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Mi padre murió; lo hizo en la noche dejando atrás un último suspiro, se fue sin decirnos adiós con la inocente creencia de un nuevo mañana de un despertar igual a los demás. Se fue dejando un par de corazones rotos que lloran su ausencia como pajaritos caídos del nido. Dejo de existir como todo lo que existe ahora, nos dejo con el vació de su presencia en un mundo que sigue su curso infranqueable. Nos ha dejado en un planeta donde el sol sale todos los días a alumbrarnos pero ya no nos calienta, donde el brillo de la luna en las noches se pierde entre las nubes de nuestros ojos siempre cegados por la pena. Escucho el murmullo del mundo donde una vez escuchaba su voz y quiero retornar a lo que era, añoro con todo mi corazón resucitar su presencia, hacer retroceder el tiempo hasta el primer recuerdo donde nos encontramos aunque mi razón me grita que la realidad es permanente e inmutable como tantas cosas más en nuestra pequeña y fugas existencia. Y me digo entender la muerte, me consuelo con las fracturas de nuestra relación sanadas y en mis propias palabras en la antesala de su partida cuando sufrió por las enfermedades del cuerpo, cuando los achaques de los años lo rasgaban como navajas era entonces que yo me decía que comprendía que su vida se estaba apagando y lo aceptaría de la mejor cuando llegara, pero veme hoy aquí con la pena atravesada en el pecho dejando un vació en el vientre. Mi padre murió, y no tengo nada más que decir sino que con él una parte de mí. Un día deje de escribir. No hubo motivos reales que pudieran impedírmelo, los horarios de la vida siempre dejan un hueco donde te dejas caer en sin un lugar, para hacer lo que quieras sin que nadie te pueda mirar, y esos huecos los tengo aun constantes en mi existir; es simplemente que ya no soy capas de escribir. Y eso duele más que vivir. Duele porque escribir era la existencia mas sagrada para mí, duele porque era por medio de las letras que burbujas de aire entraban a mí, porque escribir era poner un poco de orden en mi desbordante imaginación, era lo que me hacia posible dormir en los días en los cuales anhelaba morir. Como puntos suspensivos negando mi existir. Me dejan estática en el limbo anhelando proseguir, me dejan en la incógnita de cientos de historias entretejidas unas con otras formando laberintos dentro de mí. No hay salida pero tampoco un final, no hay un principio al que nuevamente me pueda aferrar solo estos tres puntos suspensivos a la mitad. El sonido de un piano resuena en su memoria de niño y de hombre mientras los días y las noches aclaman por un amor que nunca encontró un final feliz; la noche cae día tras día con toda su oscuridad permitiéndole llorar. Y si la luna cierra sus ojos tras las nubes puede escuchar la voz de este hombre cantándole una canción a ella que se fue...Nadie puede entender la tristeza del hombre taciturno cuyos ojos se pierden entre la bruma del tiempo y de los recuerdos que nunca fueron realidad pues no tuvo oportunidad de decirle “buen día mi amor”.Solo el viento que choca contra sus lágrimas, las acaricia mientras se lleva su voz hasta un lugar tan lejano que casi parece no existir, en ese lugar hay una figura hecha de luz que recibe con felicidad y nostalgia las promesas que fueron incapases ambos de cumplir.La noche cae nuevamente cuando él levanta la vista hacia la luna que brilla esperando tras las nubes un mensaje que no es para ella pero aun así anhela. Y en un acto de final bondad el hombre la abraza diciendo "Adiós, mi amor. Buenas noches...”Así que la luna cierra sus ojos diciéndole "Adiós, hasta pronto...” mientras una lluvia de estrellas surca el firmamento sin pena ni gloria entre las luces de una ciudad siempre brillante y ruidosa que no logra percatarse del dolor de la perdida, que no ve como la luna se nubla de dolor. Tengo un nudo en el pecho, algo así como una piedra permanente que me provoca una inamovible ansiedad; es como una nostalgia inagotable que proboca lágrimas en la soledad de la noche, en los días con sol, con lluvia o en los tranquilos fáciles de olvidar pues no hay nada más que la repetición constante de la nada interesante. No hay nadie con quien platicar, no sobre esto o todo lo que pasa alrededor de la aflicción de este peso en mi pecho, hay muchas personas a mi alrededor, amigos y familia que quizás estén dispuestos a escuchar, pero siento la necesidad de callar pues cada que pienso en decirselos siento la distancia entre nosotros aumentar. Carece de sentido. Y busco canciones con las cuales poder llorar, esas que pueden con sus letras o la simple melodía llevarme hasta un rincón dentro de mi mente donde pueda descansar; la lista de reproducción cambia constantemente, algunas se adhieren y suenan más fuerte pero nada que llene realmente. Son las cinco de la mañana cuando me despierto a media noche, recuerdo el sentimiento de mi sueño pero no el sueño como tal, es un poco extraño pues siempre recuerdo mis sueños incluso mejor que la realidad. Mi pecho se adormece aumentando la ansiedad y son ya las tres de la tarde pero nada dentro de mi parece cambiar mientras el paisaje detrás el vidrio de la combi sucumbe a la velocidad. Hay que cerrar los ojos humedos sin lágrimas que derramar, la sonrisa es espontánea día tras día sin saber como es eso posible siquiera. Pero ahí esta asomándose, serpenteando sin sentido; se cuela, se engancha y se siente no solo viva sino como todo lo correcto. Todo parece mantenerse, incluso ese nudo en el pecho es constante y te dices que no crece aún cuando las pocas estrellas que logras ver en el cielo se han movido conforme la tierra también lo ha hecho. Hay solo verdad escondida entre tus mentiras, son todas mentiras convertidas en verdad. Desde el día que la nostálgica pena se instalo como copos de nieve en tu pecho sumiendo tu alma conoces no solo la respuesta para esa carga, no obstante, la callas en la parte más apartada de tu conciencia, lo haces pues es la manera más fácil de sobrevivir, de seguir adelante sin derrumbarse a la mitad de la vida que aún tienes por sobrevivir. Tiene todo el sentido. Es mañana, es medio día y es tarde; son días, son años y es la vida completa. Es lo que hay y la forma en que puedes continuar, incluso cuando las canciones dejan de tener sentido y la