Cuando una mujer bella llora se trizan los mundos en plenas alboradas, gime el orbe convocando temblores se parten los cristales que pare el mediodía. Cuando una mujer llora también lo hace un arcángel y estallan y se desploman los signos del zodíaco se parte en seis extremos los vértices del agua y la violencia extrema se preña de congoja, se anudan las raíces en sus seres viscerales y una anunciación de quejidos cabalga por el mundo. Pero cuando la mujer hermosa se consuela la más ingente gema se muestra alborozada, salen las melodías a propagar sus himnos, los pájaros derraman al viento en las cabañas una armonía feróz recorre a los leprosos y se expulsan de mí los nidos de la angustia el mediodía muestra sus sabores salados y hay un sabor a dulce en la más negra entraña, aún los caracoles se atreven al arrojo de seguir socavando espaldas amorosas.