Qué breve ha sido el tiempo del amor,qué efímera fue la dichay cuántos besos han quedado por dar,cuántas palabras por decir,cuánta esperanza truncada,cuánta vida ha quedado por vivir. Qué reducido el día gozadoy que extensa la noche de la pena. Sus ojos negros, su risa abierta,la gracia de su andar,los movimientos de sus manos en el aire,las luces diversas de su alma. Qué poco tiempo tuvimos para amar,qué breve el don de su compañía,qué pronto me fue arrebatada,qué injusta esta condena de su ausencia. Sus ojos negros, sus destellos de fervor,su luz alegre, su risa abierta...¡Ay, qué breve el tiempo del amor! (De El amor en su destino) Enrique González Matas