melancolía es una tristeza secando los ojos de lágrimas imposibles de llorar. Es toda la existencia pesada de un alma convertida en plomo, son los versos que no logras rimar y es la tumba bajo un árbol verde sin frutos o flores donde sueñas eternidad. Eres tu no hablando de ti ya, si no de alguien más. Un beso en mi mejilla todas las noches. Un escalofrío recorriendo mi cuerpo entero ante el contacto de sus labios sobre mi piel y quiero abrir los ojos pero no puedo, se que no debo; no me muevo, incluso creo que dejo de respirar en el segundo en que tus labios me tocan. Siento el escalofrío cubrirme como un abrazo doloroso a la vez que desaparece de la habitación. Abro mis ojos en la oscuridad de la habitación, destellos de luz la cruzan desde la ventana hasta casi los pies de la que un día fue nuestra cama. Tengo ganas de llorar, ganas de quitarme el frió que deja cada noche con ese beso de promesas sin sentido. Me cubro un poco mas con las cobijas intentando obtener un poco de calidez, una fuerza que clamo por obtener a lo largo de la noche de insomnio por venir y del día interminable, repetitivo y vació. Ya no lloro. El reloj sigue su recorrido junto con el sol arriba en lo más alto del cielo, cada minuto la manecilla me acerca y me aleja de ti como una cadena que rebota como si fuera de goma. El frió no me abandona. La noche se instala mientras yo me dejo caer sobre la cama esperando a que vengas a mi, a escuchar tus pasos cansados y cortos por el pasillo repleto de luz, de fotos, de vida. La puerta se abre pesada, como si ella también estuviera tan cansada, mi corazón se acelera conforme tu te acercas a la cama, la luz pálida de la luna nos ha abandonado; tus labios besan mi mejilla como todas los noches desde ese día y yo giro mi cabeza para verte entre la oscuridad reinante de esta habitación en eterna penumbra. Apenas distingo tu forma, pero se que también tienes frió, miedo y añoranza. Te estoy lastimando, mi presencia no te da descanso; pero te amo egoístamente demasiado como para perder este milagro maldito que te permite besarme, así que callo mi despedida. Me ato al latir de un corazón a falta de dos. Esas lágrimas que me urgían por salir eran mis recuerdos más preciados sobre esa época donde nosotros logramos coincidir, eran la marca del dolor y la felicidad que me negaba a dejar ir, que no podía permitirme dejar escurrir por miedo a olvidarme de ti. Eran lágrimas que me tragaba mientras recordaba claramente los colores que el día lucia,era rebobinar mis latidos y el calor en mi pecho que bullía como una risa. Solo eso queda ahora de todo cuanto eramos, de cada cosa posible por ser y ya no hay forma de vivir.Así que noche tras noche y día tras día trago todas las lágrimas que se me acumulan en el alma como una triste tonada, las dejo que pesen igual que tu cuerpo cuando me abrazabas y el mundo se transformaba en emoción y silencio solo para nosotros dos. Llevo cargando con un nudo en la garganta desde ese día que nos llego la despedida, sigo sobreviviendo en una cuerda floja en la que no encuentro lógica ni cabida. Sigo tragando mis lágrimas hasta el día que nos lleve una nueva bienvenida, hasta el día que el peso de mi alma se nuble con todos los recuerdos creados y todos esos que ambos callamos pero siempre soñamos. Te quise porque debía de hacerlo, porque realmente quería hacerlo. Lo hice en las buenas y en las malas como todo hijo que idolatra a sus padres; Cuando te miraba siempre lo hacía viendo hacia arriba y no era porque fueras un metro más alta como lo marca la naturaleza, lo hacía así porque eras el centro de mi mundo entero, ese super héroe que añoraba me amara y me protegiera de todo lo malo. Te quise contra toda lógica en los días nublados cuando no tenías ganas de mirarme, cuando el mundo para ti era tan inmenso que huías para descubrirlo soltando mi mano y nos dejabas a ambas ahí en el centro de aquella casa; lo hice con esperanza esos días soleados que jugabas conmigo en el patio de la enorme casa cuando recordabas que yo ahí estaba. Te quise en las cuatro estaciones durante años enteros mientras llorabas por los rincones añorando todo eso que no había pasado, cuando me reprochabas ser tu estigma de una vida que no querías; lo hice cuando me abrazabas y yo creía que era tu forma de decirme que me querías. Te quise cuando en tus brazos me cargabas cuando me encontraba enferma y yo soñaba en ser esa bonita princesa que él rey atesora como su vida propia. Lo hice más y más hasta que mi corazón se nublo de todo el amor que dentro de mi existía para ustedes dos; quise amarlos como lo más grande y sagrado para la conciencia de un niño. Te quise ayer cuando mi pequeña mano estaba estirada esperando algo con la misma intensidad que hoy no quiero siquiera tocarte. Te quise ayer cuando sabia como amarte de que manera un poquito consolarte, lo hice hasta ayer cuando me di cuenta cuan sola me encontraba esperando a alguien cuya puerta cerro para no dejarme entrar. Los quise tanto que no supe querer ninguna otra cosa que no fuera su felicidad, lo hice de día, de noche todos los años cuanto pude soportarlo. Lo hice sin darme cuenta del dolor que dentro de mi crecía, ignorando el daño del peso de tanto amor con el cual cargaba; de forma ignorante yo continué idolatrando hasta que la burbuja estallo. Los quise tanto que mi amor se transformo con los años, no es que fueran completamente los malos; ni es simplemente cuanto ustedes no me añoraron, es sobre las decisiones que todos tomamos sobre el camino en el cual nos perdimos. Hoy ya no quiero ni puedo hacerlo, simplemente mis fuerzas se han acabado; mis esperanzas por ese cariño ahora mundano se tuercen entre pesadas cadenas que yo he forjado, entre dolores y rencores que dormitan haciendoles daño. Los quise porque debía hacerlo, porque quería hacerlo. Lo hice en las buenas y en las malas con la misma fuerza que hoy quiero olvidarlos; lo hago no porque sean los villanos, lo hago porque ya no se como debo mirarlos, mucho menos amarlos... Tengo piedras en el corazón Algunas pequeñas y redondas que revotan incrustandose, lastimando. Otras grandes y pesadas que lo atan como cadenas labradas, Tengo penas como piedras rencores cual inmensas montañas. Tengo piedras formando cuevas que albergan miedos aterradores. Tengo piedras en el corazón Haciéndolo tan pesado