El puma.
Publicado en Jan 07, 2019
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.                                     EL  PUMA.
Los insistentes ladridos de los perros llamaron primeramente mi atención y tras ello se hicieron notar marcados sonidos de pasos en carrera sobre el tejado. Fue una bulla lo suficientemente estremecedora para alarmarme y saltar desde la comodidad de mi sillón en la sala donde veía tranquilamente la televisión. Tomé rápidamente el arma que siempre estaba dispuesta sobre el empedrado de la chimenea y salí al exterior de la casa, orientado por el epicentro del desconcierto que provenía del jardín delantero, sitio que se enfrentaba hacia los faldeos boscosos del cerro.
A la pasada cogí también una luminaria portátil de gran potencia que mantenía siempre habilitada para enfocar con claridad los objetivos en la espesura nocturna, justamente como la de esa noche.
Confieso que el corazón me pulsaba con mucha celeridad, porque la incertidumbre de los hechos podrían desembocar en una situación peligrosa de la que no sabía cómo me exponía.
Junto a la carga enfurecida de mis dos perros saltando hacia uno de los muros, se sintió un gran estruendo sobre las tejas de alerce, lo que fue seguido por una ostentosa sonoridad de las ramas  del pino centenario que se elevaba imponente en el costado de la casa. Dirigí el haz luminoso hacia su follaje y pude ver con total claridad los contoneos ágiles de un juvenil y bien dotado puma que en rápida huida trepaba por entremedio del leñoso ramaje, alcanzando en ese instante a la mitad del árbol que fácilmente tenía una altura de unos veinte metros.
Mis sentimientos fueron variados en aquel especial momento; unos correspondientes a la total sorpresa que por supuesto provoca la presencia de un espécimen salvaje en ámbitos urbanos; otra, la emoción de ser un privilegiado testigo  del deambular de un ejemplar salvaje en terrenos ya urbanos y, por último, el natural temor de encontrarse en una situación de riesgo frente a un animal que, dadas ciertas circunstancias, me podría dañar severamente.
Indiscutiblemente fue un acontecimiento de importancia que no se podía manejar de manera liviana y después de un largo espacio de tiempo en el que me dediqué a observar la consecuente conducta del felino, pude concluir que el refugio que él había escogido estaba lejos de ser transitorio y su presencia en dicho sitio estaba supeditada a muchos riesgos, por lo que decidí dar una alerta a las instituciones adecuadas.
Fue el inicio insostenible de un complejo desarrollo de actores al que de una y otra forma se fueron involucrando en la participación de un evento en que un animal salvaje  irrumpe en el mundo humano.
El lugar se llenó de policías, especialistas en animales, reporteros de prensa y televisión, vecinos y curiosos de diversas partes. Fue un verdadero caos que lejos de acercar una solución para la dificultad creada, la complejizó  más.
Aparte del evidente caos, fue curioso observar la abundancia de matices en el comportamiento humano frente a la situación. Las partes opinaban de diversas formas, pero en la medida que avanzaba el tiempo, lo más dramático fue que no se lograba instalar rápidamente el objetivo, que era precisamente que el puma ya no estuviera en aquel lugar.
Pasaron muchas horas y yo en repetidas oportunidades busqué ver a nuestro amigo encaramado allá arriba del pino con cara expectante, pero, según mi interpretación, calmo y confiado. Ver su cara paciente apoyada en la rama y con sus grandes ojos somnolientos, era una imagen verdaderamente tierna.
Me senté en el último escaño de piedra de la pequeña escalinata a la entrada de casa y apoyé la espalda en el barnizado y pulcro poste que soportaba el techo del porche. Encendí un cigarrillo y me hundí en mis cavilaciones.
Pobre animal. Seguramente no entendía nada de lo que estaba sucediendo y solo esperaba que transcurriera el tiempo para bajar del árbol y continuar con la normalidad de su existencia. Yo, por mi parte, mientras los representantes humanos se encargaban de hacer lo que la sociedad indicaba que era lo correcto, me dediqué a analizar lo que el puma no era capaz de definir: Cómo se llegó a  que las circunstancias desembocaran en semejante situación.
Sin duda la explicación era muy obvia: El joven puma había irrumpido en territorio humano.
 ¿¿¿¿????
Error. El joven puma pretendía ejercer su naturaleza en el lugar donde los humanos se habían arrogado la propiedad.
