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En una carretera donde el asfalto no pareciera tener fin, el aire del desierto espanta a una iguana que dormía solazada en su vera.
El desierto en sus costados imanta con su magia  la ausencia.
Metálicos colores del atardecer cubren los cerros y los cactus que parecen dedos, rasgan el cielo y auguran la huida final.
En el sur también existe el desierto. La vacuidad extrema,  los ojos se hieren para alcanzar el horizonte. Allí un zorro te mira soslayando lo que escondes en secreto.
El frío bajo cero de las noches hielan hasta las esperanzas.
Huyo en ti, detrás de una camioneta, abrigada de tu aliento. Me dejo atrapar en esta velocidad. El fuego de la huida nos alberga.
Daih. (2014)
 
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Carretera al norte, donde el frío me va a liquidar. Con una vieja camioneta del abuelo, olvidando la granja entre las paredes de una memoria que se ha encriptado para no sufrir ni un poco más. Carretera al norte... tragando millas buscándote cual lobo solitario que en la noche emite sus aullidos como lágrimas, besos que se caen sobre asfaltos mal cuidados, canciones de rockabilly, mal tabaco que fumar, mientras las manecillas de mi reloj se han vuelto locas y corren quemando el tiempo con afán suicida. Carretera al norte: absurda y fascinante huida buscándote.
Josep
 
(fotografia de mi autoría)