de llevar ocupando espacio que debería dejarme por los cielos libremente volar y en la inmensidad del mar nadar. Tengo dudas como arena encallandose entre todas las piedras. Tengo piedras formando murallas que impiden a los sueños poder nacer. Tengo piedras en el corazón Algunas tan viejas como yo otras apenas formando la arena. Tengo tantas y tan diversas que ya no recuerdo como era él. Tengo piedras en el corazón Formando un gris mural. Tengo piedras en el corazón salpicando un adiós por llegar. Tengo piedras dándole forma a un corazón que tiempo atrás desapareció. Hoy tengo ganas de enamorarme de ti. de comenzar una historia de amor de esas que están en los libros pero que pocas veces se vuelven realidad. Hoy te voy a robar el primer beso y te abrazare mientras tiemblo. Voy a escribir una carta de amor sin la ayuda de mi mejor amigo, una carta de amor donde escriba la historia de amor que seremos. Yo voy a besarte y a robar tu aire, mientras me escondo en tus brazos. Voy a temblar esperando tu respuesta sin apartar mis ojos de tu figura, quizás me olvide de respirar esperando esa historia que podemos crear. Me pondré a llorar como un niño cuando se ha perdido, sea un sí o no. Hoy tengo ganas de enamorarme de ti. Como lo hice la primera vez que te vi de esa forma en que todo cobra color tan anormal que dan ganas de vomitar. Yo quiero abrazarte sin soltarte porque ya estamos volando sobre nubes. Voy a cantar una canción de amor con la música que me has hecho escuchar esa que no esta escrita en papel, que nunca se escuchado en ningún escenario. Hoy te voy a amar escribiendo lo que puede ser el principio de un libro, voy a amarte como se debe amar de esa forma que no se puede esconder. Hoy tengo ganas de amarte y que sepas que lo hago desde esa vez que me miraste y te mire. Voy a escribir la mejor historia de amor de esas que comienzan y terminan con un beso. Hoy necesito de ti como el escritor necesita las hojas y la tinta. Hoy voy a comenzar la historia de nuestras vidas y solo tu dirás si termina en un verso o en toda la vida. Ella había nacido en una vieja ciudad al sur de Francia en un tiempo donde las mujeres llevaban en ropa lo mismo que su peso y algunas veces hasta más. El había nacido cuando las computadoras no solo se habían inventado sino que podían llevarse bajo el brazo halla a donde quiera que quisieras llevarlas. Ella había estudiado en su casa y como maestra tuvo a su madre y hermanas para convertirse en la mejor ama de casa, en una esposa adecuada. El ingreso a una escuela publica donde pasaba ocho horas diarias estudiando sobre ciencias, historia, y siete materias que con los años cambiaban y se adecuaban. Ella iba a fiestas de tarde donde los jóvenes bailaban, platicaban, cortejaban bajo la atenta mirada de los padres que buscaban al mejor partido que sus finanzas necesitaran. El gustaba de ir a conciertos donde la música llenaba tanto sus sentidos que por instantes se olvidada de quien era para convertirse en una tonada en la letra que escapaba de la garganta de todos los que coreaban. Ella consiguió un marido a los dieciséis que se adecuaba a las necesidades y gustos de sus padres, obtuvo una casa grande con criados que la atendían sin reprocharle nada, ella obtuvo un hombre siete años mayor que pasaba a su cuarto solo cuando la ocupaba. El salia con diferentes chicas entre semana, dejando los fines para quedarse en casa leyendo un libro mientras soñaba con el mundo que estaba ahí fuera de la puerta de su casa, ese que se extendía mas allá del mar y de grandes porciones de tierra. Y mientras allá ella educaba a sus hijos de la manera en que a ella misma la educaron, el tocaba su guitarra en medio de su trabajo recordando las cosas que le hacían falta antes de volar libre otra vez la siguiente semana. Ella murió demasiado joven sin haber hecho realmente nada de todo lo que en las noches en silencio soñaba, dejó el mundo sin dejar más huella que la sangre y recuerdos dentro de sus hijos que pronto la olvidarían ante el ajetreado estilo de vida venidero donde su vida también peligraba. El murió sin tenerse atado a nada y pensó que era porque simplemente era el momento justo en el cual debía hacerlo, lo hizo arrepintiéndose de muchas cosas que hizo y de muchas más que nunca llego a tener el coraje de probar, lo hizo tranquilo agradecido por todo. Y el destino les llegó cuando menos lo esperaron cuando ya no soñaban con nada pues ahora solo les quedaba la espera del tiempo lejos de la tierra donde vivieron. Ahí entre la nada, con el silencio imperante; la oscuridad reinante; sus pensamientos susurrantes ellos dos se encontraron como verdaderos diamantes. Ambos hablaron idiomas que no conocían antes, sacudieron memorias de sueños caducados y se enfrascaron en un idilio lejano. Se tragaron su existencia hasta que la despedida les llegó y fueron enviados a lugares tan distintos como la primera vez, con la promesa de no olvidar tatuaron algo más que sus nombres o sentimientos, ellos no prometieron algo como volverse a ver porque simplemente no ocupaban promesas tan vagas, siendo que solo eran ella y él. Un ventana rota en medio de una desolada casa deja entrar la luz de la luna y la del sol. Alimenta la esperanza de las paredes que quieren morir con el oscuro silencio y es que ya no son capases de escuchar el eco que habían dejado sus voces atrás antes de partir. Esa ventana que traía aire de fuera, que alimenta los sueños con flores que crecen en ese lugar, ella es la única que ha dicho que el tiempo pasa más rápido y más lento de lo que los desgastados muebles creen y es que ellos ya no tienen el calor que dejaron antes de marcharse y no volver. Cuando la lluvia cae y llega a pasar por esa ventana rota se convierte en las lágrimas de todos los recuerdos que ellos formaron durante el tiempo que habitaron en ese lugar. Cuando el sol entraba por todas partes, y el aire se respiraba diferente. Ahora ya nada queda, una ventana rota al igual que una casa sola. Ellos se marcharon sin siquiera mirar atrás. Y la casa entiende porque tuvo que ser así, incluso si ella quiere regresar a los días donde ellos habitaban ahí quiere también borrar las cosas grises que se suscitaron los días que la ira era controlada por el vino y las pastillas que hacían volar a su mamá. La casa quiere otra noche para soñar, ella