T É R M I N O
Alegría, si es llegada deseada;
desgarro, si es adiós definitivo. 
Lo que nos obliga es la senda
porque nunca llegaremos en la Tierra
al lugar definitivo y deseado.
 
Tras cada etapa se inaugura
otra partida con la carga del pasado:
el amor clausurado y no olvidado,
el proyecto realizado y reemplazado,
el abrazo de llegada y despedida...
 
Tras el descanso en la posada
de los días más tranquilos
seguiremos adelante caminando
hacia otros besos, otros sueños,
otras heridas y penas
en la marcha necesaria de la vida.
 
Descansa hoy la rueda
de su continuo girar por los caminos,
pero mañana emprenderá de nuevo
su rodar hasta el término final:
rotos los ejes en el pedregal,
ya irrepetible la senda peregrina
tras la última jornada inevitable
de la última partida.
                                                        (De Alfabeto de inquietudes)
                                                              Enrique González Matas