Mar 11, 2013 Aug 20, 2012 Aug 14, 2012 Aug 12, 2012 Aug 11, 2012 Aug 10, 2012 Aug 09, 2012 |
Tengo un miedo terrible. Me he dado cuenta que no soy el de antes. No escribo. No tolero. No descanso. No olvido. No recuerdo. No espero ni desespero. Me encuentro intranquilo. Luego cuando el cuarto esta lleno de sombras me doy cuenta que solo un par de canciones sonaron y fueron suficientes para darme cuenta de que fueron capaces de hacerme llorar. Como un bebe. Como si fuera un bebe nuevamente. Ya ni tomo cafe. Luego me veo rodeado de esta chica, "Steff". Como si hubiera formado parte de mi pasado. Ahora tomando todo mi presente. ¿Por qué? Como haciendo la lluvia. Así pues, me dedico a compartir palabras estupidos a oidos que no me oyen y se frustran los incoherentes nada. Exactamente como acaba de pasar. Vivo, supongo, pero estoy tan, pero tan muerto para otras personas, que no se ya si realmente estoy vivo para los que le importa de verdad. Aqui seguire. Por que era esto? Ah si... Creo que me he enamorado de nuevo. No de K. No de G. No de S. Si no del Chris viejo. Sigo pensando que "Steff", esta en un fuera de contexto que me ayuda a calmarme. Venga pues. Si es que puedo mantener la talla. Corre por aca, por alla, buscando en mi cabeza como si supiera que hace. No se que se cree. En el fondo me gusta que lo haga. Pero no perdono ni olvido reacciones. Simplemente estoy loco, sabiendolo. O tal vez sin saber. Caminar. Respirar. Vivir. Aqui estoy de nuevo. Chris War! Momentos indecisos.Complejidad infinita.Pensamientos aturdidos. Me aburro de todo, cada vez que intento algo nuevo termino dejándolo por la mitad.No se si el problema soy yo, tú o el mundo en general.Tiendo a tenderme en el piso esperando a ser tendido en una cuerda.Necesito secar todo ese miedo húmedo que cargo.Increíblemente mi alma descanza en extraña paz, veamos cuánto dura eso desde hoy, cuanto durará desde mañana.Empiezo a escribir sin razón y mi musa aparece de vez en cuando.Tal vez esperé demasiado de lo que no conosco en lo absoluto.Veamos como camina todo aprendiendo a trotar mientras corre gateando.El agua que bebo no es mas que un liquido superficial.Recostado en las abrazadoras raices de un árbol infinitamente grande veo como caen las hojas, suaves, con el resplandor del sol a travéz de ellas.Tengo tanto miedo de que terminen de caer como de que se vayan lejos.Tengo tanto miedo de irme como de quedarme.Tengo tanto miedo de mi, de ti, del mundo en general.Así empieza los suburbios y barrios en mi cabeza y la autoridad es nula.Tantos espejos que me dan la espalda.La brisa es totalmente inexistente.Pero acostada a mi lado y con la cabeza en mis piernas viéndome fijamente a los ojos de manera perdidamente enamorada, me observa mi sombra negra.La beso, me besa.Somos felices.Existimos. Cada vez que volteo mis ojos rapidamente a la ventana, llueve, frío, incambiable.Aún recuerdo cuando me diste la espalda y te fuiste lejos.Aún recuerdo cuantos días pase en silencio incondicional.Observo las gotas deslizarse por la ventana dejando rastor a su paso, siendo cada vez menos.Oigo un piano a lo lejos tocando para mi soledad.De pronto me doy cuenta de que al final del día sigo estando tan solo como cuando lo empecé.A lo lejos veo montañas, y mas allá la neblina cubre la tierra.Los pajaros son escasos.Mis sentimientos, también.No recuerdo cuanto tiempo llevo inmóvil en este sillón.No tengo lagrimas. Tampoco expresión facial.No tengo amigos. Ni muchos muebles en casa.No tengo mascota, ni mucha ropa en mi closet.No puedo decir que te llevaste todo lo que tenía. Nunca lo tuve.La lluvia empieza a hacerse cada vez más pesada.Truenos.Tempestad.Mis ojos estan totalmente abiertos, fijos en una ventana que al mismo tiempo no veo.Tengo frío.No tengo camisa.Sigo inmovil.Un rayo seguido de un trueno.Sonidos.Goteras.Piso mojado.Piso inundado.Sed.Malestar.Permanezco sin pestañear siquiera.Segundos.Minutos.Horas.En mi