Manos aguerridasque tallan maderadando golpes secos y suavescon ternura de madrecon fortaleza de padreHieres el árbol muertoque derrama su sangrebuscas su centrola forma y el arteManos aguerridasañejadas por el trabajoásperas y segurasque educan y que amanMi Cristohoy abrazas el madero, tu cruzla besas y le hablas¡Claro, si eres carpintero!
Así como el sol resistepara no caer vencido tras el horizonteen las tardes de veranode la misma manera resistoa caer derrotadoen este instantepor el sin sentidoAsí como el ave resiste la tormentame vuelvo débil para hacerme fuerte
ISobre este áspero tapizMar de arena blancaBrotan desde una orillaHuellas ciegas y perdidasPequeños trazos imperfectosLíneas curvas y rectas sin vidaPeregrinando hacia el versoDejando atrás al poetaSobre este recto cielo pálidoQue encarcela pensamientosSe hunden mis palabrasSonidos sin alientoImaginación de conceptosQue el destino las acompañeHasta la profundidad de mi recuerdoAhí donde el polvo ensucia lo escritoA la antesala del olvidoy al naufragio eternoIIy si la causalidad lo permitesea rescatado por el brilloexplorador y contundentede tus pupilas cómplicesde este sordo eco
Si pudieratomarte entre mis manosluna crecientetu luzguiaría mi caminoencenderíael fuego del AlmaSi pudieramirarte a los ojosestrella lejana(si pudiera)te convertiríasen todas las palabras