quiere los momentos en que los escuchaba reír, esos donde ella era un castillo donde poderse esconder. Una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad. El polvo se acumula capa sobre capa borrando los rastros de todo recuerdo que hambriento se va a pasear debajo de él a ver si encuentra los pedazos que comienzan a faltar, queriendo sentirse acompañado de uno que otro compañero que creyó no volver a encontrar. Pero a veces las telarañas los dividen y los encierran sin que puedan llegar a reunirUna casa abandona llora su derrota desde esa ventana rota, ve el mundo cambiar de color mientras ella se mantiene a penas a pie mirando todo desde su azul opaco que se destiñe de estación a estación. Ella se queda quieta mientras sus entrañas se desmoronan en un crujir que suena a suplica por aquellos que la dejaron ahí sin siquiera volverse una vez. Los últimos pedazos de la ventana también se vendrá abajo mañana y la soledad se volverá otro recuerdo sediento en la tierra junto con lo que ahí una vez estuvo. Nada permanece intacto y nada puede olvidarse incluso si nadie les recuerda una sola vez ellos ahí estarán por siempre sonriendo, llorando, viviendo en la casa que dejaron atrás, a la que nunca regresaron a darle otra oportunidad. Esta noche me apetece escribir sobre el amor, sobre lo que sentí por ti la mañana en que te conocí. Esta noche no quiero ser yo, no quiero ningún recuerdo que me aleje de ti ni que pueda acercarme más de lo que debería de estar. Porque amarte también es esperar, es soñar con un futuro que vendrá y otro que quizás ni siquiera se llegue a plantear. Esta noche jugare a ser un adivino más, un juglar que te hipnotizara con palabras finas llenas de erotismo, de enigmático valor. Seré la persona más mentirosa y la que jamás te mentira porque esta noche voy hablarte sobre el amor, sobre este amor que arde en mi pecho como si fuera fuego que lastima pero no mata. Todo será sobre el amor que sentimos nosotros dos, sobre ese amor indomable que la gente de antes y de ahora se ha complacido de tachar mal, sobre los desdichados que murieron sin probar el sabor de un beso de amor y pasión, y por todos aquellos que murieron por sobredosis de amor que su cuerpo y mucho menos su cerebro pudo procesar. Y es que si repentinamente dejo mi burbuja de protección, este núcleo que me aparta de ti y de todo lo demás, es porque se que este amor llega a su punto final de dolor, de ese sabor amargo que gratifica con soledad y un mayor fragor de obviedad que es el amor de verdad, ese que no se puede olvidar. Esta noche me apetece hablar sobre el amor, sobre lo que siento por ti cada vez que estas junto a mi. Esta yo quiero ser simplemente yo, quiero crear un recuerdo que te cubra aunque yo me extinga, que te acompañe incluso en el camino a la eternidad. Esta noche seré yo y nadie más y solo por esa noche te hablare del amor. Cuando la noche cae el pequeño ratón sale de su escondite por la habitación donde menos luz hay esperando paciente que el gato no lo vaya a encontrar. El pequeño ratón ha desidido volar por entre la vida y la muerte para encontrarse con ella. El gato sabe, que el ratón volvera noche tras noche y a él que le gusta jugar a esperara que él pequeño se mueva entre las sombras hasta la princesa y una vez que lo vea acercarse él saltara delante, triste y asustado el ratón correra hasta el hoyo de donde salio para volver a esperar a que llegue una nueva noche. Que triste, que triste. Noche tras noche el ratón volvera a pasear en busca de un encuentro con la princesa que duerme sobre la mesa, esperando que el gato salga a cantar a algún callejón o le de por cantarle a un viejo amor. Un pasito se escucha por la alfombra, va despacio con su premio en mano esa delicia preparada solo para ella y esperando que el gato no se encuentre en casa, finalmente la ve en medio de la sala a ella dormida con la luz reflejando el brillo en sus enormes ojos. El gato sonrie, el gato esta por reir. El sabe que la princesa duerme y nadie la podra despertar, así que esta vez deja que el pequeño suba hasta donde ella esta y lo mira hablarle de una vida juntos, darle el queso que hurto, que guardo. El gato lo sorprende y el ratón se interpone entre el y su princesa que mira desde la nada. Un movimiento y la princesa llace en el suelo. El pequeño ratón llora tratando de recoger pedazo a pedazo a su amada princesa. El gato rie admirando su obra, pero el gato no es tan malo. Es solo que él gato no quiere ver más a ese tonto ratón noche tras noche añorando a ser feliz con esa princesa de fragil ceramica, el gato ha llegado a apreciar a su presa. Nada ya queda ya. Las noches vuelven a la calma, el gato duerme en la sala mientras el ratón regresa cuando la luna no sale para llorar donde su amada estaba. Quiero regalarte una sonrisa, una felicidad que se atesore con los colores del cielo cada día. Quiero que sepas cuanto te amo, lo mucho que pienso en tí mientras te encuentras acurrucado a mi lado. Quiero darte mi mano para acompañarte, no importa que tan largo sea el camino o cuan oscuro sea el destino. Quiero, quiero, quiero tanto permanecer a tu lado. Ella ahora besa tus labios mientras trago el humo de mi cigarro. Y lloro mientras sueño, mientras tu la abrazas yo siento el frio de la soledad. Soy tan feliz recordando mientras ella va creando un mundo a tu lado. El fuego consume la vida que tuvimos juntos durante un exuberante grito de pasión. Y es ahora cuando comprendo que las palabras faltaron. Tengo hambre de tí, pero tu la alimentas a ella, así que tengo que comer el aire que dejaste atras. Y mi me encanta imaginar que regreasas que tu volveras a mis brazos Porque aún te amo Porque aún te llamo Y mientras cantó, el cigarro se ha terminado. Nadie me dijo que fuera facil. Todo esta terminando y yo aqui con otra cajetilla me insito a seguir esperando. Una luna en lo alto del cielo resplandeciendo en medio del mar. Una luna que dice que hay demasiado frio mientras camino por la arena de la playa pensando en tí. Sin esperanzas de volvernos a ver y declararte mi amor. En medio de esta playa solitaria con la luna de testigo, en medio de la oscuridad puedo ver tu figura moverse como las olas del mar. Y creo que estoy enloqueciendo o que estoy soñando nuevamente contigo como todas estas noches desde que nos dijimos adios. Pero