• Gastón Abel Sequeira (Pringas)
Pringas
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  • País: Argentina
 
  La tintadelospoetases supropiasangre.
Tengo la sangre de un niño tatuada en la piel, la lágrima ingratano me deja ver. El arma se calla, se pone a correr.La bomba ensordece,que vamos ahacer. Un gran nigromantela invita a pasar y viene la muerte,no quiere esperar. Recoge a aquel niño lo va a devorar, su traje de espantole quieroarrancar. Cuando abre su boca, tremenda,el niño lo lograbesar. Se esfuma la parca gritando,con el nigromantecolgando asu par. El niño ya erguidocomienza a jugar. Un ave brillantese pone allorar. No es ave, es un Ángelque triste queestá. Retorno del sueño,tendré queesperar. Que venga el Querubela muerte aún está.
Cual nudo marinoenredaron sus cuerpos para amar.  Ella le ofrendólos más bellos aromasde su piel,los curiosos girasolesde su pecho,la humedad más dulcede su amanecer.  Él la suave danzade hoja otoñal,suicidándosepor la vida de su amado árbol.Otorgóle cuidadosde infancia sin igual,de su interior más interior,el más fecundo caudal.  Nadie pudo ingresar a su infinito e impenetrablesistema solar.  El nuestro en un instantecolapsó,el suyo eternamentepara amar sobrevivió.   
Me declaro culpablede la niñez descalza,de mi plato abundantey de mi polvo placentero. Me declaro culpablede la pobreza extrema,del misil certero,de la revoluciónsin suerte. Me declaro culpabledel cantor silenciado,del poeta muertoy del cajónlustrado. Me declaro culpablede mi lápiz despuntado,de mi boca poco abierta,de mi parpado cerrado. Me declaro culpabledel Quijote mal juzgado,del alarde solidario,del hombre justo bombardeado. Me declaro culpable,baje vida su martillobienhechor.Aguarde muerte,aún respiro y hay calor.
  ¿ Cómo puedo corregir lo incorregible,alentar lo desahuciado,aliviar el dolor,el mismo que he causado? ¿Enderezar el curso del ríoque he trabado?¿Mover inmensasrocas que ante mise han incrustado? ¿ Cómo debo pedir auxilio?¿ Cómo logro susurraren sus oídos sórdidos?¿ Cómo mantengoel fuego oxigenado? Si doy lo que más tengo,lo que he guardadohace ya tiempo.Si mis heridas arden,y mi aliento estáya ciego. Tal vez necesite un llanto,quizás necesite un canto,una risa, un arpegio,una flor, un caminoclaro y final, al cual seguir y terminar.
   Un blanco punto diminutocasi invisible, transparente,marca el inicio de la vida.  Los movimientos a un ladoy a otro,marcan el día a día,con dulce colchónde suave espuma.  Hasta que ponen la tapa a su cuna,mas no una tapa definitivade féretro, sino unacon tubos por donde ingresael aire, lento como la anestesia y le vaacariciando el cuerpo,mientras se embadurnay se revuelca en su espesoalimento blanco ypegajoso.  El XXI día con toda la fuerzaacumulada , y con uñasy con dientes convierte enpolvola misteriosa e inviolablepuerta a la sociedad.Limpia su cuarto, lo desinfectacon su propio veneno y echa a andar.  De alimentado feto a alimentadora madre,como todas, sacrificio,desarreglo y manchas.Sangra, suda, escupe proteínas,vitaminas, todas, las más densas y benéficas asus crías bellas y musicalmente adoptadas.  Virgen eternamente, exceptuando,en ocasiones, la muerte dela gran Dama.  Crecen agujeros a los costadosde su cuerpo, fluye de ellosa borbotones, cual pesadahormigonera, el material, tan fuerte como ella, para construirsu vivienda, la de todos, lade toda la sociedad.Desfilan los obreros, camina, saltan,vuelan, gimen y vienen y van, mil,diez mil, cien mil. Chocan, se caen,no discuten, continúan, trabajan,crecen, crecen, crecen...  Las fuerzas las convoca, arpónAfilado, veneno a punto de explotar.Imaginaria limítrofe en la puerta,siempre recibiendo los lagañosaojos del sol.Matando hombres por amor,y los hombres dejándose morir  por sus hijas, ¿ cuan más amor?  Toman clases de aviación,exploran campos minados, de frutos,de flores, de árboles coloreadospor la naturaleza, Buonarroti o Chagall.  En cada aleteo frágil, peroincansable, su vida está en juego,es normal morir en estas circunstancias, buscando el pande cada día, esquivando, autos,casas, trenes, niños...  Al final de la dura labor,solo resta esperar al gigante,con su armadura de nievey máscara de perdigones;que como todo poderoso, opresor,llega arrebatando, saqueando las viviendas, robando el líquido sol,tan duramente conseguido;dejando solo un poco para sobrevivir,porque más tarde volverá por más.  Y ellas arponeándolo constantemente,desgarrando sus cuerpos, dejandocolgadas las tripas en sus armas,muriendo y muriendo, peroluchando y luchando quetiene más sentido aún.Más tarde, de nuevo a la construcción,dejando de lado sus puñales,como serruchos, tomandocuchara y balde...  Porque los obreros que luchany mueren a cada instantesiempre se vuelven a levantar;porque no ha habido guerra, ni dictador, ni genocidio algunoque no permita que los puebloscontinúen trabajando, reconstruyendo,pensando, estudiando y procreando.  Los poderosos cumplirán su ciclo,los pueblos siempre serán...Como las abejas.           
