EL RETRETE Y LOS TEBEOS...
Publicado en Nov 21, 2022
EL RETRETE Y LOS TEBEOS...
— ¡Neeene…! ¿Te has colao…? — ¡Voooy…! Mi madre, cuando ya habíamos terminado de comer, no tenía otra manía la mujer que la de hacernos secar la vajilla justo después de fregarla. Y claro, yo tomé la costumbre de ir a cagarcía justo después de la pitanza, para librarme así de tan estúpida tarea… La vajilla se secaba sola, y yo, de verdad que me estaba cagando. Recuerdo que siempre me llevaba algún tebeo, un cómic o un libro; pero porque siempre me gustó tomarme mi tiempo para leer; aprovechar mi tiempo leyendo… Y puede parecer una tontería pero ése era uno de mis sitios favoritos: el retrete. No te interrumpía nadie. Y he de confesar que ahora, me llevo también siempre el teléfono. — ¡Neeene…! ¿Pero chico, es que te has colao…? — ¡Que voooy…! Al poco de conocer a Mi Señora, recuerdo aquella mañana que por fin amanecí en su casa… El sol de las siete de aquella mañana creaba un contraluz precioso al entrar a raudales por el enorme ventanal del salón. Mientras, Manuela daba su primera clase de pilates a ocho o diez alumnas privilegiadas al disfrutar de tan coqueto espacio en casa. Sonaba música de Lorena Mackennit… Una estampa preciosa. El caso, es que extrañamente yo también estaba levantado tan temprano, y me encontraba abajo en la cocina con mis legañas y el primer café con leche, cuando me dió el apretón. El aseo, daba servicio a toda la planta baja de la vivienda incluido el salón, por lo que tuve que salir en silencio de la cocina y andar los escasos dos pasos hasta la puerta del baño. Cerré sin hacer ruido. Y aliviándome, leía la prensa tranquilamente en mi móvil cuando al rato me percaté de que no le había puesto el pestillo a la puerta, ya que ésta se abrió de repente asomando el medio cuerpo de una de las alumnas: — ¡Uy, peeerdón…! Sus ojos como platos, y yo, sentado, obrando a horcajadas con los calzones en los tobillos y mirándola también, y con el teléfono en la mano… Cerró de un portazo. Fue entonces cuando la pobre, algo descompuesta y sorprendida -las alumnas no sabían nada de lo nuestro– le dijo como pudorosa y cabizbaja a Mi Señora aquello de: — ¡Manuela… hay un hombre en tu aseo! Repito, al menos ocho o diez alumnas sí que había en el salón sí… ¡Qué vergüenza…! Luego, claro, tuve que salir del aseo y sonreír; todas, estaban mirándome. No sé si soy tonto perdido como a veces dice Mi Señora creo que cariñosamente, o si ésto del blog sí que en realidad me puede gustar mucho, pero también puede que esté haciendo el tonto escribiendo... ¡Pero qué coño, ésto de escribir en público gratis y de lo que me dé la gana es genial y revolucionario…! Y aligera el espíritu tanto como si se te aliviara el cuerpo; como si tuvieras que evacuar de tu vida un episodio desagradable y lo escribes: en cierta forma lo evacúas, lo expulsas, lo excretas. Y aquí estoy yo, escribiéndote de escatologías sin importancia; pero ahí estás tú leyéndome como todo un forofo… A ver lo que te cuento ahora. …eeen fin. Juntaletras. Os invito a seguir leyendo en mi blog. Graciaaasss... https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/05/28/tebeos/ |
Raisa Morros Green
Un fuerte abrazo mi estimado Juantaletras
Con mucho cariño
Raisa Morros Green
JUNTALETRAS
Mi estimadísima Raisa... :)
DEMOCLES (Mago de Oz)
Me gusto tu relato saludos y en horabuena...
Democles.
JUNTALETRAS
Gracias por tus comentarios amigo DEMOCLES...
juan carlos reyes cruz
Un abrazo, Antonio.
JUNTALETRAS
Un fuerte abrazo.
Raquel
JUNTALETRAS
Un montón de besos Raquel.
Raquel
Richard Albacete
JUNTALETRAS
Que sepas que vivo a 150 km de Albacete y que lo que nos une más que dónde nacemos es lo que pensamos y cómo lo pensamos. Por eso somos HISPANOS y también por eso yo siento el mismo cariño por tí y la misma cercanía que si estuvieras a éste lado del pequeño charco que nos separa, solo un poco.
Un fuerte abrazo amigo Richard.
Richard Albacete
JUNTALETRAS
Un abrazo Hermano.