Sep 29, 2012 Jun 19, 2012 Jun 07, 2012 Apr 27, 2012 Apr 24, 2012 Apr 21, 2012 Apr 19, 2012 |
Días grises y fríosdonde no caben las alegrías de aquellos primaverales díasdonde los novios solian tomarse de la manoy comiendose a besos se juraban amor eternosin miedo, restricción o vergüenzaen los parques del pueblo Días esplendorosos y cómplicesdonde los poetas hacían tertulias creando obras magistralesrosas, cursis pero sutilmente comerciales Días de noches intensas y perpetuasdonde la luces de las luciérnagasya no titilaban ni iluminabanaquellas que justamenteservían de guía en la oscuridadcuando se pierde el rumbo del camino Días tan nostálgicos y deprimentesporque suelen hacerse más pesados como notorios por la tristeza y esa soledad que llevas dentro Días infinitos, insinuantes y nocivosque incentivaban arbitrariamentemil formas de salida, entre ellas el suicidio Días tan grises y fríosporque simplementemi cama se halla vacía y tu no estas conmigo Ansiosa por tu bocatan deliciosamente jugosacomo por esa sensación locade comer nuevamente tus labiosy arder magistralmente en ellos Ansiosa porque mi mente divagaa cada instante al imaginarte cercaY es que el escucharte, sentirte, tocarteaflora mi piel a un color rojo, sensual, candenteme prendes tanto, que lo confieso: asusta! Ansiosa por esta hiperactividadchispeante que en mi producesdonde fuertementemi conciencia y mis emociones, se debatenya que; no se si hago bien ósi por el contrario malcuando las circunstanciasno son fáciles ni llevaderas ansiosa por explorartede los pies a la cabezadel cuerpo al almay mil cosas contigo viviraprendiendo y superandoal insinuante maestroque me tiene a un pasopermanente al manicomio Ansiosa por correr a tus brazosy llevarte lejos, lo mas lejos posibledonde solo seas míopero al VOLVER a la cruda realidadnoto con implacable razónque mis espasmos de maldadse congestionan por la bondadque se halla en mi alma recriminando lo poco cuerda e irreverenteque suelo ser... Turbia soledad, inseparable compañiame acompañas en el día, por las calles de mi pueblome acompañas en el matutino ritual de mis actividadesme acompañas en el transitar de mis pasos por doquierme acompañas hasta en el sinfin de pensamientosme acompañas y te acomodas para turbar mi menteme acompañas y no te separasDime: Terca soledad,¿por que te empeñas en destrozar cualquier intentode manifiesta alegría ?¿por que? fallidos son mis intentos al querer ó al insinuaruna sonrisa que se enmarque en mi triste rostrodime, responde, atiende mis reproches¿por que no puedo sentirme placida?aunque sea un mísero instante...Soledad, como pesas en las nochesal llegar y ver mi cama desoladafría, vacia, grande, que espacio tan grande!y yo ahí, en medio de esa gran inmensidadquieriendo despojar mis ganas, mi pasional esenciaen un ser especial, bello, un hombre que me ameque me quiera, que me acompañe, que me deseeque me haga sentir lo que nadie ha logradopero tú soledad, me recuerdas que aun no lo encuentroque a estas alturas de mi vida, no he amadosolo lo he anhelado, imaginado y escrito en versossoledad, contestame, aun espero tu respuestadime, porque me has acompañado y aun me acompañasdame la respuesta, porque es duro aceptar y mas aun sobrellevarTU INSEPARABLE COMPAÑIA Empezar, que difícila veces cuesta definirpero también el determinarlo que llevas dentroy más aun si es dolor o fustraciónpero sin palabras adornadaso rebuscadas en la RAE lo dire aquí, sin ningún reparo:Tú, insolito parásito de veranoque un día quise, ansie, anheley obviamente desee Tú, él que hace alarde de síegolatra, hombre insuperableque sembraste una semillade incuestionable esperanzaesa, de amar sin límitesó de vivir sin restricciónSabes...Explorar el mundo, queríaentre ellas y entre otras pocaslos sabores y sin fines de besoscomo las poses sexualesque enarbolaran nuestro afectonuestras lujurias internasesperando salir a lanzarsesin miedos o penas estúpidassoberbiamente contigo, pero, Tú parásito del mundo cotidiano¿quien te crees?hombre de pose intelectualpero al final él más superficialél casanova conquistadorél del don del habla que yo no puedo lograrTú, él que dejo mi ser fustradotú tempano de hieloque va deshaciendo sueños¿por que mentiste al decirque a nadie contemplabascuando conmigo planeabasy con otra te desahacias?Tú, mentiroso parásitome abriste los ojosy me hiciste ver, que los versosno son para dedicar a quienen su profundo ser, no logra apreciar. Aquí, en este espacio vaciode una nada con resonanciaque se tiñe de melancolíava siendo mella tú recuerdo un vaiven de imagenesde cosas que sucedierony de otras que nunca pasaronsolo fueron parte de mi paranoíaromanticista e ingenua pero, las que más imprimen fuerzason aquellas, donde nos acariciabamossin ningún tipo de miramento, prejuiciopena o que se yo, morbo quizás, eran escenas de amor, placerdonde no cabia el egoismo de algunosolo la reciprocidad del disfrutepero, también era un fuego peligroso que nos envolviay a la vez nos revivia... nunca existia el cansancio ni la monotoníasolo un sin fin de actos reiterativosque le daban sentido al encuentro de esos días ahora yaces sin ningún tipo de calidez atractivo o hermosura solo se percibe un cuerpo estaticoadornado de flores y velonesahora tú no estas y yo aquí estoypadeciendo tu inesperada partidaañorando aquellos momentosY extrañando tu fogosa presencia Tengo ganas de escribirtodo lo que se anida en mi menteaunque sea mordaz, soberbio y crudotengo ganas de mandar a la mierdaesa mania de dedicar versos, a quien no los merezcaporque no lo sienten, y no obtengo una puta respuestatengo ganas de morder los labios, no precisamnete los miossino los de aquel sujeto presumido que conoci hace pocotengo ganas de acariciar, aruñar, gemir aullar como gata en celopero de que me sirve si no hallo la contraparte de mi fantasiano tan irreal porque la sensación me hace vibrar el cuerpotengo ganas de no enamorarme para asi no sufrir la decepciónque cuando se embarca te deztroza como basura desechablepero en medio de todo este derroche de amargura, ironiatengo ganas de vivir lo que en ese entonces, plasme en mi escritosalgo sublime, pasional, donde uno son dos y dos uno te escudas bajo el recuerdo de su ausenciate reprimes en el dolor que te produjo su partidate llenas diciendo que no quieres, que no sientesy que ya no amas como solias hacerlo antes te escudas, en un sin fin de razonesque mas que buenos argumentos pareciesen excusasTe lamentas de su supuesta frialdad, como si la tuyano fuera mas que un gran padecimiento te escudas y sigues autolamentando como si fuesesel unico ser que sintiera dolor, alegría o tristezapersistes, padeces y finalmete no existes porque negarse a amar es morir en vida Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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