TREMULA AURORA.Trémula se precipita,mi voz en lenta agonía,bajo  la estepa sombría,del alba que aún dormita.¡Piedad! Mi aliento musita,a la exigua haz de la aurora,mas sabedora de mi hora,coge mi faz, la levanta,marca mi frente de hiel santa,y me susurra  "ya es tu hora"                                  Christian Solís Solís.

INEXORABLE.Inexorable lluviaque con cruel fierezadesgarras mi semblante,rompe este yugoque condena mi existir,ruega al viento que su llanto amargotransformo se en cuchillo ardiente,y a un solo tajo acabar con mi sufrir.Inexorable noche que con insensible miradavas agobiando mis pasos,quiebra este llantoque sofoca mi vivir,pide al silencioque perpetuo en el tiempome acoja entre sus brazos, y a un solo soplo disipar ya mi existir.Inexorable lluvia, inexorable noche.                                                                          Christian Solís Solís

LAS ALAS DEL OLVIDO.Nunca más volví a contemplar su mirada, atrapó en un soplidolas alas del olvido,y radiantemente bellacon las estrellas se alejó,¿Dónde está? ¿Dónde está?Pregunté sollozante al firmamento,más a cada lágrima de amordesgarrada por el viento,un halo de quebrantodisipó mi corazón.Al viento partistey en tu ausencia desfalleciómi alma, mas mi últimoaliento perpetuo en el tiempo, aun susurraque te ama.Christian Solís Solís.

AGONIA.                             I.Bajo la viga insensible de la que pende mi cuerpo,lágrimas y penas se derramarán,mas mi rostro impregnado de llanto,al fin, al fin sonreirá.Bajo el quebranto sangrante de este ocaso olvidado,lágrimas y lluvia se confundirán,mas mi alma furtiva de penas,al fin, al fin descansará.Dolor, llanto, rencor,deseos verdugos de quebrar con fieros puños,el nefasto tablero de mi vida.Lágrimas, lágrimas, malditas lágrimas que condenan mi rostro,detengan ya su insensible marcha suplico,a lo legos el ocaso ya esta sollozando en el cielo,y mis ojos marchitos ahora claman descansar.                         II.Veo mi imagen en el fondo de la nada,y a mis lágrimas regar mi soledad,veo al frío apoderarse de mi cuerpo,y a mi aliento disiparse más y más.Veo como el viento: sereno y triste,me eleva lentamente entre sus brazos,y me esconde tras la luna,donde debo descansar.Veo como mi mirada: Herida, perdida,se va alejando de mi mente, porque el cielo ha dictado,que ya tengo que marchar.Luna, que silenciosa escuchas mi llanto,guía el camino a tú luz ruego,y  cada noche, cuando el lamento de mi último susurro te alcance,exclama al universo mi llanto y dibuja en el cielo,la verdad de mi dolor.       Christian Solís Solís

SÉEl poema se quebró,la soledad de la nochedesgarró las palabras.Sé que estás ahí,porque en mis sueñosme alcanza tu aliento,y acurrucado en su tibieza,sosiega cabizbajomi tormento.Sé que estás ahí,porque en el camino desnudo de mi alma,oigo aún el gemir de tus pasos,atravesar el susurro evanescente,del intersticio que abruma mi mente.Sé que estás ahí,porque mi todo lo sabe así,porque en mis poemas,porque en mis palabras,aún siento ese olor a ti.                                  Christian Solís Solís

SEMBLANTES DESNUDOS.Semblantes desnudos,recuerdos marchitos,resacas de rabiaperdidas la fè.Las manos se quiebran,los cuerpos fenecen,las almas reclaman:desgarren la piel.Y el grito del alma,al alma condena,y el llanto del hombre,al hombre acabó.Destinos perdidos,ensueños lejanos,congojas del cielo,que nadie escuchó.                                   Christian Solìs Solìs.

ENCUENTRAMEEncuéntrame en tu silencio,en la zozobra de tu quebranto.Encuéntrame en tu noche inmensa,en la friolera bruma  que te alcanza.   Encuéntrame en tus mañanas,en tus trémulas horas lastimadas.Encuéntrame en tus ocasos,en tus sollozantes crepúsculos desamparados.Encuéntrame en esa nada, y en esa nada siente mis manos acariciando tu rostro.Encuéntrame en ese olvido y en ese olvido oye mis pasos acompañando tu llanto.                                                          Christian Solìs Solìs         

TEMOR.Temo a la soledad, a su silencio violento y perpetuo que inexorable cual verdugo perfecto inspira a mi agitado aliento terminar con mi existir.Temo al lamento de mi llanto,a su tormento agudo y punzante,que insensible cual cuchillo violento,desgarra el trémulo aliento,que aún persiste vivir.Y no hay nadie, solo yo, y el herido latir de mi pecho, que sofocado y agonizante al viento, retumba en sinuosos lamentos su último canto de adiósY no hay nada, solo sombras y el sublime perfume a mi sangre que tibia y silenciosa a mi llanto emerge en gotas mortales desde mis brazos de adiós.                                                                                                                                                   Christian Solís Solís