Mientras nuestros labios se conocen, Sin intercambiar palabras, Tibios vientos cabalgan en mi piel, Siguiendo el trote de tu respiración; Mi corazón quiere dejar de caminar, Para comenzar a correr, Quiere salir, quiere ver; Quien o que le produce… A mis venas su agonizante sed, Pero mi vida lo ata; Entretanto tus labios lo maltratan. Mientras nuestros labios se funden, Tu sabor invade mi cuerpo, Alojándose en mí, para nunca marcharse; Siento sumergirme en un volcán… Y justo en ese momento, Contengo la respiración, Para solo sentir la tuya quemarme. Mientras nuestros labios danzan, A orillas de nosotros, Al ritmo de la silenciosa pasión; La naturaleza de este bendito beso, Disipa mi piel, desnudando mi alma; Y me deja frágil a esos sutiles movimientos, De la cual huí pero sin embargo me atrapo. Mientras todo esto pasa, Solo no pienso en su final.