir otra cosa. Aquí hay muchos grupos y gente buena y…             -Tranquilo que esto es lo de siempre, gente, gente y gente. Al final sabemos que lo que tenemos que hacer es cantar para nosotros, como si estuviéramos solos y disfrutar…. Además, si sabemos como acaba siempre todo esto… Empezamos, suena de maravilla, nos crecemos  y…¡ a por todas!             -¿Y si se nos olvida la letra? ¿ y si no nos oímos y salimos fuera de tono?             -Pues paramos, volvemos a empezar y listo.             -¿Tu has visto la gente que hay?             -Mejor. Ya sabes …., si sale bien a Madrid, si no….               -¡Hola, Isidro!, Era “ El Pira”, un guitarrista de primera que tocaba con su conjunto.             - ¡Hola Pepe!, ¿Qué?             -Pues aquí, a echar un rato.             -¡Venga, palante!               Eran las once menos cuarto. Los zapatos, de estrena, me apretaban y seguía llegando gente. Llevaba puesto el pantalón azul, con una rayita roja,  del traje que se llenó de lana del echarpe blanco y una camisa amarilla y blanca a listas. “ La verdad es que me he quedado hecho un fideo- las once- se apagan las luces-luz sobre el escenario- sale el presentador- salen los primeros a cantar -¡La madre que me parió!, quien me mandaría a mí meterme en estos fregaos- pero la verdad es que me gusta estar aquí, mas que comer con  los dedos- ¡Dios que adrenalina!- mira que si se rompe una cuerda de la guitarra, al primer acorde,- mira que si nos vamos de tono- mira que si hacemos el indio- pues eso es la música, Querido,- o es que te crees que esto es fácil- pues lo hacen bien estos- suena bien el equipo ….- sale un solista- este es flojete- aplausos- nos toca a nosotros…”               Sale el presentador….-¡Isidro y Valentín!- ¡Dos amigos!- aplausos.               -Valentín, nos toca,..¡Arriba!             -Buenas noches y muchas gracias…               Empiezo a tocar la guitarra. Una versión  de la canción obligada, adaptada para hacerla a dúo,-casi a capela.-..Suena limpio el punteo, lo oigo por monitores.., esto está chupado.. empezamos a cantar a dúo.. suenan bien las voces…., empastadas..               “Las tres de la noche han  dado, corazón y no dormís,             Mis recaudos os desvelan viendo que a Dios ofendí…             Si no duerme el agraviado, que Dios no puede dormir,             mal dormirá quien le agravie, si no está fuera de si….               Para cerrar, José el Pescador…¡Joder que bien suena!- no veo a la gente.               …Y tú lo sabes, José, que por las madrugadas             Coges tu barca y tu red y te haces a la mar…             ¡Y tú lo sabes José!                         Aplausos,…. Aplausos….¡Aplausos!...               -Muchas gracias..             -¡Hemos armado el taco, Valentín!             -¡Totalmente, Isidro!, ¡Ha sonado de muerte!.                 -¡Enhorabuena, muchachos, de verdad. Me ha gustado mucho.             -Gracias, gracias.             -¡Joder como has cantado, Valentín!             -¿Te ha gustado?             -Mucho             -La verdad es que la canción es preciosa.             -Me alegro que te guste.               “ A ver ahora quien sale- estos son buenos- a ver si la vamos a liar- es igual que sea lo que Dios quiera-¿ cuantos quedan por salir?- tres conjuntos y dos solistas- y otro dúo-¿porqué me gustará a mi esto?- me aprieta el zapato-¡Si te pasas la actuación sufriendo!- bueno, disfrutando-bueno, yo que sé- ya se ha terminado- sale el presentador- esto se acaba-¡ a ver que pasa!               -Isidro, si esto sale bien, nos vamos ¿eh?             -¡No lo dudes!               -Bueno amigos. El jurado, después de escuchar a todos los participantes, va a tomarse unos minutos para cambiar impresiones y procederá a emitir su veredicto.               Nervios, murmullos- ahora viene cuando la matan a ella- esto está hasta los topes- ya parece que viene el cabecilla del jurado- sube al escenario con el presentador- que por cierto lleva la pajarita torcida- cierro los ojos y pienso en “ la rubia”.               -El Jurado, después de deliberar, ha concedido los siguientes premios….               Dilo ya- hombre- que nos va a dar algo- todos los participantes- estamos juntos detrás del escenario-todos nos conocemos-muchos hemos tocado juntos en grupos anteriores- no pasa nada- gane quien gane- ¡pero quieres decirlo?               -Premio a la mejor interpretación….¡Isidro  y Valentín!             -Nosotros, Isidro,… ¡ nosotros!               -Premio a la mejor composición…¡Isidro y Valentín!-               -¡Ahora si  hemos arrasado.. Enhorabuena, Isidro!             -Enhorabuena, Valentín..                 Aquello se venía abajo. En el escenario los dos, con mas miedo que vergüenza- Nos echa la mano el cabecilla del jurado- Aplausos- Mira allí está fulanita- enhorabuena Isidro- Cantas como quieres Valentín- Era el Pira- lo habéis hecho muy bien- me alegro, de verdad- abrazos de otros músicos. Ahora nos entregan el premio- diez mil pesetas- eso está bien..             -¡Que nos vamos a Madrid, Isidro!             -¡Que nos vamos!.- ¡Cómo me hubiera gustado que estuvieras aquí, “rubia”!             -¿Qué dices, Isidro…?             -Nada, que si,… que nos vamos.                                                                                                                                 48     y, ¿ahora…?                             -¡Ahora que hago, Dro!             -Pues lo que teníamos pensado, ¿no?, irnos  a Madrid.             -¿Y como se lo digo a mis padres?             -Con la boca. Tu madre lo sabe y te apoya… Papá que tu hijo quiere irse a Madrid, a buscar fortuna-que es que, el nene, quiere dedicarse a la música y a grabar discos-y a vivir dando tumbos toda su vida, como los titiriteros-que el Estado es muy seguro- y la Caja de Ahorros también-pero el va y dice que lo mejor es ser músico-que es su vida-que lo que de verdad le gusta es eso- y deja todo colgado-incluso la mili, que se iba voluntario a Aviación-y esta es mi vida- y quiero vivirla como yo quiero. Además en la Caja me dan la excedencia-Total que si sale mal me incorporo al mismo puesto-Adiós-ya escribiré-Además Madrid está aquí al lado-¡Ah!, y le dices eso de que la música es fundamental en tu mundo-y todas esas cosas raras que, de vez en cuando, me cuentas a mí-¿ VES QUE FÁCIL ES, ISI?...             -Ya. ¿ Y la Caja?             -Pues la misma música, pero cambias algo la letra. VERÁ USTED, SEÑOR DIRECTOR-resulta-yo considero- la Caja ha sido fundamental en mi vida-para darme cuenta del valor del trabajo-y me ha formado como empleado-Vitaliano, no te rías,- le estoy muy agradecido- Ahora archivas las fichas tú, Guillén- y te cortas los dedos-pero resulta que-después de mucho pensarlo- he tomado la decisión de dedicar todos mis esfuerzos -al arte-y total –por favor me conceda usted una excedencia- que dice Faustino que tengo derecho-porque si no mi padre no me deja que me vaya y pierda el puesto-que me voy a Madrid-que está aquí al lado- a tratar de grabar un disco-¡Y YA ESTÁ!, con mucha educación, pero con mucha firmeza.¿ Ves, Isi, otro problema resuelto.             -Si, Dro, pero….             -¡Ya!, Cristina…Ahí el que manda eres tú…             -Bueno, ya veremos…             -Pero, nos vamos a Madrid, ¿eh,Isi?             -Que si, hombre, que sí…..                                                                   49   ¿ porqué no…?                   -Hola Cris.             -Hola. No iba a venir, pero…             -¿Porqué?             -Porque no estoy de humor.             -¡Vaya!             -Eso de que salgamos juntos es una tontería.             -Isi, descolocado.             -No digas eso, mujer. Paseamos un rato, hablamos, tomamos algo y….             -Si es que no vamos a llegar a ninguna parte.             -Pero, ¿porqué?. Lo único que trato es de nos conozcamos, que pasemos un rato agradable juntos. ¿Es que no te gusta salir conmigo?             -Si no es eso..             -Pues  entonces…             -Nada, déjalo..¿ A donde vamos?             -A donde tú quieras. Te apetece que tomemos un café con leche y charlemos.             -Bueno.               ¡Será posible!.. Yo que llevo media hora delante de la puerta de su casa, esperando que salga. Que vengo a verla como el que va a Lurdes, con una sonrisa de oreja a oreja-..¡Que guapa está!.. Cuando se enfada le aletea la nariz de una manera muy graciosa.. Y que traigo pensadas mas de cien salidas para cuando me diga lo que me ha dicho hace un momento, y nada…¡descolocado!. ¿Qué hago?..¿que digo?. ¡Dro, échame una mano, maldita sea!- Cógele la mano- ¡Pues si, buena está la cosa!.-Llévala a bailar..¿ A bailar?, ¡Tu crees que la cosa está para bailes!...             -¿Qué te pasa?             -Nada, Isidro, que esto es una tontería, pero te has empeñado tanto en que salgamos que…             -Pero vamos a ver. ¿Porqué es una tontería ..? Muchas muchachas y muchachos lo hacen.. Se van a pasear, a bailar, o al cine y hablan y discuten y se lo pasan bien..¿Es que no estás a gusto conmigo? O es que hay alguien con quien quisieras estar y yo te estorbo?. Si es así dímelo y me marcho.             -No, no hay nadie, no es eso…¿Lo ves?. Estás tan contento con que habéis ganado el festival y con lo bien que han salido los recitales del verano, y con que te vas a Madrid a intentarlo en serio.. y es juntarte conmigo y te pongo de mal humor..El fallo es mío.             -Pero si a mí no me importa…             -Es que debería de importarte. Soy un incordio.             -No digas eso.., ¿de verdad no hay nadie más?             -Que no,¿vale?. Vamos a dejarlo…                         -Descolocado, Isi… Descolocado.., siempre estás descolocado.             -¡Y que lo digas, Dro!                         -¿Nos sentamos aquí mismo?             -Bueno.               -¿Qué va a ser?             -Yo un café con leche, ¿y tú?             -Un vaso de leche.               -De acuerdo, señores, enseguida se lo traigo.             -Gracias.               -Si estás enfadada porque me voy a Madrid, no te preocupes. Te prometo que te voy a escribir todos los días. Además está muy cerca y vendré de vez en cuando.             -Dile que la quieres, Isi.             -Ya sabes lo importante que eres para mí, Cris. Yo te quiero.             -¡Muy bien, Isi, por fin se lo has dicho.             -¡Pues no deberías! Tú, en Madrid, lo que debes hacer es trabajar y no acordarte de mí.             -¡Eso es!..             -¡Nada!             -Aquí tienen, un café con leche y un vaso de leche.             -Gracias.             -Pero, ¿porqué eres así?             -¡Como tu deberías ser!- y me miraba desde sus ojos verdes, con manchitas marrones.             -Tienes unos ojos preciosos, Cris- y se reía-¿Quieres que no me vaya?. Si es eso lo que quieres, dímelo y no me voy.             -Para que te vas a quedar, ¿para verme todos los días con esta cara?             -Pues trata de cambiarla. Me da la sensación de que estás saliendo conmigo como si te hubieran condenado a hacerlo.             -No es eso. Es que sé que no vamos a llegar a nada.             -Pues entonces vamos a dejar de salir y así, por lo menos, te quitas una obligación de encima.             -¿No ves como soy un incordio?. Vamos a cambiar de tema.               -¡Descolocado, Isi!.             -¿Descolocado?.... ¡Y a punto de salir loco!..¡Pero porqué tengo yo que estar aquí, si podría estar con cualquier chavala hablando tranquilamente, divirtiéndome! O tocando la guitarra, leyendo, o con amigos, tomándome unas cañas y unas bravas.., riéndome. O pescando, cazando, bailando, oyendo música, incluso… iba a decir una barbaridad.. pero no, tiene que ser ella….¡Pica, pica, escarba, escarba! Otra muralla…¡ Ahora voy a traerme el soplete, que lo que viene es de acero..! No sé que fuerza me obliga a estar aquí.., sus ojos, su boca..¡No es cabezonería Dró..! es algo superior a mis fuerzas, de verdad; Como si algo me atrajera hacia ella…, como un imán..¡Oye, que no soy masoquista, eh!, no vayas a pensar que esto me gusta.. Lo que de verdad me gustaría es cogerla de la mano y llevarla a bailar y sentir su cuerpo entre mis brazos y su cintura delgada, como el cuello de un azulón, y que me sonriera y besarla y hablar sin tensión; y que me dejara ver como es ella de verdad.. y cuales son sus ilusiones y sus sueños..¡ porque tiene que tenerlos, vamos digo yo!, y luchar, junto a ella, por hacerlos realidad y demostrarle que ahí afuera hay cosas bonitas que merecen ser vividas y disfrutadas…, y.., y….,y..¡Joder, Dro, algún buitre ha tenido que entrar antes en su mundo y sembrarlo de tanta tristeza, miedo y mala leche como me estoy encontrando…!               -Yo no sé como podéis vivir en un sitio así…, con tanto sol y sin montañas, ni vacas.., tan llano.-ahora sonreía de otra manera y sus ojos tenían un brillo distinto- Si vieras mi pueblo..               ¡Entones quería morirme!. Asomaba la otra Cristina, la que me gustaba, por la que luchaba y a la que trataba de entender y sacar a flote para siempre…, aún a costa de que, ella misma tuviera que matar con sus propias manos, para siempre, a esa muchacha cerrada, áspera y recelosa que aparentaba ser.               Durante un buen rato me contaría, con ilusión de niña, como era su pueblo; como vivía allí.. Vería reflejado en sus ojos verdes, el verde fuerte de los campos de su tierra, y escucharía de sus labios, incluso con palabras dulces de niña traviesa, sus andanzas en el colegio.. Y yo, hablador por naturaleza, callaría para disfrutar, por unos momentos, casi siempre breves, de ver a la muchacha que siempre había intuido que existía detrás de un montón de murallas que nunca sería capaz de derribar.               -Bueno, ya hemos llegado. Mañana te vas..¿no?             -Si, ¿ me dejas que te coja la mano?             -A la vuelta lo venden tinto.             -¿Me das una fotografía tuya?             -¡Ni lo sueñes, Isi!             -Escoge la que quieras- y sacó lo menos veinte- ¡Esa no!, que estoy muy mal.             -Pues entonces esta, y esta, y esta y….             -Tantas no,¿ o es que piensas regalarlas?             -No digas tonterías. Si no me dejas que te coja la mano.. Déjame que te dé un beso de despedida…             -¡Aprovecha, Isi, que puede ser buen un buen momento.!             -A la vuelta…             -Si, ya sé.. lo venden tinto..¿ Me escribirás?             -No sabré que contarte.             -Pues lo que quieras. Cosas como las de esta tarde.             -No se, ya veremos.             -Adiós, Cris. Aunque me dijeras que no ibas a leer mis cartas, te escribiré todos los días.             -Adiós, Isidro.                                                                                                                                               50              ¡aquí estamos…!                     -Pensión Velasco…, 2º piso..¡Aquí es!               Estábamos en la calle de San Bernardo. Era ancha, como las de las Casas Baratas, pero en vez de acacias había enormes plataneras. Su sombra, grande y fresca, hacía agradable pasear por la acera aquel caluroso mediodía de Octubre.             El portal era amplio y oscuro, hasta parecer lúgubre. Subimos por una escalera, con peldaños de madera que crujía al pisar, con una barandilla de hierro y pasamanos de madera. Al llegar al rellano del primer piso se abrió una puerta y empezaron a salir chicas jóvenes, de aspecto agitanado, que pasaron a nuestro lado riendo y bromeando entre ellas. Cuando la puerta se cerró, dejó ver el letrero “Pensión Velasco”.             Empujamos la puerta y, en ese momento, una señora que parecía ser la dueña por la manera en que daba órdenes a otra chica joven, que asentía con movimientos afirmativos de cabeza a sus instrucciones, se dirigió a nosotros….               -¿Ustedes dirán?             -Pues…., queríamos un habitación para los dos- contestó Valentín-             -¿Van a comer aquí?, lo digo por tenerles en cuenta a la hora de las comidas.             -No, no, comeremos fuera. Solamente para dormir.             -Bien, acompáñenme y les enseñaré la habitación.               Con paso firme echó a andar por un pasillo largo, con habitaciones a los dos lados, y hacia la mitad, se paró delante de una puerta. La abrió y nos invitó a pasar…               -Esta es la habitación. Dos camas, escritorio, con luz a la calle… Son trescientas pesetas diarias.             -Vale, nos quedamos.             -¡Ah!, si traen visitas, procuren no formar mucho jaleo, sobre todo hasta medio día; casi todos los huéspedes son artistas que trabajan de noche y duermen hasta la hora de comer. Esas chicas tan guapas que han visto ustedes salir, son del ballet de ….”Las Brujas”-dijo orgullosa-¿Cuánto tiempo piensan quedarse…?             -Pues no sé-contesté-, en principio tres meses.             -¿Son ustedes músicos?- dijo mirando la funda de mi guitarra.             -Si             -Muy bien, aquí estarán estupendamente. ¿Me dejan  sus carnets de identidad que tome nota, y ahora después se los devuelvo….             -Tenga usted..               Salió, cerrando la puerta.  Cuando se alejaba, pasillo adelante, le oí decir..”Otros que vienen a conquistar Madrid”.             Valentín y yo nos reímos. El cuadro era el que, imagino, había visto muchas veces.               Si, allí estábamos los dos. Cada uno con su maleta, con dos jerséis, tres camisas, cuatro mudas, la guitarra y un millón de ilusiones y de direcciones y una cinta que habíamos grabado en Radio Popular.               “Señor Carpintero- ahora ha salido mejor- yo creo que ya vale-No, que aún se oye mucho ruido de fondo-vamos a grabarla otra vez- y vuelta- Y tú lo sabes, José-Amigos-me marcho- he andado muchos caminos- de Machado-¡Ahora ha quedado bien!- Son las cuatro de la mañana, porqué no lo dejamos ya- el “ ferrograf “está que echa humo-mañana que la oiga Ángel Díaz y Paco de Aguilar, o Manolo- que si os decidís a ir a Madrid, pues mi hermano Juan Pedro- que está muy metido allí en la radio y en el teatro- que vive por la Plaza de castilla, ha dicho que vayáis a verlo y os echa una mano en lo que pueda- que os ha oído y que lo hacéis muy bien- tu que opinas-Manolo Jiménez-puede valer- ¡¡ PUES AQUÍ ESTAMOS Y, A VER QUE PASA!                 -¿Nos vamos a dar una vuelta, Isidro?             -Vamos. Podíamos ir a ver a Juan Pedro, lo saludábamos y de paso que nos dijera por donde podíamos empezar. Aquí en la funda de la guitarra tengo su dirección.               ¡Y a andar! Paseando, por Bravo Murillo a Cuatro Caminos- a Plaza Castilla, en un edificio moderno, de quince pisos.                         -Aquí debe ser. Es en el número doce, apartamento 23..¡Menuda pinta tiene esto, ¿eh?..¿ Que hora es?             -Las nueve y media. Igual están cenando..¡Vaya hora hemos escogido!               Abrió una chica rubia, con acento extranjero.               -¿Vive aquí Juan Pedro Aguilar?             -Si, pasad, estamos cenando.               ¡Estupendo!. Ahora nos dirá-vaya, ya están aquí los de mi pueblo-no podíais esperar hasta mañana-es que hemos querido venir a verte para saludarte y de paso para ver que puedes hacer por nosotros-presentarnos a gente que esté metida en esto de la música y que nos oigan y eso- a ver que les parece- como tu estás muy metido, aquí en Madrid, en estas cosas- y nos lo ofreciste- ¡Pues nada, que estamos aquí y ya está!               Nos recibió con la mejor de sus sonrisas. La verdad es que era un tío simpático. Siempre tenía una frase agradable para con la gente que apreciaba. Con nosotros se portó estupendamente. En cuando nos vio se levantó de la mesa.               -Pasad, pasad..¿ queréis cenar?             -No gracias, ya hemos cenado.               -Os voy a presentar. Esta es Rebeca, americana de nacimiento y española de corazón; que es la compañera de Alberto, un amigo mío que es piloto de Iberia y que ahora estará volando por Inglaterra.. Estos son Isidro y Valentín, dos muchachos de mi tierra, poetas y troveros, que componen y cantan una música preciosa. Dos artistas-sonrió.               -Encantada.             -Encantado.             -Encantado.               -¿Queréis tomar algo?. Venga, por favor, sentaos a la mesa que termino de cenar y hablamos.             -No, si nos vamos enseguida.   Hasta las cuatro de la mañana-Menos mal que los de la pensión trabajan de noche y cuando lleguemos no molestaremos a nadie-¡vaya apartamento! Es una monería- Con que Rebeca y Alberto son compañeros- y tu, Juan Pedro estás aquí viviendo con ellos- Pues muy bien-a mí no me extraña nada-pero bueno- lo mejor es no preguntar. Tú dinos con quien podemos hablar- o mejor preséntanos a alguien que pueda echarnos una mano en lo de la música y te lo agradecemos.               -Pues yo, mañana,-decía Juan Pedro- tengo grabación en Radio Intercontinental. Estamos haciendo un programa de teatro para la radio y voy a estar con José Luís Pécker, si queréis quedamos a las nueve de la mañana y os lo presento, seguro que os oirá y si le gusta, que le gustará, puede echaros una mano. Lo hacéis muy bien.. ¿Habéis traído la cinta que, me dijo mi hermano que, estabais grabando?.             -Si,-dije- La verdad es que en Radio Popular se han volcado con nosotros. Carpintero y tu hermano nos han ayudado mucho.             -Nada, nada, pues en eso quedamos.. y ¡adelante!, que ya veréis como lo conseguís.             -Muchas gracias, Juan Pedro, mañana nos vemos en la Radio.               Hacía fresco en la calle. El cielo estaba cuajado de estrellas como cuando salimos corriendo del Güisqui Club, con mi primo Andrés, porque le dolía la tripa. Apenas se veía gente por la calle.             Cogimos la Castellana abajo, andando deprisa. Al día siguiente, a las nueve de la mañana, teníamos nuestra primera cita con gente importante en el mundo de la música y antes había que dormir un poco.               -No está mal para ser nuestro primer día en Madrid ¿eh, Valentín?, nada menos que José Luís Pecker.             -Desde luego, como le guste ya hemos dado un paso importante. Yo tengo confianza. Estoy seguro que cuando oigan José el Pescador, o el Óyeme Señor..- y se puso  a cantar.               ¡Óyeme Señor, escúchame!             ¡Atiéndeme, Señor, óyeme!             necesito tu ayuda,             es preciso cambiar…               Y yo miraba al cielo y se me saltaban las lágrimas, como la noche que hice esa canción para ella, después de darme cuenta de que no había sido buena la idea de salir con aquella muchacha, menuda y simpática, que se llamaba María Amelia, para tratar de olvidar a Cristina.               -Anda, Isi, que te estás poniendo triste..¡pero si solo es una canción!..             -Ya.         ©isidromartínezpalazón http://www.isidromartinez.com/
  61       La  resaca.     El nuevo edificio de la Caja, en la  “calle ancha”, era bonito. Lo habían vestido de Navidad y, no se porqué, aquello aún me ponía mas triste. Trataba de no pensar. Llegaba por las mañanas a las ocho y me metía en el despacho de la tercera planta, donde me habían destinado y me enredaba con las fichas y los extractos de los bancos a tratar de cuadrarlos.   Al principio no salía a desayunar, así evitaba hablar con alguien y tener que contarle mi experiencia en Madrid y, lo que era peor, tener que escuchar…”Ea, al menos lo habéis intentado.., que se le va a hacer.., aquí tampoco se está mal, ese mundo es muy difícil.., Al fin y al cabo, aquí tienes a tus amigos y desde aquí también puedes seguir intentándolo.   Desde aquella tarde, cuando Conchi la había llevado hasta la puerta de Herco y, con un “bueno, Isidro, yo he cumplido, aquí os quedáis, buenas tardes..” no la había vuelto a ver…   Ahora trataba, por todos los medios, de no encontrarme con ella en la Caja. Le huía y temblaba ante la posibilidad de dar vuelta a un pasillo y encontrarme con ella, cara a cara.   A Paco Alemañy lo habían destinado a la Urbana número uno. Nos veíamos casi todas las tardes. El muchacho, que sabía que yo estaba hecho un trapo, trataba de animarme y salíamos, unos días a cazar con el ochocientos cincuenta y otros a dar una vuelta y tomar unas cervezas en “ Nuestro Bar”. Al principio íbamos solos y luego con otros compañeros de la Caja, Aguantó a pié quieto tardes, e incluso noches, todas las llantinas, borracheras y charlas filosóficas sobre el amor, la música, las mujeres, la muerte y demás elucubraciones en que yo andaba zambullido en aquel tiempo; y siempre se portó conmigo como lo que era, un buen amigo. Quizás el único que había tenido hasta entonces.   -Juan, tráete unas cervezas y unas bravas.   Éramos habituales de “Nuestro Bar”. Casi todas las noches nos dejábamos caer por allí. Nos conocían bien y, aunque nos poníamos un poco pesados, sobre todo yo cuando bebía, siempre éramos bien recibidos.   -Sabes, Paco, me han propuesto hacer un conjunto para tocar estas Navidades y sacar un dinero.. -Eso puede estar bien..¿ y con quien? -Con Luís, “el Lobo, Juan “el Rana”,Pepe Vergara; los de los Trasgos       y “Pichi” un tío que toca el bajo. -¿ Tú crees que te vendrá bien volver a coger la guitarra?. -Ná, será por poco tiempo, solo las Navidades. Hemos empezado a ensayar.., cosas de blues,  improvisación y eso.. Tocaremos solo en la discoteca Galaxi y cuando pasen las fiestas lo dejamos… -No sé, tú verás..¿Y guitarra? -“La asadora”, me la ha dejado Pepe Robles. -Hombre, lo que me preocupa es que te metas otra vez en esas cosas.., te van a traer recuerdos y ..,pero en fin si tu crees que ya estás mejor… -Si, lo voy a intentar. Lo que no puedo es estar toda la vida metido en un agujero.., tendré que intentar salir..¿no? -¡Así me gusta que hables…!, ¡Con dos cojones y un palito!,Juan, tráete otras dos cervezas!. -Gracias, Paco. -¿Porqué? -Porque me has echado un cable y te lo agradezco -Venga, Isidro, No me jodas, ¿ es que tú no hubieras hecho lo mismo conmigo? -Me imagino que sí. -Pues por eso. Anda, calla y bebe.                 62           inevitable.                 -No quisiste hacerme caso y… La habrías hecho voluntario en Aviación y, al mes, con el pase pernocta, a dormir a casa. Ahora, sin embargo, a Alicante.. En  fin de todas  maneras, yo hablaré con el Coronel de la Base y a ver si, cuando jures bandera, puede conseguir que te traigan al Gobierno Militar o a la Caja de Reclutas.             -Gracias, papá.             -¿Cuándo tienes que incorporarte?             -Mañana a las doce, en la Caja de Reclutas.             -¡Ay, hijo mío!             -No te preocupes, mamá, si Alicante está cerca, seguro que dentro de quince días estoy aquí con permiso.             -Ten cuidado, Isidro.-y lloraba.             -Venga, Amalia, que tampoco se va a la guerra.                    -Ya lo sé, pero…               …………………………………………………………..     -¿Tú que opinas de esto de la mili, Dro? -No está mal, a mi me gusta, vacaciones… -¡Y una leche!, pues menudas hinchás a andar y hacer gimnasia-¡Venga inútiles, arriba, que son las seis y media-dentro de un minuto formados ahí fuera en perfecto estado de revista-el toddy está malísimo-sabe a petróleo- el bollo está como un risco-hacer instrucción-tu que eres el mas alto de la compañía, serás el guía-cualquier cosa que salga mal en la marcha será culpa tuya-¡Alto!-A cubrirse- a ver los de cabeza-no puedo estirar el brazo porque éste está pegado a mi como una lapa-mi capitán yo no llego-la culpa es del guía-bofetada para los siete de cabeza-y yo que sé-las botas me rozan-los pies me echan sangre- en el botiquín tienen una cosa –un líquido-que te lo echan en los pies y se te ponen como piedras-cuando te eche esto ponte a correr- y cuando dejen de arderte-paras-¡joder que calor hace en Rabasa- .Mayo-Junio-Julio-Agosto-ni por las noches se puede dormir- la última litera es la peor-porque aunque entra un poco de fresco-se oyen venir los mosquitos en bandadas-como los cazas en la guerra- esto es una gilipollez-como vamos a recoger colillas de este descampado-si eso es abono para la tierra-Nada, he dicho que ha recoger colillas y a recogerlas-mañana de marcha-me duele la garganta-tengo anginas-me pongo un pañuelo al cuello- a ver tú que pareces del ejército de pancho villa- tres kilómetros a Font-Calent-a tirar tiros-eso me gusta-bocadillo de mortadela-y para el campamento-las doce el mediodía-julio-no cae agua en las duchas-a vestirse otra vez  sudado -y a comer-mosca no te comas eso que es mío-echan la ristra de morcillas en salsa de tomate hasta con la chapa-el chusco está bueno-voy a coger otro para la merienda-esta tarde debajo e las moreras-con los amiguetes de Albacete-una lata de mejillones y cerveza-es el mejor momento del día-a formar-retreta-fulanico de tal-presente-mi sargento es que menganito está en el botiquín-ahora nos roca morirnos hasta mañana-en que volvemos a resucitar-a las seis y media-en mi cama hay una tía-imaginaria- tráeme el jarrillo para mear-no os tiréis pedos maricones-todos fuera a hacer el pato-ya veréis como se os quitan las ganas de cachondeo-ya están aquí los mosquitos-¡AMEN!   -Si, Isi, pero no vemos a nadie, cambiamos de aires-por las tardes en las duchas viejas-que están inundadas porque se han roto las tuberías y dentro hay metro y medio de agua-nos bañamos-te acuerdas de la balsa de la huerta del obispo-el gustico del agua fría en la pechuga-esta está igual o mas fría si cabe-y de paso no bebes-porque aquí no se puede uno roscar-que te meten en la prevención-y además estás mas flaco-y eso es bueno-dentro de diez días juras bandera y si te vas a tu pueblo pues bien-no quisieron los boinas negras que te fueras con ellos-joder que manía con los cuerpos especiales-el tuyo es especial- tienes el tobillo derecho torcido y te roza la bota y echas sangre como un gorrino-como cuando te pilló tu padre el pié con la colorá-te acuerdas-y además así no vas a Galaxi, que aquello se estaba poniendo peligroso con Mari-Carmen-ni te bebes la ginebra como el agua-y en fin que la mili es un chollo-que te lo digo yo-y ¡YA HEMOS TERMINADO!                   63           ¡Si, j…..     -¡Ay, hijo mío!, que guapo estabas vestido de uniforme. -¿A que sí, mamá?- me reía. -No te burles- A mi me ha emocionado lo de la jura de bandera, con los tambores y eso.. -He hablado con el Coronel de la Base y ha dicho que cree que sí. Le ha escrito a un Coronel, amigo suyo, de tierra y le ha dicho que va a hacer lo que pueda. -Gracias, papá  -Que bien, hijo mío, así estarás ya en casa. -Y podrás ir a trabajar a la Caja cuando no tengas guardia. ¿no decías que si haces cien horas al mes te dan la paga completa? -Eso me dijo Vitaliano. -Pues nada, a ver si hay suerte. -Gracias papá.                                           64           ¿mas música…?               -¿Te acuerdas de mí?             -¡Joder que si me acuerdo!. Rodolfo, Robert, Joahn…, “ El Pava”.               Ese día me tocaba guardia. Había entrado por la mañana, a las doce y a las siete le había pedido permiso al Teniente, par acercarme a casa a por la cena.               Cuando iba a entrar al Gobierno Militar, Rodolfo me había visto. Llevaba sin saber de él desde lo de los Nijar.                           -El mismo. ¿Qué haces vestido de militar?             -Tú que crees, debe ser la mili ¿no?             -¿Y donde estás?             -Aquí en el Gobierno Militar.             -¡Vaya enchufe!             -Pues anda que el tuyo, porque alguien me dijo que la hiciste en la Caja de Reclutas, dos puertas mas allá de esto…             -¿Cómo llevas la música?             -Mejor que nunca, porque no toco.             -¿Hombre, algo harás?             -Si, darle clase de guitarra a la hija del Teniente.             -No, si digo de conjuntos.             -Pues no             -Entonces,¿ estás libre?             -Como un gorrión.             -Pues vienes que ni pintado, porque estoy buscando un guitarrista y un bajo. Tengo un batería en Pozo  Cañada, Paquito, que es panadero y toca de maravilla y con el Botero que toca la trompeta y Juan que toca el saxo y el clarinete, queremos hacer un grupo, para tocar para bailes y eso…             -No sé, no sé. No tengo muchas ganas de meterme en músicas.             -¡Si, hombre!.Mira, voy a hablar con Luís, “ El Lobo”, que toca la guitarra de muerte y, si quieres, tu tocas el bajo y ya está.             -¿Y de equipo?             -Yo tengo un equipo de voces de la leche, con eco Binson y todo..             -Pero yo no tengo equipo.             -Bueno, eso ya lo buscaremos. Voy a ver a Luís y con lo que me diga, te llamo esta noche al Gobierno. Si dice que sí, mañana por la noche, nos juntamos en el ensayo, que es en casa del Boti, el trompeta y hablamos…¿te parece bien?.             -Bueno, aunque ya te digo que no tengo muchas ganas de música. Además, yo nunca he tocado el bajo.             -Es igual, como sabes tocar la guitarra, tampoco será muy difícil…, digo yo.             -Dices tú.                                   65           La  Banda.                 -Pasa, pasa…             -Buenas noches muchachos, soy Isidro.             -Este es Pepe “El Boti”, Juan y Paco… a Luís ya le conoces, ¿no?-Rodolfo había hecho las presentaciones.             -¿Qué pasa “Lobo”?.             -Pues nada, aquí el liante de Rodolfo, que dice de hacer algo para sacar unas perrillas.               Paquito, al que pronto llamaríamos “El Mada”, porque se dedicaba a hacer magdalenas, era un chaval de nuestra edad. Como buen batería que se precie no dejaba de darle palos a la “Premier” y parecía que lo hacía bien.             Pepe “El Boti”, que hacía botas de vino para exportar, y Juan, a quien bautizaríamos como  el “Medicinas”, porque era mancebo de farmacia; rondarían los cuarenta. Tenían un equipo de voces aceptable y un ensayo. El balance estaba hecho, podía haber grupo.               -Lo único que nos falta es un bajo para que lo toque Isidro-Y además tenían ganas, porque Rodolfo insistía.             -Hombre, yo nunca he tocado el bajo, pero puedo comprar uno de segunda mano y…             -Yo tengo equipo de cuando Los Trasgos-dijo Luís- y el amplificador para el bajo podemos pedirlo prestado. Se quien tiene el “Selmer” de Kocsila.., a lo mejor nos lo dejan para probar, a ver como suena esto.                “Esto”, iba a ser primero “La Banda” y después, cuando se marchó Rodolfo y entró Tony Arcos, “ Los Brujos”.             Durante los tres años siguientes, tocaríamos en todos los pueblos de la provincia y en los de Murcia y Alicante. Un grupo de baile que sonaba bien, sin más pretensiones, al principio, que tocar las canciones del momento para que la gente bailara y sacar unos duros, que buena falta nos hacían.                         Para mí, aunque no quisiera reconocerlo, suponía una nueva oportunidad para volver a intentar la escapada.             No sé como no escarmentaba. Volvía a sentir la música metida en la sangre. No había vuelto a escribir una canción desde lo de Madrid., con Valentín, pero sentía deseos de hacerlo. Era marzo del 71.               Cuando salimos a la calle, como casi siempre que había emprendido algo en la música, no se porqué, estaba lloviznando. ¿Por qué hará tanto frío en los ensayos?.               -¿A que te dedicas, Luís?             -Ahora mismo a nada. He terminado la mili y estoy buscando trabajo…¿ Y tú?             -Yo estoy haciendo la mili, me licencio en Mayo. Somos de la misma quinta, solo que tú del reemplazo de Marzo.             -Si. Si te enteras de algún trabajo, avísame.             -Descuida. Bueno, Luís, mañana nos vemos.             -Hasta mañana, Isidro.               Conocí a Luís en las Navidades del 69, cuando hicimos aquél engendro que se llamó “ La Cosa” y tocamos en Galaxi. En plena época negra.               El había intentado lo de la música con toda su alma en el 66, con Los Trasgos. Todos ellos dejaron trabajos y estudios y se embarcaron en la aventura. Lo tuvieron muy cerca cuando les apadrinaron “Los Brincos”, pero las cosas no salieron.               Estuvieron en Madrid y luego, después de discutir con Adrián, en Tarragona con mi primo Morgan de solista.               Después se fueron a Canarias para tocar y buscar una orientación en la música que hacían. Cuando volvieron de allí, que sonaba el grupo de maravilla, lo dejaron todo por culpa de la maldita mili.               Ahora, Luís, que tenía novia, Mari Carmen, andaba loco por un trabajo fijo, para casarse y reorganizar su vida…¿Porqué será que me sonaba aquella canción…?, por lo menos algunas estrofas de la letra.                          66           …..Bueno, pues.                 -¿Qué piensas, Isi?             -Nada, Dro. Mira ahí está la  “Fifí”               Era mi gata. Me esperaba siempre subida en los machones de la verja  de los primeros chalets de las Casas Baratas. Le había puesto un cascabel , con un lazo rojo y por la noche, cuando venía del ensayo, a las doce o la una de la noche, nada mas llegar al barrio, oía el tintineo. Yo seguía andando, ignorándola y, luego a luego, se acercaba a mí. La tomaba, le hacía unas carantoñas y la echaba al suelo y, entonces se veía andando a mi lado hasta la casa.               -No suena mal “ La Banda”, ¿eh, Isi?             -No. Está bien. Da gusto tocar con la gente esta. Son buenos chavales. Con quien mejor me llevo es con Luís. Debe ser porque le conozco de hace más tiempo y eso. … Te acuerdas el otro día, cuando estaba tan morrudo y al terminar el ensayo nos juntamos en la puerta los dos y…¡Joder, Isidro!, que a las mujeres no hay quien las entienda-hoy hemos vuelto a tener otra enganchada- porque él es de Lugo-Mari Carmen y yo-que si no te pongas esa falda tan corta-pues me la pongo porque quiero-que a ver si buscas trabajo-que no es tan fácil-ya lo intento-hemos ido Isidro y yo a ver a un tío en Banesto que lleva lo del Hotel Los Llanos y nos ha dicho que ya veríamos- y a una gestoría-pero las cosas no están fáciles-total que tú-que yo-que los dos- no hay quien las entienda Isidro- a mi me lo vas a decir Luís- que ahora resulta que aquello que te conté de “mi rubia”-ahora está saliendo con Ángel-que ha reñido con su novia-seguro que cuando estábamos en Madrid, Valentín y yo-ya le había tirado los tejos-si es que las tías son la leche-vamos a hincharnos a vino-y a roscarnos como piojos-que ¡ay!- que desgraciado soy Isidro-porque Luís es de Lugo-pues anda que yo Luís- así estaba yo como tú, cuando hicimos la Cosa-en Galaxi-pero a mi me habían dejado y estaba jodido-y a ti no- porque aunque  hayáis discutido- a ti la Maricarmen te quiere mucho- no seas zorro-ya nos hemos bebido una botella de vino-que nos traigan otra-aquí no hay vino bastante para roscarnos nosotros-pero a mi Luís la cosa me la trae floja-yo creo que los mundos y la voz y la matraca-y si no oigo la voz no me enredo con ninguna tía-si pero tu tienes trabajo-pero oye Luís has oído la voz-que voz Isidro-tu estás como una cabra-y eso de los mundos-joder estás mas borracho que yo, que ya es decir- ahora pillamos y lloramos-y luego nos reímos y contamos chistes-Paco me echó a mí una mano-ahora nos la echamos los dos-y listo- que no se puede consentir-que mañana voy y le digo a la Maricarmen-que si ha oído la voz-y que lo del mundo es fundamental para que sigamos juntos-y que si no-¡¡Ay Isidro!!-¡¡Hay Luís!!-no está mal lo de la Banda-hacemos un conjunto y nos vamos con la música-si a otra parte-Ja,Ja,Ja-venga que van a cerrar-vámonos ya-pues vámonos-adiós muchachos y que quede constancia que aquí no hay vino bastante-para roscarnos a nosotros-¡HALA!               -Por cierto, Dró, que no se me olvide que tenemos que decirle a Luís que hay oposiciones para entrar en la Caja y que Vitaliano, en la academia, prepara a gente. Ya verás que alegría se va a llevar. Con lo metódico y lo astuto que es, seguro que aprueba.               -Seguro.               Había morciguillos, volando alrededor de la luz de la calle, delante de mi casa, cazando mosquitos. Las acacias ya tenían hojas; y las higueras y el albaricoquero de los patios…Los chalets, recién blanqueados olían a cal, a jazmines y a madreselva.. El Barrio de las Casas Baratas se había vestido de primavera y estaba como siempre precioso…                                  67               no, no, quita…                 -¿Es que no piensas echarte novia, Isidro?             -De momento no, mamá.             -Y el conjunto, ¿Cómo va?             -Bien, son gente muy maja. Estoy muy a gusto con ellos.             -Pues ahora, que ya has terminado la mili, podías buscarte una buena muchacha y casarte. Es lo que hace todo el mundo ¿no?             -Mamá, a mi lo que haga todo el mundo me trae sin cuidado. ¿Qué quieres, que busque una novia, una casa y me case., no?..¡Eso es! Y que me meta allí todo el día con mi mujer, a ver la televisión y a oír llorar a los chiquillos..; y los sábados al cine y los domingos, después de misa, a tomar el aperitivo..¿no?.. Eso no es para mí.             -Pues es lo que hace todo el mundo. Tus amigos ya tienen novias y se han metido a comprar un piso y piensan en casarse y eso…¿y el trabajo?             -Bien, muy bien…               Estaba claro. Mi madre no sabía cuales eran mis pensamientos, ni mis proyectos y eso le preocupaba.             Cada vez que nos quedábamos solos, trataba e sonsacarme. Hábilmente empezaba una conversación de manera intranscendente y cuando me daba cuenta estábamos  hablando de lo mismo. La novia, casarse,.. Lo único que sabía de mí es que no paraba en casa. Me levantaba, me iba a trabajar, venía a comer y ya no me volvía a ver hasta el día siguiente. Estaba preocupada.               El trabajo en la Caja iba bien. Había sustituido a César en el Negociado de Valores y desde la tercera planta, en el mismo despacho donde entré cuando volví de Madrid, me habían trasladado a la primera. Era un despacho muy bonito, con cristalera de colores y las paredes chapadas en madera, junto al de Subdirección y Secretaría.                 El trabajo era mucho y, como me habían dado la oportunidad de pedir un compañero, llamé a Paco Alemañy, que andaba por urbanas, por si le podía interesar.               Paco había accedido y, ahora trabajábamos juntos. Nos pasábamos allí todas las tardes, incluidos algunos sábados y, yo hasta algunos domingo.               Cuando salíamos, a las siete o has ocho de la tarde, tomábamos una cerveza hasta las nueve o las diez y luego iba al ensayo, casa del botero y al terminar, sobre las doce, a casa.               Los sábados y domingo, si había contrato, a tocar por los pueblos con el grupo y, si no, con Paco, Luís Picazo, “El Gamba”, César y, un muchacho de Badajoz, que trabajaba en la Central Contable de Banesto y, al que llamábamos “Veneno”; a pescar al Guadalquivir o a cazar perdices, todo dependía de la época del año y de la veda que estuviera abierta.               Cuando el trabajo no era tan agobiante nos juntábamos, a las cuatro y media de la tarde en “El Carmen”, una cafetería de las Casas Baratas y jugábamos a los dados y proyectábamos  la próxima pesquera del domingo. Luego, a beber vinos al Mesón del Pollo, o a Nuestro Bar.               Solíamos llevar la guitarra y, cuando empezábamos a cantar, hacíamos corrillo. La gente participaba y lo pasábamos bien. Terminábamos como siempre, en los bares de mala nota, y  normalmente pasados de cucharadas.               Uno de los más liante era yo. Trataba, por todos los medios, de no tener un minuto libre que me permitiera quedarme a solas con Dro.               Sabía que no le gustaba lo que estaba haciendo. Me había vuelto algo camorrista y frecuentaba un bar de alterne, en la carretera de Circunvalación, junto a la SEAT, donde algunos días me daban las tres y las cuatro de la mañana, burreando con las chicas de la barra. Más de una vez tuvieron que sacarme de allí, Paco o César, borracho como una uva, para que el chulo de turno no me rajara como a una sandía.             En Septiembre, después de la Feria había estado saliendo, durante algún tiempo, con Juanita, una chavala de Pozo Cañada que había conocido una vez que fuimos a tocar allí con la Banda. Me la había presentado Paco, el batería, que era del pueblo.               Pero mi manera de ver a las mujeres había cambiado. Ya no pensaba en otra cosa que ir a bailar o a divertirme con ellas y, cuando me hablaban de noviazgo, les confesaba abiertamente que eso no formaba parte de mis planes. No tenía ningún interés en conocerlas mas a fondo ni, por supuesto saber si tenían un mundo y mucho menos conocerlo y participar en él. Solo me interesaba lo que estaba a la vista y lo que se adivinaba; lo demás eran inventos y gilipolleces mías que, como decía Dró, eran cosas de ilusos e ingenuos.               La ley del péndulo, como sabría después, había funcionado en mi vida, como en la de todos los seres humanos, a la perfección.                               68           ¿ entonces…?     -¿ Que te pasa, Isi?   Era inevitable. Tarde o temprano tenía que suceder.   -Nada, Dro. Ya sabes que las Navidades me ponen triste, no lo puedo remediar. -Eso no es malo. Es época de reflexión, y… -Claro, por eso apareces tú, ¿no? -Hombre para algo estoy aquí…¡No te quejarás!, en el último año y medio te he dejado hacer digamos… tonterías, sin de decir nada, aunque a veces,  he estado a punto de saltar y… -¿Y qué? -Nada, nada, solo que.., en algunas cosas te has pasado. -¿Cómo en qué? -De sobra lo sabes. Has bebido como un cosaco y, lo de los mundos, te ha importado tres leches. -¡Ya estamos! ¿Pues no habíamos quedado que eso era un tontería?,¿a que vienen los reproches? -¡Y lo de andar, siempre, de gresca en lo de la SEAT. -¡Bah, tonterías!. Yo no le he hecho mal a nadie. -Tú no, pero has estado, un par de veces, a punto de que te rajen. -Ná, exageras. -Si, si.. Bueno, solo quiero que sepas que sigo aquí y que, en lo que pueda ayudarte… En fin, me alegro de que haya pasado el temporal. Has estado un poco dramático y guerrillero y si llega a durar un poco más, reventamos. -Quizás se me ido un poco la mano. Si te digo la verdad me daba miedo volver a encontrarme contigo. -Pelillos a la mar. Oye, Isi, es buena gente esa de la Banda, de verdad, me gusta. Me ha alegrado un montón que Luís aprobara las oposiciones y entrara a trabajar en la Caja. Es un muchacho estupendo y su novia también. -Hombre, alguna cosa buena tenía que sucederme en el tiempo que hace que no hablamos, y la amistad de Luís es de lo mejor que me ha pasado últimamente. -Me alegro. ¿No te importa que haya venido, Isi? -Al contrario. -Entonces, ¿amigos? -Amigos, Dro y esta vez, hasta la muerte.                            69   ¿ ..clases de qué?.     -¿Isidro? -Si, dígame. -Soy Eloisa. Igual no te acuerdas de mí. Estuvimos juntos dado clase de Matemáticas en la academia de D. Ascle. -¡Ah, si!, dime, dime.. -Pues nada, que unas amigas y yo, queremos aprender a tocar la guitarra y me he acordado de ti. Si quieres, nos podías dar clases y nos enseñas.., nada, solamente a acompañar y eso.., para cantar canciones cuando nos juntemos las amigas..¿a ti que te parece? -Pues…, no sé. Nunca he dado clases a nadie, así en plan formal.., pero bueno..¿Cuantas sois?. -Seis o siete. -¡Hala!..bueno, pues vale. -¿Y donde daríamos la clase? -No sé, en mi casa mismo. -¿Y de cobrarnos? -No tengo ni idea. -Hombre, a una amiga mía le cobraban trescientas pesetas al mes, por tres clases a la semana, de una hora…, si te parece bien..             -Pues… bueno...             -¿Entonces?             -Hoy es viernes.., pues el lunes si queréis empezamos.., nos vemos en mi casa a las cinco de la tarde, tómate nota de la dirección.             -Dime.             -En el Barrio de las Casas Baratas, detrás de la Iglesia de Fátima.., calle…..             -Vale, ya se donde es, el lunes a las cinco estaremos allí.             -Y llevaos las guitarras.             -¡Ah, claro!             -Adiós.                             70           Si te sacas unas perrillas…               -¿Aquí en casa?             -Si, si no te parece mal.. Solo será una hora por la tarde, a las cinco y únicamente lunes, miércoles y viernes.             -¿Y donde vas a dar la clase?             -En el salón. En el único sitio que se me ocurre.             -Vaya tiberio..¿ Y les vas a cobrar?             -Si, trescientas pesetas al mes a cada una y son seis o siete.             -¿Y quienes son?             -Yo que sé, mamá. Solo conozco a Eloísa, la que me ha llamado. Estudió conmigo en casa de D. Ascle,.. dice que son amigas suyas…             -Ya. Bueno, pues nada, si te sacas unas pesetas, bueno va.             La verdad es que a mí tampoco me volvía loco la idea de tener una obligación más. Estaba acostumbrado a terminar de comer y, con el último bocado, salir pitando. Suponía apartarme, un poco, del resto de los amigos. No podría ir a jugar la partida de dados a las cuatro y media a “El Carmen”, pero bueno…ya me juntaría con ellos después, aún quedaba mucha tarde, si es que los pillaba porque, después de salir de la cafetería no sabíamos nunca donde terminaríamos, ni a qué hora.               La otra cosa que me preocupaba, era que nunca había tratado con tantas mujeres a la vez y no sabía si podría barajarlas y como hacer para que la clase no terminara en un “guiry-gay”.               La actitud de mi madre, cuando le dije lo de las clases, me había dado la sensación de que no quería convertir su casa en un gallinero. En fin, me había comprometido y la única manera de saber lo que iba a pasar era, que pasara. Al fin y al cabo, si se daban mal las cosas, o no me veía capaz de seguir adelante, siempre podría inventar alguna excusa para cortarlas. Además, un dinerillo extra nunca venía mal a gente que, como yo, entregaba en casa, todo el dinero que ganaba.                             71           Isi, ¿ has oído…?               -¿Qué opinas tú de eso de las clases, Dro?             -Hombre, no está mal.             -Pues no lo dices muy convencido. Como si no te conociera.¡Anda, habla!             -De verdad, me parece bien. Te sacas unas pesetillas, el ambiente es bueno.. Algunas son un poco escandalosas, pero es normal, tantas muchachas juntas..¡Ah! y las hay guapas y otras con dinero..             -¿Y..?             -Pues que son muchas, ¿no?             ¿Y qué?, ¿o es que no domino la situación?             -Si, si. La verdad es que me has dejado sorprendido, no esperaba tanta eficacia.             -¿Entonces?             -No, sé, verás…, no sé como decírtelo sin que te enfades, ni te rías..             -¡Joder, Dro,..,  me estás poniendo nervioso!.¿Quieres decirme que es lo que te preocupa?             -Bueno, verás..¿Te acuerdas del otro día, cuando volvíamos de trabajar, a las tres de la tarde, con un calor de justicia y…             -¿Y qué?             -Y vimos a la rubita esa, que es delgada y tiene los ojos alegres como un gorrión y las piernas tan bonitas y sonríe a todas horas… Si, hombre, la que se sienta justo enfrente de ti, en las clases y que se pone nerviosa cuando le hablas y le salen los colores….             -Sigue..             -Y le dijiste…”Venga, que ya no puedes ni con los zapatos”… y se echó a reír..             -¡No me digas nada, Dro.!             -Isi, ¿oíste lo mismo que yo?             -Si.             -Entonces, ¿por qué no me has dicho nada?             -Porque nunca pensé que, de verdad, algún día… oiría esa Voz…   ©Isidro Martínez Palazón. http://www.isidromartinez.com/                                                -INDICE-                                 Capítulo                                   1                 gorriones y tebeos.                                       2                 Víctor.                                    3                 morciguillos…                       4                 Las palomas….                      5                 La bici.                                   6                 Cantar.                                   7                 El palo                                               8          el Instituto                                                                 9          problemas.                                          10        mis padres                                          11        la química                                          12        el gordo Sotoca                                  13        ¡salta!                                                 14        las notas                                             15        la “Sonik”                                          16        los nijar                                             17        El mosca                                             18        más notas                                           19        en el patio                                          20        aquí en mi nube                                 21        La Bolera                                           22        apendicitis                                         23        Adiós                                                  24        ¿y ahora?                                           25        los pobres y...                                     26        ¿contadores?                                      27        Don Jesús                                           28        ¡Ya!                                                     29        y “botones”                                        30        ¿contadores?                                      31        la Caja                                               32        a Madrid                                            33        Dro                                                     34        fichas                                                  35        color caña                                          36        Cristina                                              37        Vitaliano                                            38        Alemañy                                              39        el ratón                                                                                       -INDICE-                         Capítulo                                 40        con los Trasgos                      41        El puente la gorda.                42        escarceos                               43        Valentín                                  44        ¿y si no quiere?                      45        la corbata                               46        ¿Por fin?                                47        El festival                               48        y, ¿ahora?             49        ¿porqué no...?                                    50        ¡aquí estamos!                        51        ¡primer asalto!                                   52        la carta                                               53        ¿el cuento de la lec... ?                      54        Juan Pedro...                                      55        ¡Cantala…!                56        mira a ver, anda...                              57        Pues…                                                58        …y mientras...?                                  59        Adiós, adiós.                                       60        ¡A la m….                               61        La resaca.                                           62        inevitable.                              63        ¡Si, j…                                                64        ¿mas música..?                                   65        La Banda                                            66        bueno, pues…                                     67        no, no, quita…                                   68        ¿entonces?                                          69        ¿clases de que?                                  70        Si te sacas unas p…                           71        Isi, ¿ has oído?                                       
                          31           la Caja.   -Aquí tiene usted la Cartilla de la Seguridad Social. Pásese por la consulta de D. Cayo del Amo, que está en la calle de la Feria, en el número 5, para que le haga el reconocimiento médico, y como le corresponden diez días de vacaciones de este año, pues se las toma ya, y se presenta a trabajar el día 7 de marzo, a las ocho de la mañana. ¡Ah, y enhorabuena!             -Muchas gracias.               La oficina estaba en la calle Isaac Peral,  junto al Teatro Circo. Era un local pequeño con  unos ventanales grandes de que daban a los jardines de la Diputación por los que entraba la “Gracia de Dios”, a montones.               Aquello era, para mí, sorprendente y extraño. ¿Y que se hace en una oficina como esta?               “Llévale este papel al Interventor-Suena el teléfono, cógelo- Caja de Ahorros, dígame- Tráeme un café del Milán- vete al estanco y cómprame un cartón de Record-Isidro-, si no hay Record me compras Rex-Vaya chavala mas despampanante esa de Ahorro- La Pepa- esto no cuadra, Isidro- has vuelto a meter la pata en los negociables del Servicio Nacional del Trigo-Vitaliano viene.- Vamos a almorzar que es la hora- dile a Felipe, del Archivo, que si ha liquidado los Seguros Sociales del mes-pasa a máquinas y dile a Paco Muñoz que te dé la “ficha roja” de los préstamos de maquinaria de laboreo-Adiós Víctor Manuel- Adiós Patxi Andino- ha sido un placer- pero tengo que archivar los préstamos populares y liquidar los no negociables del SENPA.. Yo venía a abrir una libreta de ahorro….     32         … a Madrid   -Yo no sé si presentarme a lo de Contadores, Juan. Los temas de Legislación, mas o menos, pero lo del cálculo mercantil y la contabilidad…… ¡cero patatero!             -Tú preséntate. Es cuestión de suerte. Mira hazte la cuenta de que nos vamos a Madrid a pasar dos días de cachondeo, a tomarnos unos vinos y por la noche a dar una vuelta por la calle “La Ballesta”. Además, ¿a ti que más de te da aprobar que no, si ya tienes lo de la Caja de Ahorros?             -Si, visto así, la verdad es que…             -Pues claro hombre, ya verás que chavalas hay en Madrid. ¿Tú tienes novia?             -No, ¿y tú?             -En el pueblo. Bueno esa es mi novia oficial, aquí en Albacete estoy saliendo con una chavala, pero ya le he dicho que sin compromiso, ya sabes…, para pasar el rato.             -Si, claro… Oye, ¿y te piensas casar con ella, con  la del pueblo, la oficial?             -Ya veremos. Gustarme si que me gusta y es una buena muchacha. Se llama Pilar y somos novios desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que hay que disfrutar de la vida, que son cuatro días y una cosa no quita la otra.. Además ya sabes, a las mujeres palos y mala vida y... si una se va, otra vendrá.             -Pero Narciso, digo Juan, si la quieres... ¿cómo puedes darle palos y mala vida?             -Hombre es un decir. Yo lo que quiero decir es, que por salir con otra no le hago ningún daño. Ella está en el pueblo y no se entera. Luego, cuando tenga trabajo, pues igual me caso con ella.             -¿Y os lleváis bien? Me refiero a si discutís y eso…             -No tenemos tiempo. Yo voy de vez en cuando al pueblo a ver a mis padres y eso, sobre todo para las fiestas y, cuando voy, ya sabes..., tenemos que recuperar el tiempo perdido. De todas maneras la última vez que estuve, en Navidades, tuvimos morro porque alguien le había dicho que me habían visto con unos amigos en los bares de putas de “El Alto la Villa “..., ya sabes, de cachondeo… y se cabreó, pero a los cuatro días la llamé por teléfono y se le había pasado… ¡Ná!, nunca llega la sangre al río…             -Si, pero puede venir ya, barranco abajo...             -¿Qué dices?                           -Nada, nada, que bueno, que sí... que nos vamos a Madrid a ver que pasa.             -¡Qué va a pasar?.. Pues que nos vamos a divertir de lo lindo.                           33           Dro               -Oye, Isi, ¿a  ti que te parece eso de las chavalas?             -Pues que son preciosas y extrañas.. Es que, no se como decirte.             -Pues explícate.             -Mira que son como nosotros…Si, vamos, que son personas, que tienen dos ojos, una boca, dos orejas y en fin… piernas y todo lo demás…; pero al mismo tiempo…, no sé..             -¡Te explicas de maravilla, chico!.             -Oye, que no es fácil ¿eh?.., no me jodas.             -¿Qué no es fácil?..¡Facilísimo!, que están buenísimas y que ya sabes..             -¿Si?..No me digas.. Eso ya lo sé, pero no vas a estar todo el día acostado con ellas.¡Vamos digo yo!. Tendrás que saber como son, que piensan, que quieren, que les gusta.. .,Que esperan de la vida…             -¡Ahí va este!..¿ Es que te crees que mean Pepsi-cola?             -Yo no he dicho eso..¡Imbécil!             -Si, Isi.., que te conozco.             -No seas estúpido. Lo que quiero decir es que no son como nosotros. Tú has visto la piel que tienen.. Y las manos..; hasta los ojos y la manera de mirar son distintas.. Huelen de otra manera hasta cuando sudan.. Eso por fuera, con que por dentro…..             -Pues tripas, como todo el mundo.             -¡Me estás cabreando, eh!. Me refiero a sus pensamientos, su inteligencia, sus sentimientos..¡Joder que pareces gilipollas!             -¡Bah, tonterías! Las mujeres son para acosarse con ellas y ya está.             -Y dale. Lo que trato de decirte es, que habrá que saber como se convive con una mujer. En fin, que se hace con ella cuando no se está acostado.             -Pues nada, te hace la comida…, te plancha las camisas, te lava la ropa, te espera en casa mientras tú te vas de caza o de cachondeo con los amigos…, y tú  a cambio la llevas al cine, de vez en cuando, o a tomar el aperitivo los domingos, después de misa.               -Pues es una lástima desperdiciar una cosa tan buena en eso…Lo suyo es estar con ella todo el día.., hablando de las cosas que le gustan y de proyectos para hacer juntos..             -¿Juntos?.¡ Ya está, la cama!.             -Desde luego lo tuyo es pelar la naranja y comerse las cáscaras..¿ Tú crees que las mujeres saben distinguir un gorrión de una gorriona..?¿ Y sabrán  apreciar el gusto que da bañarse en las balsas, con el agua como el hielo, a las cuatro de la tarde en Agosto..?, o si se les saldrá el corazón de la caja cuando claven una trucha de un kilo con una mosca falangista, en un corrental.. O eso que te da cuanto no te lo esperas y te sale de los pies una perdiz diciendo “pijo-pijo”.. O tumbarse en el monte, debajo de un pino y ver correr las nubes… y disfrutar de oír como canta el aire en la “juma”.. ,o pasear cuando llueve fino, sin paraguas y que te dé el agua en la cara…Y ver el viento y sentirlo cuando escuchas “ Una noche en Monte pelado”, o fumarse un “cigarro laaargo y negro” mientras se está en una buena conversación.. y pegarse con cualquiera por defender una idea…o, entender porque una guitarra a veces hace llorar y otras reír, siendo la misma…¿ Sabrán quienes son los Beattles?-¿ o roscarse, como un piojo, bebiendo cerveza y comiendo patatas bravas?- y de cantar, cuando surge, hasta quedarse ronco burreando,- o de hablar y hablar, hasta las cuatro de la mañana, de lo divino y de lo humano y de paso arreglar el mundo-o, pasar las horas muertas, delante del mar, sin hablar, pescando sin anzuelo ni cebo, por el placer de ver el agua y el cielo? O llorar a moco tendido...- o de hacer el amor a destajo, a todas las horas, hasta cumplir los noventa y morirse de gusto?...¿TU CREES QUE SERAN ASI, DRO?..             -Ah!, te refieres a eso…             -Si.             -Pues .., no sé.             -Yo creo que si encuentras una mujer así, merece la pena juntarse con ella para siempre. Sería como encontrar un alma gemela.. No digo que le gustaran exactamente las mismas cosas, aunque sería lo ideal, sino que tuviera la misma manera de verlas.., la misma actitud ante la vida..¿Me entiendes?             -Ya te estás liando, Isi.             -No me estoy liando.. Escucha, lo que quiero decir es que sus mundos fueran muy parecidos, al menos en lo esencial…             -¿Sus mundos?, ¿Qué mundos?--¡Ves como te lías!-¿Cuántos mundos crees tú que hay?.Tú estás mal de la cabeza. Mundos no hay mas que uno..¡El mundo!, el de siempre.. La bola esa redonda que veíamos en clase de Geografía.             -¡No digas mas tonterías, Dro!. Me refiero al mundo en que uno vive cada día, el que está habitado por sus ideales, sus sentimientos, su trabajo, … sus gustos, sus ansias, sus miedos.., sus problemas y su forma de resolverlos, sus ambiciones, sus caprichos, sus necesidades, sus creencias, su valoración de cada cosa que le ocurre…SUS-SUS-SUS-SUS---COSAS, DE SU MUNDO…¡ENTIENDES AHORA!               -O sea, que según tú, cada uno vive en un mundo.             -¡Por supuesto!. No digo que no nos afecten las cosas que pasan en los mundos de otras personas y las que pasan en el Mundo ese de la Bola de Geografía…¡Claro que nos afectan!, pero a cada persona en “su mundo” le afectan de manera distinta…, según los habitantes que tenga su mundo particular…             -Ya.             -Dices que ya, pero.. A ver si me entiendes. No te va a afectar a ti la escasez de tomates un año, por la sequía, como a la persona que vive exclusivamente de plantar, cuidar y vender su cosecha de tomates..¿ O sí?, sobre todo si tú, además ¡ODIAS LOS TOMATES!             -No, claro.             -Pues a eso me refiero. Lo que digo, volviendo a lo de las mujeres, es que lo ideal, para juntarse con una de ellas para siempre, es que su mundo particular y el tuyo sean muy semejantes, o que entre los dos  creen “un mundo nuevo” en el que se sientan tan cómodos, o más, que en el que tenían antes, …aprendiendo del otro y dejándose enseñar por el otro….¡Ya está, Dro!, sería eso.. Bueno, creo que aún no lo tengo muy claro, pero que por ahí van los tiros.., mas o menos.             -No sé, Isi, tú sabrás.. Esa es tu parte, pero a mi eso de ….tanto mundo…             -La verdad es que tiene que ser difícil, lo reconozco, porque yo veo muchas parejas que son como tú dices, pero para eso no creo que merezca la pena atarse a nadie para toda la vida. En todo caso, para un rato de vez en cuando….¡Ja!,¡Ja!.             -¿Ves, lo que yo te decía?..¡La cama!.             -Fuera de bromas, te imaginas Dro, encontrar a una mujer así para toda la vida, para compartirlo todo…, con la piel tan suave que tienen y lo bien que huelen, con los ojos tan así.. Yo creo que para que salga bien tiene que intervenir el Cielo…, no andar zascandileando de aquí para allá, preguntándole a todas ¿ eres tú?.. Vamos que no hay que correr detrás de ellas, sino solo esperar a que, delante de alguna, oigas…¡MUCHACHO, ESTA ES LA TUYA!.               -¡Estás como una cabra!.. “los mundos”,..”La naranja”..             -¡Calla, so zorro!, que llevamos dieciocho años juntos y algunas veces no te aguanto ni yo. Además tú que sabrás de naranjas. Primero, se ven y se huelen, luego se pela.., después se disfruta de lo que hay dentro y… con la corteza se hace arroz con leche..¡ para que lo sepas!.             -¡O pólvora!.             -¡Cállate, maldito idiota!. Lo que yo haga con la corteza es asunto mío.             -¡Y mío!, ¿ no?             - Es inútil discutir contigo, siempre quieres quedar por encima…, como el aceite.                                              34   fichas.               -De momento vas a préstamos, con Guillén.             -Vale, ¿ y que tengo que hacer?             -Pues lo que él te diga.               Era un señor mayor, como de treinta y cinco años, el que me acompañaba al negociado de préstamos, a donde me habían asignado para trabajar.               -Guillén, este es Isidro, el botones que te prometí de los que aprobaran la oposición. A ver si ahora se pone al día el archivo. Ha sido el número uno.., así es que te traigo el mejor.             -Gracias Vitaliano.               Luís Guillen era un hombre alto y muy serio,  que se reía de manera burlona, casi socarrona diría yo, por debajo de un poblado bigote.               -Esto no es un botones.., ¡es un botonazos!             -¡Ea!.- estaba acostumbrado.               Por aquel entonces, medía yo un metro ochenta y pesaba noventa kilos; así es que resultaba fácil saber a que venía el comentario irónico.               -Pues mira, Isidro, ahí tienes ese montoncico de fichas de préstamos para clasificar por número y después ponerlas, ordenadamente, en ese archivador. Cuando acabes ya te daré otra cosilla.             -Vale.                            ¡La madre que me parió! Allí había más de mil fichas de préstamos, de cartulina dura y satinada, con los bordes afilados como navajas, que no cabían ya en el fichero y que me estaban dejando los dedos como si me hubieran pasado por encima de la mano el trillo de la era..-El mil trescientos ochenta y uno-¡Guillén, maricón!, bien podías hacer esto tú, en vez de estar cascando con la Pepa..¡Me está bien empleado por aprobar- mil trescientos noventa y uno-¡ya quedan pocas!, y el mil quinientos veinte..¡Guillén, ya he terminado…, que te creías!.             -Ya he terminado, D.  Luís. -Muy bien, me imagino que las habrás ordenado como Dios manda ¿no? -Si señor.   No sabía yo que Dios mandara ordenar los préstamos por números, ni meterlos en un archivador, ni que tuviera que ser a base de cortarse los dedos y despellejarse los nudillos, pero en fin.., como yo tampoco había leído mucho la Biblia, pues podía ser que…   -Pues ahora.-abrió la puerta de un mueble que había a espaldas de donde estaba sentado-ya solo quedan estos dos montoncicos más …   ¡La madre que me parió! .Si tiene mas fichas escondidas- seguro que aquí no se ha guardado una ficha en su sitio desde que abrió la Caja- ¡Me cago en la leche, Guillén, eres un canalla!-podías haberme dicho que tenías mas-Seguro que todos los armarios que hay en la oficina-y había lo menos diez- están llenos de fichar por archivar….¡Fichas-Fichas-Fichas…!   -No te he dicho que había más para que no te desmoralizaras, pero la verdad es que éstas son las últimas. -¿Seguro? -Si, si.., son las últimas.   Pues nada-Santa Ficha Bendita-que en el cielo estás inscrita- en armarios guardadita-tan preciosa, tan bonita- hasta que he llegado yo-con mi sangre y mi dolor- a meterte, sin piedad..¡en este maldito archivador!...   Tres días tardé en guardarlas todas. Fichas de posición, fichas índices, verdes, azules, rojas, más chicas, más grandes..¡Fichas!, ¡Fichas!.. y ¡Claro que había más!...” En aquel cajón hay otras poquitas, en esa caja de cartón creo que guarde unas cuantas… voy a ver si quedan mas por allí dentro..¡Fichas!, ..¡Fichas!..COMER FICHAS, SOÑAR FICHAS….Todo en la Caja de Ahorros se hacía en fichas, y todas, todas.. todas las guardé yo en su sitio..Bueno, en su sitio????   -¡Venga, déjate ya las fichas y vamos a almorzar, que son las diez y diez..! Hola, soy Luís Picazo. -¡Hola!, pues vamos. -¿Te has traído el bocadillo? -Si, lo tengo en el armario ropero. -Pues, ¡hala!, tira a por él y ahí, en el jardín nos vemos. Es costumbre salir a desayunar en dos turnos, unos a las diez y diez; y otros a las diez y media. -Vale.   Ya me había traído, dos días, el bocadillo que mi madre me preparaba por la noche, pero no me lo había podido comer. Nadie me había dicho cuando tenía que salir a desayunar, ni siquiera Guillén y ya pensaba yo, si allí únicamente desayunaban los veteranos.   -¿En que negociado trabajaría Picazo, que llevaba una bata blanca?. Parecía un enfermero. -Estoy en máquinas. Donde se registran todas las operaciones que cada día se hacen en la caja. Luego se resumen en un parte y se pasan a unas fichas…. -¿A unas fichas?.¡Joder, pero si hay mas fichas…!- Oye tu cara me suena. -Y a mí la tuya..¿Tú no andas en lo de la música? -Si, con los Nijar -Claro, pues de eso. Yo estoy en los Star. -¡Ah, pijo!, tu eres el cantante. -Si -Pues os suena bien el conjunto. -Si, estamos contentos. -Y tú ¿ no haces nada? -No, ahora no. He estado preparando oposiciones y no he tenido tiempo. Ahora, que tengo las tardes libres, igual me meto en algún grupo a ver si saco unas perras y de paso me entretengo… -Bueno, vamos ya, que es la hora. Pues, ya sabes donde estoy, para lo que necesites. Adiós.  -Adiós y gracias. Es majo el Luís este.                               35           color caña.     Lo llevaba guardado como un gorrión en el bolsillo, cogido con la mano para que no se escapara.   -Mira mamá, ya me han pagado en la Caja. Toma-me temblaban las manos, cuando le di el sobre de color caña. -¡Tu primer sueldo!.Qué, ¿ estás contento? -La verdad es que sí. No es mucho, pero algo ayudará en casa. -Si, es mucho, son quinientas treinta y cinco pesetas. Ya verás que contento se va a poner tu padre.   Estaba emocionado. Era mi primera paga y eso de trabajar no estaba mal del todo, aunque echaba más horas que “el tostao”. Me iba de mi casa a las ocho menos cuarto y volvía a las tres y media. Comía y volvía a la Caja a las cuatro y media y algunas noches nos llevábamos la cena y salíamos a las cuatro de la mañana, sobre todo los finales de mes, liquidando Negociables del Servicio Nacional del Trigo o repasando Seguros Sociales con Felipe el de archivo. Luego los relacionábamos para mandarlos al instituto Nacional de Previsión… y de horas extraordinarias nada.   Era duro, pero el ambiente de trabajo era bueno y aprender a trabajar me producía una extraña y excitante satisfacción. Definitivamente había caído en la trampa de sentirme mayor por el hecho de trabajar. Además muchos de los casi treinta empleados eran gente joven, de mi edad mas o menos y pronto hice amistad con ellos. Isaac, que estaba en máquinas con Luís, Oscar y Samuel; Emilio Panadero, que estaba en ahorro, Valentín- al que le gustaba cantar, y lo hacía bien- Segundo Moreno y su hermano Paco, Juan Larrey, Blas Garví..Era como una pequeña familia, aunque suene a tópico; D. Jesús Sánchez Ajofrín, que era interventor, D. Vicente, el subdirector, D. Diego el Director, que me recordaba mucho a D. Andrés Masiá, porque era de su estilo..¡Ah! Josefina, La Pepa, toda una institución, exuberante, provocativa en el vestir e inteligente como ella sola; Vitaliano, que era el Jefe de Contabilidad; D. Javier, el Asesor Jurídico; Pepe López y Faustino, un gran hombre, honesto, algo maniático y enamorado de la música clásica, Luís Guillén, Luís Duque, que había entrado cuando yo, y una chica cordobesa que se llamaba…., “no me acuerdo como “ y que luego dejó la Caja y se marchó para su tierra al poco tiempo de entrar yo…   El escenario en el que se había de desarrollar mi vida profesional estaba servido. Allí pasaría una media de doce o catorce horas diarias, durante los siguientes veinticinco años, salvo épocas en que mi vida tomaría otro rumbo. Serían conatos de escapada, tratando de ir a ver a mis amigos Víctor Manuel, Juan Manuel Serrat o a Nuestro Pequeño Mundo, para decirles…”Esperar que voy a ver si cuadro los Seguros Sociales y en seguida vengo…                 36           …Cristina.       -¡Hola, Isidro!               Supongo que primero me puse blanco, luego rojo y después de todos los colores a la vez.¡Madre mía y que flojera de piernas!               No solamente estaba cuando lo de D. Andrés Masiá y lo de los Hidrocarburos; y en el andén del Instituto, cuando recogíamos las notas de Reválida de 6º; y en casa se Valero, cuando lo de Contadores..¡Ahora, estaba también aquí, en la Caja de Ahorros!   -¡Hola Cristina!             -¿Sabes Isi?, yo creo que para que salga bien tiene que intervenir el Cielo. No andar zascandileando, de aquí para allá,  preguntándole a todas ..¿Eres tú?. Vamos que no hay que correr detrás de ellas, sino solo esperar a que Dios te la ponga delante y te diga..”Muchacho, esta es la tuya”…             -¡Cállate, Dro!, ya lo veo, pero no es momento de coñas. Además yo no he oído ninguna voz… Además, seguro que enseguida se va.             -Pero, Isi, es por la tarde. No ha venido a abrir una libreta, ni a pedir un préstamo..¿Es que no oíste decir, el otro día, a Vitaliano que iba a entrar gente nueva a trabajar en la Caja.?               -¿Qué dices?.. Tu por aquí….             -Pues ya ves, que a lo mejor trabajamos juntos.             -¿Lo ves, Isi?             -¡Calla!             -Estupendo,.. me alegro de veras.             -Bueno, solo he venido a entregar la instancia y ya me voy. Me alegro de verte…, adiós.             -Adiós y que tengas suerte.               -¿Has visto como huele, Isi?. Sigue igual de rubia como siempre-y tiene los ojos verdes con manchitas marrones, como siempre; y la boca grande, como siempre- y las palas grandes, como siempre- y se ríe y se le hace un hoyuelo en la cara como siempre… Isi, ¿ Seguro que no has oído ninguna voz de allá arriba?             -Isi, Isi, Isi..  ¡Y si te callas y me dejas en paz!                 37           Vitaliano.   -¡Ya estoy harto, Isidro!. No hay manera de sacar partido de ti. -Si, D. Vitaliano. -¡Hombre, por Dios!. ¡¡Bueno está que no cuadres los Negociables !!,¡¡ Bueno está que tengas atraso en las transferencia a CECA!!, pero es que , esta vez, no cuadra el parte del día de Intervención..¡¡Porque Isidro ha perdido un cheque de la Mutualidad Agraria, que después de abonarlo en cuenta a un cliente y de estar todos sus compañeros buscándolo!!..HA APARECIDO EN UNA PAPELERA….¡¡¡¡¡¡ ISIDRO, ME TIENES HARTO!!!!!!!!   -L-o-s-i-e-n-t-o.   Menos mal que ya habíamos cerrado al público y no había clientes. De todas maneras me quedé más corrido que una mona. Todos mis compañeros estaban mirando y yo sentía como el dedo acusador de Vitaliano se me “hincaba, una vez más, en los sesos”.   Bronca mil quinientos trece, de la mañana,- Vitaliano- le falta a usted echar espuma por la boca-lo siento, pero aunque llevo ya cuatro meses trabajando, aún soy novato-esto es bastante complicado para alguien que no ha trabajado nunca- pongo todo el interés que puedo-¡Maldita sea mi estampa! Quien me mandaría a mí-no me chille más que me va a sacar loco-¡Joder con la mutualidad-negociable-agraria-el recibico de la mierda-a este hombre cualquier día le va a dar un ataque y yo voy a tener la culpa-Vitaliano-eres como la gaseosa-luego se te pasa y no eres nadie-cualquier día de estos me echan a la calle por inútil-no se como no estoy acostumbrado si todos los días me echa, por lo menos dos o tres mil broncas.   -Bah, no te preocupes, Isidro, Vitaliano es así con todo el mundo. -¡Pijo, Juan! Si es que parece que la ha tomado conmigo.             -Ná, Tu no hagas caso y fíjate. Es preferible que te cunda menos el trabajo, pero que lo hagas bien. Y por las broncas no te preocupes…. Si te cuento las que me echaba a mí cuando entré…             -Pues vaya consuelo.                   38          Alemañy.                 -Me llamo Paco Alemañy             -Isidro. Encantado.             -Pues nada, que me dicho D. Vitaliano que me ponga a echarte una mano a cuadrar las fichas de los bancos y a liquidar negociables.             -Estupendo. ¿Qué pasa, que has entrado a trabajar ahora en la Caja?             -Si. Creo que han contratado a seis o siete personas. Como esto está creciendo tan deprisa…             -Ya. Pues nada. Bienvenido. Mira, tienes que comprobar que los cálculos que han hecho las oficinas, que han pagado los Negociables a los agricultores, tantos kilos de cebada, o de trigo, al precio que dice en esta casilla, pues es el total que dice aquí abajo, en este recuadro…y si está bien, pues lo punteas y lo dejas aparte y luego, con todos los que están bien, haces una relación y los mandas al Servicio Nacional de Cereales, con una carta de cargo en cuenta… y ya está.             -Pues parece fácil..¿no?             -Si, si.., es fácil. Lo que pasa es que hay formularios de estos a sacos y cuando llevas comprobados dos o tres mil ya no sabes si se multiplican los kilos por las pesetas, o por el número de calle donde vive el cliente, en fin.. abre el armario ese y coge unos pocos y empieza a comprobar….               ¡¡¡Ahora abre el armario- y se le atíran los diez millones de negociables- que hay pendientes de liquidar-y se lo comen vivo- Toma este montoncito de aquí- y luego, cuando acabes, ya te daré otros poquitos- No sabe este que todos los armarios de la Caja están llenos de Negociables-si, si, fácil- se multiplica del número de teléfono del cliente por el de la calle donde vive- y si te da el número de su carné de identidad- pues está bien-o si no, réstale a la matrícula de su coche el del número de los ciegos que juega esta semana y si te da su nombre-pues está bien y si no- vuelta a comprobar….¡Negociables-Negociables-Neeeegooociiiiaabbblleeeeesssss!               -Oye Paco..¿No sabes quién mas va a entrar a trabajar en esta hornada?.             -Pues no.., creo que tres hombre y dos mujeres.             ¡Ya está, Isi..!             -¿Dónde me siento?             -Tráete la primera silla que pilles por ahí y siéntate.             -Vale.               -¡¡Isidro!!, esto no puede ser.. Ahora resulta que…             -¡Joder, no! Otra vez no, Vitaliano..¿A quién he matado esta vez?             -Dígame usted             -¡Pues que falta dinero en el frigorífico!. Tu eres el encargado de reponer las Coca-Colas y de pagar las facturas. Hemos hecho las cuentas y faltas ochocientas pesetas..¡ERES UN DESASTRE!             -Pero yo no hago más que coger  dinero de la caja de puros que hay encima del frigorífico y pagar las facturas cuando las traen..Como no sea que alguien se las bebe y no las paga…..             -¿Estás acusando a tus compañeros de ladrones!             -Vitaliano yo no digo nada, solo que….             -¡Pues se lo voy a decir al Director, esto no puede ser!.               Bronca diez millones quinientos veinte mil de hoy.-Ahora resulta que o soy un desastre o me llevo los cuartos. A este hombre le va a dar un infarto. –a mi me parece que esta vez echaba espuma por la boca-vaya castigo-la leche que me han dao-Ahora viene Juan y me dice que no me preocupe-que no es peligroso, que no muerde…               -Ya he encontrado una silla. Oye.., ¿Qué le pasa a Vitaliano?             -Yo que sé, que faltan perras en el frigorífico.             -¿Y eso es grave?, porque se ha puesto…             -Ná, no pasa ná. Es que por cualquier cosa se cabrea y chilla.             -Ya. Oye ¿en que armario dices que están los negociables pendientes de liquidar?...             -En ese que tienes delante.             -¡Joder!-dice riéndose al abrir el armario-¿Con que unos poquitos, eh?--¡La leche!. No habrá más por ahí, ¡eh?             -Que va, …que va..                             39           el ratón…                 -¿Has visto como sí, Isi?             -Ya lo veo, no hace falta que insistas, tan rubia como siempre y tal..             -Y la han puesto en ahorro, a abrir libretas, ya sabes, imposiciones, reintegros…Oye, ¿todavía tendrá los ojos….             -¡Si, verdes! Las personas no cambian de color de ojos cada quince días..¿no?             -Bueno, bueno, me creía que te habías alegrado de verla…             -Si no es eso, es por lo del frigorífico..             -Ya..                           -Buenas tardes, Isidro. Menos mal que se ha aclarado lo del frigorífico..¿no?             -Hola, Paco. Pues sí, ya me tenía jodido ese asunto…             -Es que no es para menos. Menuda jugada la del chaval ese…Como no le daría miedo entrar por la noche, por la ventana del jardín…, por ochocientas pesetas..; se podía haber matado…             -Ahí el que ha estado astuto como un cepo ha sido D. Jesús, que se “olió la tostá” desde el principio. Primero puso polvos de talco en todos los poyos de las ventanas, como en las películas, y cuando vio que había huellas de zapatos, le pidió a un amigo suyo, policía, que se quedara por las noches hasta las tres de la madrugada; y a la cuarta noche picó el pájaro.. Lo siento por sus padres, menudo disgusto tenían…             -¡Si es que los chiquillos son la leche!..Oye,¿te ha dicho algo Vitaliano?             -Si, que siente las broncas que me echa, incluida la del frigorífico. Que la verdad es que he mejorado bastante y dice, riéndose, que el día de mi santo promete no echarme ninguna, como regalo. Es un buen hombre… y trabajador como el sólo.             -¿Has visto las chavalas que han entrado nuevas?             -Si, son  majas.             -¡Coño, que te has puesto colorao!.Alguna te gusta ¿eh pillín?             -Pues…             -La rubia,¿ a que sí?             -No, es que la conocía de antes.             -¡La rubia!                                     Paco Alemañy era seis años mayor que yo, los suficientes para darse cuenta, por los colores que me habían salido, de que “ la rubia” como él decía, me gustaba.               Paco fue mi primer amigo de verdad. Era de mediana estatura, tirando a bajito. Tenía el pelo rizado y le gustaba vestir bien, dentro de sus posibilidades . Antes había trabajado en la oficina de una fábrica de confección de camisas y dominaba la cosa de la contabilidad y el papeleo. Tenía sensibilidad para la poesía y la música y tocaba la guitarra y cantaba muy bien. Aunque su aspecto era el de un hombre serio, su sentido del humor y su afición por la pesca y la caza hicieron que pronto congeniáramos y naciera una buena amistad.                             40           con los Trasgos.               -Entonces, has aprobado “el preu”             -Si, primo,  y en septiembre me voy a Zaragoza a hacer la matrícula para estudiar medicina.             -Me parece muy bien, me alegro.             -Pero antes…”¡El Pirata se va a tocar con  los Trasgos a Tarragona este verano…¡Ja!,¡Ja!,¡Ja!             -¡Que dices!             -Lo que oyes. Ayer estuvieron en mi casa “El Lobo” y “El Kocsila” para hablar conmigo. Estuvimos tocando la guitarra un rato y…. me voy con ellos…               Ahora si que me daba envidia. Con los Trasgos  a Tarragona, este verano…, todo el verano.. En salas de fiestas…¡Primo, maricón!.               -Por lo que se ve, se marcha Adrián “ El Aceitunero”.             -Pero si estaban en Madrid..,¿no?             -Pues si, chico, pero han discutido o yo que sé y ha dejado el grupo. Así que…¡el Pirata Morgan se va a tocar con los Trasgos a la playa..!  ¡Temblad, mujeres!..., el pirata os hará prisioneras y os……             -¿Pero no eras el pirata Drake?             -Si, pero ahora he ascendido de categoría..             -¿Y con qué guitarra vas a tocar, si la tuya la vendiste?             -Con la “Asadora” de Pepe Robles.. Ya he hablado con el y me la deja.               Estábamos, como era lógico, en la Higuerica, donde solíamos ir a celebrar algo de vez en cuando o simplemente a celebrar ..” que no teníamos nada que celebrar…”               -¡Un kilo de vino!..., o mejor..¡Dos jarras de cerveza y unas gabardinas, para el pirata Morgan y su primo, que es casi verano y hace muuuunnncha calor…..!               -¡Marchando….!                           -¿Y quien paga, primo?             -Pues quien va a pagar…, tú que para eso trabajas en la Caja de Ahorros, y si no pagas tú, lo saco de mis muchos tesoros…, para que te crees que abordo galeones en alta mar….             -¡Caiga!             -¿Y cuando os vais?             -Vamos a empezar a ensayar mañana y a primeros de Julio, a Salou..     ©isidromartínezpalazón http://www.isidromartinez.com/
