Dicen que uno viene a la tierra a aprender ¿Sabrá Dios, cuánto me falta por hacer? ¿Por crecer? Si cada día que despierto, más que un nuevo amanecer, es sentir que se entretejen los sabores de la vida sin placer. Me propongo un nuevo despertar, sentir los rayos del sol o la noche lunar. Y cuando camino entre la gente son ellos los que me hacen recordar que mis pies con la amargura se pueden tropezar. Sal de mi alma angustia eterna Sal de mi alma y déjame respirar, alzar mis brazos al cielo para que Él me pueda abrazar y darme la paz que mi alma añorando está.