eres tu. Y el sueño se ha vuelto realidad dejandome entrelazar mis brazos por tu cintura, me estan dejando probar tus labios rojos. Eres tú. Tu aqui parada frente a mí, me miras con esos ojos negros que me hacen perder la razón y medejas besarte una vez más, a tí , a quien nunca pude siquiera sostener una mano por miedo a no poderte soltar. En este extraño sueño donde la gente a desaparecido con la luna de testigo, dejo llevar mis miedos en las aguas del mar mientras te comienzo a amar y dejo atras todo lo que pudiera estorbar para estar solo junto a tí, aqui en medio de esta playa que seguramente yo comence a crear desde el momento en que dijimos adios.Mis manos recorren la playa, mis labios solo abren para probar el salado sabor del mar, mientras mis ojos solo ven la luz que desprende esta luna blanca que envuelve todo mi ser. Y se que no hay marcha atras. Lo se tan bien como tú, pero antes de que la magia termine, de que la mañan llegue o de quemi locura termine en pesadilla no pienso dejar que escapes de mí. No dejare que te alejes de mí. Sin palabras me alejo hacia el mar, me hundo en este afrodisiaco ensueño que me dice que somos nosotros dos los que poblaremos el planeta solitario desde esta playa declarandonos todo sobre el amor. Eres tú. Eres tú aqui. No es nadie más. Que tú. Yo estaria mintiendo si dijera que te he olvidado. Seria una mentira si te dijera que ya no te amo. El cielo perdio un poco su color y durante mucho tiempo no fui capas de dejar de llorar mientras nadie miraba y siempre pensaba en llamarte olvidando que ya no estabas. Esos días despues de que te fuiste no sabes cuanto te odie por dejarme aqui tan triste y solitaria...yo quiera tenerte aqui un poco más. Yo era muy egoista y creo que aun lo soy porque no puedo evitar llorar cada vez que decides aparecer dentro de un pequeño sueño donde no soy capas de decirte “gracias”. Pero cuando abro mis ojos ojos nuevamente me siento terrible con mi mal comportamiento porque yo en relidad quiero decirte que por favor no te vayas otra vez. Pero ese sueño en el que me dejaste desde que te marchaste comienza a florecer y las personas a mi alrrededor me hacen feliz; me hacen llorar; me hacen enojar; y a veces olvidar. Soy esa clase de personas que se dejan llevar, y se que tu estas feliz de que yo siga adelante pero por algun motivo no quiero decir “adios”. “Adios y gracias” Esas palabras son las que deberia decir para dejarte descansar pero quizas seria mejor si te dijera un “lo siento” por no poderte acompañar en ese momento en que te marchaste, por no sostener tu mano y por guiarte, por no haber estado mientras partias. Pero quizas tu sabias que me culparia por no ayudarte aun estando a tu lado, por eso tu te despediste con una sonrisa, con esa sonrisa que tan bien conocia y ahora extraño tanto. No se si existe Dios o el paraiso, pero quiero creer que ahora eres feliz, que ya no hay más dolor para tí y que alguna vez nuevamente podremos encontrarnos bajo este hermoso cielo lleno de estrellas que contienen nuestras memorias, se que ellas nos ayudaran a no olvidar este sentimiento... No te olvidare. “Gracias” “Adios” “Encontremonos de nuevo” Es dificil recordar mas cuando uno se empeña en olvidar la mayor parte posible de la vida que ha tenido que sobrellevar. Es por ello que he tenido que tomar medidas con mi corazón para poder sobrevivir bajo esta intensa tormenta que obliga a esconderse detras de una falsa sonrisa. Es por ello que le he ordenado a mi corazón hable con mi cerebrero y pueda hacer que solo recuerde ese dia cuando te conoci, si, solo quiero mantener vivida tu imagen en medio una ciudad gris llena de ruido de autos y gente que no para de andar lejana en medio de si misma. Yo solo quiero recordarte a tí coloreado con una gentil sonrisa sosteniendo entre tus pequeñas manos una flor amarilla siguiendo al sol en lo alto de la tierra. Quiero que ese sueño que cree donde estabamos los dos no se pueda borrar por culpa de mi propia debilidad, que este sueño añorado perdure hasta que mi corazón decida el tiempo de descansar. He hecho todo lo posible porque mi corazón dialogue con mi razonable cerebro mientras el medicamento hace efecto, es cuando se hablanda más y suele ceder un poco más de lo habitual. Es cuando me regala imagenes de tí en medio del bullicio torrencial de un sin fin de niños de nuestra edad jugando a ser mayores; a malas personas; a odiasas personas; a ellos mismos. Mientras tu me cuentas quien es el heroe del mundo dentro de un comic que ni siquiera he mirado y mucho menos me ha interesado. Es entonces cuando puedo sentir tus calidas manos envolviendo las mias despues de haber torpemente caido por intentar seguirte, cuando puedo verme incluso dentro de tu iris cafe sonriendo bobamente de mi propia locura. Pero algunas veces a mi cerebro le da por golpear a mi corazón una vez la medicina deja nuestro cuerpo, y es ahi cuando puedo ver nuestra triste despedida, cuando marchaste con tu familia. Esas imagenes a veces logran hacerme llorar, aunque yo les miento diciendo que es el dolor lo que hace a mis ojos derramar tantas lagrimas que en el futuro puedo utilizar. -Trata de aguantar, todavía no te podemos inyectar más.- Me dicen tratandome de calmar. Yo se que el dolor no se calmara, se que mi corazón esta sediendo y mi cerebro me llena de más malos recuerdos. Soy fuerte para engañarme a mi misma diciendo que pronto podre caminar, que dentro de poco saldre y encontrare otro girasol siguiendo al sol. Que sere yo quien sin lastimar mis ojos pueda observar el cielo durante todo el día y en la noche me transformare para nadar sobre la luna. Otros recuerdos vienen a mí cuando logro soñar nuevamente y en esos sueños aparecen dos personas más otras dos personas que me llenaron de inagotable felicidad. Pero no te engañes, no solo ustedes tres me dieron ese brillo incalculable para no desear borrarme. Esos cuatro pequeños que llegaron a mi vida como un regalo fueron los que me mantuvieron con vida mientras a ellos les conocia. -Ahhh es verdad, más de la mitad de mi vida ha sido buena.