                                    El barrio de las Casas Baratas.                                   (Una historia vulgar)                               1ª parte.                             A mi mujer y mis hijas. Isidro, febrero 96 1     gorriones y tebeos.           Las cuatro de la tarde de un luminoso día de Julio. El calor es sofocante. En la calle, debajo de una acacia, cuatro o cinco chiquillos con los tirachinas en la mano miran a la copa del árbol buscando entre las hojas un gorrión nuevo que pía llamando a los padres.   -¡Lo veo!-grita uno de ellos. Mete una piedra en la badana, estira bien las gomas y ¡¡¡ZZZZSSS!!!.. El pájaro cae muerto en la acera. -Desde luego, Isidro, no fallas uno. ¡Que puntería tienes!.. ¡Y ya llevas cuatro!..   Isidro, un muchacho regordete de unos doce años, de pelo anillado y ojos marrones, arrestrojado de verano y calle, coge el pájaro y se lo mete en un bolsillo del pantalón.   -Podíamos ir al corralón, a las acacias grandes, seguro que allí hay tordos nuevos-dice Luís- -Si, para que luego te enganches, como siempre, a tirar piedras a los cristales de las ventanas de los patios y salgan los vecinos pegando voces y tengamos que salir corriendo. Yo me voy a mi casa que mis padres se creen que estoy acostado a la siesta leyendo tebeos y, como se levanten y no me encuentren…, se van a cabrear. -Pues nosotros-dice Javi- nos vamos a los tordos…Ya verás como matamos alguno.   Isidro se mete el tirachinas en el bolsillo y le da los pájaros a Javi. -Toma, llévatelos tú. A mi madre le dan lástima. Dice que si por lo menos fueran palomas… -Vale pero, seguro que cae algún tordo..¡ Anda, vente con nosotros!.. -No, me voy a mi casa a leer tebeos. Me ha dejado “el Chato” uno de Hazañas Bélicas..Luego nos juntamos a las siete o por ahí en las cuatro esquinas..   No se ve a nadie por la calle. El barrio está precioso. Las casas tan blancas contrastan con el verdor de las higueras y albaricoqueros de los patios. Todo el mundo tiene frutales. Si el año viene bueno al menos el postre del verano está asegurado. Me gusta el barrio. Eran casas  baratas que hizo Sindicatos en las afueras de la ciudad, rodeado de huertas. Casas de dos plantas y mucho patio y calles muy anchas donde los chiquillos pasábamos el día jugando en inverno y verano sin mas peligro que los carros y bicicletas que muy de tarde en tarde pasaban. Con su colegio, el “San Fulgencio”, y su Iglesia de “Fátima” con torre y todo…y su salón parroquial. En las canaleras de zinc de los tejados criaban los gavilanes y los vencejos; y cuando llegaba mayo,  pasaba las horas muertas viendo a los padres ir y venir con bichos en el pico a darles de comer a los pollos. Y al atardecer el perfume de las acacias y las madreselvas de las vallas de los patios, hacían del barrio un paraíso de lujo para gente humilde que había dejado atrás la habitación realquilada, con derecho a cocina y se había embarcado en pagar cuarenta duros al mes y una hipoteca a treinta años, con la esperanza, más que la certeza de que algún día la casa fuera suya gracias a Dios, a Franco y a la Obra del Hogar.     2                                  Víctor.     Decían los mayores que el verano de 1960 estaba siendo caluroso como el solo. Eso a nosotros nos daba igual. Tanto parta mí, como para mi primo Andrés, o Paco “El sepia”, después de haber aprobado el Segundo de Bachiller en el Instituto, lo que tenía que hacer era mucho calor para bañarnos, cazar pájaros y leer tebeos y que el día durara cincuenta o sesenta horas para que tuviéramos tiempo de jugar al fútbol y echar pedreas contra los del Barrio de “La Calera”, que estaba cerca de las Casas Baratas, camino del paseo de la Feria; o contra los de la “Banda del Medio Mundo” de la calle de Torres Quevedo, camino del parque y del Instituto.               Ya vendría el invierno y Dios, que era muy listo, haría que el día durara muy poco para que los chiquillos a las seis de la tarde, que era de noche, se fueran a estudiar a sus casas y aprobaran el curso. Bueno, al menos eso decía mi primo Andrés que era muy astuto.               Yo era el mayor de cuatro hermanos y mis obligaciones en verano, después de aprobar el curso, se limitaban a hacer los recados que mi madre mandara y cuidar de mi hermano Nano, que era el más pequeño. Mari Reme y María Eugenia, mis hermanas, le ayudaban en las cosas de la casa….               -Isidrín, coge la cacerola y ve a la tienda y tráete medio kilo de tomate de bote.. Pero dile a Deogracias que no te eche caldo... y date prisa,… y ten cuidado al cruzar...               Cogía las dos pesetas y la cacerola y salía corriendo a la tienda que estaba al final de la calle...Daba igual que Deogracias pusiera, o no, caldo en el tomate..., que de seguro que lo pondría para que pesara más; ya me encargaría yo, por el camino, de sorbérmelo. Estaba delicioso y llegaría a casa, como de costumbre, con dos tomates pelados en la cacerola, más secos que el ojo de la tuerta.               -¿A dónde vas?- Era Víctor-             -A la tienda, ¿Te vienes?             -Bueno.             -Oye Isidro,¿Vamos a ir mañana, por la mañana, al río a bañarnos?             -No se. A ver si viene mi primo Andrés y “El Sepia” esta tarde .. y  a ver que acordamos..Igual nos llevamos la caña de pescar a ver si sacamos algún lucio… o a por cangrejos… no sé, ya veremos.             -Oye,¿me vas a hacer un tirachinas?             -Si te buscas las gomas…. Yo tengo una horquilla de palo que corté en los aligustres del parque y que ya está seca..             -¿Y la badana?             -Vamos a la zapatería y le pedimos al “zapa” una lengüeta de zapato.                         -¡¡¡Víctor!!!!... ¡¡¡Víctor!!!               -Es mi madre, me voy…Luego nos vemos en las cuatro esquinas…             -Adiós.               Las cuatro esquinas era el sitio de reunión de todos los chiquillos del barrio. Estaba justo a lado de mi casa y cuando alguno de nosotros quería buscar a los demás de la banda bastaba con sentarse allí, en la acera, debajo de una acacia, recostado contra la vaya de los chalets y esperar a que, poco a poco, fueran llegando el resto. Siempre había chiquillos en aquel lugar.             Allí conocí a Víctor, cinco años antes, cuando todavía no vivía nadie en el barrio.             Estaban recién terminadas las casas y aún no habían entregado las llaves a los propietarios; y mi padre y yo íbamos todas las tardes a regar nuestro jardín. Era el mes de abril…. Sacábamos el agua del pozo que había en una huerta cercana y, en cubos la llevábamos hasta la casa…. Teníamos geranios y rosales y claveles..             Aquella tarde mi padre estaba terminando de regar y yo jugaba en la puerta de la casa con un balón de badana..Por las calles recién asfaltadas no se veía a nadie…             Le di una patada fuerte al balón y fue a parar cuatro o cinco casas más  adelante. Cuando iba a por él, vi al fondo de la calle a chiquillo más o menos de mi edad… Era Víctor.               -¡Hola!, me chutas             -Bueno. Estuvimos jugando hasta que casi no se veía. Al final nos despedimos y quedamos en buscarnos cuando viniéramos con los padres que casi todas las tardes andaban por allí haciendo planes sobre la nueva casa. Nos veríamos donde nos habíamos conocido…. “en las cuatro esquinas”…                En lo sucesivo, muchas tardes, nos juntábamos y jugábamos al balón; y le enseñé a cazar pájaros con tirachinas y cambiábamos papeles de caramelos de esos brillantes…Al fin y al cabo éramos los primeros pobladores de una nueva ciudad …”El Barrio de las Casas Baratas”.                         Luego fueron apareciendo más chiquillos. Hijos de los nuevos colonos…. Javi  Trincherías, Gerardo y Paco, “El Chato” Castillejos, Carmona, Carlos y Abraham, El Choni, Rafa Guillen y su hermano Julio, Manolo Luna, Pablo, Manolo Lamata, Jose Manuel Fresno y Joaquin “el pelirrojo”, Virgilio… y, por supuesto Paco “El sepia”, Rodolfo “ El pava” y mi primo Andrés. Con ellos compartí infancia, juegos y colegio.                                                         3             morciguillos…     -Mamá, ¿qué hay para cenar? -Patatas fritas y tajadas de tocino… Anda, Isidrín, dile a la Mari Reme que ponga la mesa que son las nueve y media y tu padre va a venir de un momento a otro…y tú no te vayas a la calle otra vez… -Si estoy ahí fuera en la puerta. Cuando vea entrar a papá me paso con él. -Si, pero que no te tenga que llamar, que luego estoy chillando en la calle como una pregonera…¡me has oído? -Vale mamá estoy ahí afuera.   Me salgo a la puerta de la casa y me siento en el poyo de la verja. Hay chiquillos jugando y hace una noche de verano preciosa. En las cuatro esquinas no hay nadie de los míos, y alrededor de la bombilla que ilumina la calle hay morciguillos volando…   -¿Cómo podría yo pillar un bicho de esos?  Dicen que son como ratones pero con alas y que no tienen ojos. Además dice Javi que si les pones un cigarro encendido en la boca… se lo fuman. ¿Se lo fuman? ¡Cómo va a fumar un pájaro…!, ¡si pudiera coger uno..! Cuando venga mi padre le voy a preguntar como se cazan. El de cazar sabe mucho. Seguro que cuando era zagal, en el pueblo, cogió alguno.               -¡Hola papá!             -Isidro, venga para adentro a cenar. ¿Qué has hecho toda la tarde?             -Pues… nada             -Seguro que has estado haciendo cepos y tirachinas y …leyendo tebeos.             -Bueno….             -Anda tira para adentro…             -Papá …¿como se  cazan los morciguillos?.             -Yo que sé… Dicen que con una caña. En la punta se ata una boina o un trapo negro con vinagre y se pone por la noche junto a la luz de la bombilla por donde ellos vuelan y… dicen que el olor del vinagre los emborracha y se caen al suelo…, pero debe ser una tontería. Nosotros, en el pueblo, los cogíamos por el día, cuando estaban dormidos boca abajo colgados de los palos de la cuadra de las caballerías…. La verdad es que son bastante feos.. ¿ y para que leches quieres tú un morciguillo?             -Pues para verlos y ponerles un cigarro en la boca y ver como fuman.             -¡Como te vea yo con un cigarro te voy a dar..! Anda vamos a cenar…                           Mi padre abrió la puerta de la verja y cruzamos el patio. Después subimos los dos escalones que había para pasar al porche y entramos en la casa.               -¡Mamá!.., ya está aquí papá.               Comíamos y cenábamos en el comedor. Allí es donde hacíamos vida. Era la mayor habitación de la planta baja y estaba separada por unas puertas de corredera, de las de fuelle, del salón que era el lugar santo al que solo se entraba cuando venía visita; y que olía a nuevo, a limpio y a mantecados…, si, si.., a mantecados.               En el salón había un tresillo, dos sillones y una mesita baja que tenía una encimera de mármol   gris y negra que mi madre había decorado con una tabaquera, un cenicero de alpaca y un jarrón con flores secas.               En una de las paredes, debajo de un gran espejo con marco dorado, había un mueble aparador con tres puestas. Allí estaban.. Ese era el sitio donde, cada Navidad, mi madre guardaba bajo llave aquellas deliciosas tortas de manteca y los dorados mantecados de naranja y almendra y los de vino blanco….Los hacía en el horno de María Juana y luego, en lebrillos tapados con manteles de cuadros blancos y rojos, los traía a casa.               -¡Dios, que ricos estaban!. Esos eran los únicos dulces que los chiquillos comíamos en todo el año. Bueno, miento, y los caramelos de Semana Santa y las fritillas y los rollos dulces y los rellenos…   Estas dos habitaciones, el salón y el comedor, quedaban a la izquierda del pasillo. Al frente estaba el cuarto de baño y la cocina y a la derecha, junto a la puerta de entrada, la escalera que subía a la planta de arriba, donde estaban los dormitorios. -¡Mamá, mamá..!, papá ya ha venido.   La mesa estaba puesta para cenar. Con su hule de cuadros blancos y azules, con los cortes que los chiquillos les habíamos hecho jugando con los cuchillos. En el centro, sobre un salvamanteles de hierro, mi madre había puesto una enorme sartén llena, hasta arriba, de patatas fritas a lo pobre.., doradas y tiernas; un moje de tomate y pepino, la panera con la barra de pan y la pringuera, donde se adivinaban las tajadas de tocino en la parte de arriba, con la corteza bien frita y el tocino pasado… y en la parte de abajo la pringue para merendar, una tarde si y otra también, pan y pringue. Además la jarra del agua para nosotros y para mi padre una botella e vino a granel, de la bodega, que duraba una semana y el sifón.   -Buenas noches, Amalia-mi padre saludaba a mi madre con un beso- -¿Cómo ha ido el trabajo, Laureano? -Bien,.., cansado. En la Fiscalía, como siempre, cuatro papeles. En casa de D. Juan José toda la tarde dándole a la máquina de escribir… A las ocho, cuando ya nos íbamos a venir, han asomado con una escritura sobre una herencia de tierras, que era urgente, y nos hemos puesto hasta las nueve y media que la hemos terminado… ¿Y los chiquillos?... -Bien.., dando guerra..   Mis hermanas se sentaban junto a mi madre y yo entre mi hermano Nano y mi padre.   -Isidro, pon la radio que oigamos las noticias. -Si, papá.   Era la hora oficial de cenar en todas las casas de España, las diez de la noche y todas las radios estaban encendidas para oír el “Diario hablado de Radio Nacional….” La verdad es que a mí esas cosas me daban igual, no las entendía, pero a  juzgar por la atención que ponían los padres debía de ser algo importante. A continuación mi madre servía en platos las patatas y, en silencio, empezábamos a cenar. Las conversaciones en la mesa, a la hora de las comidas, eran más bien pocas. Si acaso algún comentario sobre lo que los chiquillos habíamos hecho o dejado de hacer durante el día y poco más.   -Mamá,¿me puedo salir? -¿Has terminado de cenar? -Sí -Lo que diga tu padre.. -¿A dónde vas?.. -A jugar a la calle papá. Me está llamando Víctor. -Bueno, pero a ver que hacéis. No se os ocurra ir a la “Huerta del mudo” a coger panochas, que al “manco” se le pone mala leche y un día de estos os va a dar un susto. ..  Además por la noche deja los perros sueltos. -Vale papá. ¿ me  puedo ir? -Bueno, pero no te vayas largo. -No papá.   A mí no tenían que decirme si me lo había comido todo..¡Hasta los clavos!... y había dejado el plato mas limpio que una patena. Echaba a correr y conforme cerraba la puerta de la casa oía, como siempre, la última recomendación de mi madre…   -¡No cruces la carretera!..¡Y no te vayas largo!, que luego tengo que estar llamándote como una pregonera….   ¡¡¡A las cuatro esquinas!!!   Allí estaba Víctor, Javi, Carlos y Luna.., los demás irían llegando conforme terminaran de cenar. La verdad es que, tanto las comidas como las cenas duraban más bien poco. No por otra cosa, sino porque no había mucho que comer; y además nuestras hambres a esa edad y después de estar todo el día jugando al fútbol y trotando por ahí, no tenían límites.   -¿Qué hacéis? -Pues nada. -¿Jugamos al “pirulo”?             -Vamos a esperar un poco,  a ver si vienen los demás, ¿no?             -Bueno..Oye Manolo ¿ tienes tebeos para cambiar?             -No, los que me compró mi padre el domingo todavía no los he leído.             -Cuando los leas, a ver si me dejas el de Roberto Alcázar y Pedrín.               -¿Porqué no vamos esta noche a la huerta del mudo  a por panochas?-era Javi.             -No. Mi padre me ha dicho que el manco está harto de los chiquillos y que por las noches suelta los perros.             -Pues entonces vamos al huerto de “D. Jesús” a por almelondrucos.             -¡Ea!, si queréis. Pero es más peligroso que ir a la huerta del mudo.. Hay que subirse a la tapia y coger las almendras sin ver nada. Es mejor por la tarde, aunque esté el “Tío botas”.Lo más que nos puede pasar es lo que a Paco, el de Gerardo..¡Eh, Paco!...             -Calla, calla.., aún me escuece el culo del tiro de sal que me pegó…               Poco a poco, se va juntando gente en las cuatro esquinas. Llega “El Chato” y su hermano; y César y Jesús…               -Bueno que, ¿hacemos algo?- dice César             -Podíamos echar una “firolesa”             -¡Venga!...               Y durante más de dos horas, los doce o catorce chiquillos jugaríamos a la firolesa.. Uno amaga y los otros le saltan mientras cantan con monotonía….                 Allá, arribica, arribica             había una montañica…             En la montañica un árbol,             en el árbol una rama…             en la rama un nido…,             en el nido, cinco huevos..             cogí el blanco.. y me quedé manco…             cogí el negro y me quedé ciego….               …………………………………….                 Después, a las doce y media, o la una de la madrugada, cuando ya empezaba a refrescar, nos sentábamos en los poyetes de las vayas de los chalets hasta que empezaban a salir las madres a las puertas de las casas y a llamarnos para acostar…               -¡Isidrííííííínnnn!....             -¡Víctoooooor!....             -¡Jáááááávíííííí…..               En cinco minutos no quedaba nadie en las cuatro esquinas. Los planes para el día siguiente ya estaban hechos y nadie iba a salvar al “Manco” de que le quitáramos quince o veinte panochas, que luego asaríamos en el corralón de las acacias…             Los morciguillos siguen dando vueltas alrededor de la luz de la calle, cazando mosquitos.               -¿Cómo cogería yo un bicho de estos?---             -Venga, a dormir….             -Si, mamá.¿ Puedo leer un tebeo?             -Bueno, pero apaga pronto la luz que mañana tu padre tiene que trabajar…¡Y no hagas ruido!, que tu hermano está durmiendo…             -Si mamá.               Escaleras arriba. Me metía en la cama y cogía un tebeo del Capitán Trueno, con las tapas mugrientas de tanto manosearlo. Seguro que había pasado por las manos de veinte chiquillos.. Me lo había dejado Manolo Luna que tenía la colección completa y que quería, de mayor, ser dibujante de tebeos. Era emocionante cuando cogía un lápiz y una hoja de libreta y te decía..               -¿Qué quieres que te dibuje?             -Píntame a Sigrid, la novia del Capitán Trueno…                 Se ponía a hacer rayas y en menos de cinco minutos, como por arte de magia, aparecía Sigrid… Y es que..¡ se salía del papel!..,¡Que maravilla!.. Ahora es profesor de dibujo en un Instituto…             Su padre le compraba todas las semanas tres o cuatro tebeos. Del Capitán Trueno, de Roberto Alcázar y Pedrín.., del Pequeño Héroe…, de Mendoza Colt, del Guerrero del Antifaz…; y le animaba a pintar.             Ir a su casa era, para nosotros, como ir al castillo misterioso. Nos enseñaba los barcos de madera que hacía su padre, su colección de sellos y de tebeos… No creo que nadie en el mundo tuviera más tebeos que él. Si los conserva todavía, seguro que valen una fortuna…..               -Apaga la luz, Isidrín, que son las dos de la mañana.             -Si, mamá.               En la portada del tebeo, Goliat le pegaba un puñetazo a un moro, mientras gritaba..¡Por el gran Batracio Verde!             ……Ángel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche, ni de… Y el Capitán Trueno le da un beso a Sigrid, y Goliat y el Ángel de la Guarda cazan morciguillos con una boina negra empapada en vinagre y Crispín…..                        4             Las palomas……                   -¡Isidrín,  levántate ya, muchacho!             -Espera un momento, mamá, si no tengo nada que hacer…             -¿Cómo que no tienes nada que hacer ? ... Venga levántate y tira a por el pan…¡ Muchacho que son las nueve! Y va a pasar el del hielo. ¡Venga arriba, que yo me voy a la plaza…!             -¡Me cago en la leche! Siempre me toca a mí.             -¿Qué dices, nene?             -Nada, nada mamá…, que ya voy..             -¡Y ten cuidado de tu hermano, que está en el taca!             -Ya voy, ya voy…               Los pantalones cortos, la camisa, las sandalias y escaleras abajo.               -Anda, lávate y péinate. Al lado de la placa tienes un vaso de leche…             -Si, mamá.             -Y cuando desayunes, coges la bolsa del pan y te traes tres barras y le dices a la María Juana que te las apunte hasta que cobre tu padre… Mientras tanto que la Mari-Reme cuide del Nano.. Y si viene el del hielo que te dé una peseta y lo pones en el librillo…             -Si mamá…¡(todo me toca a mí.., todo me toca a mí…)!             -Isidrín, mira a ver el Nano, que está llorando.., ponle el chupete…             -Si, mamá..Y tú cállate. Toma el chupete y chupa….               Mi madre salía por la puerta de la calle y yo, como una bala, al jardín a ver si había caído algún gorrión en los cepos.             -Nada. Si es que la moya de pan estaba muy blanda y el muy canalla ha estirado y la ha sacado de la agujeta sin saltarlo…Pero a la próxima no le vale porque voy a poner granos de trigo en agua y cuando estén blandos los voy a pinchar en la agujeta del cepo y cuando se sequen no los va a arrancar ningún gorrión ni con alicates…..Y me iba a echarles de comer a las palomas.               El verano anterior, cuando habíamos estado en el pueblo de mi padre, en casa de mi abuela, una vecina nos había regalado una pareja de palomas laudinas a mi prima Remeditos y a mí, para cuando terminara el verano nos las lleváramos a nuestra casa. Pero, ¿qué iba a hacer yo con un palomo solo…?; si al menos tuviera la pareja podrían criar.             La fortuna quiso que unos días antes de terminar las vacaciones, mi padre, con el que salía a cazar todos los días, alicortara una paloma zurita. La llevé viva y, sin que nadie se enterara, la curé y la subí a la solana de la casa, donde estaban los atrojes con el trigo y las habas y la cebada para echarles de comer a los animales que se criaban en la aldea.             Traté por todos los medios e convence a mi prima, que era algo mayor que yo, para que me diera su paloma, pero no hubo forma.             El día de la despedida, cuando ya nos veníamos, cada uno llevaba en una caja de zapatos, con la tapa agujereada y bien atada para que no se abriera, su paloma. Sonreímos maliciosamente los dos… Ella porque había conseguido no darme su paloma y sabia que eso me hacía rabiar…, y yo porque imaginaba la cara que pondría cuando abriera la caja en Murcia y se encontrara que su palomita era zurita y no laudina y que, además tenía una herida en la punta de un ala que le impediría volar durante bastante tiempo.                         ¡Qué hermosas eran! y que gusto daba verlas volar por el barrio. Se iban a las nubes y cuando menos te catabas, bajaban como un rayo y se paraban en el pico del tejado de la casa y se ponían a rumbar… Y las llamaba y bajaban a comer en la mano.               Un vecino, que era albañil hizo, en el patio de atrás de la casa, un palomar que parecía de juguete. No tendría más de seis metros cuadrados. Era un cubierto de malla que tenía dentro una casita de obra para que criaran. En menos de un año tenía una docena de palomas.   Y empezó el problema. ¿Qué hacemos con las palomas? -Pues lo que se hace con las palomas… ¡cocido!- decía mi padre. -¡Ni pensarlo!- y me enganchaba a llorar-¡No matéis mis palomas!... -Pero bueno, si luego vamos al campo y nos liamos a tiros con ellas… -Si, pero estas las hemos criado nosotros. -¿Y las otras…? ¿ Alguien las habrá criado? ¿ no ?   Y yo venga llorar………   -Se crían en los palomares, en el campo y sus dueños no las conocen, ni les ponen nombre… -Bueno- intervenía mi madre- Las venderemos a otras personas que quieran tener palomas vivas.. -¡Vale!, pero mamá prométeme que no las van a matar. -No, venga. No llores más.   Anda, que como sobraba la comida en aquellos tiempos. No me explico como mi madre tenía tanta paciencia conmigo. Y se iba a casa de Tomás, en recovero y todos los meses cambiaba una o dos parejas de pichones por huevos o embutido. De todas maneras, cada vez que comíamos cocido, al tiempo que escarbaba en el plato, lo hacía también  en mi memoria, tratando de recordar cuando había sido la última vez que mí madre había llevado palomas a vender.   -Isidro, el Nano está llorando-  Era la María Eugenieta. -Pues ponle el chupete. ¿No ves que les estoy echando a las palomas? Y la Reme, ¿qué hace? -No sé.. -Bueno, ya voy. Y luego a por el pan y a la tienda y a por el hielo, a la fábrica, si no venía el sifonero que traía un carro con una mula y vendía hielo y sifones. Y a las once a dormir al Nano.   -Isidro, duerme al Nano.   Y lo cogía en brazos y empezaba a mecerlo y a cantarle en voz baja, casi susurrando.   …”Estas son las mañanitas….Soy minero…” Y unas veces había suerte y a base de coplas y “mece-mece” conseguía dormirlo y meterlo en el “moisés”.. y otras me desesperaba porque el muy canalla, en vez de dormirse, como era su obligación, empezaba a grajear y se espabilaba más.   -¡Mamá!, no quiere dormirse -¡Aguanta!, que tiene que dormir. -¿Me lo subo a la habitación…, a la cama? -Sí.   Escaleras arriba. Nos tumbábamos en la cama, bajaba la persiana, le ponía el chupete mojado en manzanilla y le mecía y le cantaba… “Con ese lunar que tienes…..”No quería ni mirarlo. Sabía que estaba con los ojos entornados, casi dormido. Eso significaba que tendría libre hasta la hora de comer para cortar unas gomas nuevas para el tirachinas, que se habían roto, y para ir a casa del “Chato” a cambiar tebeos.. “No se lo des a nadie, cielito lindo, que a mi me toca…” Efectivamente, se había dormido. Ahora todo era cuestión de levantarse de la cama, sin hacer ruido y bajar despacio la escalera…, decirle a mi madre “mamá, ya se ha dormido, me salgo al patio” y luego.. -¡Buaaaaaaaaaaaaaa…!  ¡Buaaaaaaaaaaaaaa! -¡Me cago en la leche!... “¡ A, ya, ya,  yay…, canta y no llores..”-El Nano tenía los ojos como platos y lloraba… y lloraba, y .. yo estaba a punto de llorar también… Y así, hasta que al final se dormía…”Porqué cantando se alegran, cielito lindo los corazones…” Chin-pon…   -Mamá, el Nano se ha dormido, me salgo al patio. -Está bien, `pero no te vayas muy largo, que luego… -Si, estás como una pregonera. -¡Oye, Isidrín, no me hagas burla..! -No, mamá.                         5             La bici….       Era negra como un tordo. Las llantas relucían como si fueran de plata y en el guardabarros tenía pintadas dos rayas doradas. Era de media carrera. El sillín, de cuero negro, llevaba una cartera colgada con desmontables y pegamento y parches por si pinchabas; y tenía timbre, farol, bomba para darle aire y portamantas..¡Cuantas veces había soñado con ella!    Hubiera dado todos los tebeos que tenía y las chapas de las gaseosas y el casco de jugar a la taparuja.. y hasta la colección de estampas de “Armas de guerra” de Hazañas Bélicas, por haberla conseguido. Ahora estaba delante de mí, desafiante,¡Móntame si te atreves! Mi padre me la había regalado.   -Bueno, Isidro, ya puedes venir a cazar conmigo todos los domingos sin tener que llevarte en el portamantas de la “colorá”. A ver si la cuidas. -Si papá, gracias.   La “colorá” era la bicicleta de mi padre. Lujo de pobres en aquellos tiempos y que había comprado en la “Ciclería  Clodo” de segunda mano. Con ella nos íbamos a cazar todos los domingos en cuando se abría la veda de la codorniz, al “Palo”, que era un río que estaba a unos cuatro kilómetros de la ciudad y donde, en verano, íbamos andando los chiquillos a bañarnos y a pescar carpas con una caña de río, un trozo de nylon y un anzuelo enrobinado que algún viejo pescador nos había dado para que le dejáramos en paz.   De “la colorá” guardaba yo malos recuerdos. Apenas tenía seis años cuando mi padre, que me llevaba sentado en el cuadro, me pilló el pie con los radios de la rueda de delante. Llevaba de calzado unas sandalias y chillaba y chorreaba sangre como un gorrino. Ahora tenía mi propia bicicleta. Podría irme al campo cuando quisiera a poner la red a coger pájaros.. Allí donde iba “el zapa”, que decían que había cogido diez docenas entre pardillos, colorínes y verderones, en “la cerca de los Llanos” y que se veían bandos que tapaban el sol. Además podría echar carreras con Víctor y con mi primo Andrés y con “El sepia “, que hacía tiempo que tenían bicicleta.   En un alarde de imaginación la bauticé como “La negra “. Me pasaba las horas muertas limpiándola. Le puse unas mechas de mechero de “chisque” en los ejes de las ruedas para que al andar se fueran limpiando y mi madre, que cosía muy bien, me hizo una funda para el sillín. Ahora, cuando nos juntábamos en las cuatro esquinas ya podía, como los demás, dejarla con el pedal apoyado en el bordillo de la acera y contemplarla como si fuera mi caballo.                         6             Cantar…     -Mamá, ¿me puedo ir mañana por la mañana con el primo Andrés y con “el sepia” a pescar al Palo. -Díselo a tu padre cuando venga…  ¿Y quién va a hacer los recados y a dormir al Nano?. -La Reme. -Bueno, ya veremos.   Era por la tarde. Estábamos sentados en el patio y mi madre cosía. Estaba con unos pantalones viejos de mi padre, tratando de arreglarlos para mí. Yo me entretenía con una caja de zapatos y las tijeras haciéndole a la Reme y a Maru una casa de muñecas. Muchas tardes de verano, cuando bajaba el sol, mi madre sacaba la costura al patio, a la sombra del albaricoquero. Acudían las vecinas con sus labores; la Consuelo y la Josefina y charlaban y veían a la gente pasar por la calle. Mientras los chiquillos jugábamos o las escuchábamos hablar.   -Amalia, dile al chiquillo que cante- era Josefina. -Si, si, canta nene- insistía Consuelo. -Anda-decía mi madre- canta algo Isidrín. -Pero me tienes que dejar que me vaya mañana a pescar…¿eh mamá?- empezaba el chantaje. -Bueno, tú canta, que yo trataré de convencer a tu padre.     No recuerdo mejor sensación en mi vida, que la de cantar cuando era crío. Fue un regalo que Dios me hizo cuando nací y que me quitó, al menos en parte, cuando cambié la voz. Tenía la sensación y creo que así era, de poder cantar y cantar sin cansarme. Era tan fácil abrir la boca y dejar que mi voz hiciera lo mismo que oía sonar dentro de la cabeza…. Yo mismo me asombraba.   -¿Qué quieres que cante, mamá? -Lo que tú quieras. -“La campanera”- decía Consuelo.   Y durante un buen rato cantaba. Canciones  de las que sonaban por la radio. De Joselito, de Pedro Infantes,… yo que sé.., de Antonio Molina… Luego a luego, se hacía corro en la valla del patio y la gente aplaudía. La Consuelo se echaba a llorar.. , como no tenía hijos… Yo cantaba porque me encantaba y me hacía sentir bien. Nunca olvidaré la sensación de ir en “ la negra” por el campo, cuando tenía quince o dieciséis años y venía de cazar.. Oía dentro de mi cabeza la música de las canciones. “ El sorbito de champán”, o Lola, de Los Brincos..,y me enganchaba a cantar …. Era maravilloso.               -Isidro-era Víctor-             -Mamá, ¿puedo irme?             -Bueno, pero no te vayas largo.               -Qué.., ¿te vas a ir mañana al río?             -Yo creo que sí…             -En la era de las “ cagarrutas” están jugando al fútbol, ¿vamos?             -Venga. Te echo una carrera a ver quien llega antes.               La “era de las cagarrutas” estaba junto a la casa de Víctor. Era un bancal sin cultivar que nosotros habíamos convertido en campo de fútbol. Estaba liso como la palma de la mano y lo habíamos bautizado con ese nombre  por la cantidad de excrementos de cabra que había.             Desde allí se veía la huerta del mudo, que estaba fuera del barrio y a donde solíamos hacer excursiones para robar panochas, espigas de cebada o zanahorias, según la época del año; y para sentir la emoción de ver de cerca al “mudo” que era el aniaguero; o al “manco”, que tenía una mano seca desde que un mulo le mordió hacía años y le corto los tendones y que era el dueño; y oír sus improperios y amenazas…, confiando siempre en la rapidez de nuestras piernas y en el dicho de que “ perro ladrador….poco mordedor”. Además estaban tan buenas las panochas asadas en el corralón.. y en invierno las zanahorias moradas, tan frías recién sacadas de la tierra…¡como crujían al morderlas!.               Estaban jugando contra los de  “Las Grilleras”, que era un barrio de casas baratas, muy pequeñas, que había al otro lado de la carretera de circunvalación, al que le pusieron ese nombre por lo parecido, en su tamaño, a las de los grillos. Además íbamos perdiendo por siete a tres….               -¡Isidro, ponte de portero!-era Miguel, el hermano de Víctor- y tú  Víctor, ponte de defensa que ellos son nueve y nosotros cinco nada mas. -¿Es que no sabíais que teníamos desafío?!             -No sabíamos nada.               Siempre jugaba de portero. Estaba regordete pero me hacía estiradas y todo; y llevaba las rodillas deshollejadas y llenas de pupas de tanto porrazo.               Estuvimos jugando hasta que ya no se veía y nos metieron la trocha. Quedamos doce a seis. Al final, como siempre, las cosas terminaron mal… Que si ha sido gol, que si sois unos marranos jugando, que lo que pasa es que sois unos mierdas… Total, la pedrea. Y a voces desde las esquinas, quedamos emplazados para el día siguiente, en el mismo sitio, para resolver con el balón o con el tirachinas lo que habíamos dejado a medio.             Sudando como pollos llegábamos a las cuatro esquinas, nos sentábamos en la acera y empezaba el repaso de la tarde,               -¡Vamos que la hora de asomar de estos dos!- decía “ El chato”, refiriéndose a Víctor y a mi.             -Ea, si no sabíamos nada.             -Seguro que habéis estado cazando pájaros.             -¡Que no, leche..!, que no sabíamos nada.             -Bueno, pues a ver si no se os olvida para mañana por la tarde. Ya habéis oído, ¡ a las seis!             -¡Vale!             -Oye,¿vamos esta noche a la huerta del mudo a por panochas?             -Vale. A las once quedamos aquí,…¿eh?               -¿Ya estáis sujetando la esquina? No he visto críos más gandules que estos. Todo el día se lo pasan echados como los perros –era el abuelo Julio “El gruñón”, que vivía en uno de los chalets de las cuatro esquinas y que siempre se estaba metiendo con nosotros.             -¡Que no, abuelo, que no..!, que venimos de jugar al fútbol y estamos descansando.             -¿Descansando?..- y se marchaba renegando.               -¡Víctooooor..!             -¡ Javiiiiiiiiiii!               -Me voy, que mi madre me llama. ¡A las once aquí!.                      7             El Palo….                                                  El camino de “El palo” era estrecho. Recorría el quijero del río y estaba bordeado de olmos. Era una maravilla ir en bicicleta por la mañana temprano y oír el crujir de las ruedas en las chinas.             