Con palabras galanas y un sinfín de imaginerías, que causan revoltijo, en las neuronas nítidas, el afamadísimo premius nobilis… o como quiera decírselo en lengua vernácula, el premiado premiadísimo, Vargas Llosa, no cesa de defender, en cuanto lugar se presenta, la osadía y la sapiencia, de los más poderosos, incitando a sumarse, a los desvelos hondos, de estos señores señorísimo, a toda pueblada ignorante.- Ya no sé como decir algo muy simple. El tipo tiene talento, pero lo usa para lo malo. Todas sus hermosas artimañas literarias, las pone al servicio de los opresores, para seguir chupando la sangre de los oprimidos. En este tragicómico tiempo, Vargas Llosa es premio Nobel de Literatura y Obama es premio Nobel de la Paz. Parece mentira tanta desfachatez, parece mentira tanto criminal vestido de laureado y tanto provocador palabrero condecorado con el mayor mérito.- ¿Acaso la humanidad premia la cáscara y desprecia las nueces? Algo suena muy mal. Hay cantos triunfales que parecen un réquiem para la muerte segunda, la que mata el alma. Un coro de imbéciles dice que por algo los han premiado. Sostengo que no fue por buenos, sino por serviles a los intereses más nefastos. Me quedo con el Martín Fierro, “hay hombres que de su ciencia, tienen la cabeza llena, hay sabios de todas menas, mas yo sin ser muy duchos les diré, es mejor que aprender mucho, el aprender cosas buenas”.- Pensar que el Premio Nobel fue instituido por Alfredo Nobel, como una señal de fuerte arrepentimiento, porque sus inventos, fueron utilizados en la Gran Guerra para matar a miles de miles. Pensar que … todavía hoy, el Nobel, con palabras galanas o con disparos inmundos, siguen recibiéndolo los asesinos. “Lástima grande que no sea verdad tanta belleza” …