La Tierra respira.
El pez está contento en el mar.
Y el Alma, no puede gozar del cielo
mientras viva envuelta en la piel
del mundo, en silencio inflamado,
mientras ella le dice que no a todo,
se ríe y se va llorando.
-¿ Y ahora ?
Ahora, si no venzo,¡ Seré una cobarde !
¡ Quiero, quiero, quiero!
Un mundo que me abrace y que me olvide.
Ser libre y hacerle una cuna al viento.
¿ Estoy muerta ?
¡ Que tontería !
Tanto tiempo cautiva y silenciosa,
que por desear deseo en mi perfecta ignorancia
soñar en soledad.
¡ Quiero, quiero, quiero !
¿ El otro mundo es más deseable ?
...transportar mi deseo de la Tierra al Cielo.