Se veían volar las tórtolas entre los árboles y en los bancales, a orillas del río, los trigueros con su cantar de chicharra anunciaban que en los alrededores tenían el nido.             Pasamos por la Huerta de la Anselma, donde el camino hacía una bajada de montaña rusa que te ponía un nudo en las tripas y llegamos a la compuerta, donde controlaban el caudal del río. Allí paramos. El embalse estaba hasta arriba y el agua quieta como un espejo.               -Andrés, ¿nos quedamos a  pescar aquí, o nos vamos mas arriba a los cangrejos…?             -Si asoma la guardia civil al primer sitio que viene es aquí, así es que vamos más arriba.               Y seguimos en fila india, porque el camino no daba para más. Primero Andrés, después el Sepia y luego yo.             De entre el carrizo se levanta graznando una polla de agua, asustada..                         -¡ Será tonto el pijo el pajarraco!, menudo susto me ha metido.             -Calla Sepia!, que a ti  te asusta una barra de pan metida en un talego.             -¡Si es que ha salido cuando yo pasaba..!             -Calla y tira…, zamarro.               Que bien rula “la negra”. Andamos otros diez minutos. El camino se pierde entre los juncos; y el agua casi no se ve, tapada por el carrizo que nace dentro del río.               -¡Este es el sitio! Esconded  las bicicletas entre los juncos que luego brillan con el sol y la guardia civil tiene muy buena vista…               Mi primo, que hacía de jefe de la expedición, había estado otras veces por allí con su padre, mi tío Esteban, cogiendo caracoles y almorzando. Era un zagal estupendo y nos queríamos a rabiar. Siempre estábamos juntos. Su madre, que era hermana de la mía, vivía en las Casas del Instituto Nacional de Previsión, que eran unas casitas bajas como en la que yo vivía, con patio y todo, que estaban por donde el parque, camino del Instituto, donde estudiábamos los dos.             En su casa se hacía la matanza para las dos familias y ese día era para los chiquillos poco menos que fiesta nacional.             Cuando llegaba el santo de mi primo, San Andrés, coincidiendo con algún fin de semana, que los padres no trabajan, se organizaba el tiberio. El pobre gorrino, que habíamos comprado pequeño y que vivía en la gorrinera que había en el patio, pagaba el pato. Para mí que se lo barruntaba.             Ese día, temprano, asomaba el matachín y entre los padres y algún vecino que ayudaba, lo subían a la mesa.             Yo me metía en el último rincón de la casa y me tapaba los oídos para no oír chillar al pobre bicho. Mi primo se reía de mí y decía que era un gallina, pero yo solo salía cuando no oía gritos y calculaba que todo había terminado y del gorrino no quedaba mas que lo que me gustaba ver; las salchichas, los chorizos, los jamones y todas las delicias que, a lo largo del año, las madres, muy cautamente, administrarían. Tenía que durar hasta el año siguiente por las mismas fechas.             Mi primo disfrutaba horrores. Estaba en medio del fregado, ayudando a quemar el pelo del animal o a sujetarlo para que se estuviera quieto mientras el matachín hacía su labor. Le gustaba ver como lo descuartizaban y luego me lo contaba para darme miedo. Yo creo que ya se vislumbraba lo que sería de mayor; médico, aunque no cirujano como el hubiera querido.               Era tan alto como yo, pero muy delgado y llevaba gafas. Compartíamos la afición por el campo, los pájaros, la pesca, el fútbol y luego, cuando fuimos algo mayores, la música.             Pasábamos juntos temporadas en casa del uno o del otro. Yo le quería mucho y sentía una gran admiración por el, porque era muy inteligente.                Habíamos conocido a Paco “El sepia” el año anterior; un día que andábamos cazando pájaros por el barrio. Era de nuestra edad y estaba jugando con su hermano Pepe a la taparuja de papeles de caramelo. Nos acercamos y enseguida hicimos amistad. A partir de entonces, los tres haríamos buenas migas y prácticamente iríamos juntos a todas partes.               El “sepia” fue quien nos enseñó a hacer arillos de alambre para coger cangrejos….             -¡Venga muchachos, que nos cangrejos no esperan!...-Mi primo había escondido la bicicleta debajo de unas cañas secas y sacaba los aparejos.               Era emocionante. Por aquella zona el río tendría unos tres metros de ancho y no más de uno de profundidad y estaba cubierto de carrizo.                         -¡Mira Andrés! –era “El Sepia”, que se había asomado al río-¡Que bicharraco!...               Nos asomamos los dos a la vez. El agua estaba transparente como el cristal y en el fondo, junto a una piedra, había un cangrejo como la horquilla de un tirachinas…Tragamos saliva.               -¡La Virgen, que gordo!               En un santiamén, ensartamos las lombrices en el arillo, lo atamos con una cuerda y a una piedra para que hiciera peso y lo dejamos caer delante de los bigotes de aquella fiera.             En cuanto el arillo con las lombrices tocó el fondo, el cangrejo dio una espantada y nadando de culo desapareció.               -¡Me cago en la leche jodía!, Sepia. Tenías que ponerle en arillo un  palmo delante de los bigotes..¡No escalabrarlo!.             -¡Mira, mira!, ya se asoma otra vez…               Se me salía el corazón de la caja. De entre la ova y las piedras del fondo, empezaban a salir cangrejos. Unos más grandes y otros más chicos. Era emocionante verlos echar carreras por engancharse con las pinzas al arillo de lombrices para comer.               -Despacio, Sepia, … despacio.., que hay cinco enganchados…-Andrés susurraba casi al oído de Paco.             -Que si, que si…, que los vamos a sacar todos a la vez.. Isidro, coge el cazo             -Aquí está, venga tú súbelos despacio que yo los saco…               El Sepia tiraba suavemente de la cuerda para arriba  y los cangrejos subían como una ristra de ajos hacia la superficie, dando vueltas…, pero sin soltarse del cebo.             Yo metía en el agua, por debajo de los cangrejos que subían, un cazo que habíamos hecho con una bolsa de malla de plástico, de los limones, que nos habían dado en la tienda y a la que habíamos puesto un aro de alambre recio y un palo de mango.               -¡La Virgen, … si son seis!             -Despacio, Sepia.., que se sueltan… y tu Isidro no muevas mucho el agua…Así, así…¡¡Ya está!!.               Habíamos sacado los seis. Cuatro gordos, entre ellos el galafate que habíamos visto al principio y dos mas pequeños.             Los cangrejos trataban de salirse del cazo de malla que yo había puesto sobre la hierba del ribazo.., mientras le gritaba a mi primo..                         -¡Andrés!, saca el almuerzo del talego que metamos los cangrejos..             -¿y que hacemos con el  bocadillo?             -Pues que vamos a hacer, si son ya las nueve de la mañana..,¡Comérnoslo!             -¡Pues vale!.. Venga Sepia, echa otra vez el arillo… y trae los cangrejos que los meta en el talego y vamos a almorzar.               Nos comeríamos el bocadillo, de tajadas de tocino, de medio metro y nos darían las dos de la tarde cogiendo cangrejos. Sigilosos como indios.. Con un ojo en el agua y el otro en el camino por si, en cualquier momento, se veía brillar un tricornio.             Luego, con cuatro o cinco docenas de cangrejos en el talego, como mucho, levantaríamos el campamento y con un sol de justicia, le daríamos fuerte a las “bicis”. Por el quijero del río adelante, la compuerta, la Huerta de la Anselma….otra vez el vértigo en el estómago, a salir a la carretera y a las dos y media en el barrio. Repartiríamos los cangrejos en la puerta de Paco y, a las tres de la tarde “congestionao perdío”, en casa.               -Isidrín, ¿de done vienes, así?             -Del río, mamá.             -Da gracias que no ha venido tu padre porque si te ve así, la tenemos.             -Si es que por no llegar tarde hemos venido deprisa. Mira mamá lo que hemos pescado- y abrí el talego del almuerzo mojado-             -Cangrejos…             -Si, me han tocado quince             -Anda, ponlos en aguay lávate la cara a ver si se te pasa el sofoco.               Le puse el tapón al lavabo, lo llené de agua y eché los cangrejos dentro. Al mirarme en el espejo no me asusté porque estaba acostumbrado a verme así. Tenía la cara como la grana y un calor como si me hubieran puesto la plancha enchufada.             Los cangrejos estaban todos vivos y nadaban. Mari Reme se asomaba y metía la mano tratando de cogerlos.               -Amalia, ya estoy aquí.             -Hola Laureano.             -Hola papá.             -Isidro, ¿que has estado haciendo?             -Nada, he ido con el primo Andrés y el Sepia a pescar al Palo.             -Y ¿que has pescado?                         La Reme arrancó a llorar y salió, pasillo adelante, con un cangrejo enganchado en el dedo.               -¡Buaaaaaaaa!             -Unos pocos cangrejos             -La mesa está puesta… ¡A comer!                             8             el  Instituto…                 El verano había pasado deprisa. Parecía que había sido ayer cuando, después de los exámenes finales de Junio, habíamos ido a recoger las notas y con los nervios metidos en el estómago, esperamos en el andén de la planta baja, delante de la Secretaría, a que el bedel saliera y empezara a entregar los libros de calificaciones. Era Septiembre y otra vez estábamos aquí.               Colas de estudiantes, con el libro de calificaciones, la instancia solicitando ser admitidos a curso, las fotos y las pólizas esperábamos, delante de la Secretaría, para sacar la matrícula.             Era mi tercer año. Había llegado al Instituto después de haber aprobado libre el examen de ingreso y la verdad es que me gustaba. Era enorme. Tenía dos plantas y más de treinta aulas.               Atrás quedaba el “ San Fulgencio” el colegio del Barrio, donde mi padre me apuntó cuando nos fuimos a vivir a las Casas Baratas y donde D. José, de la 5ª, se desgañitaba para enseñarnos primero a multiplicar y luego a resolver operaciones con quebrados y a hacer regla de tres simple.               Todo el saber de nuestro tiempo estaba en la Enciclopedia Álvarez de tercer grado que, una y otra vez, abríamos ahora por Religión para ve en un dibujo a Abraham en el momento culminante de sacrificar, con  un enorme cuchillo, a su hijo Isaac; o por la Historia de España, donde Felipe II asistía a la derrota de su “Armada Invencible” y donde, en letra cursiva, se podía leer …”Yo no mandé a mis barcos a luchar contra los elementos...”               Habían sido tres años de San Fulgencio, de babi a rayas azules y blancas y cuellos de pico redondeado. De leche en polvo de los americanos en el recreo de por las mañanas y trozo de queso amarillo por la tarde para merendar y, que por cierto, yo no me comía y lo llevaba a mi casa, intacto, para mis hermanas. De jugar a  las bolas en invierno en el patio, con los mocos colgando y de cantar salves a la Virgen en el mes de mayo, delante de la imagen que, en una hornacina,  presidía la ostentosa escalera principal que llevaba a las clases de la segunda planta.                         El Instituto nos hacía sentir mayores. Ya no llevábamos babi y, aunque no fuéramos juntos a clase, allí había chiquillas.               No es que me fijara mucho en ellas, porque a esa edad yo tenía cosas importantes que hacer, como cazar pájaros o jugar al fútbol, pero a los mayores del curso les gustaba reunirse en corrillos durante los recreos y cuchichear acerca de ellas que, mas pícaras, los miraban y rompían en risotadas que a más de cuatro hacían salir los colores.               Yo, que por aquel tiempo era un chiquillo regordete, tirando a gordo, cada vez que las oía reír levantaba la cabeza y, si por casualidad estaban mirando en dirección a donde yo me encontraba, me ponía rojo como un  tejo. Mucho me temo que ya empezaba a sentir complejo de gordo. Un complejo que no me abandonaría hasta pasados bastantes años.               Como estudiante era bastante discreto. Había sacado los dos primeros cursos del bachiller con algún notable en Matemáticas y Religión y el resto aprobado.               La cola no andaba ni a tiros….               -Hola, Isidro ¿Y tu primo Andrés?- era Toledo, un compañero de curso.             -No sé, no creo que tarde., he quedado con él aquí, para sacar la matrícula.             -¿Tienes un cigarro?             -No, no fumo.               Toledo, que llevaba gafas de “culo de vaso”, era un misterio. Todo el mundo se preguntaba como podría estudiar..¡Si no veía!.               -Bueno, pues voy a ver si alguien me da un “ideal”               Por aquel entonces ya empezaba la gente del curso a fumar, pero nadie tenía para comprar tabaco, salvo los cinco o seis hijos de familia con dinero que estudiaban con nosotros y que siempre llevaban alrededor una nube de menos pudientes que esperaban sacarles algún cigarro que otro.               Me llamaba mucho la atención eso de tener un profesor para cada asignatura. Matemática D. Juan (Potaje), de Religión D. Jesús Álvarez  (El cura), Ciencias Naturales D. Luís Morcillo…; y el hecho de tener una clase para cada asignatura. Terminaba una clase y a coger el abrigo, la cartera y …¡Hala, a otra aula!               -Hola Isidro- era mi primo Andrés.             -¿Qué pasa, primo?             -Pues nada.., a sacar la matrícula. ¿desde que hora estás aquí?             -Desde las once y son ya casi las doce…             -Iba a venir antes, pero me he juntado en el parque con Miguel, el hermano de Víctor y hemos estado hablando de la música. Tiene una guitarra y no veas como toca…             -Pero ¿una guitarra de verdad?             -¡Vaya un pijo! Oye primo ¿ y si le diéramos el follón a las madres para que nos compraran una…?             -No digas tonterías, Andrés, eso tiene que costar mucho dinero.             -Pues tenemos que inventarnos algo para tener una guitarra. Mi vecino, Casimiro, el hijo del ciego, tiene una y se pone en el balcón a cantar rancheras y a tocar… y si le oyes…             -Ya me gustaría a mí, pero …..             -Pues con lo bien que cantas, nos lo íbamos a pasar de miedo.             -¡Calla, calla! Y venga, que nos toca a nosotros.               Se acababa de abrir la puerta y había salido un chiquillo con los justificantes de la matrícula hecha.             Pasamos a Secretaría. Había allí dos o tres mujeres que eran las empleadas que tramitaban los papeles y D. Francisco Pérez (Menos Uno), que era profesor de Matemáticas y, además, Secretario del Instituto.               -A ver, el libro de calificaciones.             -Tenga usted.             -¿De que curso te vas a matricular?             -De tercero             -¿La póliza?             -Tenga usted.             -¿La instancia?             -Tenga usted             -¿El dinero de las tasas?             -¿Cuánto es?             -Familia numerosa..87´50 pesetas A buscarse en el bolsillo…             -Tenga usted.               -¡Joder, primo, con ese dinero dábamos la entrada para la guitarra….!             -Si, y estudiábamos el qué?                         Se oía poner sellos en el libro de calificaciones.               -¡Ya está!, el siguiente….               Y vuelta a repetir la misma “cancamusa” con mi primo.               Diez minutos después estábamos con Miguel, en el parque, viéndole tocar la guitarra.               Se nos caía la baba. Me imagino que no sabría mucho de tocar, pero tenía una guitarra con sus cuerdas y sus clavijas de madera…y de color marrón…               -Venga primo, vamos para la casa que son casi las dos..             -Espera un poco más, si hasta las tres no vienen los padres de trabajar.             -No, yo me voy ya, que vivo mas largo…               Y mientras me alejaba y oía la guitarra, iba cantando la letra de lo que Miguel tocaba.. “ De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera…” y me prometí a mi mismo que, algún día tendría una guitarra como la de Miguel.                             9             … problemas.     Había pasado en otras ocasiones, pero yo, o no me acordaba, o no quería acordarme. Mi padre y mi madre habían discutido. No sabía cuales eran los motivos, pero esta vez la bronca había sido más fuerte de lo habitual.                         Fue en casa de mi tía María Eugenia, durante las navidades del sesenta y uno. Mi madre y mi tía siempre han estado muy unidas. No tenían más familia, cada una, que a la otra y todos los años, por Navidad, nos juntábamos en Nochebuena y Nochevieja en su casa las dos familias.               Aquel año, las madres habían ido al Horno de Mariah Juana y habían hecho tortas de manteca y mantecados; y con la matanza recién terminada había comida, si no exquisita, al menos abundante.               Para los chiquillos  las fiestas de Navidad eran la locura. Comida, dulces y sobre todo follón que era lo que más nos gustaba. Todo el día jugando los primos. Después de cenar, mi tía, que tenía muy buen humor, sacaba la cascaruja de castañas, higos secos, frutas escarchadas y la zambomba que habíamos hecho con un bote de tomate de los de cinco kilos y la “pezorra”del gorrino, y la escoba para rascarla en una puerta y nos poníamos a cantar villancicos.               Aquella noche, no sé lo que pasó pero en medio de toda la algarabía de chiquillos y canciones, se oyó la voz de mi padre que gritaba…               -¡Mira Amalia que te pego un sifonazo en la cabeza que...!               Todos los chiquillos nos callamos de una y se hizo un silencio sepulcral….Miré, y mi padre tenía agarrada a mi madre por el cuello y con el sifón en alto la amenazaba.             Mi madre se puso a llorar, mi tía también.. y mi tío Esteban trató de separarlos… Allí se acabó la  fiesta.             Mi madre se quedó a dormir con mis hermanos en casa de mi tía María Eugenia y mi padre, mi primo Andrés y yo nos fuimos a dormir a mi casa.               Aquella imagen jamás se ha borrado de mi cabeza. Es una fotografía que el tiempo no deteriora y que cuando cierro los ojos y pienso en ella, aún sin saber cuales fueron las razones, me hace llorar….                               10           mis   padres…                   La situación económica en mi casa fue siempre la de una familia de clase baja, pero nunca fue desesperante. Debíamos en la tienda, pero ¿y quien no?...                         Mi madre cosía hasta las tantas de la noche para arreglar la ropa que se quedaba pequeña a uno y adaptarla al siguiente en tamaño…¿y en que familia no pasaba eso?.. Y en la comida de aprovechaba hasta el rabo de las zanahorias… y guisaba como nadie. Hacía un ajiaceite con rellenos de ajo, y unos potajes de calabaza y nabo, y una coliflor rebozada y frita, y unos cocidos, y una olla y unas migas ruleras con pan…, y no se cuantas cosas más.. ¡Vamos, para reventar comiendo…!               La verdad es que se mataba a trabajar en la casa…, como todas las madres.               La placa de carbón de bolas en que guisaba estuvo, durante cinco años funcionando como la caldera de un tren, a pleno rendimiento, hasta que un día mi padre llevó el hornillo de petróleo a casa. Aquello fue la pera. Ya no había que levantarse a encender la placa con  astillas de  madera y carbón y además- decía mi madre- ..¡Era de limpio!..               Y si no, cuando Rodolfo “El Pava”, que trabajaba en una tienda de electrodomésticos, convenció a mi madre de que tenía que comprar una lavadora eléctrica… El día que la instalaron se pasó más de una hora sentada en una silla, viendo como daba vueltas el tambor y se lavaba la ropa sola…               Mi padre trabajaba como un negro. Por la mañana se iba a Aviación, a la Base Aérea. Estaba en las oficinas de Intendencia y se venía a las tres a comer. Por la tarde se iba a las cuatro a la Fiscalía de Tasas donde estaba hasta las seis; y de allí al despacho de D. Juan José García Carbonell, que era abogado, y a darle a la máquina de escribir hasta las diez de la noche que llegaba a casa, justo par oír   ”El diario hablado de Radio Nacional de España”.               Mi madre se quedó huérfana y sin mas familia que mi tía María Eugenia en el año cuarenta, con doce años. Perdió a cuatro hermanos y a sus padres. Yo creo que la trastornó la guerra. Cuando había tormenta y éramos pequeños, nos metía en la cama con ella y decía… “ No moveros que vienen los aviones y van a bombardear…” Decían que era cosa de los nervios. Ha sido siempre muy lista y muy tierna..¡Mamá, te quiero mucho…!               Mi padre se crió en el Sur. Sus padres tenían tierra y mi abuelo era muy trabajador y criaban uva de mesa.             Dejó la tierra para ser funcionario y tener un sueldo seguro del Estado, que es lo que quería mi abuelo. Es muy trabajador y muy serio. A veces tiene mal carácter. Tiene buenos sentimientos, pero no sabe expresarlos. No sabe decir  “te quiero”…. ¡Por favor papá, quiere mucho  a mamá, anda!.. Yo te quiero…               No sé que pudo pasar aquella noche de Navidad, y algunas otras veces….           ©isidromartínezpalazón. / http://www.isidromartinez.com
                        21           La  Bolera                 -¿Dónde te duele, Andrés?             -¡Joder, aquí!- se señalaba el lado derecho de la tripa.             -¿Y que hacemos?             -Que vamos a hacer, ¡Pues salir a tocar!             -¡Pero como, si no puedes ponerte derecho!             -¡Venga, venga!, vamos para afuera que son las siete y la sala está hasta arriba de gente.               El Güisqui Club era una sala de baile al aire libre, que estaba en lo que hacía tiempo había sido una bolera. Tenía unos hermosos jardines y una pista de cemento fino que se utilizaba, cuando no había baile, para patinar. Estaba rodeada de grandes plataneras de hoja ancha bajo cuya sombra habían puesto veladores de mármol,  donde se sentaban las parejas a tomar refrescos mientras hablaban.               -Buenas noches, amigos, con todos ustedes… ¡Los Nijars!- anunció el presentador.               Y salimos nosotros, con  las guitarras colgadas, desde una puerta que había detrás del escenario, mientras la gente aplaudía.                           -¡Venga, calla y enchufa la guitarra!               “Queridos amigos-empezaba Rodolfo-  Bienvenidos al Güisqui Club. Vamos a hacer que pasen una tarde deliciosa bailando con la música de… ¡Los Nijars!               La gente se agolpaba delante del escenario y las parejas de novios se levantaban de las mesas y se dirigían a la pista. Sonaban las guitarras eléctricas y Rodolfo, “Joahn” para las admiradoras y para nosotros “El pava”, cantaba…               “Si necesitas de mí, nunca me olvides…             Sabes que vivo de tu recuerdo...             Si te hace falta amor...             Yo rogaré… solo por ti..., solo por ti…               Y la gente bailaba y bailaba. Y yo, “soñaba que vivía en el ático de un rascacielos-Satisfecho-con un Sorbito de champán…”                 -¿Bailas?             -Bueno.             -¿Cómo te llamas?             -Juani             -¿Estudias o trabajas?             -Trabajo             -¿En donde?             -En una fábrica de confecciones...En López Vera ¿Y tú?             -Soy mecánico             -¡Ah!             -¿Has venido sola?             -No, con unas amigas.                 “La última noche que pasé contigo             quisiera olvidarla, pero no he podido             La última noche que pasé contigo             hoy quiero borrarla por mi bien….”               -¿Cómo estás, Andrés?             -¡Jodio!               -Bueno, amigos, con esta canción  nos despedimos de vosotros, esperando que hayáis pasado una tarde agradable bailando con… ¡Los Nijars!... Hasta la próxima…                 -¡Andrés!... ¡Coño que te pasa!             -¡Joder, primo,  que me duele mucho!               Si no lo sujeto se cae al suelo. Estaba más blanco que la cera.               -¡Rápido, Rodolfo!, ¡échame una mano, vamos a llevar a mi primo a su casa! Mira que eres cabezón, teníamos haber suspendido la actuación… ¡leche!..             -Y que no nos hubieran contratado más… ¡Venga, ayúdame a ponerme derecho y vamos para la casa! Vosotros recoger el equipo y llevarlo al ensayo. ..¡Coño, como me duele...!               Cuando salimos de la sala, Narciso nos esperaba en la puerta con el coche en marcha.               -¡Venga, subir, que nos vamos echando virutas!               Llegamos a casa de mi primo y cuando nos vieron aparecer el susto fue de órdago.               -Tía María Eugenia, el primo está malo.             -¿Qué pasa?..¡Que le pasa a mi Andrés?             -No sé. Antes de tocar decía que le dolía mucho la tripa. Le dije que nos viniéramos a casa, pero no ha querido…             -¡Hijo mío, que te pasa!..¡Esteban, Esteban ¡.. Vámonos  para la Residencia que el chiquillo está malo..¡Ay, Dios mío.. Ay, mi Andrés!....               Se fueron en el coche de Narciso. Mi tía lloraba como una magdalena y en la calle, bajo un cielo de Julio repleto de estrellas, Rodolfo y yo nos quedamos solos mirándonos asustados.               -¡Me cago en la leche!..¡Si le pasa algo a mi primo….!                             22         apendicitis.                 Era la primera vez que entraba en un hospital y tenía miedo.             Olía a desinfectante y había gente con batas blancas y pasillos largos con habitaciones a los dos lados. Algunas puertas estaban entreabiertas y se vía a gente en las camas con pijamas azules…..               Las manos me sudaban y tenía la boca seca como el esparto y más amarga que la retama.               -Está en la habitación 328-decía mi tío Esteban-             -¿Y donde es eso?- preguntó mi madre.             -Al final del pasillo, la última puerta de la izquierda. No os preocupéis que está bien. Sólo ha sido el susto, gracias a Dios no llegó a peritonitis.             -Tío,¿ y que es eso de peritonitis?             -Pues una perforación de estómago             -Y si no es peritonitis…¿Qué ha sido?             -Apendicitis, Isidro.             -Entonces..¿que le han hecho al primo?             -Operarlo. Le han quitado el apéndice..             -Ya…,               Al fin llegamos a la puerta 328. Estaba entreabierta. Yo esperaba encontrarme a mi primo hecho un trapo, con los ojos cerrados y poco menos que muriéndose. Mi tío Esteban empujó la puerta y yo estuve a punto de cerrar los ojos…               -¡Hola primo!. Allí estaba Andrés, incorporado en la cama, tan telendo y hablando con mi tía María Eugenia.             -¡Pero si estás bien!             -¿Y que creías que estaría muerto?             -Muerto, no sé, pero anoche tenías una cara….             ¡Ná!, no ha sido ná. Me han hecho una raja en la barriga con un cuchillo como el de los matachines, me han quitado un trozo de tripa y me han dado ciento veinte puntos y ya está… Mira, ¿quieres verla?                         ¿Ciento veinte puntos?..¡Maldito zamarro!, ya empezaba a asustarme con sus barrerías de siempre; pero me alegré, porque era señal de que estaba bien.                         -¿Y cuando te vas a tu casa?             -Mañana por la mañana. Y dentro de siete u ocho días me quitan los puntos y ya está.             -¿Y vas a poder tocar la guitarra?... ya sabes que tenemos muchos contratos y …             -Pues claro. Dile a la gente que pasado mañana, por la noche hay ensayo como siempre, a las diez.             -Primo, me alegro mucho de que estés bien. Si te llega a pasar algo..¡me cago en la leche!..               Cuando salimos del Hospital, miré al cielo. Allí estaban las mismas estrellas que la noche anterior. Mi madre no se dio cuenta, o disimuló para no ver como me limpiaba las lágrimas.                         vi. volar un mochuelo que se paró encima de un poste de teléfonos y empezó a cantar..¡Muiu! ¡Muíu!...               … Si le llega a pasar algo….¡me cago en la leche….!                             23           ….Adiós.                 -Mañana te examinas, Isidro.             -Ya lo sé, papá.             -Y que, ¿Cómo vas de preparado?             -Yo creo que bien..             -Bueno, ya veremos..               La verdad es que había estudiado más bien poco. El verano había pasado muy deprisa. Física y Química y Matemáticas por la mañana, algún que otro baño en la Piscina de Educación y Descanso y ensayos todas las noches en la cocinilla. Los sábados y domingos a tocar.               Habíamos recorrido todos los pueblos de la provincia. Terrazas de verano con el mismo ambiente de siempre, parejas de novios, madres vigilantes sentadas estratégicamente par ver con quien bailaba su hija; camorristas en las barras de los bares, algún cuba-libre que otro y empresarios que hacían  a los músicos las mismas advertencias de siempre…               -Bueno, empezáis el baile a eso de las siete menos cuarto y mientras que esté entrando gente no hagáis ningún descanso. Luego, a eso de las ocho y media paráis un poco para que la gente vaya a la barra a consumir; y luego allá… ¡a las nueve menos cuarto! Volvéis a tocar hasta las diez y media, que anunciáis el baile de la noche y cortáis.               -Vale-decía Rodolfo- como siempre.               “¡Y si no apruebas en septiembre, te poner a trabajar con los albañiles!.               -¡Joder con aprobar!. Como si no hubiera nada más importante en la vida que la Física y las Matemáticas. ¿Y tocar la guitarra hasta que se te pongan los dedos como escobas y te duelan y se hagan callo!...¿Y bañarse en las balsas, en pleno agosto, a las cuatro de la tarde con el agua como el hielo?.. ¿¿Y hablar con las chavalas y ver que distintas son de nosotros en todo?, en la piel, en los ojos y en ese no se qué, que tienen, que…. ¡Aya yay!.. Solo de pensarlo se me ponía la carne de gallina… ¿ y cantar canciones y ver como se le ponen  los ojicos y se sonríen de aquella manera picarona?..¿y escuchar música de los Beattles?... y leer a Miguel Hernández  y  a Machado y darse cuenta de que tenemos dentro algo más que la chicha?... ¿Y sentarse, en septiembre, por la noche, en un banco del parque bajo un pino, y fumarse un cigarro con los amigos y que te den las cuatro de la mañana hablando de lo divino y de lo humano?... ¿ Y subirse a lo alto de un cerro y tumbarse panza arriba a ver las nubes correr, y…ver como se pone el sol…¡¡¡Eh..!!!.¡Eso que!...¡¡¡PERO PIJO!!!, SABES LO QUE TE DIGO..