Anhelo el despertar de los que se tapan la boca para quedar en paz con el mundo y no con sus conciencias, ojalá que el cantar de las ballenas revienten los tímpanos de sus verdugos, que la sumisa, le corte la lengua a su marido. Caos neonato, caos cargado de infinita energía, caos para despertar a los idiotas durmientes, caos para no fallecer de rutina. Espero entre tanto, cortar el lazo con la desgracia, con los miedos, y de una vez despertarte las pasiones petrificadas escondidas bajo tu cama.