Desperté...
Solo y aturdido...
Continuaba sin ti...
 
Solo desperté y aturdido...
Sin saber donde...
 
Sin saber nada de nada...
Parado y con los brazos extendidos...
 
Oprimido amor.
Inmovilizado...
 
Y sin comprender como era posible,
Despertar de pie,
Contraído y con los brazos en alto...
 
Solo creí ver a la luna
Redonda perfecta
Rodeada de un cielo negro sin estrellas...
 
Y quise tocarla,
Con mis brazos y mis dedos dormidos...
Y no pude hacerlo...
 
No era la luna el circulo blanco
Ni era el cielo sin estrellas la oscuridad que la rodeaba...
 
Tampoco estaba de pie...
 
Solo estaba cayendo en un infierno,
Renegado de alma por tu ausencia...
 
Y lo blanco redondo era luz...
Luz de la superficie
Que mientras caía se contraía...
 
Y la oscuridad no era un cielo sin estrellas,
Eran las paredes del pozo en el cual caía...
 
No era la luna...
No lo era mi vida...