- No se necesita tener mucho o vivir mucho. Nunca he entendido ese deseo de inmortalidad, de tan larga y prospera longevidad. Apenas he logrado sobrevivir entre lagrimas y mentiras, entre soledad y agonía sin darme cuenta de a quien a mi lado tan fervientemente tenía, no son mascotas, son amigos; padres; hermanos; consuelo; tu y ellos tampoco fueron mis amigos, fueron mucho más, quizas como familia les pudiera tambien calificar, como el amor que me enseño y rescató. Hay demasiadas cosas que quiero olvidar, hay muchisimo por lo cual llorar y sin embargo, mis lagrimas salen por ustedes a quienes tanto he querido. Por ustedes a quien he perdido. Mi corazón ya no puede dialogar con el testarudo de mi razonable cerebro más tiempo. Creo que esta noche podré soñar nuevamente solo que esta vez no solo estaras tú en medio de esa bulliciosa ciodad, estara un prado lleno de girasoles siguiendo al sol, estaran mis dos hermanos que en el camino encontre y estará esa familia que ni personas son. Es hora de que mi corazón vaya a descansar, es hora de que ese resongon y racional cerebro se tome unas largas vacaciones de tanto pensar, de tanto recordar. Es cierto que te vi pasar junto a mi lado, Tu mi alma gemela la persona que siempre En todo tiempo he estado amando. Sueño con que nos hemos declarado, Que tus besos me has regalado en presente Más es pasado cuando voy despertando. Nos abrazamos silenciosamente esperando Que el final no llegue tan fríamente Borrando los recuerdos que fuimos creando. ¿Qué posibilidades hay de que estés junto a tu alma gemela y solo una parte de ti se dé cuenta? Yo estoy ahora aquí recordando lo que fui. Tu estas aquí sonriendo para mí sin recordar Sin saber que fui yo para ti. Tu estas ahí mirando siempre por mí. Yo estoy aquí viéndote sin poderte observar Sin saber que eras tú para mí. ¿Qué posibilidades hay de que este junto a tu alma gemela y solo una parte de ti no se de cuenta? Les dices que somos una familia feliz.Mientes sonriendo mientras lloras tras las paredes creyendo que no te logran escuchar. Pero yo seYo lo seQue toda la felicidad es solo falsedad escondiese entre la piel que se quema por los rayos del sol. Yo sé que los gritos se extienden por día y noche para que los silencios de meses se conviertan en otras cicatrices. Y ahí nuevamente tú dices que "todo está bien" y ella miente diciendo que te quiere y yo miento diciendo que "nos amamos", que "mañana las cosas se arreglaran" y que" nunca paso" hasta que nuevamente las palabras salgan como una tormenta llevándose las pocas cosasbuenas.Pero yo seYo lo seLos recuerdos se estropean con el polvo de la indiferencia por las palabras que hieren hasta casi matar y el silencio que se convierte en nuestro funeral.Y la sonrisa falsa se hará una segunda piel y los recuerdos de palabras que me solían herir serán la biblia donde yo rezare pidiéndole a Dios, pidiéndole al Diablo que termine toda la falsedad, que me ayuden a encontrar la libertad. Y las mentiras continúan y los recuerdos en falsan palabras se tranquilizan diciendo que "este fue un hermoso hogar "y donde todos repetirán "te quiero" murmurando en ecos cuanto desprecian la familia que llegaron a crear, porque ahí nunca existió el amor, porque ahínunca existió un hogar. Y yo lo seLo sé de verdadAunque lo trate de ocultarNo hay un lugar al cual regresar, no hay un lugar en donde pueda descansar pero si hay uno donde las palabras son cuchillos que matan y los largos silencios la tierra del cementerio donde se va a descansar. Su estomago gruño cuando lo que le dieron por alimento cayó de sus labios maltrechos a causa del dolor de perder otra parte de sus dientes o lo que quedaba de ellos. Como pudo tanteo dentro de la oscuridad para recoger aquella masa biscosa y llevarla nuevamente hacia su boca en otro intento por llenar el vacio de sus intestinos. Apenas creía llevar un cuarto de su ración cuando la puerta de su celda fue abierta con un gran estruendo. Dejo caer el resipiente de sus manos con gran facilidad culpando a su pequeña mente de no ponerla alerta del peligro inminente. No tardo nada en sentir un par de brazos a cada extremo sostenerla fuertemente por la parte inferior de sus brazos para levantarla de un solo golpe. No pudo evitar soltar un chillido de dolor al ser levantada abriendo las heridas que la habían mantenido totalmente inclinada sobre si misma. La luz y el calor que desprendían las antorchas por su paso eran como llamas rosas que clamaban su nombre. Ya no quizo ni pudo gritar. Atrajo vehementemente el recuerdo de su hija, el sabor de los ladios de su esposo en el momento en que la volvieron a montar en el potro. Cada que sus brazos y piernas eran sarandeados para amarrarla evocaba una a una las palabras de sus botos matrimoniales. -Perdonenme.- dijo lastimeramente en un grito de agonía -Perdonenme...- repetia con cada aliendo que se le escapaba de vida Pero esa palabra no hiba dirigida a ninguno de sus verdugos que la azotaban con preguntas e injurias. Esa palabra de arrepentimiento era por no ser ya lo suficientemente fuerte como para seguir luchando por su vida, por aferrarse a la esperanza de salir de ahi y abrazar a su amada familia. Solo una carta, solo una palabra malintencionada bastaron para que una joven mujer acabara en las masmorras de la carcel de un viejo monasterio. Y cuando el último suspiro regalo a la vida, lo hizo evocando su más feliz recuerdo, ese donde ella acostada en su cama le dan a sostener a su pequeña niña, esa donde su marido entro a abrazarlas y besarlas. Así en medio de tanta sangre y dolor ella murio en una memoria grandiosa. El dolor recorria su cuerpo como una serpiente hambrienta. Apenas era consiente de su misma existencia fuera de aquel asfixiante y nauseabundo olor de su propia carne; sangre; orin y defecasiones. Afortunadamente no era necesario que se esforzara por mantener sus parpados cerrados para evitar aterrarse con sus propios huesos fuera de su piel, pues su cara estaba lo suficientemente hinchada para que sus parpados se combirtieran en masas moradas y sangrantes que taparan su visión.Lo único que hacia mantuviera un poco de cordura dentro de aquella sala de torturas era el recuerdo de su pequeña hija esperandole dentro de su austera casa junto a la chimenea jugando a los pies de su padre. Ese hombre alto y fornido de faciones asperas y riginas pero de corazón noble y manos cálidas. Como ansiaba poder salir de aquella jaula infernal para poder estrechar entre sus brazos a sus dos grandes amores, como deseaba convertirse ya en ceniza que volara por los aires lejos de tanto