Te disfrazas de ave cristalina que flota en mi cama, 
Desnuda esta vez me miras despacio, 
Te deslizas cual reptadora sensual y villana,
Quieres que te tome, que me fume la muerte en cada pulmón, 
Quieres que arroje todas mis armaduras, espadas, hombreras, correas, escudos y pecheras, 
Que me deshaga a tus pies, quieres tenerme en tu campo de batalla totalmente desprotegido, 
Y yo sin saber cómo dominarte o amarte, caer a tu lado y desaparecer en ti perdido, 
Pero entonces serás tú el amo y yo el esclavo para siempre,
Y luego cuando me haya vestido, ya no seré el mismo hombre, 
Me habrás tomado para siempre, ya no seremos iguales, ahora serás tú mi diosa, 
Me mandaras a morir a los campos de batalla donde pelean los locos enamorados, 
Ya no seré tu héroe, ahora seré la víctima, necesitare de ti para salvarme, 
Que destino cruel me espera si te tomo.
Ahí estas sobre la cama aun, esperando mi cuerpo, 
Retuerces un poco las piernas desnudas, 
Y me dices: ¡TÓMAME! ¡TÓMAME! ¡TÓMAME!,
Débil es la carne, débil mi corazón, débil mi mente, débil la razón. 
Voy hacia ti, me condeno a los infiernos de tus entrañas,
No me dejes morir así mujer extraña.