Me había quedado vacío
solo, infinitamente triste
después de apurar el falso cáliz del olvido
y beberlo hasta el sin fondo
Pero otra vez te vi: la sincronicidad
Estás más buena que siestita en día de trueno
y no sabría exactamente qué es
lo que más me gusta de vos
si lo que veo o lo que no pero imagino 
o lo que anima tu esqueleto tremendo
Me perturbás la existencia
Hacés dramática mi modesta vida
de pequeñoburgués y lustrado
Holgazán enamorado
arrullado por la música lejana
de tus caderas moldeadas
por natura y el hábito de tus pasos, 
y hasta por otras manos
De la zona visible de tus pechos
que de solo imaginarlos descubiertos
con los pezones al viento, tiemblo
como puede temblar un cielo conmovido
por la hija dilecta de la tierra.
De tu melena de leona imponente
De tu soberbia nariz plastificada al hueso
De esos lunares multiplicados en tu cuerpo
Como miles de estrellas imantadas a Venus   
¿Por qué será que las historias que animan,
las del fuego verdadero
lo son solo a condición de la tragedia o el drama?
Cambio todos los libros del universo,
cambio el teatro griego, el alfabeto
cambio -y lo juro- mi propia vida
y ni que hablar de estos versos
solo por sentir en mi boca uno solo de tus besos