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Fin >> Un rojo, tan solo un rojo, un rojo apenas cayendo en el deslinde de tus faldas que no evita las confusiones con tus labios rojos, rojos carmín, rubí pulido en los que aflora un sentimiento granate, un movimiento silencioso de silicio bajo los pliegues de esta tarde en llamas. Sórdidos movimientos: los ojos del transeúnte: locomotora que enviste a tu mover sinuoso. ¡ Tántas conflagraciones encienden aquí y allá ! ¡Tanta pasión ciega a tu mirar de vértigo ! En los vahos de tus satines te levantas mientras las diluciones me saturan los párpados: Te veo pasar y sé que me transmigro: que he pasado mi yo y me acerco a tus pómulos. Labios más que anaranjados se te han acaecido y un iris sustancioso plasmado de tu enigma. Este microcuento lo tomo de dos personas que me adversan y que dijeron cosas totalmente risibles de mí. Las mezclo y espero que les guste: " Sucedió que, cuando el PELIGROSO ALBACETE comenzó a escribir, TODOS corrieron a buscar sus diccionarios ". R.A. Hay algo que he perdido en la postergación de mi partida: no sé que es pero me llegan sus esencias. Algo sobremanera ambigua y frontalmente formal: la es- piritualidad del Yo, el anonimato próximo. De mí mismo sé que estoy muriendo, no en el mundo atónito de Páladas, ni en ningún embrionario correlativismo. No a- mo el virtualismo de los héroes, ni los afánes de los idealistas. Cargo conmigo la predestinación de la fatalidad, la misma disociación molesta que enfrentaron las _ huestes homéricas en momentos angustiosos....Amputado de mi solitud me hallo _ en las mismas bóvedas intensas del sigilo. Absorto estoy sobre la prosa mientras ella me embuye en su vientre con parálisis y desprecio....Quieran las tormentas al fin, sosegarse, y dejarme libre para ser entregado en rígidas libaciones y que des cansen mis huesos sobre legiones de elementos en llamas..... Mundos infinitos y de miríadas de ángulos divago en ellos, insustancial e inerte, sirviendo del caudal que deambula en mi sangre como una canción que desentona al vuelo: entrego las sapiencias que poblaron mis tiempos antes de ser desalojado por vestigios. Dioses cayendo perpendiculares a mí hacia la fatua ensenada del atavismo y la senectud que como mano, los atrapa: seres de vértigos Señores de lo ambiguo se derrumban y caen sobre sus propios ojos: nada tiene la misma consistencia en la nada. Todo está sujeto al más lacónico primitivismo. Las potencias del aire reculan en vorágine: se ha perdido la vida en los lares de la página: Es mi temperamento el que deslíe allí en la intransigencia serenísima de la hora yuxtapuesta. Si mana una resurrección, se aleja y desaparece en el tiempo forjado de segundos mestizos: no hay ojos en que puedan mirarse mis estigmas ni lugares celestes donde entrar e inflamarse en los mismos azules predilectos que hicieron los atajos de tus ojos. Un ignorante le pregunta a otro: - : ¿ Sabes como se dice hermano en inglés ? A lo que el segundo ignorante le contesta: - : " No brother, ni idea " . " Sin duda alguna que todo historiador es un perverso, pues les gusta verlo todo desde " los ANALES de la historia "." R.A. (Esta poesía y otras que seguirán forma parte del relato poético de una historia triste de amor protagonizada por un amigo, estudiante de Filosofía en Granada)PRESENTIMIENTOComo brota del manantialdel corazón la sangre jubilosay corre por las venas jóvenesqueriendo desbordar su ímpetuen juegos, aventuras, fiestas... Como la energía vital impulsaa vivir intensamente la primaveraen todo tiempo y estaciones,porque se es joven y hay hambrede vivir en plenitud cada momento... Como es la edad maravillosade los ilimitados sueños,de los altos deseos ideales,de la esperanza por cumplir..., el joven entusiasta contemplala belleza de los cuerpos femeninos,festeja sus risas y sus movimientos,y augura, por deseo e inquietud,la llamada del canto del amorque suena en el aire circundante. Y, como la abeja huele la floren la distancia, él presientea la amada, la adivina, la intuyey quiere ir a su encuentro,a libar el jugo secreto de su miel. (De El amor en su destino) Enrique González Matas " Ante la imponente presencia del cíclope, se abrieron varias cavernas, dándole la bienvenida " R.A. Nota: Este microcuento puede ocasionar sueños bruscos en algunas..... " El electrizado beso de cuatro labios sobre los suyos lo llevó al éxtasis bucal ". R.A. " Ante aquella montaña se dinero, se abrió lo que siempre solía abrirse de gratis " R.A. Todas la suegras que he tenido, que ahora gozan de la condición de " ex ", han sido damas cultas: ello debido a la gran cantidad de lenguas que domina cada una de ellas. Extrañamente , no me me consta que hayan tenido estudios universitarios. Estas son las lenguas que mejor dominan: 1) La lengua Calumniadora. ( Cosa fácil y creo que nacen con ella ) 2) La lengua " bífida " Normal en todas las víboras de su tipo. 3) La lengua de hacha. Con ella pican a todos en trocitos. 