cabeza no hay nada.Brisa.Piano."Hey!" Escucho.Volteo rapidamente rompiendo con todo lo que ya tenía o no en mente.Luego de eso mis pensamientos ya no pudieron seguir. Muchas veces no entiendo que me despierta en las mañanas o para que desperté, pero hoy lo supe en el instante que abrí los ojos. No estaba muy claro de cómo lo haría, o cómo seria, pero tenía que hacerlo. Tenía el presentimiento que si no hacía nada hoy no se haría nada nunca más. Desperté, prendí la pc, internet, desperdicio de tiempo, no comí, me lave los dientes, manos mojadas, me seco, me visto, perfumo, lentes puesto, camisa negra, blue jean, zapatos verdes, llaves, listo. Cierro la puerta, bajo por las escaleras, salgo del edificio, camino, el sol increíble se posa en mi frente haciéndola sudar, me limpio, autobús, estación del tren. A medida que iba avanzando sabia menos a donde iba, solo sabía que tenía que verla, lo quería, lo necesitaba. Recargo la tarjeta, paso por los torniquetes, doy la vuelta, espero el tren, llega, me monto, me voy. Uno de mis viajes más difíciles. Tenía que estar totalmente atento a todas las personas que me rodeaban, que iban venían, pasaban, se quedaban, alguna de esas personas pudiera ser ella, la de los ojos marrones, la del bolso desgastado, la que no me dejo dormir, la que lleno mi cabeza de preguntas, la maga que desaparece cuando le place dejándome lleno de deseo de seguir su rostro a donde vaya sin poder. Yo mismo pensé que estaba loco, no podía creer lo que hacía, a donde iba? No tenía donde, no tenía un porque completamente claro, solo sé que detallaba a cada persona con la esperanza de encontrar su rostro, sus lumbreras marrones, clavadas en mí, como en aquel encuentro que ya todos conocemos. Solo había salido sin destino a ver si la encontraba en algún lugar, pero luego mi viaje sin destino también quedo sin razón y pensé que debía hacer algo más que eso. 11:37am era la hora a la que había llegado a la estación “Libertador Simón Bolívar”. Salgo del tren, subo las escaleras, y vuelvo a pasar por el mismo torniquete donde tuve mi primer contacto visual con aquella diosa de lo extraño y oportuno. La estación estaba repleta de gente que va y viene. Casi imposible caminar dentro de ella. Me paro en la conexión que une las dos estaciones, compro un agua y ahí me planto. Imaginé tonterías ahí parado, que era un espía, que los policías pensarían que era un malandro al asecho de cualquier peatón despistado, o incluso que era invisible y la gente no me miraba. Me costaba tanto permanecer concentrado, sin embargo cuando lo hacía, no había nada que me quitara de mi poder mental, estaba totalmente enfocado en las personas, detallaba cada rostro buscando solo esas lumbreras de las que mis pensamientos se habían apoderado. 12:00pm, no hay fruto de mi esfuerzo. Mis pernas empiezan a cansarse, el agua acabó, empiezo a desilusionarme poco a poco. Con unos audífonos polaroid puestos, me distraigo, como no están del todo bien, tengo que moverlos poco a poco de manera de que se escuchen los dos audífonos, pienso que la tecnología se apodero y no podría vivir sin ella. Observaba cada persona y note que todas tenían la misma expresión en sus rostros, esa expresión de necesidad de ir rápido a todas partes, como si una sombra las empujara desde atrás y no pudieran hacer nada. Cansado de ver tantas ovejas, me dirijo a un kiosco de esos que se abren y dicen el nombre en grande en la parte las alta, como un halls verde, no recuerdo que saber era, me refresca la garganta, me gusta. 1:00pm, nada. Empiezo a cansarme notablemente, tomo mi pie por detrás de mi espalda y lo halo levemente, lo mismo con el otro, me agacho, me paro, cansado, sed, necesidades básicas. 