Soy en este sin fin sin soledad un animal de luz/ acorralado PABLO NERUDA   No se si tengo treinta o trescientos millones de años por mi sangre navegan mis antiguos padres que no conocí   Tengo la memoria de los siglos en cada hora del cuerpo y la luz del primer día no ha anochecido aún en la retina de mis células   Oigo del mar el oleaje desde el vientre de mi madre líquidos veloces que circulan en suavidad y espesura   Ese canto marino de los primeros peces el salado gusto que adquieren los ríos en sus bocas como pulmones y oídos de todo lo que vive   ¿Sabes del agua y la tierra pura? ¿del viento sin sombras?   Esa necesidad que amasa levadura terca en un horno sin fin   Desde allí venimos Somos  el mar    las olas   Hacia allí vamos sin poder  vacilar

Un tango que me haga llorar pero de gozo Un tango que me anuncie algún  amanecer El Amor no se pregunta el Adiós  tampoco El Viento se lleva  todo y  todo todo en su pulmón La Vida no tiene fondo es un agujero La Vida cien mil senderos en cada vereda va el corazón La vida no tiene fondo porque ese fondo es de bandoneón

El hijo traga mares de blancas algas peces devora la espesura del tibio borbotón   Tiene hambre de tigre  de pájaro eucalipto   Su raíz tibia palpita en la tierra del pezón   Hay  gemido de paloma en su pecho anfibio inaugura en la vida un antiguo dolor   La teta de la madre ha quedado desnuda y él sueña una ternura de  árbol cielo y sol

Sombras que se van recostando Inclinadas hacia  el país de los sabores   Estrellas que acarician su propio brillo último en esa tenue nitidez que sólo ellas saben   Y tus ojos tus ojos se suspenden sobre esa  boca tuya que murmura un silencio de horizonte y te ilumina el rostro leve suspendido apenas  con alguna luz de luna  con azares en un cielo sin nubes  en  penumbras entre millares  de lucecitas de casas calles barrios a lo lejos desde tus ventanas en lo alto en esta torre  íntima y plena que logramos   Espacios  formas que se suceden en el marco  que recorta una pared hacia otro cielo durante el paso del día  que ahora todavía es   el vestigio de una noche Mar oleaje  brisa cósmica en la infinitud de un rumor invisible Pero la mirada se te escapa de a ratos cuando entreabrís los ojos sonriendo somnolienta respirando algún  suspiro o el balbuceo del lenguaje primitivo  de un amor   Y otra vez tus ojos se llevan Y te llevan a un sueño   en calladas pestañas larguísimas dormidas en tu rostro también hacia un mundo otro   lugares  horas sensaciones desconocidas   Y tus labios  otra vez son  horizonte tibio en el amanecer   Y tus ojos si tus ojos bonita bonita purísima  tus ojos  de ángel dormido  

Sobre todo habré de soltarte cuando el  sol caiga para siempre y por las dudas me animaría a sacarle unas fotos y te las mostraría con los ojos cerrados   Habré de soltarte ese mismo día esa misma tarde en esa misma noche de  luna nueva con resplandor de jazmines   Porque habré de soltarte para que no siga el silencio vacío   Habré de soltarte para que los pájaros  suelten también sus sueños y de paso  su  vuelo   Para que la lluvia siga fresca  y no fría   Para que el perfume de las fresias  me recuerden la primavera y no  escondan una sonrisa besada con tristeza   Habré de soltarte para que me sueltes   Porque siento las alas cosidas a tu piel a tu espalda a tus pies   Y es tiempo de volar sueltos porque para eso hemos nacido   Sueltos bien sueltos  pero bien sueltos Uno al lado del Otro