¡Hola María!qué buena obra.¡Cómo abre paso a reflexiones!...El ser humano no puede vivir y dejar vivir.. (a la naturaleza).Ha venido buscando maneras de hacerla explotar en enojos, cuando no es eso lo que ella ha querido, y cuando su enojo solo puede afectarnos a nosotros los humanos.
¡Me ha gustado!¡Un gran saludo cordial, amiga!

Muchas veces, nunca el horizonte es lo que nos fascina, envuelve, y proyecta, sino la distancia a la que està. Estos fenómenos naturales que se vienen repitiendo como una protesta de las profundidades de la tierra ante nuestras agresiones, condena a continentes y países a estos fenómenos donde el hombre nada puede hacer para evitarlo. Cartagena, no solo es una isla, es parte de una historia de gran riqueza que ojalá logre superar los mandatos de los expertos
Felicitaciones María

muchas ciudades están destinadas a desaparecer según los expertos, deseamos no sea en nuestro tiempo, la naturaleza cada tanto manda sus fenómenos naturales, quizás para recordarnos que no somos dueños de esta tierra, sino que la hemos pedido prestada a nuestros hijos, e aquí nuestro deber de cuidarla, yo amante total de la natura, siempre digo, que cuando llegan estos estallidos, estas borrascas, tormenta, alguna macana nos hemos mandado, de hecho muchos países, han interferido en el curso normal de los lechos de ríos, desviándolos, tapándolo para la urbanización que ahorra, presupuesto, algunos años, esto no se siente y aparentemente funciona perfecto, pero cuando llegan estos diluvios, arrasan con todo casas, edificios calles etc y recuperan sus lechos, como diciéndonos, alto, stop, no te pases, creo que todavía no es la renovación del ciclo de la tierra, así que tienes Cartagena para rato, un relato muy expresivo, con sentimientos a flor de piel, felicitaciones, me gusto.

Algunos fenómenos de la naturaleza nos llevan a sentir el dolor de las consecuencias que afectan la vida, ocasionan enfermedades, destruyen construcciones, sin que podamos adivinar en qué momento nos sorprenderán temblores, borrascas, huracanes. todo esto es muy triste, muy doloroso, pero así es la vida, no todo es color de rosa.
Cartagena es orgullo de nuestro país, es muy visitada y admirada por los turistas y por todos los que hemos tenido el gusto de pasar temporadas en tan bella ciudad.
Yo pienso y deseo que la naturaleza no acabe con tanta belleza. Como en todas partes se afecta algo, pero no todo, así que tu ciudad no dejará de ser la bella ciudad de Colombia. Ánimo amiga, vendrán mejores sorpresas.
Un fuerte abrazo querida amiga

Así es estimada
cuando la Tierra se expresa ...somos verdaderos titeres en descontrol

que decirte de nuestra tierra ...aquí estanmos desde siglos desmembrados y propicios a ahogarnos
frente al Pacífico, que de pacifico nada tiene, valga la redundancia...

Al fin la Madre Tierra nos enseña a estruendos la pequeñez de nuestros brazos...y el regadero del eterno dolor.

abrazos.

¿Tu Cartagena se hundirá? ¿Quién sabe?, o quizás se parezca un día a Venecia.
Me ha gustado esta poesía tan expresiva de los fenómenos desatados del mar Caribe.
Por cierto que hace un momento, antes de leer este poema tuyo, te pedía que escribieras. Bueno, se cumplió mi deseo.
Recibe mi cariñoso abrazo.