Una tarde lluviosa una chica corría lejos de su casa & se tropezó con una piedra, al caer, gritó: -Maldita mi suerte, a mi todo me pasa! Luego siguió llorando su terrible desgracia; entre sollozos y silencios se dio cuenta que su llanto no era tan fuerte&sus silencios si más prolongados... volteó a su alrededor y no encontró a nadie, se quedó callada un momento & pudo percatarse de que aquel llanto provenía de la piedra con la que se había tropezado. -¿Estás llorando? - Preguntó la chica-Si y tu también, ¿Por qué? - Respondió la piedra-Porque tengo muchos problemas, me salí de mi casa y para colmo, vengo y me caigo porque me tropecé contigo!-Pobre de ti... yo sólo lloro porque estaba aquí sin moverme, llegaste&me pateaste.

Pasas cruel e implacable, enemigo de la felicidad, pues la degradas; hoy me doy cuenta que ayer tan sólo sonreí por algo simple, por algo efímero que ya no existe, te encargas diario de reducir al mínimo un gran momento.Debo ir a tu ritmo y tu jamás te detienes, eres frío, eres insuperable, eres impredecible, eres inalcanzable, eres perfecto, eres infinito y yo llegaré a mi límite. Empezaré por ser un recuerdo y después acabaré desvaneciendome en ti. Porque eso eres tu, desesperanza, desolación, olvido y abandono. No me permites dejar huella en ti, sin embargo... tu me marcarás por siempre ("siempre" es una palabra que pierde sentido alguno cuando se trata de ti) hasta que te apiades de mi y termines de consumir mi pobre existencia. Por qué, tiempo? Por qué?