LA FIERA
Publicado en Jul 21, 2013
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En una oquedad entre los pedernales la fiera lame sus heridas. Aguza sus sentidos, aquieta su instinto y aunque otea en el aire al humano, su enemigo, reprime la huida. Afuera, con el orgullo lastimado, el cazador intensifica la búsqueda, no atina a comprender cómo es que haya errado su disparo.
 
Crispa sus manos sobre el arma que le otorga el status de superioridad frente a su adversario y lo vuelve, aunque brevemente, a su estado natural, cuando experimenta el impulso y el placer de matar. Ahora siente como sus músculos se tensan, las pupilas se le dilatan y una sudoración acude a todo su cuerpo. Con este ánimo continúa la persecución, sabe muy bien que la caza es la búsqueda itinerante del rastro, del olor y de la imagen, ahora invisible, de su presa.

Pasado algún tiempo, el cazador exhausto detiene la persecución, se acomoda sobre una gran piedra que está frente a la entrada, oculta a su vista, de la oquedad donde se resguarda la fiera herida. Él, siente una gran pena porque a pesar de su destreza, del arma que porta y de la superioridad de su especie, no pudo matar a la fiera.

Consternado piensa y sufre por su fracaso. Dentro de la cueva, la fiera, parte de una especie instintiva, nada sabe de derrotas o victorias, es el instinto de conservación y el debilitamiento por la pérdida de sangre que mana de su herida, quienes le apremian a escapar del cazador. Sigilosamente, arrastrando una pata, la fiera asoma al exterior, en ese momento el hombre con el arma en el regazo, seca el sudor que resbala de su frente.
 
Las miradas del cazador y la presa se cruzan y sostienen por unos instantes. ¡Los instintos se catapultan! Él, de prisa, levanta el arma y trata de apuntar. La fiera, con las pocas fuerzas que le quedan de un salto libra la distancia que hay entre los dos. Cazador y presa ruedan en mortal abrazo. Al detenerse, el hombre ha perdido su arma, ésta se encuentra a pocos metros de los contendientes. A gatas, el cazador trata de alcanzarla. Antes de lograrlo el animal ya está encima de él. En el forcejeo, hombre y bestia quedan cara a cara, en la mirada del cazador hay odio desbordado y miedo contenido. En los ojos del animal herido se ve la ferocidad de los de su especie.
 
La naturaleza de cada cual asoma a la escena, la fiera tira un zarpazo y alcanza al cazador en el pecho. El hombre inerme, al sentirse herido, lanza un alarido de terror y lloriquea, el animal se dispone a darle otro zarpazo, pero el dolor en la herida causada por la bala es atroz, la fiera afloja entonces la presión sobre el cuerpo del cazador caído y abandona la lucha. Se retira lentamente, cabeza levantada y pata a rastras, entonces... su sentido del peligro la pone alerta, vuelve despacio la cabeza y mira frente a frente al cazador puesto en pie y maltrecho, le apunta con el arma que ha recuperado. En los ojos del hombre se ve el sadismo y las ansias de venganza, la mirada del animal es acuosa, sin chispa, la fiera no sabe de sentimientos, sólo de sobrevivencia.
 
La querencia de un refugio seguro impulsa a la fiera a continuar su marcha, tras de ella, el cazador ha recurado en gran medida la calma y con eso la seguridad en sí mismo, con el rifle firmemente sobre su hombro y la mirada diestra en la mira, crispa con lentitud el dedo índice sobre el gatillo, algo en su interior lo hace titubear y baja el arma. Luego, un impulso que nace en sus entrañas le apremia a volver a apuntar, levanta el arma y centra en la mira la cabeza de la fiera, en ese momento ésta gira el cuerpo y enfrenta al hombre. Entonces, es la naturaleza de los contendientes quien dice la última palabra...

 
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Palabras Clave: la fiera

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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LAPIZ ESCRIBE

Entretenida y vivaz historia; grato leerle amigo.
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August 30, 2013
 

Roberto Funes

Que bueno!!... Veo una lucha entre la razón y el instinto, que en definitiva deja a ambos heridos.
Muy agradable es leerte amigo.Saludos
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August 01, 2013
 

kalutavon

Acertado tu comentario Roberto, la razón y el instinto en sorda lucha a muerte. Saludos.
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August 01, 2013

GLORIA MONSALVE

un saludo kalutavo...
muy bien plasado, con una buea cotinuidad y claridad.
yo bien veo dos fieras e su lucha, cada una peliando u supervivencia.. u ser humano co un ara en la mano, rabia y vengaza en su mirada y ua fiera dispuesta a no dejarse vencer y defender su propia vida.. quien sobrevivira.... quizsas el que mas furia tenga...
me gusto muy bien
abrazos kalutavon
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July 23, 2013
 

kalutavon

Gracias amiga por hacerte presente con tu comentario, siempre bien recibidos por cierto. Afectuoso saludo.
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July 23, 2013

Eliza Escalante

tu eres un biuen escritor kalu que puedo decir si yo creo que eres maestro saludos ami
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July 22, 2013
 

kalutavon

Estimada amiga, hace poco leí de una persona que aprecio mucho aunque distante, que aceptar el calificativo de maestro es muestra de vanidad mal entendida. Yo pretendo ser humilde sin caer en lo humillante, aprecio tu opinión y la tomo con mesura. En este foro tan especial de alguna manera todos somos maestros y alumnos, en la justa y bien entendida retroalimentación que al leernos se produce. Me encanta interactuar contigo, percibo en la lejanía virtual un ser especial en ti. Con afecto.
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July 22, 2013

Stella Maris Sanhueza

Un final abierto ,muy bien descripto,es complicado el tema ,mi padre era cazador,nada agradable ver los resultados de la caza.en fin,me gustó mucho Kalutavon,un abrazo amigo.
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July 22, 2013
 

kalutavon

Gracias Stella por la lectura y el comentario. Sí amiga, un final abierto para que cada lector se decante por lo que su propia condición humana le dicte. Saludos.
Responder
July 22, 2013

Silvana Pressacco

la fiera apunta y tira, de eso quedan pocas dudas...
Muy bueno tu relato, es como si hubieras tenido la imagen enfrente y describieras lo que iba sucediendo.
Saludos amigo.
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July 22, 2013
 

kalutavon

Gracias Silvana por la lectura y el comentario. Se agradece y valora tu presencia. Saludo afectuoso.
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July 22, 2013

Roman Romani

Admirando la precisión y continuación del suceso en escena, a detalle, la linea de seguimiento está muy bien trazada, cada paso de la casería es una letra en el escrito.
La fuerza de la fiera contra la del cazador, la fuerza humana contra la rudeza de la vida. Buscar más allá que "sobrevivir"
"la caza es la búsqueda itinerante del rastro, del olor y de la imagen, ahora invisible, de su presa."
¿ a qué nos orientamos ahora los hombres? ¿a ser la fiera para ser cazados? ¿ o ser el cazador que se batirá hasta la muerte contra la presa?
Nos planteas dilemas, es mejor que crearnos respuestas a preguntas no hechas
grato leerte
saludos!
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July 22, 2013
 

kalutavon

Amigo como siempre aprecio tu aportación que en mucho complementa el texto. Grata como siempre tu visita. Saludo.
Responder
July 22, 2013
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