¡¡¡ QUE LE DEN MORCILLA  A LA QUÍMICA!!!               Pero al que le dieron morcilla fue a mí. Aprobé las dos que tenía suspensas pero me cargaron dos de los tres grupos de la Reválida y tuve que chuparme todo el año siguiente estudiando en la academia de D. Asclepiodoto  hasta que, por fin en Septiembre, tuve el honor de ser condecorado con “ La cruz de corcho al mérito estudiantil, con cintajo verde y colgajo azul, chapado en chapa, por el Instituto de Enseñanza Media de Albacete como….¡Ta-ta-chiiiiiin!...¡Bachiller Superior.!               El libro de calificaciones tiene las tapas de color marrón. Reválida de 6º, Calificación definitiva…5´7…¡Aprobado!               A mis espaldas, desde el fondo del pasillo de la segunda planta del Instituto, D. Andrés Masiá, con su aspecto serio y elegante de siempre le dice al “ gordo” Sotoca que nunca entenderé lo que son los Hidrocarburos Saturados, mientras D. Luís Lapiedra filosofa con “el Chocheras” sobre la Historia de España…               -Oye Isidro, me dedicas una foto de los Nijars..             -Si, claro… “ A Juanita, con cariño, de Isidro..”                                                   24           …¿ y ahora?     -¿Qué piensas hacer ahora?               La frase me resultaba familiar. Cuando había que tomar una decisión sobre algo que me afectaba, mi padre siempre empezaba la conversación de la misma manera… Y yo contestaba de la misma forma..               -Pues no sé..             -En Madrid hay una residencia, para hijos de militares y personal civil de Aviación. Podrías estudiar Perito Agrícola y vivir allí. Son tres años de carrera, eso si, apretando.             -Ya, pero…               Yo sabía muy bien que la economía de mis padres no podría soportar los gastos de un estudiante fuera de casa y, además, eso de “périto”, como decía yo…, no me entusiasmaba.               -Tu verás-continuó mi padre- Nosotros podemos hacer el sacrificio, si quieres seguir estudiando, y si no, pues preparas unas oposiciones para el Estado como hice yo. A mi no me ha ido tan mal.               Por la forma de hablar de mi padre, estaba claro que había llegado el momento de decidir. O empezaba una carrera o me ponía a trabajar.               -Bueno, pues déjame que lo piense.             -Bien, pero estamos en Septiembre y hay que tomar decisión cuanto antes para no perder el año.             -Vale, papá.               ¡Eso, y encima con prisas! ¡ ¡Y yo que sé lo que quiero hacer…! No hay dinero para estudios, a mí perito agrícola no me gusta, lo que de verdad me gusta es la música.. Pero,¡ya sé!, que de eso no voy a vivir.., me lo has dicho cuarenta veces…, ya..; y menos ahora que Narciso se ha ido a la mili y el conjunto se ha desecho..Yo que sé…, yo que sé….               -Me voy a dar una vuelta..             -No vengas tarde, Isidro…             -Vale, mamá.                             25           los pobres y…                 Mi primo Andrés estaba preparando oposiciones a Hacienda, a Contadores del Estado o algo así. Daba clase con D. Manuel Valero, Jefe de Negociado de Hacienda; un hombre de mediana edad, pelo cano, bajito y de aspecto bondadoso que vivía en la calle de la Feria; y que aprovechaba las tardes libres para sacarse algunas pesetillas enseñando lo que había aprendido, durante sus muchos años de experiencia, como funcionario.               Andrés andaba en eso desde que aprobó la Reválida de sexto, hacía ya un año, esperando que se convocaran oposiciones para presentarse. Bueno en eso y en un conjunto, bastante extravagante, que había montado. Se hacían  llamar “The Pobres & The Miserias.”               Mi primo, por aquel entonces, tenía su época rara. Le gustaba ir por la calle vestido normalmente pero con unas zapatillas de estar por casa, de esas de paño, a cuadros, quemadas y hechas mixtos, que le dejaban todo el pié al aire.               Para colmo se había juntado con “Cuchiche”, un muchacho alto y seco como él, de aspecto extraño, que llevaba gafas negras todo el día, incluida la noche, un pañuelo negro al cuello que no se quitó jamás; vestido todo de negro y que olía a tigre a diez metros de distancia. Decían que dormía vestido y todo..¡Ah!, y que cantaba. El bajo era el “Cucaracho”, media melena estilo Beattle, aplastada como una boina, que brillaba como una cucaracha en la noche y daba la sensación  de ser de una pieza. El batería era el “Girlopa” por su profesión de carpintero; y de guitarra rítmica Pepe Robles, que era cuchillero; un muchacho de aspecto aseado que no pegaba ni con cola con el grupo y que había construido con sus manos, la “Asadora”, una guitarra eléctrica que  sonaba cono no he oído otra en toda mi vida.               Ensayaban en el “ Callejón de los gatos”, por la plaza de las Carretas y hacían una música tan extraña como ellos….               “ ¿No es verdad, madre , las flores              que en el cementerio están,             que cuando el viento les da             …para mi que se menean….?”                 -Pasa, pasa .. Isidro.             -¡Hola muchachos!..¿ que hacéis?               Andrés nos presentó.               -Mi primo Isidro. Estos son Pepe Robles, José Antonio “Cuchiche”, Antonio “Girlopa” y Juan “El Cucaracho”.             -Encantado             -Siéntate, primo, que vas a oír al conjunto. Estamos montando una cosa nuestra “ Las Flores del Cementerio”, para el Festival del Teatro Circo.             -Estupendo.               Era la primera vez que veía a mi primo tocar con un grupo en el que yo no estaba y la verdad es que me daba un poco de envidia.             Aquello de tan raro, sonaba bien. Era una mezcla de Jimmy Hendrix y… no sé, digamos soul.               No era la cocinilla de Collado Piña pero hacía casi tanto frío como allí. No se oía al gorrino chillar pero sonaba la “Asadora”, y mi primo seguía dirigiendo. Era un líder nato….¡Cucharacho, súbele al bajo”!..¡Pepe, eso es la menor, no mayor!... ¡Girlopa que te cruzas!..¡Cuchiche, no me jodas que te vas de tono...! “ No es verdad, madre las flores…” ¡Ahora va bien!..¡Quítale graves a esa guitarra… “Que cuando el viento les da…-distorsionador-..” Para mi que se menean…!Mañana nos vemos aquí, otra vez a la misma hora..y..¡POR LOS AGUJEROS DE LA ZAPATILLA DE MI PRIMO SE LE VE EL CALCETIN…!...¡POR HOY VALE!...¡APAGA ESE AMPLIFICADOR!...             -Que,¿ Vamos al Candil a tomar un vino?.¿Tú vienes Isidro?             -Vale, no tengo nada que hacer.             -Pues vamos.                 No sé si hacía mas frío en la calle o en el ensayo. La noche era hermosa. Estaba como “ojo grillo” y había un cielo limpio, cuajado de estrellas.               -¡Vaya día va a hacer mañana para coger pájaros..!¿eh, Isidro?. ¿Nos vamos a poner “ la rede” a “la punta la cerca”.             -Calla, calla, que bastante frío hemos pasado.             -Mire..-oye, Pepe-¿No conocías a mi primo?             -No.             -Es el mejor músico del mundo. Si lo ves tocar la guitarra…..te cagas.             -No seas bestia, Andrés, y vosotros no hacerle caso que es un exagerado.             -No, si ya lo vamos conociendo.. Llevamos dos meses con el y nos cuenta cada historia. Dice que antes de lo de la música era pirata… y no se qué de los indios.               Mi primo y yo teníamos nuestro humor particular. Habíamos convivido muchos años y nos conocíamos bien, y estaba contando a aquellos muchachos nuestras bromas, y claro, no las entendían. La verdad es que le gustaba hacerse el loco y el raro.               -Ya verás, Girlopa, ahora llegamos mi primo y yo al Candil y nos bebemos mil litros de vino cada uno y nos comemos un bancal de ajos y salimos tan “telendos”….             -¡Joder primo, ya estás como siempre!             -¡Soy el pirata!...¡No es verdad madre las flores…!               Y se ponía en medio de la calle a hacer como si estuviera punteando con la guitarra.               -¿Oye, Pirata?             -Que, Pepe.             -Yo ceo que el nombre de Los Pobres y los Miserias es un poco raro para un conjunto..¿No?             -¡Que va!, si nos viene al pelo.., no ves la pinta que tenemos             -Ya..             -Pues eso.               El Candil, en la calle Concepción, en pleno centro de la ciudad, estaba hasta los topes de gente joven. Se había puesto de moda y no cabía ni un alfiler. Estudiantes y trabajadores iban allí, a eso de las ocho de la tarde y hasta las doce o la una estaban charlando y tomando vinos. Con una botella de vino peleón y un plato de aceitunas o altramuces, una pandilla pasaba dos o tres horas; y luego a tres pesetas por barba.. No había manera de llegar a la barra.               -Yo me voy, -era el Cucaracho- esto está hasta la bandera. Me voy a casa a cenar y a encamarme que mañana tengo que trabajar.               Los demás secundaron la idea y dijeron que se marchaban.               -¡Pues veros a la mierda toos.! Primo vámonos tú y yo a la Higuerica a tomarnos un vino.             -Vale y de paso hablamos que tengo que contarte unas cosas.             -¡Hala!, mi primo y yo nos vamos a bebernos mil litros de vino cada uno y a comernos una gabardinica a la Higuerica..!.¡ Y vosotros mañana a las nueve ensayo ¡…¿eh?             -Vale, Pirata, allí nos vemos..¡Tampoco estás loco,.ni ná!               Cogimos la calle adelante hasta la plaza Mayor y de allí, por la de Zapateros, a la Higuerica.             El bar estaba tranquilo, prácticamente estábamos solos y nos sentamos en una mesa.               -¡Dános una botella de vino y dos gabardinas!             -¡Marchando!             -Yo no tengo más que cinco duros, Andrés             -Pero tengo yo. Mi madre me ha dado cincuenta pesetas. Con eso tenemos bastante.             -Oye.¿como vas con lo de las oposiciones?             -Ná, eso es una perdida de tiempo. Allí estamos con Valero dando clases. Es una cansinería. Me estoy empollando los ochenta temas de la Función Pública y haciendo ejercicios de Cálculo Mercantil.. y de sumas y restas. En el primer ejercicio te ponen un cuadrante con más de cincuenta sumas y restas y al final tienes que poner el resultado sin poder hacer ni una operación en ningún papel..¡Ná, una tontuna!.. y para mas “inri” a mi eso no me gusta; lo que de verdad me gusta es Medicina…             -Ya, y entonces ¿por qué estudias lo de Hacienda?             -Pues porque algo tengo que hacer, ¿no? ¿y tú, que vas a hacer ahora que has terminado            el bachiller?             -¡Yo que pijo sé!. Mi padre dice que me vaya a Madrid a estudiar Perito Agrícola, pero a mí eso no me gusta..y , además si tienen que mandarme dinero no se de que van a comer en mi casa….             -Esa es la canción.             -Aquí tenéis … ,una botella de vino y dos gabardinas…             -Vale.             -Qué, ¿ te gusta el engendro de grupo que hemos hecho?             -Suena raro, pero bien…             -El qué, ¿ el nombre o el grupo?             -Las dos cosas             -¡Ea!, para hacer el zamarro un rato, no está mal.¿ Y tú, no haces nada?             -No, de momento, no. A ver si mas adelante sale gente y hacemos algo para sacar unas perras.             - Si quieres vente a tocar con nosotros. Lo que pasa es que no creo que este conjunto dure mucho. Es una música muy rara y no sirve para tocar en los bailes de los pueblos. Cuando pasen las Navidades, si quieres, hacemos algo juntos.             -Ya veremos… En cuanto a lo de estudiar, no se que hacer…             -¡Joder!, pues apúntate con Valero. Para el año que viene dice que va a haber oposiciones. Estudiamos juntos lo de Contadores y si aprobamos ya tenemos un trabajo seguro y por las tardes, que las tenemos libres, hacemos un conjunto bueno y tocamos por ahí…,y…             -¿Y qué? Todo lo que no sea dedicarse a la música es apretar en muchos sitios y no hacer fuerza en ninguno. A mí lo que de verdad me gustaría es cantar, si alguien me enseñara… ;y a escribir canciones. Me gusta mucho lo que está haciendo un tío catalán que se llama Juan Manuel Serrat.. y hay mas…,Víctor Manuel…O eso, o hacer un conjunto bueno con cacharros buenos…, no eso de Los Pobres y los Miserias. Algo así como los Trasgos que ahora se van a Madrid a tocar.. y seguro que luego graban un disco.             ¡Eso es una tontuna!.  La música buena se hace en Inglaterra o en Estados Unidos, aquí vamos mas atrasados que la cola de un galgo. Seguro que a los Trasgos se les pelará “el galillo” de hambre.             -Si yo no digo que sea fácil,  pero trabajando y aprendiendo… Podíamos ir al Conservatorio a que nos enseñaran..             -¡Ná, ná, de Conservatorios nada. Tu hazme caso, primo, apúntate con Valero y mientras preparamos las oposiciones hacemos algo de música y luego ya veremos si nos vamos a correr mundo o ponemos una tienda de ultramarinos…             -¡Ya estás con tus burrerías…! La verdad es que no sé que hacer.             -Oye, están buenas estas gabardinas ¿eh?             -Si.                           26           ¿ contadores….?               -Buenas tardes a todos, ¡Hombre, pero si tenemos un alumno nuevo!.             -Buenas tardes, D. Manuel. Me llamo Isidro y venía a ver si podía prepararme para lo de Contadores del Estado.             -Pues claro que sí. Usted es primo de Serrano, ¿no?             -Si.             -Pues nada, nada… Si es muy fácil. Yo le daré los temas que se tiene que estudiar y…¿Cómo anda usted de cálculo mercantil y de contabilidad?             -Pues me temo que mal. Bueno, la verdad es que ni bien ni mal, no tengo ni idea de que es eso.             -Nada, nada, no se preocupe que ya irá aprendiendo. Fijaos en Luís, solo lleva un año y ya domina todas las materias del examen; en cuanto se convoquen oposiciones, saca plaza..¡seguro! El sueldo es bueno y el trabajo, más seguro no puede ser, que es el Estado el que paga… Así que nada, a animarse y a estudiar. Bueno, pues bienvenido y vamos a corregir los ejercicios de ayer y a repasar los temas….               -¡Ah!, perdón, no le he presentado a sus compañeros. Luís Serrano, Juan Cutillas, Antonio Gómez,  a quien llamamos cariñosamente “ Heráclito el Oscuro”, por su saber …...                         Se oyó el timbre de la puerta de casa  y..               -Perdón, ¿ quien falta?... ¡Ah, si!...- y D. Manuel salió de la habitación, para regresar unos minutos después acompañado de una chica….   -Y, perdón otra vez, porque las señoritas son primero.. Cristina Villarías.. y, por supuesto, a ese chico con esas patillas que ya conoce.. su primo Andrés.               Se me tuvo que notar, estoy seguro, porque sentí un calor sofocante en la cara…. Allí estaba otra vez aquella muchacha. Como estaba, aunque ella no se acordara , cuando en 6º curso D. Andrés Masiá, en clase de Química, llegó a la conclusión de que yo, nunca en la vida sabría lo que eran los Hidrocarburos Saturados; y como también estaba con sus padres, en el andén del Instituto, el día que fuimos a recoger las notas de Reválida.               Pero también estaban allí otros muchos que siempre habían estado. Mi timidez de muchacho gordo, acomplejado.. “ Mañana le digo que como se llama y aprovecho para hablar con ella.. -De todas maneras yo no me voy a casar, porque eso es una cosa que siempre trae complicaciones…” Papá no le chilles a mamá… y no discutáis más…. Mamá no llores…” Igual ni le gusta la música-papá, dile a mamá que la quieres…”-Aunque no merece la pena, porque seguro que ella ni siquiera sabe que existo..¿Es que te han suspendido, Cristina?, ..¡Pues no hagas ni caso, porque los profesores son imbéciles… Como se han atrevido a suspender a una chavala como tú…..Y ahora tú, chico fino, que estudias Contadores del Estado… ¡Porqué te empeñas en decirle todas las noches, al salir de clase, que si quiere la invitas a un té con limón…, si el té con limón no le gusta a nadie que tenga dos dedos de frente… y menos a ella que es delgada y alta y tiene el pelo largo y rubio…, y unas piernas que… y unos ojos verdes, con unas manchitas pequeñas de color marrón, preciosos.. , y huele tan bien.. y una boca grande y unos dientes blancos… y unas palas grandes.. y una sonrisa que contagia…¿eh?..¡eh! ¡Eeeeeehhhhhhhhhh!.... ¡PERO, PIJO, CUANTOS COMPAÑEROS DE VIAJE……..!                               27           Don Jesús.                 -Oye, Laureano, que va a haber oposiciones para botones de la Caja de Ahorros. Dile a tu chiquillo que se presente.             -¿Y cuando son, D. Jesús?             -Para el quince de enero, dentro de un mes, más o menos.             -¿Y que tiene que preparar?             -Pues poca cosa… Con que sepa el franqueo que lleva una carta y los horarios de los trenes y autobuses es suficiente.             -¿Y de máquina de escribir y eso…?             -Hombre, si sabe máquina y tiene el bachiller que se presente también para auxiliar. De todas maneras tú dile que vaya mañana a la Caja y que pregunte por mí, que ya le diré yo lo que tiene que hacer.             -Pues muchas gracias, D. Jesús.             -Nada, nada.               D. Jesús Sánchez Ajofrín vivía en el chalet de al lado de mi casa. La verdad es que teníamos poco trato como vecinos. Eran gente de buena posición y tenían hasta coche, un “Dahupine”. El era muy alto. Serio de trato, pero educado y atento; y su mujer era una señora que se notaba que venía de gente bien. Tenían cinco hijos, a cual de todos mas pequeño. Mi madre decía que cabían todos en un puño.               Un día que estábamos en casa y llovía a mares, oímos a un crío llorar en la calle como si lo estuvieran matando.             Como el llanto se convertía en barraquera, me asomé al porche y me llevé un susto de muerte. En casa de D. Jesús, enganchada por la ropa, en un rosal trepador a dos metros del suelo estaba una de las hijas que se había caído desde la ventana de la primera planta y que, no había llegado al suelo gracias al rosal. Allí estaba, mojada, arañada y llorando como una magdalena colgando del rosal como un gorrión nuevo que se hubiera salido del nido antes de tiempo.             Llamé a mi madre y salimos corriendo los dos. Gracias a Dios y a que la puerta del jardín estaba abierta, bajé a la chiquilla del rosal mientras mi madre llamaba a la puerta de la casa.             Cuando abrió D.ª Irene, la mujer de D. Jesús, por poco se muere del susto.               Era Septiembre y con la lluvia, el Barrio de las Casas Baratas olía a madreselva, a Jazmín, a geranio y …. a  gorrión mojado.                                             28           …¡Ya!                 ¡Joder como pesa la Underwood!- parece un muerto. Cuando llegue yo a las “Graduadas José Juncos” no voy a poder hacer el examen. Seguro que ya no tengo riego sanguíneo en la mano.. Nada, que el brazo lo pierdo.. Total para ciento veinticinco pulsaciones que doy, mal dadas.. Mas vale que me presentara solo a botones, lo de auxiliar, sin saber contabilidad ni cálculo mercantil… Pero…¡Tú preséntate que no pierdes nada.!... ¡El no, ya lo tienes!.. ¡Joder, pues de momento voy a perder la mano, y no tengo más que dos!.. D. Jesús dice que lo intentes y a ver que pasa..! ¡Joder, otra vez, como pesa este cacharro!.. En esta máquina aprendió tu padre y se da cuatrocientas pulsaciones…, es buenísima, de acero puro…, dura toda la vida y además está suavizada..¡Donde es eso de las Graduadas!..., que no llego.               -¡A ver señores!.. Vayan tomando asiento y guarden silencio, que va a comenzar la prueba de botones para la Caja de Ahorros. Ahora les harán entrega de su hoja de examen.. Pongan sus datos personales y no miren las preguntas… Cuando yo les avise pueden comenzar… Tienen cuarenta y cinco minutos.               “A que hora sale “el chaco” para Madrid- Cuanto franqueo lleva una carta que pasa veinte gramos del peso normal-Cuanto cuesta un certificado a Madrid de un paquete que pesa 125 gramos.-Doce sumas- Diez restas- Regla de tres simple-Un dictado- Ahí en la puerta hay un hombre que dice ¡Ay! Multiplicaciones-Divisiones-Horario de los trenes hasta Madrid y regreso-¡Me lo sé!..¡Me lo sé! Esto está chupado-cuarenta y cinco minutos.. A los quince había terminado..No debía presentarme a auxiliar-voy a hacer el indio-si no apruebo botones esta vez, no apruebo en la vida…¡AMEN!               -¡A ver señores! Vayan tomando asiento y guarden silencio que va a comenzar la prueba de Auxiliares para la Caja de Ahorros. Ahora les harán entrega de un folio para que puedan probar las máquinas de escribir.               -¡Basta ya de pruebas!. Ahora les harán entrega de la hoja de examen y un folio con el texto  boca abajo. Cuando yo les indique darán vuelta al folio y empezarán a copiar… Es la prueba de mecanografía… Es preferible escribir menos y sin faltas.. Las vueltas de carro están consideradas como dos pulsaciones.. Tienen diez minutos… empiecen..¡YA!               ¡¡¡¿Desde cuando pasa el tren por las Graduadas José Juncos?..Y con tantos vagones!!!-CEREDO AMUGOO TE ESCRIBO ESTAS LATAS PARA QUE SISA QUE ESOYYY BIEN Y ME ACUERDO DE TI..¡Que paren el tren! ME ALEGARE QUE ESTES BIEN CUANDO REEDITAS ESTRÁS LATAS…¡La Virgen cuantos vagones!¡ paren!...¡paren!.... ¡paran!               -¡Paren ya. El ejercicio ha terminado1             -¡GRACIAS A DIOS!     29                            … y “botones”   -Isidro, que ha dicho D. Jesús que has sacado el número uno para botones. Tienes que presentarte en la Caja el día quince de Febrero…¡Enhorabuena, hijo mío!. -Gracias, papá. -¡Ay, hijo mío, que contenta estoy!.Gracias a Dios.-¡Enhorabuena!             -Gracias, mamá.                 -¿Y ahora que vas a hacer?             -Pues no sé, papá             -No, si digo de Contadores.             -¡Ah!, pues no sé.             -Yo creo que debías de presentarte. Ha salido ya la convocatoria de mil plazas. De todas maneras no pierdes nada y si apruebas.., bueno ya sabes.. El Estado siempre es mas seguro.             -Vale.               “Adiós música-Adiós Otis.. Ha sido un placer conocerte Juan Manuel- hasta nunca Víctor Manuel.. Lo siento, primo, no puedo irme contigo a recorrer mundo y tocar con Diana Ros. Perdona Aretha no puedo ir a llevarte las últimas canciones que te he escrito, pero es que, verás… HE APROBADO PARA BOTONES EN LA CAJA Y TENGO QUE ENCERRARME AQUÍ, PARA SIEMPRE, HASTA JUBILARME,  A CAMBIO DE LA PAGA SEGURICA DEL MES….”               -Me voy a dar una vuelta.             -No vengas tarde, Isidro.             -Vale mamá.                               30           ¿Contador.., no!     -Joder, primo!, lo tuyo ha sido llegar y besarla dormida. -Bueno, ha sido cuestión de suerte. -¿Y ahora que vas a hacer? -¿Te he dicho alguna vez que tienes las mismas preguntas que mi padre?. Pues que voy a hacer…¡Trabajar!. -Pues yo voy a preparar el Preuniversitario y cuando lo apruebe me voy a estudiar Medicina. -Me alegro. Te tendrás que ir fuera  y dejaremos de vernos, pero me alegro por ti. -¡Joder, primo, no te pongas triste!.. Aún falta un año para eso. Ahora, como tú has aprobado vamos a celebrarlo, porque lo celebraremos..¿no? -¡Pues claro! -¡A la Higuerica!. Un kilo de vino y dos gabardinas para el Pirata y su primo. ¡Atacando! -Oye Andrés, que zapatos mas chulos llevas. ¿Qué ha pasado con las zapatillas tan preciosas que tenías? -Ná, que se ha roto.., pero no te preocupes pronto robaré otras viejas.¡¡ Soy El Pirata Drake.!! Hemos deshecho The Pobres & The Miserias. Tengo que estudiar, voy a se “matachín”… Voy a abrir barrigas y a arreglar mondongos, tripas y sesos.. Entonces seré el doctor Mac Cabra.     “ No es verdad madre las flores,    que en el cementerio están..    que cuando el viento les da…    para mi, que se menean…”                 ¡Madre mía! Si ahora está loco..¿ que pasará cuando se meta en la cabeza cientos de libros?. No sé yo… De todas maneras estoy convencido de que si quiere será un buen médico.     ©isidromartínezpalazón http://www.isidromartinez.com/
                              Tal vez al pasar Navidad….    14                           El tráfico era intenso. La viejecita esperó impaciente en la acera y, cuando el semáforo se puso en rojo y los coches se detuvieron, cruzó la calle con paso torpe.               Al llegar a la otra acera, miró de pasada el escaparate de una tienda de modas y siguió andando hasta llegar a la verja de su casa.               Era una casita de planta baja, con un jardín pequeño delante. Las macetas de claveles y geranios, pintadas de verde y perfectamente ordenadas, bordeaban el paseo que llevaba a un porche pequeño, recién blanqueado. Delante de la ventana, un hermoso prunus de hojas rojas daba sombra al macizo de violetas en flor.               Llegó al soportal, sacó las llaves y con mano temblona abrió la puerta.               -Bueno, otra vez en casa-pensó mientras cerraba la puerta-Dejó el manojo de llaves sobre el cubre radiador de la entrada y llevó la cesta con la compra a la cocina. Después, con paso cansino, entró al cuarto de baño, se miró en el espejo y se peinó un poco.               Carmen, a sus setenta y ocho años, con el pelo completamente blanco, aún tenía fuerzas para llevar su casa adelante.               Por las tardes, después de comer y quitar el friegue, solía sentarse en su mecedora, delante de la ventana del salón. Se tomaba un café y, de vez en cuando, aún se fumaba un cigarrillo negro…Después, echaba una cabezadita y se entretenía viendo pasar la gente por la calle o leyendo alguno de los cuentos que su marido, cuando joven, había escrito.               -Hola, ¿eres tú...?             -Si, Carmen, ¿Quién iba a ser si no...?             -¿Como estás?             -Bien, como siempre… ¿Y tú?             -Pues ya ves..., vieja y achacosa-sonrió- pero vamos…, no puedo quejarme.             -¿Y las chiquillas? ¿Sabes algo de ellas?             -Si, ayer llamó Claudia desde no se que pueblo de Francia. Están bien…A su marido le han destinado a una iglesia en Inglaterra y se van para allá el mes que viene…             -¿Y los nietos?             -Marcos, el mayor, con anginas…y María bien..., hecha una muñeca. Dice su madre que están preciosos, y que a lo mejor para Navidad vienen a dar una vuelta.             -Y de Mercedes, ¿que sabes?             -¡Nada!             -¡Esta cría…!             -Ya sabes como es tu hija la pequeña, no sé de qué te extrañas. Llamó hace quince días desde Méjico. Andaban por allí con la orquesta. La verdad es que no sé cómo se las apañará con un marido predicador y músico, un crío pequeño… Embarazada otra vez, y tocando por ahí…, en fín.             -Y ¿Cómo estaban?             -Bien. Contentos de hacer lo que les gusta.             -Si, pero ya va siendo hora de que sienten la cabeza… Eso de correr mundo está bien cuando se es joven, pero con treinta y tantos… ¿Han dicho algo de venir?             -Si, también para Navidades. Quieren juntarse todos en casa de los abuelos, como hacían antes…             -¿Y tú Carmen? ¿No te decides a venir conmigo?             -Que mas quisiera yo, si dependiera de mí…             -¿Te acuerdas de los proyectos que hacíamos para cuando las chiquillas se casaran y nos jubiláramos…?             -Si,-se le iluminaron los ojos y se le escapó una lágrima.             -Nos íbamos a comprar una caravana y a recorrer el mundo los dos solos… ¡Hay tantas cosas preciosas que ver!..Por favor, Carmen, no llores…             -No, si no lloro, ¿Te acuerdas, cuando éramos jóvenes, Juan? ¡Cuantas cosas hemos hecho juntos!             -Si la verdad es que hemos sido valientes.             -¿Y de cuando compramos nuestra primera casa?-Cármen entornó los ojos, tratando de hacer memoria-, aquel chalet en la ciudad…, con jardín.             -Vaya si me acuerdo. No teníamos ni para los muebles…Allí nacieron las hijas y fuimos felices ¿Y cuando se te metió en la cabeza irnos a otra casa?             -¡Calla, anda!, que me llevaste a vivir al campo.             -¿Y qué…? tampoco nos fue tan mal.               La cara de Cármen, llena de arrugas, se alegró y rió de buena gana.             -Si, trabajando como una mula… Venga a quitar hierbas y a recoger hojas en otoño…, y a cortar el césped y yo que sé cuantas cosas más… Bueno, la verdad es que lo pasamos bien. En verano la piscina, con el agua tan limpia y las siestas...             -¿Te acuerdas de las siestas, Cármen?- y Juan sonrió con malicia-             -¡Calla, picarón!...La verdad es que fuimos muy felices, ¿Tu fuiste feliz, Juan?             -Mucho. Creo que éramos felices porque siempre estábamos juntos.               Juan se acercó a ella, le cogió la mano y la besó con dulzura en los labios.               -No me beses, que estoy fea…, tan arrugada y vieja…             -No digas eso, estás preciosa, como cuando te conocí. ¿A que no te acuerdas como fue?             -Si que me acuerdo. Fui a que me dieras clases de guitarra. Ya ves tú..., yo que nunca he tenido oído para la música, aprendiendo a tocar la guitarra... ¡Si no quieres caldo, toma…tres tazas llenas…!- se rió- Mi marido músico y mis hijas músicas. Bueno, y mis nietos..., porque dice Claudia que Marcos toca la batería... ¡ya ves, con diez años!.... ¡Ay Señor que locos estábamos!             -Y estamos, Cármen..., y estaremos.             -Hasta que te marchaste-le reprochó, y se puso seria y triste-¿Por qué te fuiste, Juan?             -No me fui. La prueba es que estoy contigo.             -Si, pero no es igual….             -Anda, no digas eso, vengo a verte casi todos los días. Además, no fue por capricho- y la miró a los ojos con ternura-             -¿De donde vienes ahora?, cuéntame…                         Los ojos de Juan brillaron...                         -Del Norte de Europa-dijo-             -Pero eso es muy frío y ya sabes que a mí el frío…             -¡Que va! Si vieras amanecer en las playas del Mar del Norte… Además, si el frío no te gusta podemos ir al Pacífico. Allí las aguas son transparentes como el cristal y hace calor… y los atardeceres son… ¡Bueno, te encantaría…! Y si no, a África... Podríamos ir a donde quisieras, y además estaríamos juntos, como antes…             -Si, pero ya sabes que no depende de mí. Si pudieras hablar con…             -Ya lo sé- le interrumpió Juan- He hablado y me ha dicho que no nos desesperemos, que dentro de poco.., de todas maneras, Cármen, tu no te preocupes, vendré a verte todos los días….             -¡Que ganas tengo, Juan!             -Y yo,- le acarició la cabeza-             -¿Es todo tan bonito como dicen?             -¡Mucho más! Mira, Cármen, eres libre para ir a donde quieras y sin prisas. Puedes verlo todo y además no tienes que preocuparte de hoteles, ni de dinero, ni nada… ¡Ah!, y porque no te he contado…, pero hay cosas que ni te imaginas…             -Cuéntame, Juan- insistió-             -No, prefiero que las veas con tus propios ojos. Además, no tendría palabras para describir tanta hermosura…, es otra cosa... ¡Ya verás, ya! Menudo lo vamos a pasar-y le cogió la mano- Bueno, Cármen ahora tengo que irme…             -¿Cuánto volverás?             -Mañana, ten paciencia...Me han prometido que, seguramente, al pasar Navidades- y la besó. Te quiero... Adiós.             -Adiós, Juan, hasta mañana-y siguió meciéndose.                           ……………………………………………..                 Fue al pasar Reyes cuando sus hijas con los maridos y los nitos se habían marchado ya…               Una vecina, que solía ir a visitarla de vez en cuando, la encontró sentada en su mecedora, delante de la ventana… Parecía dormida. Tenía una sonrisa en los labios y en las manos un cuento de los que escribía su marido cuando era joven…             Se acercó, y pudo leer en la página que tenía abierta…. “Ten paciencia, Cármen, me ha prometido que, seguramente… al pasar la Navidad…”     ©isidromartinezpalazón. febrero 1996 http://www.isidromartinez.com/