Frente a esta realidad no pude evitar comparar el instinto del puma con los reclamos de las etnias mapuches en el sur de Chile, en la que se intenta la reivindicación de los territorios ocupados por la colonización hispana.
En ese minuto mi mente fue capaz de ir aun más atrás y preguntarme: “Y esas etnias, antes de establecerse allí ¿Quiénes eran los anteriores habitantes naturales de dicho lugar?”
Entonces comprendí que tan solo una palabra explicaba el desarrollo de todas las consecuencias: Poder.
Nosotros los hombres nos habíamos adueñado del planeta y todos los lugares en él ahora tenían límites fijados por él. ¡Qué duda cabe! El poder del hombre es superior al de cualquier especie…
Sin embargo, de inmediato me di cuenta que desde un punto de vista individual eso no era tan cierto, porque si yo, como ente natural, en una situación puntual me enfrentara a un puma, sería yo quien no sobreviviría. ¿Quién es, entonces, verdaderamente más poderoso?
Sé que la reacción inmediata de la especie humana será responder. “A menos que se use el poder de la inteligencia.”
Y eso es verdad, pero para ser honestos para obtener dicho poder necesariamente el humano se debe coludir con otro y entonces sí la auténtica maquinaria del poder humano logrará estar en su real esencia.
La triste conclusión en este atributo logrado por el hombre – me refiero al poder -- es que ha llegado a ser una facultad ilimitada que lejos de establecer una ventaja natural para el contingente humano, se ha transformado en una facultad que se ha permitido  adornar con cuentos fatuos que en poco la mente le ha asimilado como “Poderes Naturales”: Tener un automóvil de marca mundial, hace al dueño un ser superior y poderoso. Vestirse elegante, colgar del brazo un bolso “Louis Vuitton”, perfumarse con “Tifanny’s”, hace al portador ser especial, sin importar lo estúpido que pueda ser. Si posee muchas tierras será un muy poderoso señor y no necesita ser un intelectual. Para finalizar,  tener  armas de fuego exime absolutamente de tener la razón y se puede ser el dueño de la situación: “Poderes fatuos”. No han sido entregados por la naturaleza… Las garras del puma si.
Con semejante receta los matices de poder crecen de manera desmesurada, porque el hombre no para de inventar cuentos que irán en su propio beneficio: Inventará un nuevo producto del que será su dueño; creará una nueva institución, de la que será el director; formará una corriente de pensamiento, de la que será líder. También hoy está de moda establecer enfrentamientos entre las naturalidades humanas con el objeto de separar poderes y ubicarse de mejor manera en el control: Hombres contra mujeres; homosexuales contra héteros; religión contra religión; doctrina contra doctrina.
De ese modo el poder humano ha ido parcelando al mundo y estableciendo todas sus fronteras, para que  el  ignorante puma no tenga más recurso que refugiarse en las altas ramas de mi esbelto pino ( que dicho sea de paso, me pertenece), esperando –el puma --  sin saberlo siquiera, la determinación final del poder mayor, mientras él permanecerá estresado por el intenso tráfago de la gente que no sabe qué hacer con su presencia arriba del árbol, ni tampoco con el particular mundo que cada día se construye sin la consciencia de estar cada vez más lejos de la naturaleza.
Sentado allí en el escalón de piedra y entre las volutas del humo de mi cigarrillo, me pregunté: ¿Seremos hoy más felices que antes con todo el artificio creado en medio de los territorios del puma?
Tras diez y seis horas de inadecuado desarrollo de poderes, se trajo a un francotirador que montado en una maquinaria telescópica le colocó un dardo paralizante en sus cuartos traseros y el puma cayó desde 18 metros de altura sobre decenas de colchones de espuma que amortiguaron su caída. Personal del zoológico metropolitano lo metió en una jaula y se lo llevaron a las dependencias del parque, indicando que tras realizarse el protocolo correspondiente, sería reinsertado a su hábitat natural.
Espero que mi amigo alguna vez, en un lapso adecuado de tiempo, continúe gozando de su natural libertad; sin embargo, a mi pesar, tengo la total certeza que  mientras tanto nosotros los inteligentes nos esforzaremos en continuar construyendo veredas de cemento en medio de los bosques y territorios del puma, para que puedan marchar sin dificultades las columnas de los reivindicadores de los derechos humanos. Y también estaremos muy pendientes del personaje destacado que estará alcanzando el liderazgo de  dicha marcha.
JCRC.
 