1:36pm, (no seguro, pero sé que fue cerca de esa hora), Aparece entre la multitud desde la estación del metro, a una velocidad totalmente lenta solo a la vista de mi cabeza, avanza, la observo, sonrío, me ve, se extraña, saludo, saluda, sigue su camino, la sigo, se voltea: -Hola (dije) - Hola -La última vez que nos vimos no me alcanzo el tiempo para… … (Ahí quede) -Si ( Respondió rápidamente, como sabiendo que iba a decir) (Anota mi número de teléfono, tiendo mi mano en señal de saludo, la acepta, seguidamente pone su mejilla, la beso, intento hacerlo tiernamente, tiemblo increíblemente, me cuesta infinito sacar las palabras). -Christian -Betzay -Tengo una historia muy graciosa que contarte acerca del día del metro. (pude decir a medias) -¿Ah sí? (responde con cara de no entender nada de lo que digo) Sí, pero aqu… aquí no… Aquí no, hay mucha g… gente y no me deja concentrarme. (Dije entrecortado y mis manos danzaban de aquí allá intentando hacer gestos que ni yo mismo entendí). -… (No dijo nada) -¿Estas apurada? -Algo. -Bueno no importa, si quieres me escribes luego y te cuento por mensaje. -Ehm.. Bueno. (Respondió seguido de otro beso en la mejilla y desapareció de nuevo entre la multitud) Baje por las escaleras del tren del lado opuesto al que se fue para que no se diera cuenta de que realmente no iba a ningún lado, si no que estaba ahí parado esperando que llegara o no. Sonreía sin razón, danzaba al caminar sin darme cuento, como si acabara de nacer, formo parte de una cola al vagón, recibo un mensaje de texto: Hola, soy la chica a la que le acabas de dar su número, aún estoy aquí abajo esperando el ferrocarril, si compras el token y bajas rápido, yo estoy en la cola donde tú estabas ayer. Yo, no podía creer nada de nada, no sabía ya ni donde estaba. Conmocionado fui a donde estaba parada, llegue por detrás, solo me pare a su lado y le dije que estaba a unos cuantos metros de ella. Me pregunto cuál era la historia, se la conté, se rio, me reí, estaba totalmente perdido en ella, no sabía que hacer no sabía que decir, veía a todos lados tratando de encontrar en el espacio las palabras y el valor para hablar. No podía dejar de ver sus ojos, sus mejillas, nariz, cabellos, labios… Vestía un pantalón amarillo, camisa azul si mal no recuerdo, suéter guindado en su hombro, mismo morral que la última vez. Y así fue, nos montamos en el tren entre empujones y golpes. Pero incluso siendo víctima de aquella jauría humana, me sentía tan feliz. Hablamos de un par de cosas. Estudios, vivencias, música, etc… Pautamos comer helados de mantecado el día martes. Le dije que era y estaba linda. Elogió mi ropa. Solo la observaba inmóvil. Mis dedos empezaban a doler por estar agarrado de un soporte aéreo para sostenerme. Para mi desgracia se bajaba en la siguiente estación. Llegamos, Salí para que salieran las demás personas con más facilidad, entre ellos, ella. Otro beso en la mejilla, este último más sublime, pude sentir cada textura de su mejilla, tome su brazo, mi mano deslizo por el mismo mientras se alejaba. Con mi último aliento le grite al verla partir: Escríbeme! Desapareció dejando hilos de sus pisadas en mi cuerpo. Entro al vagón, siento que exploto, trato de calmarme, me siento, me alivio, me encanta. Llego el edificio, subo las escaleras, llego a mi casa, el grifo había dejado de gotear. Toco piano, escucho música, pienso en ella, me siento a escribir: “Muchas veces no entien…” Luego de bajarme de ese bagón y pasar por los torniquetes de manera tan natural. Como cada día, como la gota que siempre queda cayendo luego de cerrarla, siento una sombra muy colorida detras de mi. Yo, sin ningun tipo de importancia, sigo mi camino cual gota en grifo mal cerrado.Solo bastó un pequeño empujon para que volteara a ver cual había sido la acción que estremesió mi cuerpo en contra de las puertas transparentes de ese torniquete.Y ahí estaba, con cara de apenada por tal torpe acto. Llevaba una camisa de cuadros, pantalon blue jean, zapatos rojos, cabello recojido, morral viejo de esos que no soltamos asi no combine con la ropa. Simplemente hermosa, creo haber divisado ojos marrones, y labios temblorosos. Piel