...Silencio...   Solo queda, de tu voz, el eco de un suspiro hecho plegaria recorriendo el Universo... Y leyendas de una corona de espinas, de los clavos, la lanzada y el madero... y un roto en el alma de tu padre profundo como un agujero negro...   ..y silencio..., doloroso silencio... Mientras llueve soledad y se cala el corazón hasta los huesos... solo se oyen las voces de la desesperanza, de la injusticia y el miedo.. y la de aquellos que te hacen, sin tu querer, testaferro, y se reparten el mundo creyendo que este es tu reino....   No miro para otro lado,... amo, callo y espero.. y trato de no pensar que tal vez te dá igual, que no volverás jamás, que te has ido, que estoy loco... o que has muerto..... ..por favor, "dame una perdída", para saber que no es cierto...   ©isidromartinez. Octubre2008      
Un hombre afortunado.   Conozco los mil caminos  que hay entre tu pie y tu boca y esa sensación golosa de ser querido y querer   y el perfume de tu piel, cuando en celo nos buscamos y cada rincón de casa donde nos hemos amado.   Y tengo este “ahora y aquí” que hoy es fuego y mañana ceniza... y la fe que da la ingenuidad a quien persigue utopías….   y mi ver, oír y pensar que el diablo anda suelto, que si pienso, si siento es señal de que aún no estoy muerto…   Y aunque tengo cicatrices en el alma  que me callo porque cuando no es a espadas a menudo,  pintan bastos.   Tengo que reconocer que pasado lo pasado, si no un hombre feliz, si soy muy afortunado…   Que mas podría pedir si ya me han regalado el día de hoy para vivir para gozar y apurarlo….   y ser dueño del rayo de sol que a veces me despierta y de la sombra fresquita del árbol donde echo la siesta   Y aunque tenga cicatrices, que vivir es complicado, porque cuando no es a espadas, a menudo, pintan bastos….   Tengo que reconocer, que lo mío son arañazos, y si no un hombre feliz si soy muy afortunado.   Conozco los mil caminos que hay entre tu pie y tu boca y esa sensación gozosa de ser querido y querer   y el perfume de tu piel….     (C) Isidro Martínez  – Junio 2006   http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=13&audio=../musica/disco2/13.mp3  
…y la luna.   Desnuda como un pez, sin mas ropa que su piel oscura… y menuda, como para tener media cáscara de nuez por cuna..   En la otra media guarda toda su fortuna, la  teta  seca que mama y la luna, ….y la luna.,   Y esa mirada limpia que me sonroja, que me pregunta quién , ¿quien  y porqué me roba? …. me roba….  http://www.isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=12&audio=../musica/disco2/12.mp3      ©Isidro Martínez Palazón. Diciembre 2005  
                       La vendedora de pañuelos.          5                                                       El coche se detuvo delante del semáforo que acababa de ponerse en rojo y una mucha despeinada, y de aspecto desaliñado que vestía pantalón vaquero y un chaquetón de ante mugriento, se acercó a la ventanilla.               -¿Pañuelos?... Por favor, ayúdeme, hace mucho frío para dormir en la calle.               El conductor bajó la ventanilla y, después de mirarla fijamente a los ojos, se rebuscó en los bolsillos de la cazadora. Luego extendió la mano...               -Toma, Soledad, no te separes nunca de ella.             -Gracias, señor. Tenga,- y le tendió el paquete de pañuelos de papel.             -No, déjalo, quédate con ellos. Es un obsequio.             -¿Cómo sabe mi nombre, señor...?             -Que más da…                 Antes de que la chica pudiera reaccionar, el R-21 se puso en marcha, aceleró y se perdió entre el río de coches que, a primera hora de la mañana, llegaba a la ciudad. Sole soltó un “taco” al conductor del BMV, que por poco la atropella, y se subió a la acera, a esperar que el semáforo se cerrara de nuevo. Así pasaría el resto del día, como había venido haciendo los últimos cinco años para ganarse la vida.               Al atardecer, camino de la pensión, mientras tiraba del carrito de la compra en el que llevaba todo cuanto tenía, Sole reinaba en lo que había dado de sí el día.               La verdad-pensaba- es que no has tenido mucha suerte en la vida y recordaba cuando con veinte años, después de quedarse huérfana, había llegado a la ciudad como cantante de una orquesta. Al principio las cosas no iban del todo mal y ganaba lo suficiente para ir tirando. Luego vino lo que Fernando y la maldita droga. Creía que podía controlarlo, pero terminó en el “maco”, seis meses por tráfico.               A Fernando no le había vuelto a ver desde que un día, hacía seis años, le dijo que estaba embarazada. ¡Total, una ruina!- Iba hablando sola por la calle...Menos mal que tengo a Ángel…, si no fuera por mi hijo mandaba todo a la mierda.               Se paró delante del escaparate de un bar y miró ansiosa los bocadillos. Echó cuentas y se metió la mano en el bolsillo del pantalón buscando el dinero...Seis euros-pensó- Sacó la calderilla y contó…”cinco euros... y cincuenta, setenta y treinta céntimos más… seis euros…, justos..., y entró.                           ………………………………………………….                 Rosa quitó el cierre de seguridad y tiró con fuerza hacia arriba de la persiana de la puerta. Una vez dentro, organizó la caja y arregló las perchas con la ropa. Después se paseó por la tienda, orgullosa… A pesar de ser la dueña le gustaba llegar al trabajo antes que sus empleados.                           -Buenos días, Rosa.             -Hola, María. Qué, ¿dispuesta a empezar la faena?             -Si, jefa.               La recién llegada pasó al vestidor y salió con el uniforme de dependienta.             -Rosa, ¿qué piensas hacer?             -¿De qué?             -De vender la tienda. La oferta es tentadora, ¿no?               -Si, pero no estoy decidida. Además, aún soy muy joven para retirarme. ¡No me estarás llamando vieja!, ¿eh?- y rió             -A los cuarenta y cinco nadie es viejo. Por eso precisamente, es el momento…, coges el dinero y te dedicas a no hacer nada, a… vivir de las rentas…             -No, María, no sabría estar mano sobre mano. El trabajo es cómodo y me gusta. Además le tengo cariño…, de momento no venderé. ¡Anda deja de soñar con que me vas a perder de vista y ve a atender a esos clientes!               Rosa paseó la vista por la tienda que empezaba a llenarse de gente. ¡Quien me lo iba a decir!-pensó- Yo, la dueña de esto..., con cuatro empleados- y se llevó la mano al colgante que llevaba, con una cadenita, al cuello. Estaba contenta. La tienda, un marido que la adoraba y que además llevaba las cuentas del negocio, y sus tres hijos... el mayor a punto de casarse. Además,-echó cuentas- de un piso y ese Ford modesto, pero nuevo, que estaba aparcado en la puerta.               -Oiga, ¿que precio tienen estos pantalones? –la pregunta del desconocido la sacó de sus pensamientos.             -Pues...,-cogió el pantalón y miró la etiqueta...- Aquí lo dice,... ciento veinticinco euros….               El desconocido, sin prestar mucha atención a la etiqueta que le enseñaban, la miró fijamente a los ojos mientras buscaba en el bolsillo de la cazadora…               -Justos, aquí tiene- y le tendió un billete de cien, otro de veinte y uno de cinco.               El hombre cogió la bolsa grande de papel, donde Rosa le había puesto el pantalón y después de mirarle otra vez a los ojos, se despidió.               -Adiós… ¿Rosa?             -Si, adiós señor, y muchas gracias por su compra- y no puedo evitar un estremecimiento.               Pasó las dos semanas siguientes intranquila y dándole vueltas a la cabeza. ¿Quién podía ser aquel cliente que había estado en la tienda?- Le había mirado a los ojos tan…. Así. No sabía por qué, pero estaba segura de conocerlo…. Esa forma de mirar….             Por eso cuando sonó el timbre de la puerta aquella mañana de domingo en que Rosa andaba en la tienda etiquetando ropa y poniéndola en las perchas para tenerla lista el lunes a primera hora, y se asomó por la cristalera del escaparate, para ver quien era, se sobresaltó.               -Un momento que ahora le abro… Es él-pensó.               El hombre hizo un gesto afirmativo con la cabeza y esperó.                         -¿Qué quiere?,-le preguntó- hoy es domingo.             -Ya, ya lo sé..., sólo hablar con usted un momento.             -Pase, pase…               El hombre entró y la miró nuevamente a los ojos.               -¿Porqué Rosa...? A mi me gustaba más Soledad.               Rosa se llevó la mano a la boca para evitar una exclamación y, después, los ojos se le llenaron de lágrimas.               -¿Es usted?             -Si, el mismo.             -Cuántas veces, desde aquel día, he vuelto al semáforo con la esperanza de verle para darle las gracias, don… -y esperó a que le dijera su nombre.             -Juan.             -Muchas gracias, Juan.             -No hay de qué. Sólo he venido a ver como te iban las cosas, aunque…- y paseó la vista por la tienda- es evidente que bien.               Se sentaron y Rosa empezó a contarle como había sucedido todo               -Aquel día, en el semáforo, no presté mucha atención a lo que me diste, ni siquiera cuando entré al bar a comprar el bocadillo; pensé que era casualidad…-y Juan reía a carcajadas.             -¿Entonces?             -A los pocos días- continuó Rosa- iba por la calle, paseando con mi hijo, y al pararme delante del escaparate de una tienda de ropa vi unos pantalones para el…-Rosa apenas podía contener la emoción- No se me olvidará el precio…¡ dos mil quinientas pesetas de las de entonces! , pero yo sabía que solo llevaba mil pesetas. Era lo que había sacado el día anterior vendiendo pañuelos de papel…             -¿Y...?             -Metí la mano en el bolsillo, y cuando la saqué…-Rosa lloraba-…Allí estaban las dos mil quinientas.., ¡Ni una mas, ni una menos!             -Vaya sorpresa ¿no?             -Imagínate,… lo demás ya lo conoces…             -¿Y cuando trataste de comprar un coche último modelo?, ¿Te acuerdas…? Juan reía.             -Si, aquello fue una tontería.             -Así pasó…             -Si, se puso negra como el tizón. No se veía la cara del Rey, ni nada. Eso fue lo que me hizo pensar que todo lo que tratara de conseguir debía ser…             -Necesario,..-la interrumpió Juan- De todas maneras- se removió en la silla, mirando a su alrededor-¡No está nada mal! ¿Eh, Sole?             -Te estoy muy agradecida- y empezó a jugar con la cadenita-, si no hubiera sido por ti…             -Bueno, Sole, me marcho- y se levantó de la silla- Tengo cosillas que hacer..., un vendedor en paro… y con cinco hijos... ¡hay que echarle una mano!, es buena gente, como tú.               Cuando abrió la puerta de la calle para marcharse, Juan se volvió…                         -Es bonito el nombre de la tienda…”Media moneda de Plata”...             -¿Quien eres en realidad, Juan?             -Llámame como quieras, Sole… ¿como te suena, “otra oportunidad”?             -Divinamente.               Rosa, a no ser porque la tienda estaba cerca de la esquina, hubiera jurado que Juan desapareció como por arte de magia. Ella se quedó mirando al cielo y en voz muy baja dijo…               -Seas quien seas… ¡Gracias, Juan!                              ©isidromartínezpalazón. Febrero 1996 http://www.isidromartinez.com/
Malos tiempos.                                                   Tan frágil como el ala de una mariposa,                                              como pétalos secos de rosa entre celofán, como  un tratado de paz entre naciones, o las buenas intenciones de dejar de fumar.   Fugaz  como el corazón que pinta, mi corazón en el vaho del cristal, cruel como la voz  del terrorista, y la prisión, por activista, de la paloma de la paz.   Corren malos tiempos, ahí afuera huele a lujo, a derroche y vanidad. a Dios muerto, a política de estados, a tecnología sin alma. a yo mismo y que más da.   Corren malos tiempos……     Injusta como las cartas marcadas, que baraja y reparte el gran tahúr. rey del miedo, de la guerra y de la hambruna, desde antes de la cuna y mas allá del ataúd.   Y al olor del negocio y el dinero vuelan carroñeros del aquí y del mas allá, y tú y yo en mitad de este “tiberio,” “mirando pa otro lado”-“conmigo no va na “     Corren malos tiempos siempre huele a guerra, a riada a enfermedad, a ruina, a sin nada y a miseria, a embargo, a deuda externa, y a insolidaridad...   Corren malos tiempos…..,     © Isidro Martínez.   Abril 2004 /2006     http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=5&audio=../musica/disco2/05.mp3
                                                                El nido     9                                      El coche dejó la carretera general y tomó el camino de tierra que atravesaba el espeso bosque de pinos. Después de cruzarlo y de subir una pequeña loma, se detuvo delante de la casa.               Un hombre, en mangas de camisa y pantalón vaquero, bajó del coche y miró satisfecho la marcha de las obras de restauración de la casa… Su perro, un bretón-español, salió zalamero a recibirlo.               -¿Qué pasa, Lucas? ¿Qué has hecho toda la mañana?..., correr detrás de los conejos… ¿eh?                  El perro apoyó las patas delanteras en las piernas de su amo y le miró atentamente, como si entendiera, mientras movía el rabo agradeciendo las caricias.             Alberto siguió hablándole mientras recorría con la vista los alrededores.               -Este si que es un buen sitio…-dijo dirigiéndose al perro- Una casa en la cocorota de un cerro..., rodeada de monte, con una laguna cerca... Aquí si que se ve bien el cielo por la noche ¿eh Lucas?.. Venga- y echó a andar en dirección a la casa-, vamos a tomar un bocado.               Abrió la puerta, entró y dejó encima de la mesa del salón el macuto con la merienda que su mujer le había preparado. Después de lavarse, compartió el bocadillo con el perro y salió a la calle.               -Vamos a dar una vuelta, Lucas. Esta tarde bajaremos hasta la laguna a ve los patos, que ya deben de estar criando.                             ………………………………………………………..                 Hacía dos años que Alberto, un hombre corpulento que rondaba los cincuenta, casi calvo y con una espesa barba, al que le gustaba el campo, había comprado aquella casa medio derruida a pocos kilómetros de la ciudad con la idea de reconstruirla. Luego a luego se jubilaría de su empleo de conserje en el Instituto-pensaba- y se iría a vivir allí con su mujer. Para entonces, sus hijas se habrían casado seguramente y llevarían a los nietos a pasar los veranos a casa de los abuelos, en plena naturaleza.               Casi todas las tardes, al salir de trabajar, solía ir con Elena, su mujer, a ver la marcha de las obras. Daban una vuelta, hacían proyectos, bajaban paseando hasta la laguna…. Se estaba tan bien oliendo a tomillo y romero y subiendo y bajando cerros. Luego, anochecido, volvían a la ciudad.               Aquella tarde de mayo, Elena se había quedado en el piso, limpiando, y el había decidido dar un garbeo por la casa nueva. Estaba prácticamente terminada, solo quedaban los oficios. Quizás para Julio-pensaba- podrían venir a pasar el mes de vacaciones.               Cuando llegó a la morra, el espectáculo era precioso. El sol reflejaba en el agua  haciéndola brillar y una bandada de patos en formación sobrevolaba la laguna. Serían las cinco de la tarde cuando pisaba los primeros carrizos y Lucas levantó una focha  que salió asustada y graznando….               -¡Ahí va, Lucas!  ¡Anda con ella!               Entre juncos, chapoteando, bordeó la laguna. Lucas que iba delante olisqueando, de pronto, se puso de muestra…               -¿Qué pasa Lucas? Una pata que tiene nido-pensó-               El perro, que no rompía la muestra ni por una apuesta. De vez en cuando volvía la cabeza, esperando a que su amo se acercara.                         Alberto, andando despacio, había llegado hasta donde estaba Lucas, pero por más que miraba entre el carrizo no veía nada.               -Quita- y apartó cariñosamente al animal- Aquí no hay nada…               Pero Lucas que no estaba dispuesto a quedar en ridículo, seguía metiendo el morro entre la broza, señalando… ¡Aquí, so zorro!..¡Mira aquí!               Alberto, apartó con el pie la broza, y allí, casi al borde del agua….               -¿Y para esto, tanto…? Pero si es un nido…- y mirando a Lucas-¡Vaya un perro de caza que estás hecho!               Se agachó, metió la mano entre los juncos y sacó el nido entero. Cuando miró dentro, un escalofrío intenso le recorrió la columna vertebral.                                        …………………………………………………                 -Buenas tardes.             -Buenas tardes, ¿usted dirá?             -Pues…, quería un microscopio.               El dependiente de la óptica le mostró varios, mientras le canturreaba las cualidades de cada uno y los precios.               -No, no, yo quiero el más potente que tengan. No importa el precio.             -¡Este, sin dudar!-dijo el vendedor- Con este podrá usted ver hasta….y no acertaba a encontrar la palabra que definiera la cosa más pequeña del mundo…             -Bien, me lo llevo.               Alberto pagó, salió a la calle y se dirigió a su casa. Cuando llegó, se encerró en su habitación  y le dijo a Elena que nadie le molestara.                                          ……………………………………………………..                   -¿Gonzalo?             -Si, ¿de parte de quién?             -De Alberto.             -Un momento, que ahora se pone.               Al otro lado del teléfono, se oyó gritar… ¡Gonzalo, es para ti!, ¡Es Alberto!             -¿Si?...             -Hola Gonzalo, soy Alberto, el conserje del Instituto…             -¡Ah, si!, dime             -¿Podrías venir a mi casa?             -¿Ahora?             -Si.             -Pero si son las once de la noche…             -Es igual. Haz el favor de venir..., es importante.             -Bueno, voy para allá.             -Gracias, te espero.               Al terminar de hablar por teléfono, Alberto se encerró de nuevo en su habitación.               Durante los dos últimos meses, pasaba allí la mayor parte del día y de la noche. Incluso en un par de ocasiones fingió estar enfermo y le pidió a su mujer que llamara al trabajo para decir que no iría. Elena, que estaba preocupada por el extraño comportamiento de su marido, había tratado de que le explicara lo que ocurría, pero él había contestado con evasivas y con una enigmática sonrisa...” No te preocupes, pronto lo sabrás,… si es que consigo averiguarlo”.               -Buenas noches, Elena             -Hola, Gonzalo, pasa... está en el estudio.               Cuando llegó a la habitación, Alberto le invitó a entrar.               -Pasa, pasa…             -¿Tan urgente era…?             -Si, anda lee-y le tendió un folio.             -¿Qué es esto?             -No sé…, tú eres profesor de historia, idiomas, ciencias exactas y… no sé cuantas cosas más. Te has pasado la vida estudiando ¿no?               Gonzalo, con la hoja de papel en la mano, sacó las gafas, de cerca, y se las puso. Miró atentamente los extraños signos que había dibujados…               -¿De donde lo has sacado?             -De aquí,-señaló el montón de palitos y cañas, como un cestito, que había sobre la mesa.-             -Pero si es un nido de patos…             -No exactamente. Los huevos de pato son mas pequeños, y ovalados… y de calcio. Estos- señaló al interior el nido- son poliédricos, como dos pirámides unidas por la base…, azueles…, y de no sé que sustancia…, parece cristal… ¿sabes que idioma es este?- le tendió el bloc.             -Parece arameo… ¿también estaba en el nido?             -Si, escrito en las paredes del huevo. Mira- y le pidió que se acercara al microscopio-               Gonzalo se quitó las gafas, observó a través e la lente y después de un momento levantó la vista…               -¿Quieres decirme que todo estaba ahí?- y retiró el triángulo azul, casi transparente, que había debajo del microscopio.             -Exacto. Tu mismo lo has visto.             -¿Y has copiado todo lo que hay escrito en ellas?             -Si, aquí está- le tendió un bloc, de al menos cien hojas, escrito por las dos caras-               Gonzalo no daba crédito a lo que estaba viendo.                         -¿Tienes un diccionario de arameo?             -Si, ahí- señaló la estantería, llena e libros-Ven siéntate, que te voy a contar como ha ocurrido todo...               Y despacio, Alberto, empezó a relatar lo de aquella tarde en la laguna. Estuvieron hablando hasta las seis de la mañana.                             …………………………………………………………..                 Gonzalo estaba como ausente. Miraba los dos huevos que Alberto había reconstruido pacientemente, y que ahora estaban en el nido de patos encima de la mesa. Su vista iba del cestito a la traducción, mientras repetía a media voz…               -Entonces…, el de color azul es… y aquel otro, casi sonrosado…               Alberto, de pie junto a la ventana, veía como amanecía. Hasta ese momento no había tenido valor para contarle a Gonzalo, como aquella tarde, en la laguna, cuando tomó el nido de sus manos, vio varios cientos de pequeños seres del tamaño de hormigas, salir de los huevos, y perderse entre el carrizo…               Se dirigió a la estantería, tomo una pequeña cajita y volcó su contenido en el cristal del microscopio.               -Mira, Gonzalo, estaba entre la broza del nido.               Cuando su amigo levantó la cara del microscopio, estaba blanco como la cera.               -Pero si es…             -Si, un hombre en miniatura. Estaba muerto... Quizás lo pisaron sus congéneres cuando Lucas descubrió el nido y, asustados, salieron de estampida…               Volvió a ponerse las gafas y, en voz alta, repitió la traducción que había hecho del título del librito que había dentro del huevo sonrosado… “Manual de instrucciones y comportamiento para los nuevos habitantes del planeta Tierra…”                     ©isidromartinezpalazón  febrero 1996 http://www.isidromartinez.com/
El nido
Autor: isidro martinez palazón  811 Lecturas
                                          La Radio           8                                -Buenos días amigos, aquí Radio 2000, su emisora local. Recuerde, en el 107.8 del dial.               La voz del locutor sonó fuerte en el transistor que el director de la emisora tenía  sobre la mesa de su despacho y en el que seguía, como cada día, la programación.               Alguien había dejado sobre su mesa, hacía más de un mes, el guión que, por enésima vez, releía.               -¿Quien puede haber sido?- se preguntaba una y otra vez, parece cosa de magia- y bebió otro sorbo de café. Dos golpes en la puerta le sacaron de sus pensamientos.               -¿Sí?...             -Con permiso,-era Juan Manuel, el subdirector.             -Pasa, pasa Juanma. ¿Has podido averiguar algo?             -Nada, Manolo. En la emisora nadie sabe nada. Dicen que el libreto se recibió por correo.             -Ni remite, ni sellos…-y Manolo, miraba una y otra vez el sobre blanco y grande que estaba sobre la mesa-. Esto es un misterio, chico…             -Pero, ¿te gusta?             -Si, claro que me gusta; pero si vamos a emitir un programa, al menos deberíamos saber quien lo ha escrito…             -¿Y que más da? Es bueno y fácil de realizar; un poco atrevido para los tiempos que corren, pero para eso somos una emisora independiente… ¿no?             -Claro, claro...               Juan Manuel, con la mirada expectante, esperaba ansioso la aprobación del director para montar el programa y empezar a emitirlo.               -¿Entonces?             -Venga, ¡Adelante!- y le tendió el guión-, a ver qué pasa…               Juan Manuel lo cogió y salió del despacho, mientras escuchaba la penúltima advertencia del director…               -Tienes quince minutos diarios, no mas… Y el último día una hora; ya sabes que no tenemos publicidad que pague el espacio.             -De acuerdo, Jefe….                                        -----------------------------------------------------------------                 Así habían empezado las cosas quince días atrás. Ahora, cuando a las doce y media de la noche la centralita de la emisora se bloqueaba como en días anteriores, de tantas llamadas, Manolo y Juan Manuel se daban cuenta de que aquello se les había ido de las manos.             -¿Con que no había nadie que pagara con publicidad el programa, eh Manolo?, ¿oyes cantar la centralita?...             -Yo que sé. ¿Quién iba a imaginar? Y mañana es el día “D”. Fin de fiesta en el Hospital… ¡Como siga pasando lo que las dos últimas semanas!             -Ya verás como todo sale bien, no te preocupes.             -No, si no me preocupo; es mas- se envalentonó- mañana, con el equipo móvil, al Hospital y ya veremos por donde sale el sol… ¿lo tienes preparado todo?             -Si. He avisado a la policía como dijiste. Confío en que no nos metan en “chirona” por alteración del orden público.             -Si algo sale mal…             -Que no, hombre. Ha salido bien todos los días, ¿no?, yo creo que eso justifica, de sobra, el riesgo que vamos a correr.             -Ya veremos, yo tengo mis dudas. Una cosa es hacer un programa de radio, donde la imaginación de la gente puede provocar que ocurran cosas como las que han venido sucediendo y otra muy distinta invitarlos a que asistan a un llamémosle “experimento“, o “espectáculo”,…dicho sea con todo el respeto del mundo, para que presencien con sus ojos lo que otros dicen que ha ocurrido… ¿No crees?             -Yo lo único que sé es que he atendido llamadas telefónicas, en este tiempo, de gente que me ha contado cosas que me han puesto los pelos “como escarpias”. De todas maneras..., si quieres decir que todo ha sido una ficción y que el programa ha concluido-sonrió Juan Manuel, tentador y malévolo-, pues nos quitamos el  “mochuelo” de encima… ¡Te vas a quedar tan tranquilo sin saber en que acaba todo esto! ¡Es eso lo que quieres Manolo!...             -No. No hemos cruzado el mar a nado para morir ahogados en la playa. Vamos a llevar este asunto hasta el final y que pase lo que tenga que pasar. Si después de esto tenemos que cerrar la emisora porque no tengamos ninguna credibilidad… ¡Pues se cierra y ya está!             -¡Así me gusta oírte hablar jefe! Mañana, ha las once y media, con todo dispuesto en la puerta del Hospital… No te preocupes, no fallará nada estoy convencido.             -Dios te oiga.                                        …………………………………………………….                   Era una noche de octubre, con un cielo limpio y cuajado de estrellas. El lucero brillaba llamando la atención de la gente para advertirles que no estaba dispuesto a perderse nada de lo que pudiera ocurrir.               En el Hospital, tanto médicos como enfermeras y enfermos estaban avisados. Muchos de ellos lo consideraban una estupidez pero, aunque escépticos, allí estaban. La curiosidad había podido más que sus razonamientos. Otros, los más necesitados, habían hecho un acto de fe y aguardaban esperanzados.               Cuando Juan Manuel llegó a la puerta principal, se quedó sobrecogido. Mas de cinco mil personas, en pié, aguardaban en silencio. Se dirigió a la explanada donde la emisora había instalado el sistema de megafonía y habló con los técnicos.               -Buenas noches, Antonio, ¿crees que tendremos potencia suficiente?, ¿Qué se oirá bien?             -Si la gente está en silencio, como ahora, si. Si se alborota, entonces… no sé.               Juan Manuel y Manolo habían pasado varias noches en la emisora con un representante de la policía local, elaborando unas cuantas normas que habían difundido insistentemente por la radio para que los que decidieran asistir pudieran disfrutar de una noche tranquila, más que nada buscando la manera de evitar que alguna pandilla de folloneros convirtiera aquello en un giry-gay.               A las doce menos cinco, como tenía previsto, Juanma se dirigió a la gente por los altavoces. El silencio era absoluto.             -Buenas noches, amigos, y bienvenidos a esta reunión que con tanto cariño hemos preparado.- a pesar de su experiencia en hablar por la radio, estaba un poco nervioso y le temblaba la voz-             Gracias por venir-continuó-. Es un acto desinteresado y de solidaridad con otras personas que están atravesando una situación difícil de enfermedad…Muchos de vosotros-siguió-, en otras ocasiones, habéis estado en este Hospital como enfermos, o velando a algún familiar y sabéis lo largos que son los días y lo lentamente que pasan las noches vigilando un gotero… Ahora, por un momento como hemos hecho cada noche en la radio, durante los últimos quince días, vamos a dedicar, todos juntos, unos minutos de nuestro tiempo a desear, de todo corazón y con todas las fuerzas de nuestro pensamiento, que los enfermos de este Hospital se curen….               No importa- y levantó un poco más la voz- la raza, ni la posición social, ni las creencias religiosas,… Somos seres humanos que nos hemos reunido, por propia voluntad, con el único deseo de ayudar a otros seres humanos en dificultades..., y cada uno, a su Dios, y a su manera vamos a pedir y a desear que la salud de todos los enfermos se restablezca….               Juan Manuel calló durante unos segundos y miró el cielo… Solo estrellas, gente y silencio…y se emocionó.               -Hemos oído-continuó- como cada noche, después del programa, hombres y mujeres llamaban a la radio para decir que se habían producido verdaderos milagros… No sabemos como, pero así ha sido; y estoy convencido de que esta será una noche muy especial…               Os ruego que cuando terminemos, conforme habéis venido, en silencio… os marchéis. Ahora, por favor, cogeros de la mano y haced círculos…               Se oyó el murmullo de la gente al tomarse de la mano, después todo volvió a quedar en silencio…               -Son las doce en punto de la noche, cerrad vuestros ojos y empecemos…               Transcurrieron más de quince minutos… Luego, la gente, en medio de un silencio sobrecogedor,… se marchó.                                          ……………………………………………………..                   Los días siguientes fueron emocionantes. Los médicos no daban crédito a lo que había sucedido. Muchos enfermos sanaron y en la semana siguiente el Hospital quedó casi vacío.               Aseguran unos cuantos a los que su escepticismo no les dejó cerrar los ojos durante aquellos pocos minutos que una gran luz inundó el Hospital hasta hacerse como de día…               Yo les creo porque, cuando me encargó que escribiera el guión y lo mandara a la emisora, me miró sonriente y me dijo que lo demás…. ¡Era cosa suya!          ©isidromartínezpalazón. Febrero 1996 http://www.isidromartinez.com/
