El cielo y el infierno
Publicado en Jun 19, 2013
Deja que mi cuerpo pasee sobre el tuyo, que te acaricie con mi sexo, con mi piel, con mis dedos.
Déjame mojar en tus jugos, empalagarme de ellos, mezclarlos con los míos y enloquecer de deseo. Déjame explorar un mundo nuevo; en el que no hay límites, ni fronteras; allí nos embriagaremos. Déjame despertar tu piel con rasguños, enredarme en los vellos oscuros de tu pecho tibio. Deja que tu cuerpo investigue al mío, que lo incendie, que lo devaste, que lo atropelle. Penétrame, húndete con prisa y con violencia; mécete, acaricia, sale y entra. Insiste y muere dentro. No interrumpas tus besos, ni tus jadeos. Quéjate, gruñe, grita mi nombre, quiero que fluya la pasión que te enciende. Quememos nuestros labios y permite que te absorba, que te coma; quiero que seas carne en mi carne. Abrázame, apriétame, fúndete en mi cuerpo; convierte tu pecho en mi refugio y tu rostro en mi techo. Háblame, susurra lo que mi piel te inspira; suspira en mi oreja y acaricia con tu aliento mis mejillas. Descansa sobre mi piel, seré el lecho tibio de tus inviernos y la fragancia más fresca de tus veranos. Dime que me amas, que tus gemidos se escucharán como ecos en mis oídos y que seré siempre el destino de tus te quiero. Prométeme que serán rosas sin espinas nuestros días, y que si no es posible, curarás siempre mis heridas. Prométeme que aunque se apague la luz divina, seguirá una llama en tu corazón siempre encendida. Y ahora cállame, llena mi boca con tu boca; mi cuerpo con el tuyo. Saca el frío que me recorre cuando no te tengo adentro. Llévame a ese mundo, donde todo gira, marea y sacude… Ámame mezclando tu esencia con la mía, déjame tus huellas, tus marcas, seré esclava sin cadenas. No seques mis lágrimas, déjalas; de algún modo debo contrarrestar tanta dicha. Déjame llorar ahora porque ya se acercan las cosquillas que me elevan como si fuera un ángel sin alas; que ya me nacen los gritos del demonio insaciable que llevo dentro; el mismo al que le has presentado en un solo momento; el cielo y el infierno.
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kalutavon
silvana press
Bueno amigo, grato es tenerte de nuevo y muchas gracias por tus elogios.
Saludos
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
¡Muy bueno Silvana!!, un relato de fuego, que no deja un solo resquicio para la duda de ese sentimiento sublimado en un erotismo elegante y a su vez intenso
Felicitaciones
Tomo una aspirineta
silvana press
me alegro de haber conseguido eso, que sea elegante e intenso, lindas palabras.
Yo cuando terminé no tomé aspirinetas pero me maquillé para quitar la vergüenza de mi osadía jajajaja más cuando las que me han leído son amigas conocidas que pensarán que tiré la chancleta. jajajaj
Bueno amigo, gracias por tu humor y por tu tiempo. Cariños
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Una pregunta: ¿como està el ejemplar este....vive aùn o ya lo liquidaste?
silvana press
Hilda
Muy bueno, me encantan estos textos eróticos tuyos...jajaaj
Saludos
silvana press
Saludos
Sara
Una demanda exigente, sin prejuicios, libre, aditiva, celosa y hambrienta. Me gustó mucho.
silvana press
Saludos
MARIA VALLEJO D.
Dos extremos cómplices de una pasión desbordante y bien descrita.
Buen texto.
Saludos.
silvana press
Saludos y gracias por comprender y por dejar tu granito en mi rincón
Richard Albacete
silvana press
Gracias por tu comentario es muy grato tenerte en mi rincón. Saludos
Enrique Gonzlez Matas
TE FELICITO.
UN FUERTE ABRAZO.
silvana press
Gracias Enrique, cariños
Guiller
Guiller
silvana press
Saludos desde mis pagos.
Carolina Aguilar Vlez
Abrazotes Sil!
silvana press