clara. También recuerdo Frenillos en su dentadura.Increíblemente mi cuerpo se paralizó y no me atreví a pronunciar una palabra.Vuelvo a girar mi cuerpo al frente y sigo camino. Abri mi cartera mientras intento despertar de mi desconcierto, diviso 3 tickets de metro al mismo tiempo que la veo pasar a mi lado, adelantándose con prisa a la cola que se había formado para comprar los tickets.La veo caminar decidida, apresurada, como si cada uno de sus movimientos estuvieran hechos para ser perfecta.Sintiendome completamente extraño a lo que pasaba sigo camino. Justo 3 pasos antes de entrar al metro, me detendo, en seco, como si me hubiesen llamado, doy media vuelta y camino de regreso. No sabía a donde iba, solo caminaba en reversa, pense que solo queria verla una vez más antes de seguir mi camino y no verla jamás.Doy la vuelta en la cola, y la veo. Justo voltea para atrás y me ve, noto un tono de extrañez en su rostro al verme aminando hacia ella. Seguia sin saber que hacía. Cada vez más cerca, mis manos temblaban notablemente, estaba muy asustado.Llego donde se encontraba esperando, veo el largo camino que le espera, saco un ticket de mi billetera, se lo enseño y le pregunto: "¿Necesitas un ticket? La cola esta muy larga."Ella solo sonrió lo tomo, soplo un "gracias" dió media vuelta y desapareció en la multitud.Intente seguirla, pero tuve que rodear la cola, sin saber que hacer solo sigo mi camino; y en cuanto me dirijo al anden, ella caminaba a mi lado. Pensaba en que podia decirle que llamara su atencion, mis manos seguian temblando, intentaba ser duro y no mostrar mi nerviosismo, pero era imposible.Me doy cuenta de que baja por las escaleras opuestas a mi camino.Veo como desaparece de nuevo al bajar.Mientras busco donde esperar el metro, pensaba en cual escurridiza es esa señorita, era como si le diera placer el hecho de desaparecer de la nada en mis narices, sin yo darme cuenta en como lo hace.Que idiota fuí, había tomado el camino equivocado, tenía que bajar por donde ella lo hizo, pensé en tantas oportunidades perdidas por ese error. Diablos! Regrese a toda velocidad al otro anden, elijo donde esperar y me paro con tranquilidad casi recuperado.Veo la hora, a una señora hablando con sus hijos, un señor gordo, leo los avisos, muevo mi cuerpo hacia adelante y hacia atras con gracia, veo las cosas que trae en unas bolas otra señora. Suelto la mirada hacia la multitud mas lejana y lo primero que logro definir es una camisa de cuadros con un morral viejo.Debido a la lejanía, mi cuerpo reacciona con mas tranquilidad, solo deseaba que fuera el mismo bagón que el mío, para acercarmele un poco mas dentro del tren. No fué así.No muy contento con el resultado de mis intentos de acercamiento me distraigo en el camino, veo bebes llorando, ansío tener un libro o unos audífonos. Me parece interminable el viaje.Llego a Plaza Venezuela donde tengo que hacer una transferencia para llegar a la california donde mis asuntos esperan por mi llegada.Entre empujones, gente quejándose y corriendo, logro salir del bagón.Me abro camino entre la gente y subo por las escaleras de maner tranquila, camino hacia el otro tren que necesito tomar para llegar a mi destino, unos lentes que llevaba en la mano caen al piso, producto de mi despiste. Mi mirada apresurada al suelo buscando su lugar de reposo, me agacho, los recojo y subo lentamente. Al mirar para arriba mientras la gente pasa apresurada a mi lado.Veo sus ojos buscando los mios, estaba de espalda, con la cabeza en torno a mi mientras veía como recojia los lentes, observó que la mire, creo haber visto una sonrisa, volteó y siguio su camino por otra transferencia.Lo hizo de nuevo, volvió a desaparecer entre la multitud, "¿Cómo era posible que yo dejara que eso pasase tantas veces?" me pregunté. Sigo mi camino, llegael metro, se abren las puertas, otro lapzus mental.No había pensado nada claramente, solo sabía que si no hacía