Se había vuelto algo normal tic tac tic tac. Continuaba sin avisar tic tac tic tac. Parecía algo sin final, sin salida, que no podía controlar, hasta que sonó el despertador y me obligo a levantarme. No fue interno, fue un sonido que venía de afuera y casi a gritos, sacudiéndome los huesos, haciéndome sentir la verdad que antes me negaba a escuchar, me hizo darme cuenta que estaba en una mentira, y me repetía a mí misma que era cierta, pero no, no me amabas. No tenía sentido, me encantabas ahí, lejos, porque parecías imposible, porque no te tenia, pero de todas formas prestaba atención a cada cosa que hacías, buscando encontrar algún día una pista de eso que sentías por mí, eso que yo creía. Apoyaste la mano en tu mejilla, yo también, dijimos lo mismo a la misma vez, que coincidencia, te gusta la música, te mostraste siempre como que todo fuese bien, aunque no estuviese bien. Era tan tonto, tan absurdo creer que aunque no lo podía ver, vos me querías, vos sentías esa vibra, pero claro por alguna razón, la inseguridad, el contratiempo, las dudas o el ego, nada pasaba entre los dos. Estaba ciega, pero sabía que era porque cerraba los ojos, tenía una venda alrededor de mi cara atada frágilmente y a mis manos las tenía libres, sentía la venda molestando, impidiéndome seguir, caminando a oscuras, pero seguía, como si nada, ignoraba el hecho de que si daba el paso, si abría los ojos, o tiraba la venda, podría encontrar algo mejor, y que estar así no era sano. Porque ese era el problema, por alguna razón caí en la trampa de creer que era algo normal, pensarlo horas, extrañar su voz, sentir eso que me dejaba mirando a la nada con deseos agotados, cansada, y no cansada por dar mucho, cansada de no recibir nada de parte de él, ese sentimiento de creer que está por suceder, pero nunca sucede. Estuvo tan bien hecha esta trampa que yo pensaba que la razón de seguir era porque valía la pena, porque era amor de los buenos, porque me llenaba, pero en realidad no valía nada, me hacía sentirme más vacía, me engañaba de forma tan evidente, lo hacía tan fácil, que parecía difícil, me daba todas las respuestas, me decía la solución de frente: "date cuenta no siente amor, sos solo vos, es todo una ilusión", pero yo seguía, en contra de todo, porque en el fondo no quería ver la realidad, creía que no la iba a soportar, y te soy sincera, dolió, pero ya no sufro más. Recuerdo que las últimas veces que te mire desde la sensibilidad, buscaba algo, algo distinto que tendrías que tener vos como para que me gustases tanto, pero no, no eras vos, era yo. Yo tenía algo, yo tengo algo, yo tenía amor, yo tengo amor, y busque encontrar a alguien para amar y como soy algo arriesgada te elegí a vos, fuiste solo una azar, una decisión tomada en un tic tac del reloj, pero es hora de cambiar, de dejar de volver a vos, sonó de vuelta el tic tac marcando el comienzo al despertar.