No voy mas, No compro tú idea, Y es que ya me quema la cotidianeidad De volver a cruzarme En telarañas perdidas De un rincón olvidado Olvidado por recuerdos que castigan; Que envenenan, Que se inmolan y resurgen Tan frescos, tan fieros, Enredados y curtidos Por el tiempo y el frió Que provoca tu presencia.