4) La lengua viperina. La utilizan para magnificar los chismorreos. 5) La lengua de trapo. Es algo rojo, inmenso y grueso, que abarca toda la cavidad de la boca y las asfixia. Y muchas otras, pero estas cinco son las que más las caracteriza. Por cierto, uno de los sinónimos de la palabra " suegra " que no está aún en el diccionario es la palabra " lenguaraz ", que las integra en su género de bichas insufribles ! Cascadas brisas tenues, alejamiento, vértigo: Los pasos de Eros tras la rosa corroída: Desolación ecuánime más allá del maizal. Cargada de una consciencia que expiró en vahidos la monumental, la égida, la insana y sus marismas: En la cavidad de su mente lleva un sigilo enfermo: Es ánfora de años, maldades a siniestra a diestra, a todos lados, degradándose loca en la barbarie misma de su silbido atónito: ¿ Qué la llevó a sufrir esa cólera estriada ? ¿ Quién la empujó a comer de esa vianda vacía ? Hizo una mano la podre y creó su corazón: Cayó por los rastrojos poblados de ceniza. Artera, activa, soberana de fábulas, ¡ pobre del que lloró en las puntas de su manto ! Hoy se viste de luto ante seres procaces y se mantiene insana con sus rictus luctuosos: Si algún misántropo viene y la ve de reojo caerá en las miserias de sus vertientes sucias. Constipada: ven de mi mano, amemos este mundo que se disipa, apenas avanzamos entre sus masas y ápices de plumas. Oigamos la invitación a beber de la luna: caliz indescifrable y cristalino, que mira con sacramentos de homilía: un andar de los dos esperanzado sobre la hora que masculla en su punto: pasar de manos juntas en las enredaderas del verano entre piedras lacradas susurros de impaciencia. Inventaremos las torres de marfil y oro que la princesa vió en sus sueños invisibles y bajo el arco fruncido de los soles reinaremos en el musgo indiscreto de la araña. Granada que vive en sus sombras sin umbras: Granada que exilia gloriosas penumbras: Es allí el detalle del alicantino que ante sus estancias encontró el camino: Granada que vives a horas vitales: Tus señas gloriosas a vivir enseñan y en música mora tus añejas gemas suben cual sedosas aguas a Aranjueces: En tu abierta veta nacen los nitratos del relumbre vago de unos Emiratos: Yo te nombro copa de las maravillas mientras el camino reclama mi canto que va obnubilado a la dulce Castilla ! Lugar de la Alhambra y quizá de mozuelas brillantes y hermosas: sueños de zarzuelas: Perviven los gritos de tu mansedumbre bajo las antorchas que invocan tu lumbre ! Una nave espacial llega a Galicia, de la que baja un pequeño ser verde, quien se dirige a la puerta de una casa y llama al timbre. Aparece un gallego con una so- ñarrera encima, incómodo de que le despertaran a horas tempranas. El marciano se dirige al gallego y le informa: - : " Vengo de Marte " A lo que el gallego contesta¨molesto: - Hombre, ¿ De marte de quién ???????? " El sacerdote les dijo: Os declaro enemigo y mujer " R.A. Llego a ti, eminencia de lo cierto. Dulzura derramada en displicencia, arco de luz que me captura siempre: Decretada en toda mansedumbre finges que eres bahía que se cierra, templo que no se abruma en sus mismos orígenes, ensenada selecta donde dejar mis cantos. subes por mí, enredadera de grilletes, surtidor de dedos en delicias ambrosía entre tus cuencas arteriales dibujando con tu lengua mundos, nudos placeres inclementes, mis deleites la sensación que siempre se acumula y es por tus labios menta derramada: La sed es indómita y se sacia en tus adentros porque para tenerte es la razón de mis húmeros. Hay sombras que pueblan tu garganta. Hay llanura de luces en tu pelo. Tu vientre es de simple abeja tierna que esconde, en arenales, un tesoro. Manglares te recorren, también ríos en los que descansa una mano como aguas. Arcoíris terminan en tus sinuosidades: vibrante y trémula, planta de piel tendida donde encalla, a su arbitrio, el silencio y cualquiera se acerca