Paréntesis: del Lat. parenthêsis.Según una de las definiciones de la Real Academia de la Lengua,una suspensión o interrupción.Bajo mi punto de vista, un inciso justo y necesario que me he tomado por diversos motivos. Son esos parones que se toma una para poder pasar de fase. Un tiempo para recapacitar, adentrarme en las profundidades de mi esencia, recorrer mi alma rebuscándome, apaciguando demonios... Y simplemente viviendo.En resumidas cuentas, necesité tomarme este tiempo para morir y así poder vivir.Y adentrándome en mi laberinto personal, me ha reconfortado reencontrarme con este. Mi dulce rincón donde no hay nada que pueda enturbiarlo, donde tan sólo están mis pensamientos, mis sueños y yo.Así, con este texto reconquisto este lugar que había dejado de lado por un tiempo, mi cabeza, mi cerebro... My brain.¿ Qué hora es? ¡ No puede ser! ¡ El reloj no marca las horas a su debido compás!... Como si de una ceremonia se tratase, recorro cada hora del día realizando cada una de mis rutinas con parsimonia sepulcral, y con unas ansias locas desde mi fuero interno, de que llegué por fin la hora de nuestra cita. El momento en el que me encuentro con Morfeo, y éste me acoge en sus brazos y para traspasar el umbral en el que los sueños se fusionan con la realidad, donde doy rienda suelta a mis deseos y puedo volar libre; y donde he conseguido reunir el valor para sentarme y poder escribirte esas cosas que nunca te dije.¡ Ah! Por fin, ahí está, ya he llegado la hora... Pero... Pero, ¡ nada! ... Que sensación más frustrante, la de esperar con tanto deseo esta cita y que Morfeo no aparezca. ¡ Ay! De este maldito insomnio que se ha interpuesto esta noche entre Morfeo y yo.Justo hoy, que al fin había reunido el valor para adentrarme en mis sueños y poder expresarte lo que siento.¡ Qué va! De esta noche no pasa, al menos en sueños necesito, decirte esas cosas que nunca te dije. Así que voy a necesitar una ayudita:GinebraUn poco de perfume, que me inspire, que me recuerde a ti, que me haga sentirte aquí a mi lado, como tantas veces he ansiado como una demente. Aroma contundente, sobrio a la par que nítido y limpio.Transparente, aburrido a simple vista, un despliegue de aromas y sensaciones en su esencia. Me odiarás o me querrás, un riesgo que debo correr pues sé que no habrá termino medio, que lo sepas a ciencia cierta.Si de algo estoy segura es que tras esos matices que aporta el enebro, se esconde el más sincero y bello de los sentimientos. Qué sensación tan amarga es esta, cuando presientes que eres el fruto de la envidia de alguien que, por avatares de la vida, se ha colado en tu camino... Sabe a hiel, esa amargura desazonadora. Es el sabor de la decepción, de la desesperación... del miedo.No me gusta sentir que alguien me desea mal, pues no es lo que deseo para nadie. Con esta breve oración, lo único que pido a mis ángeles de la guarda es que libren del mal que me desean.No me gusta esta sensación, sabe a hiel. Darme cuenta que aquél en quien había depositado mi confianza, no es tal, es la mezquindad personificada. Un ser opaco, frío, vacío, sin nada bueno que ofrecer al exterior.¡ Ay! Que desaparezca, y con él esta amargo sabor de boca. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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