Miré rojos cardenales en el jardín,no les dí aguasólo me detuve en ellos sin verlos.Puse atención en el peumo,y me parecieron grises sus hojas,hasta pensé que estaban llorando.Y así vagué por el espacio verde,y no pude ver nada...De pronto apareció el moscardón,con su dorado abrigo de piel y sus negras patas,abrazando la flor con tantas ganas,que cayeron en mí como lluvia,todas las alegrías olvidadas.