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INCOMPRENSIBLE QUE PIERDAS EL TIEMPO ASí.
microINFORMATIVO
Autor: alejandro  473 Lecturas
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Y así:
Autor: alejandro  514 Lecturas
Si yo se que tú eres, y tú sabes que yo soy, quién va a saber quien soy yo cuando tu no estés
Para que sepas...
Autor: alejandro  771 Lecturas
Si todos los derechos son reservados, ¿son todos los zurdos muy habladores?
Lógica
Autor: alejandro  491 Lecturas
La hormiga y el escarabajo Llegado el verano, una hormiga que rondaba por el campo recogía los granos de trigo y cebada, guardándolos para alimentarse durante el invierno. La vio un escarabajo y se asombró de verla tan ocupada en una época en que todos los animales, descuidando sus trabajos, se abandonan a la buena vida. Nada respondió la hormiga por el momento; pero más tarde, cuando llegó el invierno y la lluvia deshacía las boñigas, el escarabajo hambriento fue a pedirle a la hormiga una limosna de comida. Entonces sí respondió la hormiga: -- Mira escarabajo, si hubieras trabajado en la época en que yo lo hacía y tú te burlabas de mí, ahora no te faltaría el alimento.   Cuando te queden excedentes de lo que recibes con tu trabajo, guarda una porción para cuando vengan los tiempos de escasez.
El atún y el delfín Viéndose un atún perseguido por un delfín, huía con gran estrépito. A punto de ser cogido, la fuerza de su salto le arrojó sin darse cuenta, sobre la orilla. Llevado por el mismo impulso, el delfín también terminó en el mismo sitio. Se volvió el atún y vio al defín exhalando el último suspiro. -- No me importa morir -- dijo --, porque veo morir conmigo al causante de mi muerte.    Sufrimos con menos dolor las desgracias que nos hacen padecer, cuando las vemos compartidas con quienes nos las causan.
El atún y el delfín
Autor: alejandro  478 Lecturas
La zorra y el chivo en el pozo Cayó una zorra en un profundo pozo, viéndose obligada a quedar adentro por no poder alcanzar la orilla. Llegó más tarde al mismo pozo un chivo sediento, y viendo a la zorra le preguntó si el agua era buena. Ella, ocultando su verdadero problema, se deshizo en elogios para el agua, afirmando que era excelente, e invitó al chivo a descender y probarla donde ella estaba. Sin más pensarlo saltó el chivo al pozo, y después de saciar su sed, le preguntó a la zorra cómo harían para salir allí. Dijo entonces la zorra: -- Hay un modo, que sin duda es nuestra mutua salvación. Apoya tus patas delanteras contra la pared y alza bien arriba tus cuernos; luego yo subiré por tu cuerpo y una vez afuera, tiraré de tí. Le creyó el chivo y así lo hizo con buen gusto, y la zorra trepando hábilmente por la espalda y los cuernos de su compañero, alcanzó a salir del pozo, alejándose de la orilla al instante, sin cumplir con lo prometido. Cuando el chivo le reclamó la violación de su convenio, se volvió la zorra y le dijo: -- ¡ Oye socio, si tuvieras tanta inteligencia como pelos en tu barba, no hubieras bajado sin pensar antes en cómo salir después !   Antes de comprometerte en algo, piensa primero si podrías salir de aquello, sin tomar en cuenta lo que te ofrezcan tus vecinos.
La zorra y el cocodrilo Discutían un día la zorra y el cocodrilo sobre la nobleza de sus antepasados. Por largo rato habló el cocodrilo acerca de la alcurnia de sus ancestros, y terminó por decir que sus padres habían llegado a ser los guardianes del gimnasio. -- No es necesario que me lo digas -- replicó la zorra --; las cualidades de tu piel demuestran  muy bien que desde hace muchos años te dedicas a los ejercicios de gimnasia.    Recuerda siempre que lo que bien se ve, no se puede ocultar con la mentira.
La zorra y el cocodrilo
Autor: alejandro  482 Lecturas
El niño miraba al abuelo escribir una carta. En un momento dado, le preguntó: –¿Estás escribiendo una historia que nos pasó a los dos? ¿Es, quizá, una historia sobre mí? El abuelo dejó de escribir, sonrió y dijo al nieto: –Estoy escribiendo sobre ti, es cierto. Sin embargo, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas. El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada de especial. –¡Pero si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida! –Todo depende del modo en que mires las cosas. Hay en él cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán de ti una persona por siempre en paz con el mundo. Primera cualidad: puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esta mano nosotros la llamamos Dios, y Él siempre te conducirá en dirección a su voluntad. Segunda: de vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final está más afilado. Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona. Tercera: el lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal. Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia. Cuarta: lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior. Finalmente, la quinta cualidad del lápiz: siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará trazos, e intenta ser consciente de cada acción.
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás se reunieron alrededor del hoyo y les dijeron a las dos del fondo que a los efectos prácticos se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso de los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente una de las ranas puso atención en lo que las otras decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo, Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: – ¿ No escuchaste lo que te decíamos ? La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y más para salir del hoyo. ESTA HISTORIA CONTIENE DOS MORALEJAS: La lengua tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día. Una palabra destructiva a alguien desanimado puede ser que acabe por destruírlo. Cualquiera puede hablar palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos; no siempre es bueno prestar atención a lo que nos dicen. Escuchemos y utilicemos solo lo que es bueno. Hablemos de vida, de alegría, de esperanza, a todos aquellos que se cruzan en nuestro camino. Ese es el poder de las palabras…..a veces es difícil comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien.
El cuervo y el conejo. Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada todo el día. Un pequeño conejo se dio cuenta de esto y le pregunto: ¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada? El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no? El conejo se sentó en el suelo, y descanso. Repentinamente, apareció un lobo salto encima del conejo y se lo comió. Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto
El cuervo y el conejo.
Autor: alejandro  500 Lecturas
“EL HOMBRE SE HACE VIEJO MUY PRONTO Y SABIO MUY TARDE” JUSTAMENTE CUANDO YA NO HAY TIEMPO
Cortos
Autor: alejandro  462 Lecturas
Que le den sopa de LETRAS todos los días???? NO. Si llevas suficiente tiempo leyendo esta página sabrás con Nombre y Apellido cual es el Colmo de un triste Pseudo poeta.
Tener        una             esposa                      ardiente.
Que lo pare un policía y le diga, ¡ALTO!
El   colmo          de             los                colmos:                        Que                             un                                mudo                                       le                                         diga                                               a                                                un                                                   sordo                                                          que                                                               un                                                                  ciego,                                                                          le                                                                             esta                                                                                 espiando.
Colmo escalonado #4
Autor: alejandro  443 Lecturas
Cuál es el colmo más pequeño? El colmillo...
Colmo sin escalones III
Autor: alejandro  428 Lecturas
 Llamarse            Casimiro.
 Que      su          esposa                    sea                         una                              lunatica.
¿Que después de esta vida tengamos que despertarnos un día aquí al estruendo terrible de trompetas y clarines? Perdona, Dios, pero me consuelo pensando que el principio de nuestra resurrección, la de todos los difuntos, lo anunciará el simple canto de un gallo... Entonces nos quedaremos aún tendidos un momento... La primera en levantarse será mamá... La oiremos encender silenciosamente el fuego, poner silenciosamente el agua sobre el fogón y coger con sigilo del armario el molinillo de café. Estaremos de nuevo en casa.
Resurrección
Autor: alejandro  594 Lecturas

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