Lóbrega la distancia, equilibrada en la balanza, con tus pasos sintiéndose, alejándose, sintiéndose, reflejándose en el viejo mármol enmohecido, tétrica figura difusa, reflejada borrosa, quasi imperceptible, negra, oscura, demasiado oscura, tan azabache como mi alma, cantando marchas, el himno negro, a este rojo cielo, de estrellas caídas; danzas tú, bajo juicios de un ojo extraño; ojo extraño, que esperando, acosando, como las arañas esperando moscas, quieta esta; susurrando, en voz bajita de cuando en cuando hablando, bajo del camino, en el puente, bajo del puente su sombra, y en su sombra un axioma, en su axioma el demoniaco dogma; de su anima huyendo, oscureciendo, suspirando miedo, regalando odio, ojerizas, desdén, del devenir abandono, de la distancia, se distingue sola; ojos extraños, a todo, todo!! Maldita sea todo!!, todo se confunde, todo abstracto, numéricamente combinable, se mezcla, se fusiona, némesis, alter ego; ojos extraños, divisando, viendo, los gusanos revolviéndose, comiéndose la carne, lanzando vitae al voraz olvido; ojos extraños, descomponiéndose, enlutando la existencia, como bacterias deshaciendo, alimentándose, del ser inefable, todo como sí, si el cuerpo después de la experiencia, estuviera infectado, atacado, por la mortal patología viral, aquella que toca el piano para la muerte, que no grita, pero que invita a lo fétido, que no hiere, pero que nos da lo pútrido de la existencia, que se muestra, como conjuro arcano, apresurando lo negro y solitario en el viento, que alejándose suave, dócil y delicadamente va, de su sombra, de su ser, de su tiempo, de su exceso; que se va, que camina, corre, baila en el dolor; y tú, en la fiebre lanzas éxtasis, cual droga, fumando ilusiones, taciturna en penumbra, ojos negros, naciendo en cesárea dolorosa, creciendo desde sus cimientos fúnebres, donde eriges, construyes y enarbolas, castillos marchitos, paraísos fúnebres y reinos muertos; y yo, el monstruo del cuento, al final del teatro, con cantos de vida y muerte, en su mejor acto, tras su mejor duelo, mi final perfecto; y se dibuja, la delicada línea final, terminando el libreto, la muerte en sí misma; y el reloj de vitae con su tic, tac, infernal; el tic tac, de Satanás, el tic, tac de las horas; el tic tac, marcando horas inciertas, el tic tac, marcando idas muertas, el tic tac, marcando risas distantes, y tic tac, el velo cae, descubriendo tristeza; tic tac, maldita sea, tic, tac, la inocencia muere; tic tac, va llegando la hora muerta; tic, tac, bajo el puente la sombra, regresión de escala oscura, postulándose en contra escala, el bemol, el sostenido, un vaivén de miedo, un vaivén de esperanza rota, una de calma apestosa, una calma única, una pieza perfecta, derrotándose en el silencio bajo sus pies; vuelve la sombra, debajo del puente, y en la misma ruta, va allí, allí esta, allí se encuentra danzando, danzando solitaria, como la vida misma, triste como la aguja en tu ojo, como la ironía clavada cual punzón en tu alma, o como ese humo negro atacando tu alveolo, o ese aneurisma rompiéndose, partiéndote el alma, quebrándote la vida misma; danzas dunkles mädchen, danzas tu, como maldición de vida, danzas tú, al son de la melancolía, dunkles mädchen danzas tú, llevándote la noche al bolsillo; danzas tú, para despertar lágrimas ácidas, merecedoras del miedo, en viajes oscuros ajenos; danzas tú, en los destellos ignorantes de mi melancolía; danzas tú, dunkles mädchen, dulce y hacendosa como la hora muerta; danzas tú, llevándote vidas puras; me quedo yo, arañando la tierra, viendo el camino triste, viendo sus huesos, su carne, descomponerse… (esto último corresponde a una reflexión personal) Porque a pesar de todo, cada día camino con su lumbre negra, y los llevo, los llevo muy dentro mío, donde estén, donde se encuentren… los amo y los amare siempre, el abismo que abrí alguna vez, estará por siempre abierto, esperando a tragarme, a desangrarme, para un día escupir mis huesos, como si fueran un bocado de vida, para la solitaria muerte, quizá y solo quizá, tal vez y solo tal vez, conozca la inquietante calma, porque el infierno no existe, ya lo gozamos en vida… 19 de Marzo del 2013…es la primera vez que pongo esto en un portal público donde estara sujeto a observaciones, espero entiendan lo novato que soy... Atte PandemoniuM