dolor y trasformar su alma en un beso para ellos de adios. ¿Cuántos días había permanecido ya ahi? Lejos del sol, del aire. Lejos de la luz brillante del astro sol. ¿Cuánto más podria resistir? En medio de sus pensamientos el ruido de las rejas abriendose hicieron dejara escapar todo el aire de su cuerpo. Los pasos lentos y pesados resonaron por completo dentro y fuera de cada una de las celdas. Haciendo rogar egoístamente a cada uno de sus habitantes por que vinieran por el de al lado, el de enfrente, cualquiera menos ellos. Le rogaban al Dios por el cual habían sido encerrados, le rogaban a la nada y maldecian cuando los pasos se detenian y su cuerpo era arrastredo a veces entre gritos, a veces en esa silenciosa esperanza de la muerte. Lloro o al menos creyó escucharlo llorar cuando la fiera batalla por tratar de escapapar del desdichado termino en otro largo silencio. Y ella lloró, no lloro por el pobre infeliz que en estos momentos estaria ya siendo torturado, sino por su alma llena de alivio de no ser nuevamente ella quien se dirigiera a la sala de “interrogatorio”. Un día, otro día más o quizas un minuto enrealidad. ¿Comó poder saberlo? Sentia un sudor frio recorrerle todo el cuerpo. Sus ojos estaban más dilatados de lo que él mismo esperaba, pero era inminente que se sintiera así después de aquello, solo recordarlo hacia que un nuevo calambre calara desde su estomago hasta su columna haciendole doblarse un poco más de lo que era posible en aquel diminuto espacio. Dio una mirada fugas a la puerta entre abierta llamando por que la cruzara. “Es imposible”, pensó regresando su vista hacia donde aquella mujer se mantenía parada abriendo y cerrando sus grandes como si de un depredador se tratara, como si el rojo escarlata en vez de ser una encantadora invitación, fuere la verdad inminente de todo lo vivo que podría tragarser de un solo bocado. Cuando un nuevo calambre le atravesó fue incapas de soportar reprimir un quejido que llamo la atención de todos a su alrrededor. Un montón de pequeños ojos afilados escrudriñandole con la mirada, los enormes ojos viejos de aquella mujer, solo atinaron a hacer que el sudor resbalara no solo por su cara y cuello, si no por todo su cuerpo como si de una lluvia maligna se tratará. La voz de ella resono dentro de sus oidos sin tener ningún significado, porque ahora para él estaba claro, no podía soportar más esa tortura enclaustrado mientras se despedazaba por dentró. En un acto de valentia y estupides se levantó aventando con fuerza su silla hacía atras para salir corriendo del salón que a pesar de ser tan grande desde que había entrado una hora atras le parecia terriblemente asficciante. Corrio como desesperado por los pasillos escuchando como se perdían en la lejania los murmullos y gritos de sus compañeros mientras hiba sosteniendo su vientre con recelo y su cuerpo le demandaba aquel maravilloso alivio. Encorbado pudo ver el pequeño muñequito que le indicaba había por fin llegado a su destino. Solto un suspiro de alivio cuando cruzo la puerta y pudo entrar al pequeño cubiculo. Y mientras unas lagrimas traicioneras se perdian con el sudor por un nuevo calambre en su vientre, maldecia todo aquello que había comido la noche anterior que había probocado todo aquello, más que nada una segura sanción por saltarse las clases de esa fiera de profesora que no permitia ni siqueira el movimiento del viento dentro de su monotona y aburrida clase de mas de dos horas. “Mentira”, dejó escapar dejando de precionar sus dedos contra sus rodillas, porque sabía que no se arrepentía y que la siguiente noche volveria a repetir el atracón. Llevaba años buscando el amor, llevaba decadas desencantandose de cada principe azul que había tocado a su puerta llevandose con sigo las páginas rosas de su cuento de hadas. Llevaba ya un alma marchita de esperar a la esperanza convertida en amor, ella que lucho y lucho estaba cansada de esperar por él. Y un día sin que ella abriera la puerta, aparecio un principe encantador que le llamo a hacer el amor, pero no se atrevio. Aquel pequeño principe aun podía correr en medio de una novela a placer. El fragante principe bailo frente a sus ya cansados ojos y le hablo del amor; él le cantó con su jovial voz en medio de una página ya cortada y desechada sobre el suelo de sus sueños; él susurro todas aquellas palabras que harian arder en medio de la pasión. Pero ella ya había terminado de esperar, no queria soñar y tener que ahogarse en lagrimas que no deverian de existir después de arrancar cada página de su cuento de hadas. Y él la tomo, tomo su mano que ya estaba comenzando a marchitarse por los pasos de los años y la invito a bailar en un ritmo suave. Ambos caminaban lado a lado, el cantando y armando una épica novela de amor, mientras ella trataba de quemar las páginas sueltas de su cuento que ansiaban con regresar. Entonces como en un lejano eco a sus oidos llegó el hablar de “esas” que la miraban mal, de “esos” que le miraban mal, de todos los que decian que ella estaba mal. Que una mujer de su edad con un hombre joven no podía estar, que solo la queria burlar... burlar. Su corazón lloro y esa parte de la conciencia que queria deseear el sueño se comenzó a marchitar como tantos años, atrás, tan atrás. Dejando en un color negro su corazón. Porque muchos principes aparecieron frente a su puerta y todos ellos pedazos de su historia de cuentos a pedazos arrancarón, se quemo hasta los huesos, cada pequeña esperanza de encontrar el amor, de hacer el amor. Y él joven principe lloro cuando ella cerro con llave todos los candados de su corazón, y él borro su novela y comenzó a escribir un nuevo cuento de hadas donde todos los mounstruos no pudieran dañar a su bella dama que dormitaba en medio de la soledad. Se esforzó. Él lucho. Peleó. Contra una tomenta muy larga se esforzó por por cruzar, para encontrar a su dama recostada en medio de la nada. Pero había logrado acallar todas las demás voces que la lastimaban y en un abrazo la enredo prometiendole un amor como en el cuento que ella soño y pintando algunas páginas con sus nombres en medio de una novela épica. Él con tiernas palabras, palabras de amor, llenas de amor, de verdadero amor, él acallo cualquier duda y cualquier dolor, pudo borrar el recuerdo de todo falso principe. Repitiendo su nombre él la llevo ahi hasta que el tiempo reclamo a su amor. Hasta que el tiempo dicto su carta final, él estuvo ahi, dandole su amor, porque él era el principe que ella estuvo esperando, y ella era la dama que él siempre soño. En medio de su feliciadad ella escribio un final como ni siquiera imagino. Ella logró abrir las cerraduras de su corazón, obtuvo su cuento de hadas sobre amor. Mientras él cumplio la promesa de crear ese maravilloso cuento de hadas donde la llevo a vivir con toques de novela en algunas de sus páginas. << Inicio < Ant.