   ...Y un día volví a mi hogar,en Pringles.La puerta derramó algunas lágrimas,casi como yo.  Más adentro gritaba el silencio.El abandonocon su aroma, inconfundible,su presencia demostraba.  Mi sacrificio, huérfano,en un rincón sentadoestaba.Me abrazó, meneó la cabeza,mordió su labio inferiorcon los dientes y junto a micaminó la tristeza.  La risa estridente de mishijos,corría de aquí haciaallá,como un ratoncito,Chi lo sa.  La soledad rasguñabalas paredes, golpeabasu cabeza en los vidrios,ya no aguantaba más.  En mi habitación, el rechinar del amor mi nombre pronunciaba;mis viejos sillones de mimbreni siquiera a los ojosme miraban.  El polvo mi rostro soplaba,mis recuerdos entre síal oído se hablaban.El césped convertido en pastomis pies acariciaba,trataba de detenerme,mas yo no lo dejaba.  De repente, dí un giroy me alejé de mi casa.Todos amarrados me gritaban:- ¡ No nos dejeeees! ¡ Vuelveeee!¡ Te amamos tantoooo! -Y yo nuevamente,Los ignoraba, los traicionaba,los abandonaba...
   De frente a mi papelpienso en las personasque han dado su vida ( bella)por nosotros.  Y pienso en los cuerposagujereados por balas,previamente torturados,tan bestialmente,que hurgando en los rinconesmás profundos de la imaginación me es difícil llegar a algún resultado.  Esto me trae a la memoriaa Víctor,con su bondad, su cantoy su lucha... su poesía.  Y pienso en los suicidios...y viene Violeta con su voz,y viene Alejandra con su tintay viene el silencio y su mordaza.  Y pienso en los cadáveresllorando todo este tiempotranscurrido, sin pazaún.  Y pienso en las bestias,muertos sin juicio,vivos con juicio,vivos sin juicio,libres con juicio.Era para ellos tambiénla vida justa que se proponía.Ignorancia solo impusieron.  Y pienso en presentey la memoria es olvidoy el hoy no es el mañana,es solo hoy.Y las bestias son las mismas.  Y pienso en mis hijos.Y pienso en mis hijos...¿?  
   ¡ Hombres!¿ Cuando acabarán con el Hombre?¿ Cuando él acabecon ustedes?  ¿ Cuando ya no quedenbrazos y piernaspor amputar?¿ Cuando estén encarnadastodas las balasdel mundo?  ¿ Cuando el niñoesté extinguido?¿Cuando sus sangrescubran toda laTierra?  ¿ Cuando gobiernenmisiles y metrallas?¿ Cuando el idioma sea una ráfaga?  ¿ Cuando los librossean solo manuales de tanquetas?  ¿ Cuando el cantoesté sin lenguas?¿ Cuando el cadáver del amorsea enterrado?  ¿ Cuando hacer el amortenga un candado?  Ay!...¡ por favor Hombresacaben con elHombre!       
  Un ave vestida de espantocolgó de sus garrasun día mi niñez. Me escondió en uncuerpo muy grande,con un cerebropequeño,que parece estuviese en los pies. Así conocí la tristezaañorando la vidareal,no quiero ya sermás carroña,yo solo se amary jugar. Me susurraba una musiquitaal oído, con la quemi melancolía solía danzar. Pasé por la calle Medina,casa que supe habitar,hallé la casilla vacíadel gas,mágico lugar donde de pequeño me solíaocultar. Una ciudad Felizme vio vestirde paloma,y vio un llantoinocenteque a la sociedadse asoma. Adolecí de tantascosas un día,pero no de las que pensaban,sino,de las que no me daban. Abundancia y miseriajuntas he visto,y he vistoque a Diosno he visto,si no a hacer justiciaestaría listo. La senectud algún díaquizás me vengaa buscar.Espero liberea mi niñopara que la fría tierralogre a este cuerpocegar
  He visto tristes muertes,las he visto sufrientes,burlonas, sin piedad, aberrantes y con suerte. He visto velorios tristes,alegres, oscuros, con tenue luz,con frío, con calor, con amor,con desamor y con despistes. He visto diferentes muertoslos he visto sonrientes,serios, tristes, abiertos,aliviados y dolientes. He visto infinidad de vivos,soberbios, engreídos, altivos,oligarcas, militares frustrados,lunáticos y malvados. He visto grandes seresacongojados de verdad,sufriendo por quien partesin comprender la realidad. He visto hombres neciosen estos velorioscon su sala abarrotadasin comprender que presencian                                              lo que todos somos: NADA     
Óbito incongruentepertinaz raízenamorada de la orbeen remojo.Y estas letrasque tratan de ser...  Recónditos caminoshilados por el ovilloconfusode la savia.  Inerte febrilidadde un día sin transcurrir.Arpa embelesada de tus dedos huidizos,buscadores de intimidad.  Reparadora del espanto,crasa de la sapiencia,lujuriosa cala de Rivera.Ancla fondeadora del mar azul enriquecido.  Sexualidad exasperadaque funde y moldeatu cuerpo a este míodesgarradoymueren allí sin saberlo nadie.

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