Hola Maria!Genial!Me ha encantado éste poema tuyo!!Muy buena composición!
Y es asi, los años pasan y vamos cambiando o quizá, seguimos siendo los mismos con agregados y cosas perdidas.Y cuando algo nos transporta a esa niña que fuimos o aún somos por dentro, las emociones se cuelgan por cada milimetro de nuestro ser.
¡Felicitaciones!¡Un gran saludo cordial!

Dulce María has relatado mi sentir cuando me reencontré con mi hermana en Navidad, ella que se quedó en Liniers y yo... ?
¡ ay yo .... entre París y Málaga y Madrid - desde hace tanto tiempo... !
un besazo
sigue que si eres buena, ....
Mía

Yo no sé por qué ultimamente también huyo de las reuniones. Me da fiaca tener que acudir a citas que suponen hurgar en el placard, horarios y organización familiar previa para que subsistan sin mi existencia.

No son desconocidas las que te menciono, son mis amigas de toda la vida, pero ya van dos fin de semanas que me hago la muuuyyyyy ocupada y no voy... me estaré poniendo vieja pero me gusta estar en mi casa.

Me gustó porque me pusiste en tu lugar y te entendí, me sentí identificada. Y la puta que éramos jóvenes... jajajaj

Me llamó la atención el agua y el viento, como si hablaras de una típica acuariana.... Sentimental pero muy inteligente....

El paso del tiempo nadie lo detiene, hay momentos donde hasta la sombra se disocia de nosotras, y sin embargo no deja de ser nuestra sombra.... Un reencuentro que llega tal vez no solo a ver lo mucho que han cambiado, sino más bien lo que ahora son... que en ocasiones eso sí puede llegar a cimbrarnos...

Linda tu poesía amiga mía!!!

abrazos con cariño!!!

Una poesía hermosa y sentida María del Rosario, tal vez, con esas pinceladas de nostalgias que la vida nos da, cuando hacemos esos actos de auto reflexión, y valoración de nuestros caminos transitados. Y ¿quién no siente las nostalgias de aquellos años? Duros, pero también llenos de utopías, sueños, placeres, amores, despedidas y reencuentros. De cualquier manera, valió la pena, no solo vivirlos, sinò también, resguardarlos en ese cofre de la memoria tan íntimo y personal Tu definición de “Yo dentro de mí, no soy mi cuerpo” es perfecto, corresponde a ese tren que ha transitado distancias y que curiosamente el pasajero, parece mantenerse intacto a cualquier huella del tiempo. Eso es bueno para la vida, demuestra una mujer jòven, bella e inquieta. Los años son solo producto del consumo. Felicitaciones y a seguir, te rodean miles de temas para que escribas y muchas

Amplio y doloroso sentir de un fugaz amor que deja un parecer de igualdad y un consuelo al beber agua no contaminada.
Te felicito, me gusta tu poesía.
Cordialabrazo

Me ha gustado, sobre todo, eso de "el emblema de una pausa".
Muy bien escrito este poema íntimo. Menos mal que la poesía nos libra de la soledad.
Un buen buen abrazo de amigo.

Puedo concluir; de mi interpretación que el inicio y el fin son un principio de la vida, y que el amor, igual se va con los años, por que trasciende:
Hoy a la orilla de mis años
cuando el amor se ha ido
y todas las cosas son iguales...
Se vuelve al inicio, al quedarse solo nuevamente; aun que con un baúl de recuerdos que muchas veces nos llenan y otras nos duelen y están ahí, siendo parte de nuestro existir, de nuestro ser, de nuestro yo.

Me gusto mucho; saludos un abrazo cordial

Solo uno mismo puede decir, quienes y donde somos, quienes y donde fuimos, y aun así, a pesar de ello, podríamos estar equivocados...
Muy bonita poesía....
Saludos...

Cuando dices: " Bebo agua no contaminada ", ¿es porque aún te afecta la sed y el agua no contaminada es la única existente en la vitrina de lo insulso..?
Según desde dónde yo practico ahora la vida, un trago de ese manantial me satisface convenientemente. Espero que te suceda lo mismo... Después de todo, también nos quedan los recuerdos...
La filosofía con la que concretas tus versos tiene valor en oro, mi querida María del R, porque contienen sabiduría y condimentos de aquellos que otorga la experiencia.
Besos.

Federico.