La noche era fria, oscura y sombría; mis pasos moribundos se dirigían a un viejo puente. ¿Porque tiene que pasarme esto a mi?, nunca juzgué, mentí ni engañe a ninguna persona. Lo único que quería en este momento era estar sola conmigo misma, sin compañía de nadie. Me asome para observar las profundidades del puente; suspiraba, me sentía aterrada. ¿Que es lo que voy a hacer? El suicidio no arregla nada. Bruscamente me aparte del cotado del puente, asustada e insegura de la idea que tomo mi cabeza.Mire a mí alrededor para poder distraerme, no había nada ni una sola alma. ¿Debería hacerlo? …No. No debo, lastimaría a todos aquellos seres amados como mi familia, todavía tenia tiempo de disfrutar de mi vida soy joven aún. Seguía caminando, hasta que escuche un ruido de ramas quebrandose, el puente finalizaba más allá de la oscuridad de un bosque. Comenzó a subir la espesa niebla. Ya es hora de volver a casa, mis padres se preocuparían, son muy alarmantes y serian capases de llamar a la policía, hasta la FBI para saber donde me encuentro.Otraves aquel ruido de vuelta, provenía del bosque, lo observe muy atenta por un instante, debo irme de aquí y llegar rapido a casa. Di una mirada a mi alrededor, pero no se encontraba nada que estubiese fuera de lo común, - puede ser un gato o una rata – me dije a mi misma para calmar mis nervios. De lo curiosa que soy decidí dar otra mirada al tenebroso bosque por última vez. En un instante alguien o algo atravesaba la espesa niebla. No entiendo, por que me quedo paralizada observando lo que se me aproxima. Fije mi mirada en la niebla y pude distinguir a un hombre alto y vestido de negro, que caminaba lentamente hacia mi dirección. En su caminata llego a reflejarse en uno de los faroles del puente, su rostro presentaba a una tez muy blanca, era muy extraño parece que necesita un bronceado. Me mira fijamente, que es lo que estoy haciendo aquí, me estoy arriesgando, y si es un ladrón o un violador o peor aun un asesino en serie. Pero él se detuvo, seguía observándome, me sonrió con una sonrisa que parecía amable; pero a mi me parece que no busca ser agradable con migo, aun sigue observandome, esto me esta asustando mucho.Me percate de la situación y me heché a correr, asustada; durante mi carrera me tropéese con una piedra, creo que me raspe la pierna, me duele mucho y creo que me esta erida. -¡Ayuda, que alguien me ayude!-. Quería gritar para pedir ayuda si alguien me oía y no lo lograba estaba muy desesperada y asustada. Mire mi pierna, sangraba mucho y mire detrás de mi hombro para saber en donde se encontraba aquel hombre, no se encontraba en el lugar de donde yo lo había visto. De seguro habrá huido, me voltee a ver mi pierna otra vez y él estaba hay, al frente mió, como llego hasta aquí, él estaba muy lejos de donde yo me encontraba. -¡Porfavor no me lastime, tengo dinero lleveselo si quiere pero dejeme ir!.-Le suplique. Pero todo aquello fue inútil, el tomo de mi cabeza, colocando sus manos en mi garganta, despejo mi cabello y sentí un aliento muy frió en mi cuello, me susurro – no te asustes - lo golpeaba, luchando contra él para que me soltara, pero el me sujetaba con mucha fuerza hasta que me di por vencida pero aun así seguí suplicando por favor. -¡Porfavor, no me mate, si me deja no le dire a nadie, quiero irme a casa!.- Comencé a sentir un dolor penetrante en mi cuello, grite y grite con todas mis fuerzas. Hasta que deje de sentirlo en un momento, estaba muy agotada, mis ojos se cerraban, me sentia sin fuerzas y... y ya no...Fin!