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Fin >> Ese día realmente había sido malo, en varios aspectos y ahora que llegaba a su casa realmente parecia que algún dios, demonio, ser astral o similar estaba o bien en su contra o queriendo divertirse a sus costillas. Desde hacía casi un cuarto de hora se mantenía parada con la vista fija en un animalito realmente peculiar junto a su estanque, bueno era normal ver ranas, sapos, lagartijas y alguno que otro puerco espin, era el resultado de vivir en el campo. Pero definitivamente este peculiar sapito se salia de toda su logica, sentado frente a ella con una pequeña espada sujeta a su espalda la miraba como inspeccionandola. Su hipotesis numero 1 era que algunos niños traviesos fueron los culpablesSu hipotesis numero 2 era que el sapito era un guerrero de alguna extraña dimención.No obstante,como la más logica era la numero 1 decidio ayudar al sapito de la cruel broma de los infantes, así que se agacho con cuidado de no asustarlo, pero este en ningun momento se movio, solo cuando ella iba a tomar la pequeña espada del sapito que éste salto dandole un manotaso."Eso si que es raro" penso la chica.Lo intento otras cinco veces con el mismo resultado, así que fastidiada se levanto de nuevo, le miro por unos segundos más, giro su vista de derecha a izquierda para terminar viendo al sapito nuevamente. Camino dos pasos para adelante, pero se detuvo al ver al sapito dando dos briscos hacia tras, camino tres más con el mismo resusltado, asi que volvio a parar y encararlo. Un paso hacia delante y el sapito un salto hacia atras. "Quizas estoy delirando","o algo que comí", "quizas me quede dormida", "si eso debe de ser". Pensó la joven a tan peculiar situción que atravesaba. "Ven con migo joven dama" dijo el sapito saltando nuevamente hacia atras quedando en el borde del estanque haciendo que ella lo viera con mucho miedo y asombro."El sapo ha hablado" pronuncio mientras se daba la vuelta y caminaba hacia la casa de forma apresurada, pero el sapito se le puso en frente nuevamente cortandole el paso. "Ven con migo joven dama" volvio a decir el sapito, pero ahora con más fuerzaElla siguio caminando, pero ahora hacía atrás en su intento de escape calló dentro del estanque por no tener cuidado. Cerro los ojos por impacto contra el agua, diferente a lo que creia estaba más profundo el pequeño estanque, sintió miedo pues realmente no sabía nadar." ¿Y si me atoro con algo y me ahogo?" pensó.Pero antes de que algo más se formara dentro de su cabeza sintio una mano jalandola. Salio mojada del estanque queriendo agradecer a su salvador pero grande fue su sorpresa al descubrir no solo a su salvador un hombre joven, sino al sapito que ya no lo era tanto, ¿por qué? Porque el reflejo del hombre sobre el agua era el del sapito."Esto acaba de comenzar ¿verdad?" dijo la joven resiviendo en respuesta una calida y picara sonrisa. Ese día realmente había sido malo, en varios aspectos y ahora que llegaba a su casa realmente parecia que algún dios, demonio, ser astral o similar estaba o bien en su contra o queriendo divertirse a sus costillas. Desde hacía casi un cuarto de hora se mantenía parada con la vista fija en un animalito realmente peculiar junto a su estanque, bueno era normal ver ranas, sapos, lagartijas y alguno que otro puerco espin, era el resultado de vivir en el campo. Pero definitivamente este peculiar sapito se salia de toda su logica, sentado frente a ella con una pequeña espada sujeta a su espalda la miraba como inspeccionandola. Su hipotesis numero 1 era que algunos niños traviesos fueron los culpablesSu hipotesis numero 2 era que el sapito era un guerrero de alguna extraña dimención.No obstante,como la más logica era la numero 1 decidio ayudar al sapito de la cruel broma de los infantes, así que se agacho con cuidado de no asustarlo, pero este en ningun momento se movio, solo cuando ella iba a tomar la pequeña espada del sapito que éste salto dandole un manotaso."Eso si que es raro" penso la chica.Lo intento otras cinco veces con el mismo resultado, así que fastidiada se levanto de nuevo, le miro por unos segundos más, giro su vista de derecha a izquierda para terminar viendo al sapito nuevamente. Camino dos pasos para adelante, pero se detuvo al ver al sapito dando dos briscos hacia tras, camino tres más con el mismo resusltado, asi que volvio a parar y encararlo. Un paso hacia delante y el sapito un salto hacia atras. "Quizas estoy delirando","o algo que comí", "quizas me quede dormida", "si eso debe de ser". Pensó la joven a tan peculiar situción que atravesaba. "Ven con migo joven dama" dijo el sapito saltando nuevamente hacia atras quedando en el borde del estanque haciendo que ella lo viera con mucho miedo y asombro."El sapo ha hablado" pronuncio mientras se daba la vuelta y caminaba hacia la casa de forma apresurada, pero el sapito se le puso en frente nuevamente cortandole el paso. "Ven con migo joven dama" volvio a decir el sapito, pero ahora con más fuerzaElla siguio caminando, pero ahora hacía atrás en su intento de escape calló dentro del estanque por no tener cuidado. Cerro los ojos por impacto contra el agua, diferente a lo que creia estaba más profundo el pequeño estanque, sintió miedo pues realmente no sabía nadar." ¿Y si me atoro con algo y me ahogo?" pensó.Pero antes de que algo más se formara dentro de su cabeza sintio una mano jalandola. Salio mojada del estanque queriendo agradecer a su salvador pero grande fue su sorpresa al descubrir no solo a su salvador un hombre joven, sino al sapito que ya no lo era tanto, ¿por qué? Porque el reflejo del hombre sobre el agua era el del sapito."Esto acaba de comenzar ¿verdad?" dijo la joven resiviendo en respuesta una calida y picara sonrisa.
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Reyna