CONSECUENCIAS DEL DESAPARECIMIENTO DE ROBERTO
Publicado en Jul 07, 2015
CONCECUENCIAS DEL DESAPARECIMIENTO DE ROBERTO
Cuánta angustia, cuánto dolor, cuánta desesperación causa el desaparecimiento de algún familiar. Mi esposo ha desaparecido del hogar. Cambia mi vida y la de mis hijos. El cambio de casa grande en buen barrio, por pequeño apartamento en barrio de estrato bajo ha sido extraño para mí y mis hijos. Sin embargo, hemos descubierto en este barrio gente muy buena, ayudan a cuidar a mis hijos mientras dicto clases de inglés a domicilio. Algunos vecinos me ofrecen ayuda en las labores de mi hogar, pero me da pena y procuro ser autosuficiente. Mi consuelo es acudir a la doctora Pepita, quien además de ser abogada procura ayudar a sus clientes en lo posible. Doctora Pepita ¿Qué más puedo hacer para encontrar a Roberto? No han valido avisos, ayudas de la gente, de la policía y la televisión. Estoy muy preocupada. Todos los días mis hijos me piden que haga algo para encontrar al papá. La doctora dijo: Pues Diana, volvemos a un proceso de jurisdicción voluntaria, habrá que nombrar un curador que represente a Roberto. Se publicará el desaparecimiento de Roberto en periódicos de amplia circulación y si no aparece pasados dos años de su ausencia, se presumirá que ha muerto. Han pasado cuatro años y Roberto no aparece. La abogada Pepita ha llevado a cabo el proceso de jurisdicción voluntaria y se ha presumido la muerte de mi esposo. Mi vida y la de mis hijos, ha cambiado sustancialmente, he tenido que luchar con valor y paciencia. Mi hermana Margarita, es adinerada, vive sola en buen barrio de Bogotá. Ella, apesadumbrada por mis sufrimientos me ha propuesto que viva con mis hijos en su residencia y me aconseja que arriende mi apartamento para solucionar mi situación económica. Acepté el ofrecimiento de mi hermana, arrendé mi apartamento a una señora y su hijo de veinticinco años. Al principio todo marchaba bien con mi hermana pero pasados unos meses, Margarita no soporta a mis hijos, por sus peleas, sus desórdenes, sus llantos, sus ruidos… Yo procuro entender a Margarita, corrijo a mis hijos, les prohíbo juegos, desórdenes, ruidos y peleas. Las relaciones con mi hermana ya no son las mejores. Igualmente, de parte de los colegios recibo informes de que mis hijos son indisciplinados, rebeldes y que cada día desmejoran su rendimiento académico. Y como si todo esto fuera poco, la señora inquilina de mi apartamento sólo pagó la renta de dos meses, gasta en servicios más de lo que vale la renta, debe más de un año de arriendo. Se queja de pobreza, enfermedades y sufrimientos, me pide dinero prestado, dándome como garantía la responsabilidad de uno de sus hijos, que dice ser adinerado, que pagará los cánones de arrendamiento adeudados con intereses en tres meses. Yo creo que todo es verdad, me da pesar y permito a la señora aplazamientos para el pago de las deudas. Suplico a mi hermana que ayude a la inquilina. Margarita les ha regalado muebles, dinero, ropa, mercados y pago de los servicios Después de contarle esas calamidades a la doctora Pepita, ella dijo que no confiara en esa gente e inició proceso de restitución de inmueble en arrendamiento. Este proceso no es de jurisdicción voluntaria, es un proceso abreviado. No hubo lugar a embargo, porque los documentos del contrato de arrendamiento son falsos. La abogada descubrió que se trata de una banda de ladrones que acostumbran tomar en arriendo apartamentos, pagar sólo dos meses de renta y vivír gratis hasta cuando los saquen. Robaban cables de la luz, tapas de alcantarillas, fían mercados, piden dineros prestados y jamás pagan. La abogada logró el desalojo de los arrendatarios del apartamento, que dejaron casi destruido y los denunció ante la ley por delito de hurto. La doctora Pepita