Lo esperaba; tenía tanta ansiedad...presentía sus pasos; oía su voz.Disfrutaba ese tiempo, antes de llegarestaremos juntos-pensaba- feliz!Transpiraban mis manos y un volcán se agitaba dentro de mi!Me abrazó como nunca...murmuró suvecito: me tengo que ir.Un dolor rebelde y profundosin piedad se apoderó de mi ser; me estrujó el sueño de estar con el.Lloré en silencio al verlo partir,me mató las ganas de esperarlo otra vez.Ya no presiento su pasos ni oigo su vozahora lo recuerdo como lo que no pudo ser