a rogarte una migajas del pan salado que eres y se alienta en la boca de los que no deseamos un trato puritano. La curva de tu altura me hace creerme ciego mientras estallas plena en lumbre inacabable. " Al punto ciega y fría " cayó la noche, rodando en sus puñales en tu canto de eros: arenales donde se esconde el vértigo del sueño. Mirose en sus andanzas el arroyo desplegado de juncos azulados. Mis ojos perdieron los horizontes del compromiso fiel que les gobierna: sé que los miras, insomnio, devastados, golpeados por las zarzas de la aurora cuando gimo en la cama, levantado. La voz de las alturas viene y llora a mi lado cabizbaja de verme nadar contracorriente en la misma zanja que desgobierno. Razonaré que ves mis desventuras al doblarse el lirio a los pasos del canario. El verde siempre naciente te celebra imputándole de glorias a tu ego que se despliega entre nacientes matorrales. Momentos deferentes de tus bruma habrán de darme sufrimientos sumos al evadir el cerco de mis ojos que para tenerte cerca es que nacieron antes que para mojarse en el desvelo que les tienes guardado, amo celoso. Mi cuerpo anciano clama que derrotes los arcanos dolores que le mantienen preso, liberándolos del peso con un verbo de muerte en el que pueda hallar breve descanso a esta existencia libre de regocijo en que me tiene Vida atrapado y sumiso. Nos es mi alma la misma que sostiene al fuerte ni honra ni placer me da el enojo de ser un ser de eterno taciturno que ruega a la hidalga madrugada ser cubierto del vaho de la helada. Lo que una vez me tuvo de contento la sed del desconsuelo lo disipa. espero que de mí te apiades, complaciente y en yermo grís terminen mis esperas pues para existir y sustentar adagios mejor es expirar y ser naufragio por oscuras perpetuidades mutilado. " Después de haber comido hasta el hartazgo, él se puso la ropa y salió a cenar " R.A. Poeta español nacido en Sevilla en 1836 y fallecido en Madrid en 1870.Es uno de los grandes poetas románticos del siglo XIX. Sus rimas suponen el punto de partida de la poesía moderna española. Se inició en el arte pintando al lado de su padre y hermano, pero la abandonó en 1854 cuando se dedicó por completo a la literatura.Autor también de «Historia de los templos de España» y «Cartas literarias a una mujer» Rima XI : Yo sé un himno gigante y extrañoque anuncia en la noche del alma una aurora,y estas páginas son de ese himnocadencias que el aire dilata en las sombras.Yo quisiera escribirle, del hombredomando el rebelde mezquino idioma,con palabras que fuesen a un tiemposuspiros y risas, colores y notas.Pero en vano es luchar; que no hay cifracapaz de encerrarle, y apenas ¡oh! ¡hermosa!si teniendo en mis manos las tuyaspudiera al oído cantártelo a solas. Paco y Pepe van paseando por una calle cercana a la universidad, Paco habla y le dice a Pepe: Paco:- En esa universidad nadie se gradua por falta de una materia-. Pepe, asombrado, le pregunta: - ¿ Hombre, y cuál es esa ? Paco responde: - ¡ La gris, jó ! Lento y espléndido crece el cielo crece el aire crece el árbol de los frutos calientes henchidos por tus manos y tu sangre. Un perdurable camino se disipa en los muñones ciegos que trepan su corteza. Cuando sonríes el árbol se abre en casas, escaleras, pasarelas, maderas que se derraman en columpios que puedes cabalgar por la tarde seda de dos costados, niña de mi esperanza. Trepé las sombras hasta un vasto mediodía, milenario: logré mirar el racimo de tu melena, latina. Vi que tus uñas eran cristales tiernos: vestías el árbol de tu misma sonrisa. En cada paso sembrabas estatura: la misma luz plural de tu semblante: Me despeñé hacia el sur, hacia mí mismo para verte ver tornar en amarillo lo ocre. Tus manos se concretaban de alguna piel solar. Fugaces contornos ritmaban tu cintura al lado de la enorme palmera en la que ondeabas. Fresca como racimos que se hacen banderas enarbolabas esas mañas vibrantes que te admiro quizás adivinándome brotar de tierra negra. Flama de la esperanza, a tus venas me acojo para que me recibas como si fuera un hijo. Sentidos que se abren entre polifonías: sabor a labios dulces apenas esculpidos. Tu léngua de relámpago haciéndose en la mía tiene un ardor a fruto por siempre degustado. La humedad de tu boca me calma y aniquila: en la lenta caverna de tus dientes, revivo. No me nombres niña, no me nombres: y evítame el dolor de tus adioses.
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