no cobró su trabajo, Margarita reparó los daños del apartamento con su dinero. Agradecí a mi hermana y a la abogada las ayudas y volví a mi apartamento, libre, lista a luchar, para sostener el hogar y soportar el dolor de la pérdida de mi esposo. Mis noches son de insomnio, pensando cómo ganar dinero. Mucha gente aconseja vender empanadas, pero yo no sé cómo hacerlas, además, no es mucho lo que se gana. Pienso que es mejor un negocio de productos muy necesarios, como los de aseo, pero creo que tampoco deja inmediata ganancia. Pienso comprar joyas de fantasía baratas y venderlas más caras, eso tampoco me convence. La doctora insiste que busque trabajo con mi PC, para permanecer en el hogar. Sigo pasando noches de insomnio y, agotada sigo dictando clases de inglés, hasta que una noche recordé que una de mis alumnas estaba vendiendo su casa, porque quería vivir en Londres, entonces pensé: Ella paga comisión al 3%, a quien le venda la casa. Me entusiasmé y empecé a ofrecer la casa de mi alumna en venta. A unas personas les interesaba a otras no. Logré vender la casa, gané buena comisión, porque la casa era costosa. Me dediqué a comprar periódicos para buscar en las páginas de Compra-venta, de casas, apartamentos, fincas y locales. Llamaba a los propietarios y les ofrecía vender sus casas. Poco a poco me resultaron clientes. Pude abrir oficina de finca raíz y he podido superar muy bien mi situación económica. Vendí mi apartamento, más mis ahorros y un préstamo de dinero de un banco, me facilitaron la compra de una bonita casa en barrio residencial Mis hijos están en buenos colegios, se han superado los problemas de rebeldía, disciplina y bajo rendimiento académico. He descubierto en el tránsito de mi mala situación, algunas de mis cualidades: Con mi libertad he sido buena negociante, buena dibujante, buenas ideas para publicar la venta de inmuebles, buenas ideas para guiar a mis hijos, soy amable con mis clientes, si no les gusta lo que muestro, no obligo con mi gusto a que compren, respeto los gustos. La doctora Pepita y varias personas me quieren. He manifestado de diferentes maneras mis agradecimientos. Quedé viuda, con libertad y derecho a volver a amar. Tengo novio, jamás viviré con él. No necesito tener más hijos, no me gusta que ellos convivan con un padrastro. Lo mejor es el noviazgo, se reciben atenciones, no hay obligaciones, se vive en paz. Ahora soy feliz, no sé si siempre lo seré, puesto que la felicidad es temporal, pero ya siento que tengo valores para soportar sufrimientos. Además, la vida sin sufrimientos no sería completa. Siguen cuatro historias diferentes: las de mis hijos. Los sufrimientos y alegrías de ellos marcarán con más fuerza mi vivir. FIN
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DEMOCLES (Mago de Oz)
Lucy Reyes Neira de Lozano
Cordial abrazo, querido amigo
Federico Santa Maria Carrera
En definitiva, he quedado de todos modos asombrado y agradado con tu relato, querida Lucy.
Besos.
Lucy Reyes Neira de Lozano
Gracias Federico, me encantan tus sinceros comentarios, creo haber aprendido algo de ti.
Cordial abrazo.
Federico Santa Maria Carrera
Besos.
Elvia Gonzalez
Lucy Reyes Neira de Lozano
Cordian abrazo, querida amiga.
raymundo
Lucy Reyes Neira de Lozano
Gracias raymundo por reconocer la importancia de mi relato.
Cordial abrazo.
Daih
Lucy Reyes Neira de Lozano
Un abrazo cordial, querida amiga.
Mara Vallejo D.-
Se dice que después de la tempestad, viene la calma y tú has descrito muy bien esas situaciones. Me gusta la forma como has llevado tu relato.
Abrazos desde mi Costa Caribe Colombiana.
María
Lucy Reyes Neira de Lozano
Me alegra mucho que te guste la forma como llevo el relato.
También es placentero recibir de ti abrazos desde tu costa caribe Colombiana.
Cordial abrazo desde Bogotá, Colombia