Es este corazón un roble viejo y bien plantado
que anidó numerosas aves nuevas y emigraron
sostuvo los columpios más alegres
testigo de miles de pequeños pies trepando
Un roble que joven, acogió pequeña casa
veneno para niños soñadores
ansiosos de guardar secretos, sueños,
regocijo a la inquietud de las nacientes libertades
Las ramas verde fresco
que adornan y equilibran al tronco corazón sostén de vida
aguantando rayos, tormentas, aguaceros
bajo el goce del amigo sol, la lluvia o brisa
mueren, nacen, sus brotes regeneran
en paciente espera del cansancio del ser necesitado
que se arrime a descansar bajo su regia sombra
sin recibir a cambio
Roble cansado y firme
no se arrepiente ni retracta en lo vivido
y aunque pareciera desolado
es más bien, el cierre de otro otoño complacido
y la íntegra dicha por haber servido
breves momentos de abrigo, sombra, fantasía, hogar, alivio
incluso a un travieso vientillo sigiloso
de mejor amigo...