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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Moraleja & Fbula



Comentarios (11)add comment
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Silvana Pressacco

Ay amigo, qué buen relato y cuánto hay de buena reflexión. Estamos quitando tanto terreno a las especies que no queda otra que se vengan a las zonas urbanas con todo lo que implica esa mezcla que no se quiere por la cuestión de miedo y de poderes. En las cercanías de mi ciudad encontraron un jaguar muerto, atropellado por un camión supongo porque era enorme como para que un auto siguiera el camino sin averiarse. Aquí es zona de pumas, en la zona rural, y salen a la noche. Hace unos años me enteré que unos estúpidos salían a la noche con grandes chatas en su búsqueda para atropellarlos... inteligente el hombre???? lo dudo, cada vez tenemos menos razón o por lo menos, cada vez se usa menos y si no se usa como cualquier máquina se arruina y se pierde.
Bueno amigo, un gusto pasar y saludarte también. Cariños y feliz 19!!!
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January 10, 2019
 

juan carlos reyes cruz

Querida Silvana: Cómo quisiera tener la oportunidad cierta de saltar y abrazarte; entregarte en presencia la calidez y sinceridad de la amistad que siento por ti y expresar lo mucho que en tus ausencias te extraño... También para ti mis mejores deseos en este nuevo año.
Gracias por haber abordado este sensible relato sobre este noble animal que merecidamente existe en un mundo que también le corresponde. Con total convencimiento estimo tu postura frente a esta situación, precisamente porque a lo largo de nuestra amistad el concepto que siempre me he formado de ti corresponde a esa fracción humana que lleva sus ideas a un mundo más coherente y en ese sentido, porque se que son muchos quienes son iguales, mantengo las esperanzas vivas en recobrar las sendas que corresponden.
Te quiero, amiga; recibe mis besos cariñosos.
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January 10, 2019

Silvana Pressacco

Gracias amigo, yo también siento un cariño inmenso por vos, besote!
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January 18, 2019

Lucy Reyes

Excelente relato, en el que muestras que el poder humano es “EL DINERO” por encima del saber y por encima de las virtudes, como bien lo ejemplarizas. Estoy de acuerdo contigo, porque el poder según la personalidad, el carácter, la sabiduría y las actitudes vienen siendo poderes secundarios.
Los animales que habitan nuestro planeta tierra representan una esencia única, cada animal representa características especiales una, personalidad distinta que los diferencia de los demás, El puma de tu historia, deja ver su ternura.
Es interesante observar que tanta gente observando al puma ninguno logra el objetivo. Quizá el propio instinto del animal le permita en algún momento ocupar su lugar.
Te felicito con mi cordial abrazo.

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January 09, 2019
 

juan carlos reyes cruz

Sentir lo que adviertes de mis sentimientos es un sello obtenido en el reconocimiento de todo el segmento humano que tiene en su existencia la inteligencia y consciencia suficiente para saber que el mejor tesoro que poseemos es simplemente nuestra vida y que siempre nos podremos conformar con alimento, espacio, buen aire para respirar y afecto. Lo demás solo son problemas.
Mi querida amiga, creo haberte dicho lo afortunado que soy por contar con tu amistad. No obstante, si lo hice, lo reitero con satisfacción.
Besos.
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January 10, 2019

Gustavo Adolfo Vaca Narvaja

“Como escapar de la mirada que nos rodea aunque no haya nada” Juarroz

¿Habrá pensado acaso el puma? apoyando su cabeza en la enramada mirando a los humanos señalarlo y opinar como bajarlo y atrapar su peligrosidad. Un relato fresco, ágil, que surge de un movimiento involuntario del puma que alerta al humano que busca la causa y encuentra ese animal en su pino. Sentado, mirando con el humo del cigarrillo desdibujando a veces la imagen del puma, le surgen una serie de interrogantes que profundizan esa división de animales, humanos, territorios, inteligencia, sobrevida, con certera conclusiones. En fin, protagonista de un hecho real pero novelado, logra transmitir esas inquietudes y reflexionar quién estuvo primero en este mundo y a quién le pertenece realmente la naturaleza o la civilización cementada. Si coincidimos-creo-todos en que no solo el puma o cualquier animal tenga la posibilidad de continuar viviendo en la libertad que el humano va perdiendo poco a poco. Pero ya ves….un dardo lo tumbó y seguramente terminó en una jaula. Lástima

Felicitaciones Juan Carlos


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January 09, 2019
 

juan carlos reyes cruz

Tu preciso comentario, mi querido amigo, me ubica en una gran satisfacción y justificado orgullo al encontrar en él una profunda coincidencia entre nuestras posturas valóricas. Una vez más tus contactos me confirman la calidad de persona que eres y agradezco mucho tenerte entre mis predilectos amigos.
Un abrazo, Gustavo.
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January 09, 2019