algo no la vería jamás, las coincidencias no suceden mucho en estos casos. Corrí a toda velocidad de regreso, por ese pasillo largo con escaleras que hay en la linea 3, pero nada tuvo exito, y no la volví a ver.Regreso un poco decepcionado, de mi actitud temorosa y de no poder entablar siquiera una conversación.Sigo mi camino, llego a la california, luego voy a Bellas Artes, luego a casa.De nuevo el mismo elmismo recorrido, metro - tren -tren - carrito - carrito - casa.De regreso no podia dejar de pensar en lo sucedido con cada paso que daba.Bajo al anden del tren, colas imposible, gente gritándose, desastre.Empiezo a formar parte de una cola, veo la otra a mi lado y las escaleras de frente.Yo no entendí, no supe que hacer, no me había quedado tan paralizado en tanto tiempo, como cuando la vi bajar de las escaleras y hacer la cola de al lado.Me quedé observándola fijamente, se dió cuenta, me miró con cara de extrañada totalmente notable.Asi fué, entre miradas toda la espera del tren.Llega el tren, alboroto, desastre de nuevo.Calculé que por el lugar en el que se encontraba se iría en el próximo. No me esforze mucho en entrar. Me salgo de me aparto a un lado, paso mi mirada por la cola de al lado, no la veo, me extraño, incognita, veo al frente, veo el vidrio de las ventanas del tren, la veo a ella, otro desastre.Había entrado y sentado, no sabía que hacer, las entradas estaban selladas de gente, no podía entrar, mis manos sudan, miedo. Tomo fuerzas y hago un gesto de saludo con la mano con una sonrisa torpe, que me devuelve de la misma manera.Tomo mas fuerza aún y le enseño mi telefono, hago señas para que anote mi número de teléfono, lo entiende, anota, 0426... El tren arranca, y solo alcanza a anotar eso. Llega el otro tren, me voy, espero verla en la estación donde me bajo, no está, llego a mi casa de la manera mas intrigada posible, veo el grifo, cae una gota, comienzo a escribir: "Luego de bajarme de ese bagón y pa..." Esa sombra negra que tanto me persigue, tanto me comprende.Esa sombra negra que de ahora en adelante me espera en cada puerta que el mundo me da.El pasar de los tiempos me da algo tan insignificante, que cuando intento respirar no encuentro los garabatos que alguna vez fueron mi pasado.Ojalá mi presente no cambie tan deliveradamente, hacia ti.Recuerdo que cuando decidí ya no respirar mas, regresaron a mi todas esas clases de pensamientos inteligentes, con vida propia y me obligaron a terminarlo todo.Tú, mi sombra negra sabes que todo lo que he hecho lo hago con fervor, y que cuando ya no existe salida, tú te traansformas en una.Como quisiera que existieras fisicamente y me abrazaras cada vez que me ahogo en la calida noche.Cuando solitariamente pienso en como sera el futuro antes de mi muerte, desapareces por un instante, pero se con certeza de que vendrás a mi rescate, como lo has hecho desde el día de mi nacimiento.Tù, esa sombra que tantos nombres tiene, tan fragil como el cristal, ta suave como la tristeza, tan invisible como la razón.Algunos te llaman Dios, otros esperanzas.Yo, te llamo Sombra negra. Mi sombra negra. Mi sustento.Mi espaldar.Mi yo. "Así empezó todo" No había terminado de empezar cuando un ente como susurro vigilaba ya mi entorno. Así como pensaba que eran las cosas, no lo eran. Mis facultades empiezan a traicionarme cada vez que volteo a tu mirada. (Si es que en algún momento existió.) Mis ojos llorosos que no pueden encontrar los suyos, desaparecen en un sin fin de colecciones de servilletas coloridas. Más allá de esas montañas existe un concierto que me suspira en el cuello y labios. Ojala esas montañas vengan antes de lo esperado y toquen para mi, de esa manera dormire en terrible paz.No habia terminado de empezar cuando los estornudos me despertaron.No habia terminado de despertar cuando volvi a quedarme dormido. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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