Te veo amanecer , sonrisa de  hojas frescas,el sol esta en tus poros,en mi, el hambre de besos,haciendo al día , adorno de  manos,preparando el desayuno entre vapores de pavasy sueños que se atreven que regresan a la almohada,a las pupilas a los cabellos, a tu muerte tibia,se va haciendo el dia , castillo de naipes,voy alimentando mi mirada con tus ojos busco la existencia, vuelvo a tus ojos.unas caderas inprescindibles, transpiradas,de bailotear por los rincones y los vértices de la casa,tus pies bañados de música en su desnudez de todas partes,me haces a tu perfume como a un lenguaje del aire,haces de tu existencia un manojo de días que se engullen mis fechas,haces de esta vida amor desnudez y alegria.

Andan mis silencios por ahícon una poesía colgada del cuello,una hoja en blanco como rostro,y un lápiz gastado embolsillando letras de luz y sombrasque se alimentan del parpadeo inocente de los ojos.Andan y créeme que volveré a escribir tu nombrelo deletrearé despacio, me tomaré el tiempo para cada letra,tan despacio que hasta el mismo solmirará debajo de los renglonesdudando del próximo amanecer, despacio,asi como despellejan las letras a los cifrasque enumeran a las oraciones, despacio ,asi como la casita dibujada a rayas encimadascolgará del árbol pomposo las definiciones psicológicasde un trauma olvidado.Andan mis silencios y en medio de la soledad de los pensamientos,en la sinceridad del ángulo más recto,allá en la parte de la página donde sólo sirve para escribir la fecha,allá estará con el piececito inquieto, ansiosa,las ganas enormes de volver,después que la poesía hable por mí,que le dé espacios a aquello que ni siquiera tiene pielaquello que se pinta en sangre como se pinta en besos,aquello que como último recurso acude al llanto,aquello que hasta produce náuseas para expresarse,aquello que me imagino como un humito blanco,aquello que sabe de la luna por que en su universo tiene una, aquello... tal vez el alma.

Dicen que la noche se levantó  entre los árboles, y que estiraba sus brazos lánguidos negros como humo de cubierta quemadamientras se desperezaba,iba arrancando hilachas del ropaje pálido del atardecery se los comía,en tanto el día se fundía en los pañuelos blancos sobre las  cabezas de las madres que giraban y girabanen una plaza. A la inversa de las agujas del reloj,el tiempo desorientado, se convertía en hojas de libros.Acomodaba en sus senos perfumados de damas de la nochelos gatos con ojos de moneda perfilada,en los paredones sin veredas, siluetas cobardessin sombra propia.Dicen también que la noche parió en llantoun hijo en grises, lloró en aullidos de perrosen camas crujientes de sexoen taconeo de puta olvidadaen el descanso inquieto de la mentiraen el fogoneo de un simulacro de fusilamiento;lo tomó entre sus manos oscuras como calles olvidadasy lo lanzó hacia el horizonte, ahi quedo.y como todo se paga en la vida;un sueño de paso lento se va inflando hacia arriba,le va acercando una marea alta de herida abierta,le va gritando desde la silueta abstracta de lo diferentelas diferencias,desde el claustro atrevido, el liquido inocente del corazón,le va gritandodesde los hospitales, nacimientos con nombre y apellido,en las igesias y sinagogas rezos fulminantes de piedad.El beso agrio de un pais que no se enamora.flota en olas cortitas,brilla sobre la superficie argentinade un río de secretos.

Ver a mi amada acariciar al gatito, es más que un cuadro, sentirla a Estela de Carloto, es más que paz, reunir a mis amigos alrededor de un vino,es más que vida,dónde apoyo mis sueños? si no es en esta mesa,dónde descansarán mis bastones ?dónde descansarán los cielos?dónde descansaré mi brazo de levantar la copaserá alrededor de su cuerpo, será apostando al mejor de los sueños,será durmiendo con una sonrisa.

Ver a mi amada acariciar al gatito, es más que un cuadro, sentirla a Estela de Carloto, es más que paz, reunir a mis amigos alrededor de un vino,es más que vida,dónde apoyo mis sueños? si no es en esta mesa,dónde descansarán mis bastones ?dónde descansarán los cielos?dónde descansaré mi brazo de levantar la copaserá alrededor de su cuerpo, será apostando al mejor de los sueños,será durmiendo con una sonrisa.

Mientras el pájaro no se desprendadel viento,todo aquello que se dibujacomo superficieseguira siendo el refugio,el descanso, tal vezla muerteque lo espera.

El silencio,son los  árboles masticados por el viento,apenas,el latido de mis tripasel vestigio de mis huesoses la ausencia, no tanto, insinuada quizás...de la palabra adicta al ruidode la palabra emborrachada entre dientesmurmullo al oido con un tibio aliento a vidrioel silencio,son las manos que pasaron por aquihace tiempo, en el principio,irrumpen en esta casa vieja en el sol y sus pinceladas de sombras,van levantando hojas y pájaros muertosel silencio es un canto anónimoque cuelga notas en los ojos de los gatosasienta el ritmo en las puertas que se golpeanquebrada su fragilidad tantas veces en el goteode una canilla rotay que en algún lugar de la ciudaden el gemido del hambre,se pronunciará para pasar la noche.

Sobre un lomo de elefante,quieto como la paz,presta su espacio armónicoal humo del invierno,inclinado en la vertiente de los besossuponiendo ser el rocio que nadie ve,que se intercala por los poros de los sueños,a medida que se va dando en gracia se va dando en fe. Los techos humedos pasan como monedas,la dirección de una sombra acompaña al aliento.El paso continuo no es una forma de tiempo.Suspendido a veces y otras mordiendo la pielen la dirección de las manos como un cuento tardio.Habla en la espesura de las aletas,se plasma en intervalos,viento que en viento resumido.