Adriana M T Biset

Hola Juan Carlos..muy bueno tu relato.Si los humanos no nos respetamos entre pares,divididos como lo has expresado,por culturas y religiones etc...es de temer por la suerte del puma.Esperemos que haya caído en manos bondadosas y mentes con conciencia.Imaginemoslo corriento con el vieto acariciando su lomo,en algún lugar.Seguramente después de lo vivido antes de eso necesitará al menos un par de seciones de terapia,para tratar de entender al humano.
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January 08, 2019
 

juan carlos reyes cruz

Este hecho ha sido una experiencia absolutamente real no hace muchos días en los barrios más altos de nuestra capital y sucedió tal como lo describo en mi relato, salvo mi protagonismo en él; esos detalles son producto de mi dramatización.
No obstante, lo también real, y con agrado te lo comunico, es que mi querido amigo ya ha sido reinsertado en " sus supuestos dominios".
Algo bueno resultó tras tanto desacierto.
Saludos, Adriana.
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January 08, 2019

Enrique Gonzlez Matas

Buen relato y buena reflexión, amigo Juan Carlos; no sé si Darwin tendría algo que decir ya que, según su teoría, los fuertes sobreviven y los débiles perecen. Si ello es cierto, el puma perderá su territorio y la especie humana seguirá conquistando el mundo: es -como ves- otro punto de reflexión.
Enhorabuena por el lenguaje expresado en el relato. Un fuerte abrazo.
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January 08, 2019
 

juan carlos reyes cruz

No me cabe dudas, mi querido amigo, que el futuro de nuestro planeta será como lo señalas... Desgraciadamente. Nuestro puma perderá su presencia en el planeta, pero ello no significará que nosotros vayamos al Edén.
Darwin estableció su teoría desde una conclusión utópica.
Te aprecio, Enrique.
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January 08, 2019

Raquel

Realmente una situación de mucho riesgo al no saber que pasaba, alertada por los ladrillos de los perros. me imagino la incertidumbre por no saber a que se expone uno/a al llegar a descubrir del porque loa perros ladraban así... Es verdad, que el puma podría haber estado en su terreno, en su hábitat..en su terruño...Seguramente, eso lugares eran de su pertenencia .Es verdad también que en lugaar de simplificarse las cosas cuando uno avisa a las autoridades competentes, se empeora : con mucha gente curiosa; con reporteros gráficos; con cámaras de televisión, con quién tiene la oportunidad de "aparecer" como la gran autoridad competente que hace su "gran labor"...Todo burocracia...Y ojalá se cumplan tus deseos que "Tu amigo el puma" pueda en el futuro vivir en libertad...Hermosa historia querido amigo..Un beso de corazón,,,Raquel
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January 07, 2019
 

juan carlos reyes cruz

De ninguna manera te hubiera excluido de la casta privilegiada de los seres sensibles capaces de abordar adecuadamente estas situaciones y, en ese sentido, orgullo me causa el tenerte en el círculo de amistades significativas de mi existencia.
No te ausentes de mis momentos, Raquel; siempre me hacen falta tus poesías, tus palabras y tu incondicionalidad.
Besos.
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January 10, 2019

Raquel

¡¡¡¡Al pie del cañón Juan Carlos!!!!!...Eres el primer exponente en esta parte de mi vida en esta página..Jamás habré de olvidarlo..Ojalá estuviéramos cerca , yo habría de invitarte a almorzar...Cenar....Conversar...Compartir..Conocer....En fin..¡haz de cuenta que ya te invité y conversamos de todo...!!! Te quiero ...Raquel..
Responder
January 10, 2019

gabriel falconi

Excelente reflexión, nos va en contra todo lo que,estamos haciendo, sobre todo el desmonte, la tala de arbolesque produce cambios climáticos y destruye especies.
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January 07, 2019
 

Daniel Florentino Lpez

Excelente relato
Temía por la suerte del puma
Buen final
Felicitaciones!
Un abrazo

Responder
January 07, 2019
 

juan carlos reyes cruz

Cuando esta situación real se produjo, también tuve aprehensiones por la suerte de este animal; no obstante, el buen lado humano que aun existe ha hecho lo adecuado para que mis aprehensiones se desvanecieran.
Saludos, Daniel.
Responder
January 10, 2019
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