La Radio
Autor: isidro martinez palazón  810 Lecturas
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                           El  concierto.              15                                                  Eran las tres de la tarde de un día de agosto y en el estadio de fútbol hacía un calor de mil demonios.               La actividad de los montadores era febril. Más de veinte personas, en su mayoría hombres, descargaban  de los enormes camiones aparcados junto al césped grandes cajones de aluminio con equipo de sonido que transportaban hasta el escenario. El concierto estaba anunciado para las once de la noche y aún quedaba mucho trabajo por hacer.               Sentado en las gradas, el organizador, un hombre de mediana edad perfectamente vestido, contemplaba nervioso el ir y venir del personal, mientras hablaba con un muchacho moreno, de pelo largo, que trataba de tranquilizarlo.               -No se preocupe usted, todo estará a punto para las once.             -Mas vale, porque están vendidas todas las entradas. Ha venido gente de otras ciudades, algunos incluso, han hecho mas de mil kilómetros para ver el concierto… Si las cosas no salen bien, será mi ruina.             -Tranquilo, no habrá problemas….             -¿Cómo en París?- El hombre vestido con chaqueta blanca y camisa de seda, hizo un gesto de preocupación.             -Bueno, aquello fue diferente… Nadie podía imaginar…             -Pero pasó, y eso es lo que me da miedo. Mira, Ron, quiero que entiendas que yo solo soy un empresario…, y los empresarios no queremos problemas. A la gente le gusta ir a vuestros conciertos, así es que venís, actuáis, ellos lo pasan bien, vosotros cobráis…, yo me gano la vida… y hasta la próxima.             -Usted sabe, señor López, que el dinero es lo de menos.             -Si, ya lo sé y es una cosa que no entiendo. Un grupo tan bueno, de tanta fama…, y sin preocupación por el dinero, pero en fín…, allá vosotros. Aunque tienes que reconocer que conflictivos sois un rato.             -Quizás, pero la culpa no es nuestra y usted lo sabe.             -Yo no digo nada, pero el caso es que allá donde vais, se lía. La verdad, es que he de confesarte que no sé como me he atrevido a contrataros….             -Bueno, algo tendremos de especial, ¿no?- sonrió.             -Si, eso es cierto… Bueno, Ron, me marcho. Aún tengo que preparar algunas cosas; Saluda a Randall y al resto del grupo.             -De su parte, señor López.               El hombre se puso en pie y echó a andar pasillo adelante. Ron, tranquilamente, bajo las escaleras hasta llegar a la valla que separaba el campo de las gradas y se quedó mirando el escenario… Es enorme-pensó-Después, levantó la vista al cielo…, no había ni una nube… Sin duda haría una noche estupenda.                                        ……………………………………………….                   A las diez de la noche el estadio estaba abarrotado de gente y, ante la puerta principal, largas colas esperaban para poder entrar.               La puerta de los vestuarios, donde los músicos charlaban esperando a que se hiciera la hora se abrió y López, disimulando un gesto de preocupación, entró y saludó.             -Buenas noches, muchachos…             -Hola, señor López, cuanto tiempo sin verle…             -Desde el año pasado por estas fechas… ¿y Randall?             -No sé- contestó Miguel, el bajista del grupo- Ya sabe que antes de los conciertos le gusta salir y hablar con la gente….Andará por ahí….             -Bueno, yo solo venía a saludarle.             -Bien, le diremos que ha estado usted por aquí.             -Gracias Miguel…-y dirigiéndose a Ron- Oye Ron- y le hizo una seña para que se acercara.             -¿Si?...             -Mira- y hablo en voz baja-La verdad es que quería advertirle… A pesar de que todo está controlado por la policía, no me fío… He visto un grupo de “ultras” junto al escenario, en el lado izquierdo... No podemos negarle la entrada a nadie, así que dile que tenga mucho cuidado y que, por favor, no provoque a la gente…             -Oiga que nosotros no provocamos a nadie…             -Ya… eso decís siempre y luego… Mientras no pase lo que en París...             -Lo siento, no fue culpa nuestra. Si la gente no…             -Ya- le interrumpió López- Yo no digo nada, solo que…             -No quiere problemas- le cortón Ron-             -Eso…                                          …………………………………………………….               Las luces del estadio se apagaron y todo quedó en silencio. Cuando de nuevo se encendieron en el escenario sonaba la Banda de Randall…               Hasta en eso eran distintos. Contrariamente a lo que pasaba en los conciertos de otros grupos, cuando ellos tocaban la gente no coreaba las canciones, ni bailaba…solo escuchaban y callaban               Al terminar la primera canción, Randall, un muchacho de color, alto y delgado, que rondaría los treinta, vestido con pantalón vaquero, camiseta blanca y zapatillas de deporte, del mismo color, se dirigió a la gente…                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   -Buenas noches, amigos… Gracias por venir...-hizo una larga pausa y miró al cielo- Habéis visto que noche mas preciosa…. Bajo este mismo cielo. lleno de estrellas hay que gente que sufre..., que pasa hambre, que está oprimida..., perseguida., asesinada por sus creencias y sus ideas… Son víctimas del egoísmo y la injusticia humana. De ellos, como en todos nuestros conciertos, queremos hablaros… nos acordamos de ellos… y con ellos nos solidarizamos… porque son… ¡Hermanos nuestros!     Con las últimas palabras de Randall empezó a sonar la siguiente canción que así se titulaba….Hermanos nuestros…   No vio, o no quiso ver, al muchacho que, de la parte izquierda del escenario, a escasos diez metros de donde él estaba, se levantó con una pistola en la mano….   Sonó un estampido y luego otro y otro… Randall se llevó la mano al pecho y cayó al suelo… Ron saltó de la batería y se abalanzó gritando y llorando sobre él... Tenía la camiseta blanca empapada de sangre….   -¡Randall!- le gritaba- ¡No te mueras!.. ¡Maldita sea…! ¡Asesinos!...   Fue horrible. Cuando la gente se dio cuenta de lo que había pasado comenzó a chillar. La confusión fue total…   Corrían en todas direcciones, histéricos, tratando de alejarse del escenario... Pisaban o eran pisados buscando la salida… Se oían gritos de dolor y de pánico…                               …………………………………………………….     Los médicos confirmaron su muerte. Ron, después de pasar toda la noche junto al cadáver de Randall, llorando como un chiquillo, cuando amaneció salió del Hospital.   Tenía necesidad de estar solo y, sin saber por qué, andando, se dirigió al estadio.   Entró por la puerta lateral y se cruzó con la gente de los servicios de limpieza. En el escenario, los encargados del sonido comentaban el incidente mientras recogían el equipo. Hacía fresco y una ráfaga de viento suave trajo hasta sus pies uno de los programas que se había repartido con las entradas del concierto. Se agachó y lo recogió. Se lo sabía de memoria. Era el mismo de siempre..., la historia del grupo, la letra de las canciones….   Echó a andar con el en la mano y cuando se quiso dar cuenta estaba, sentado en las gradas, llorando.   -Vaya desastre ¿eh Ron?- era López. -Y que lo digas... ¿Quien iba a pensar…? ¡Malditos asesinos!- y rompió  a llorar con fuerza-Era un hombre bueno, López... ¡Porqué!-grito-¡Porqué lo han matado! -No sé, Ron… -Nunca hizo daño a nadie. Lo único que hacía era luchar junto a los oprimidos y los necesitados contra la injusticia... Tu mismo sabes que no lo hacíamos por dinero... -Ya lo sé... -Además… quería a todo el mundo... -Tienes que reconocer que estaba un poco chalado... ¿no? -¿Por qué dice eso?, ¿Por qué se preocupaba por los demás?.., ¿Por qué le gustaba estar con lo peor de cada sitio donde íbamos a tocar...? ¡Por eso López!... Usted tampoco se ha enterado de nada…. -Bueno, Ron, tengo que irme. Me ha citado la policía para declarar…, al parecer han cogido al que lo hizo.  Lo siento, de veras,… adiós -Adiós, López. Que mas da quien haya sido…, a Randall lo mató el odio, el egoísmo y la intransigencia del mundo... -¿Qué dices?... -Nada, cosas mías -Ya…   Vio a López caminar por el pasillo de gol sur. Parece buena persona-pensó, mientras miraba con tristeza el programa arrugado que llevaba en la mano- y se acordó de los sitios donde habían estado tocando en los últimos años… y de París…   Siempre habían tenido problemas con las actuaciones y lo sabía, sobre todo con las autoridades y los religiosos…, como en Alemania, que tuvieron que salir escoltados por la policía entre los insultos de un grupo de radicales que desde el principio había estado boicoteando el concierto... En Inglaterra al menos habían sido respetuosos con ellos. Era una gente muy fría, sin duda como el clima-pensó- y se limitaron a escuchar…   En Estados Unidos, sin embargo, se portaron muy bien con ellos. La gente disfrutó y el empresario les ofreció otro concierto..., precisamente en octubre tenían que volver. Ahora ya, sin Randall…   Lo de París fue distinto. El primer día todo había salido bien. Fue el segundo, cuando Randall decidió dar un concierto gratis en las afueras de la ciudad para toda la gente que no había podido asistir el primer día por no tener dinero para pagar la entrada….   Montaron el escenario en un descampado, y aquello se llenó de gente... ¡más de veinte mil personas! Estuvieron toda la noche cantando y hablando con el público. Era gente sin recursos, chavales jóvenes casi todos...”La noche de las hamburguesas y las Coca-Colas “-sonrió Ron al recordar…   Ron se había acercado a Randall aquella noche, en varias ocasiones, entre canción  y canción, y le había comentado…   -La gente escucha, pero me temo que pronto se marcharán. ¿Has visto sus caras?.. Me da la impresión de que algunos no han comido nada en la última semana…, si no fuera por eso, podríamos seguir hasta que se hiciera de día… -Ya lo sé, Ron. Me he dado cuenta... ¿Que tenemos por ahí? -¿De qué? -De que va a ser, ¡de comer y de beber! -Mi cena. No me ha dado tiempo a... ¡Con el follón de montar todo esto...!   Después- recordaba – Randall se acercó al micrófono y le preguntó a la gente… -¿Queréis que sigamos? -¡¡¡¡¡Siiiiiiiii!!!!! -Bien, pero habrá que tomar un bocado… ¿no? -¡¡¡¡Siiiiiii!!!!!! -Pues que veinte o treinta de vosotros suban al escenario y os repartan unas cosillas que hemos traido... Los demás no moveros de vuestro sitio….   Ron reía a carcajadas mientras veía como los chavales que habían subido al escenario sacaban todo aquello de la bolsa de cuero que estaba encima de un monitor. Una hora antes de empezar el concierto, él mismo había comprado en un kiosco de perritos calientes, una hamburguesa y una lata de Coca-Cola  para su cena… ¡PERO UNA SOLA!   Mira que llevaba tiempo con él y no era la primera vez que pasaba. Debía estar acostumbrado-pensó- pero no podía evitarlo. Siempre que ocurría sentía un escalofrío que le recorría el cuerpo..., después miraba a Randall a los ojos y sin saber porqué se echaban a reir….   Al terminar, Ron y el resto del equipo, se dieron una vuelta por donde había estado sentada la gente y recogieron mas de cien hamburguesas perfectamente liadas en papel de aluminio y los lo menos cincuenta latas de Coca-Cola sin abrir de las que habían sobrado… Lo sabían por que en el escudo de la marca el color azul era más brillante….   Lo malo fue al día siguiente, cuando en los periódicos y en la televisión, los políticos y la Iglesia les acusaron de ir en contra de todo lo establecido y de milagreros y sectarios… y tuvieron que abandonar el país…                             ………………………………………………………..         Ahora, sentado en las gradas del estadio y con el programa en la mano, sin poder quitarse de la cabeza la imagen de Randall en el suelo y con la camiseta empapada de sangre, se resistía a creerlo… ¡Han  matado a Randall..!..¡Le han matado!...   Y recordó las veces que Randall le había dicho que algún día sucedería… pero que ellos, sus músicos, tendrían que seguir dando conciertos como el les había enseñado.   La verdad es que era un tipo estupendo-pensó- Un poco raro, pero- sonrió recordando las mil y una historias que les contaba en los viajes y el verdadero nombre de Randall-.. .Bueno a mi también me gusta, que entre amigos, me llamen Peter,… al fin y al cabo, lo de Ron es un apodo.   Lo que no entendió muy bien fueron sus últimas palabras en el escenario, cuando muriéndose en sus brazos, con la vista  clavada en las estrellas dijo aquello de... “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…”   Se levantó y echó a andar… ¡Lo tenía decidido!.. Dentro de tres días se daría una vuelta por el cementerio… ¡por si acaso...!          © isidromartinezpalazón. Febrero1996 http://www.isidromartinez.com/              
Abrázame.       Abrázame amor mío, abrázame tan fuerte que me traspase el alma el celo que me tienes…   y funde con besos, con caricias y ternura toda la locura de mi corazón de hielo….   Déjame que roce mi boca con la tuya desnúdame del miedo y de la duda…   unta con saliva de tu lengua mis heridas y devuélveme devuélveme a la vida.   Que quiero oírte decir con voz  apasionada, cuanto me amas, mientras me abrazas…   Acércate amor mío, y abrázame muy fuerte que se me seca el alma de no verte…   entra en mi vida y ¡grita, rompe y raja! haz de mi lo que quieras, pero no te vayas…   Y si me ves llorar no digas nada,… que es la alegría de verte de nuevo en casa……..   y de oírte decir con voz  apasionada, cuanto me amas, mientras me abrazas….   mientras me abrazas….   © Isidro Martínez. Octubre 2005     http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=2&audio=../musica/disco2/02.mp3
Abrázame
Autor: isidro martinez palazón  802 Lecturas
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Malos tiempos.                                                   Tan frágil como el ala de una mariposa,                                              como pétalos secos de rosa entre celofán, como  un tratado de paz entre naciones, o las buenas intenciones de dejar de fumar.   Fugaz  como el corazón que pinta, mi corazón en el vaho del cristal, cruel como la voz  del terrorista, y la prisión, por activista, de la paloma de la paz.   Corren malos tiempos, ahí afuera huele a lujo, a derroche y vanidad. a Dios muerto, a política de estados, a tecnología sin alma. a yo mismo y que más da.   Corren malos tiempos……     Injusta como las cartas marcadas, que baraja y reparte el gran tahúr. rey del miedo, de la guerra y de la hambruna, desde antes de la cuna y mas allá del ataúd.   Y al olor del negocio y el dinero vuelan carroñeros del aquí y del mas allá, y tú y yo en mitad de este “tiberio,” “mirando pa otro lado”-“conmigo no va na “     Corren malos tiempos siempre huele a guerra, a riada a enfermedad, a ruina, a sin nada y a miseria, a embargo, a deuda externa, y a insolidaridad...   Corren malos tiempos…..,     © Isidro Martínez.   Abril 2004 /2006     http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=5&audio=../musica/disco2/05.mp3
Te dije…     ¿Quieres que vayamos allí, de donde no se vuelve? y ya íbamos caminando…   Iremos haciendo trochas por donde nadie ha pisado… a veces dando rodeos y otras, las mas, atajando… según las dudas y el miedo… Que el tiempo es ¿poco?.. y el camino ¿largo…?   ….y de la mano, para no perdernos, mirando a todos lados…con el rabillo del ojo iremos cogiendo campos y ciudades y playas y mares; y desiertos y acantilados…  y  cielos azul turquesa y grises y anaranjados… y tormentas y sonrisas y caras y voces y quejas…y susurros…y gritos y silenciosos llantos….   …..y juntos nos hicimos viejos… pero estaba equivocado… lo sé cuando te miro y cuando cojo tus manos….son como las de los niños, como cuando empezamos… tiernas, torpes…y amorosas…, hermosas, suaves y dulces… como siguen siendo tus labios...     © isidromartínezpalazón. Junio 2009- a mi mujer.
Hablando con piratas        Diminuto navegante, que,  en apenas un instante, has cruzado un mar de estrellas...   y ahora esperas, en la playa de algún vientre, a que te digan que te vayas o que te quedes….   Si tu sangre no reniega de ti y el cielo no hace otros planes, pronto  habrá un pirata más navegando en estos mares….   Que, se dejó seducir por este ahora y aquí para aprender a elegir...  entre matar o morir morder o besar, seguir a la razón o al corazón….   Hombrecito misterioso, antes de que tus recuerdos cojan el tren del olvido   y no sepas quien eres ni a que has venido…. déjame ver en tus ojos lo que tus ojos han visto   Pero sonríes y callas en lo alto de tu trona, porque encuentras divertido jugar a la vez conmigo y con las pinzas de la ropa….   Tendrás que olvidar para poder aprender mi pequeño pirata feliz, te deseo lo mejor, deja que sea el corazón el que aprenda a elegir   entre, matar o morir, morder o besar, abrazar o reñir...   acariciar o arañar,  curar o herir y todo sin saber muy bien porqué….   subir o bajar, entrar o salir, artificial- natural a cada paso  elegir….       ©Isidro Martínez  – Noviembre 2006     http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=1&audio=../musica/disco2/01.mp3
200 latidos…     Cogidos de la mano, como niños perdidos, mirando al cielo, hemos recorrido, pasito a paso, las calles del miedo…   Venas, arterias, sangre, positrones, músculos, huesos, nervios, tendones, luz, bisturí, tejidos, colores… máquinas, máquinas, tubos de ensayo, lágrimas, Dios, dormir abrazados…   El Gran Cirujano decide la vida… y cien oraciones suturan la herida.     Quirófano, UCI,  sala de espera, gotero, sillón, reloj, duermevela… doctor, amanece, dolor, pesadillas, vómito, tos, más tos, pastillas…     Fotos, ayer, recuerdos, infancia, lágrimas, hoy, ahora,… mañana…   Te beso…  y me abrazo a tu cuerpo, cansado y herido, porque quiero absorber, con los cinco sentidos, todo tu dolor para compartirlo… y para ser, en un cuerpo fundidos, un corazón y 200 latidos.       © isidromartínezpalazón. 19febrero2010 http://www.isidromartinez.com/  
Gracias….   Por el trocito de cielo que se ve desde este claro del bosque…. Por el huerto que trabajo, por la ropa y por el pan, por la cama y por el techo… Por la palabra amable, por el abrazo tierno, por el llanto y la sonrisa que alivia el dolor ajeno... Por cada “no pasa nada”, por ser mi clavo ardiendo… Por cada instante de un día, aunque a veces se haga eterno…. Por creer que hay algo más que lo que toco y veo… Porque aún tiemblo cuando beso… y por haberme dado a mi mujer y mis hijas para compartir todo esto…   Y “desgracias” por las cosas que me hacen “roncha” y no entiendo, y que me dan que pensar que te da igual, que te has ido o que has muerto…   con mil dudas en el alma…callo, amo y espero….   Isidro.”Un hombre afortunado….”       ©Isidro Martínez Palazón. Octubre 2008 http://www.isidromartinez.com/
       La Urbana 13                              1                                                       La oficina urbana número 13 de la Caja de Ahorros estaba llena de gente. Una larga cola de clientes, delante de la ventanilla de caja, esperaba su turno para ser atendidos.             Juan Vicente, el cajero, cogió el dinero que le tendía el cliente y lo contó.               -Cien             -Si, para ingresar en la cuenta corriente 34/3, por favor.               El empleado tecleó en el ordenador y, un momento después, le entregó el justificante de ingreso.             Al final de la mañana, al contar el dinero para cuadrar la caja, le llamaron la atención aquellos cinco billetes de veinte euros y, con ellos en la mano, se fue a ver al interventor de la oficina.               -Mira estos billetes, Jose… ¿no te parecen un poco raros?...                         El interventor, un hombre que rondaba los cuarenta y cinco, alto y moreno, cuando levantó la vista de los papeles en los que andaba enfrascado y vio los billetes, no puedo evitar un escalofrío…Sacó de la billetera dos billetes de cincuenta y se los dio.               -Toma, te los cambio.             -No son falsos…, los he pasado por la máquina y son buenos…, solo que….             -Si, ya lo se, tengo en casa uno igual; lo guardo de recuerdo.             -¿Sabes quien te los ha dado?             -Si, Pedro Jiménez... Cuando los cogí noté algo raro, pero no le dí mas importancia.                                          ......................................................                   Para  Jose, los dos últimos años habían sido especialmente duros. Sobre todo el anterior, cuando se separó de su mujer. Además de meterse en préstamos, tuvo que tomar la difícil decisión de vender su querido “ultraligero”, para hacer frente a los gastos de abogados y poderse quedar con la casa en la que había vivido cuando casado…               Lo echaba de menos. De vez en cuando volvía por el campo de aviación, incluso había volado con compañeros, pero para un hombre como él, que amaba tanto volar, subir en un avión prestado no era lo mismo.               Después, conoció a Gabriel, y de nuevo, volvió a soñar con el día en que, otra vez, pudiera ponerse el traje de vuelo y sentirse libre allá arriba, sin mas ruido que el acariciante ronroneo del motor y la compañía de su hijo Javi, al que quería con pasión y que, a pesar de su corta edad, ya andaba entusiasmado con los aviones.               Ahora, en su casa, sentado en el salón, mientras apuraba un café y fumaba un cigarrillo antes de irse a dormir, ojeó los billetes de nuevo y tomó la decisión…” El próximo día que venga Pedro Jiménez, si trae mas de estos, hablaré con el…                                      ………………………………………..               -Jose, ahí está otra vez…, y ha traído otros cinco de veinte. ¿Quieres hablar con él?-era Juan Vicente.             -Si. Dile que, por favor, pase un momento al despacho.               Pedro era un hombre moreno y bajito, que andaría por los sesenta. Había dedicado su vida a los negocios y marchaba bien hasta que, en la crisis de los noventa, su empresa de papelería y artes gráficas quebró. Por aquel tiempo, su mujer murió; y sin hijos como estaba, había aceptado el cargo de administrador de una entidad benéfica que acogía a marginados .El sueldo era pequeño, pero cubría sus necesidades y, además, el tampoco tenía muchas ambiciones.               -Pasa, Pedro…             -Hola, José Antonio. Me ha dicho Juan Vicente que querías hablar conmigo.             -Si. Siéntate, por favor.             -Tú dirás….             -Verás-Jose no sabía como abordar el asunto-, es un poco delicado; pero... ¿Conoces a Gabriel?             -¿Gabriel? – y se puso nervioso.             -Si, ése que anda por ahí., mal vestido, pidiendo limosna... Bueno, que iba, porque hace ya tiempo que no le veo…             Pues no sé, chico... No conozco a ningún Gabriel. ¿Qué querías decirme?- y se puso colorado.             -No..., si no le conoces..., nada, déjalo.             -Bueno, si no quieres nada más…               Pedro se levantó y, casi sin despedirse, se marchó. Mientras salía, Jose comentó para si….Ya lo creo que le conoces….                                        ……………………………………………..                 La noticia apareció en un recuadro pequeñito, en la última página del periódico local.                 “Pedro Jiménez, administrador del Hogar para marginados “Virgen de los Desamparados”, ha sido ingresado en el Centro Psiquiátrico Provincial. Deseamos  de todo corazón que pronto se recupere, para que pueda seguir, como hasta ahora, trabajando en la hermosa labor de ayuda a los demás”                 Cuando Jose lo leyó, se estremeció. Con que no sabías nada, ¿eh?-pensó, y decidió que aquella misma tarde iría a visitarlo al hospital.                                        ……………………………………………….                 El Hospital Psiquiátrico era un edificio antiguo en las afueras de la ciudad.             Jose aparcó el coche delante de la puerta, llamó al timbre y esperó a que le abrieran. Se quedó mirando los desconchones de la fachada y,  sin saber porque, una profunda tristeza le invadió…             Una monjita, sonriente y amable, salió a recibirlo y le condujo, con pasos silenciosos hasta la habitación donde estaba recluido Pedro.             Miró a través del ventanuco de la puerta y le vio tumbado en la cama. Cuando la sor abrió Pedro se dio la vuelta y se puso de cara a la pared para no verle.               -Tiene usted visita. Un amigo- y la monjita, salió y cerró la puerta, dejándolos a solas.               -¿Cómo estás, Pedro?- preguntó Jose-             -Bien, no sé porqué me han traído aquí….                         Jose, cogió la única silla que había en la habitación y se sentó junto a la cama.               -¿Porqué me dijiste que no le conocías? Yo podría haberte ayudado...             -Creí que no pasaría nada…             -No digas eso. Tú sabías, porque Gabriel tuvo que decírtelo, que no se podía hacer... Es más, el mismo me ha confesado que te lo advirtió…             -Si,.. pero si solo ha sido durante un mes…             -Mira, Pedro... Hace un año, yo tuve la misma oportunidad que tú. Mi sueño era comprar un “ultraligero”…, un avioncito de esos que funcionan con un motor como el de una lavadora, ya sabes… Lo deseaba con toda mi alma y no tenia dinero…Entonces conocía Gabriel..., y cuando al fin lo conseguí, se me pasó por la cabeza que podía seguir un poco tiempo más y hacerme rico..., pero cuando Gabriel me dio las semillas me lo advirtió…             -Ya, ¡pero si sólo ha sido un mes!... –y rompió a llorar- Tu viste, como yo, que sólo era una ráfaga verde en los billetes..., aún podía continuar….             -De sobra sabias que no.., ¡Era la señal!               Y Jose, recordó la conversación con Gabriel, aquella mañana de Julio, cuando le entregó un sobrecito de color caña, que abrió con mucho cuidado..., para que pudiera ver las pequeñas semillas.               -Toma, Jose; plántalas en una maceta y riégalas. Crecerá una planta tan hermosa como tu ilusión y dará unas vainas que solo abrirás cuando estén secas... Dentro encontrarás dinero, pero solamente el necesario para hacer realidad tu sueño… Después, la planta se secará sin echar semillas… ¡Óyeme bien, Jose!- y Gabriel se puso muy serio- Por si no llevaras bien las cuentas-, antes de empezar a secarse la planta dará unos billetes con una ráfaga verde en uno de los picos… ¡Óyeme bien!-insistió- ése es el momento de dejar de regarlas. Si insistes, el precio que habrás de pagar por tu egoísmo, es el que yo estoy pagando… la más absoluta de las miserias…., o la locura.   ………………………………………………………   Los desorbitados ojos de Pedro, y la manera tan extraña en que se comportaba, le sacaron de sus pensamientos. Parecía estar regando una imaginaria maceta, mientras repetía una y otra vez….               -¡Solo un mes mas…. anda plantita,… solo un mes….!               Jose, cerró la puerta de la habitación, y echó a andar pasillo adelante… Al pasar por recepción se despidió de la monjita y salió a la calle.               Su Renault-Twingo- enfiló la carretera. Al llegar al cruce, en vez de tomar para la ciudad, dio un volantazo…. Lo había decidido, hacía una tarde estupenda…. y, se iba a volar.                   © isidromartinezpalazón. febrero1996               http://www.isidromartinez.com/  
Cartas.   En un pliegue del alma, entre Dios y mis hijas, guardo cartas que escribo                                                                                                               y que nunca te leí...   Hablan del primer beso y del vestido blanco, que una tarde de mayo estrenaste para mí, yo tenía veinticuatro años y estudiaba para ser feliz...   De tus ojos pardos  y serenos, de versos, en servilletas de papel, donde te dije, por primera vez,  te quiero….   Con quinto de locura, terminado, en la especialidad de sueños echamos a volar y sin dueño…, volamos...   Queríamos ser viento y cometa, el mar y la sal, vela y velero..., te quiero   la abeja y la miel, la peca y la piel, el relámpago y el trueno… dos cuerpos….   las doce y la una, la noche y la luna el pájaro y la pluma, la tempestad y la calma… y un alma…   Y del vestido verde, de una tarde de agosto, que llevabas en la iglesia y que sacas y te pruebas, de vez en cuando….   De enfados y de ruidos y de algún chirrido, de épocas de estío, de viento y  de silencio... y de las hijas y los hijos... y ahora de los nietos…   Eres cómplice de besos, caricias y ternura, de mis viajes de la risa a la amargura… de volar  en las alturas, y a ras de suelo….   Si se apaga la llama, de mi candil mañana, me gustaría ir donde tu vayas sin ti soy la mitad…….de nada….     © Isidro Martínez. Febrero 2005   http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=4&audio=../musica/disco2/04.mp3
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