Y mientras tanto el mundo se derrumbaresistiendo augurios vagos y esquivos como el dolor profundo que los sugiere nresistiendo a la mirada que cada mañana grita un posible desastrenadie deambula por las calles derrochando afectoserá que pocos conocemos el invierno de la menteninguna hoja oculta la desnudez de la ramasus nudos expuestos tiemblan con el vientocomo pobres almas en busca de abrigoy mientras tantoel mundo se derrumbay todo está quietolas árbolas siguen solitariassu poder es el vacíonada irrumpe su insoportable quietudNo importa.NadaNada importa

 Doscientas seis piezas originales del siglo XX. Creo que no existe nada más inquietante que llevarlas a cuestas como una autómata evidente, resumida a un instante