A ti, que me lees o que sin leerme, me intuyes. A ti, que sientes mi soledad entre letras sin maldad. A ti, que compartes mis tristezas que sonríes mis alegrías. A ti, que sin conocerme me sientes y entre líneas me presientes. A ti, compañero de aventuras creador de bellas soldaduras. A ti, que sin verte, te siento y siempre me das aliento aún cuando siento que mi vida es tormento. A ti, soñador, crítico, enamorado, racional orate, incrédulo, infantil o pasional. A ti, te dedico este poema porque consigues que me sienta plena y entre palabras me sienta igual que una sirena.
soledad