Aquel lugar encantador
Publicado en Mar 28, 2010
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Lupe palpo las venas y con los dientes apretados ajusto el cinturón al brazo. La fría punta de la aguja se metió bajo la dermis y encontró la vena. Un poquitin de sangre ingreso en la jeringa.  Lupe comenzó a inyectarse de a poco, esa bendita ampolla de morfina. Su cuerpo se desvaneció de repente. Su mente era un galope apocalíptico. Su estado certera mezcla de lucidez y alegría.
Karina lo miraba con bronca. Ella también quería probar y Lupe se lo negaba. –Dale se buenito, si me das te dejo probar mis tetas, le decía Karina a Lupe mientras éste la rechazaba con el brazo.
Un viejo barco atascado.
El 4 y el 6 en la partida de dados.
Una margarita roja haciendo de sol y luna.
La oreja de Van Gogh hablando a los girasoles.
Almejas a la provenzal.
La concha abierta de Karina devorando pequeños e interminables penes.
Un borracho enamorado.
La disolución del tiempo y del espacio.
La proscripción de las formas. Pura esencia.
El big ban.
De repente sintió un baño de baba en su pija. Karina trabajando sobre ella, su enorme culo al techo. Lupe ni deseaba, ni se resistía, contemplaba aquel intento carnal de atesorar un espíritu, un haz de luz, un instante de nada.
Lupe la separo con cariño y le dijo. –Esta bien hermosa. Te voy a dar un poco.
Saco la jeringa de insulina de su envoltorio. Coloco la aguja y la cargo directamente desde la ampolla abierta. Golpeteo la jeringa para sacar las burbujitas de aire, un chorrín al cielo. Tanteo los brazos de Karina y luego de ajustarle el cinto al brazo le hizo el pico. Los ojos de Karina se desorbitaron y el cuerpo se tenso de golpe endureciendo sus negros pezones.
Lupe y Karina se besaron dulcemente. Como en una despedida a las puertas del infierno. Aquel lugar encantador.
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Foto del autor facundo aguirre
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Descripción

Lupe palpo las venas y con los dientes apretados ajusto el cinturón al brazo. La fría punta de la aguja se metió bajo la dermis y encontró la vena. Un poquitin de sangre ingreso en la jeringa. Lupe comenzó a inyectarse de a poco, esa bendita ampolla de morfina. Su cuerpo se desvaneció de repente. Su mente era un galope apocalíptico. Su estado certera mezcla de lucidez y alegría. Karina lo miraba con bronca. Ella también quería probar y Lupe se lo negaba. –Dale se buenito, si me das te dejo probar mis tetas, le decía Karina a Lupe mientras éste la rechazaba con el brazo. Un viejo barco atascado. El 4 y el 6 en la partida de dados. Una margarita roja haciendo de sol y luna. La oreja de Van Gogh hablando a los girasoles. Almejas a la provenzal. La concha abierta de Karina devorando pequeños e interminables penes. Un borracho enamorado. La disolución del tiempo y del espacio. La proscripción de las formas. Pura esencia. El big ban. De repente sintió un baño de baba en su pija. Karina trabajando sobre ella, su enorme culo al techo. Lupe ni deseaba, ni se resistía, contemplaba aquel intento carnal de atesorar un espíritu, un haz de luz, un instante de nada. Lupe la separo con cariño y le dijo. –Esta bien hermosa. Te voy a dar un poco. Saco la jeringa de insulina de su envoltorio. Coloco la aguja y la cargo directamente desde la ampolla abierta. Golpeteo la jeringa para sacar las burbujitas de aire, un chorrín al cielo. Tanteo los brazos de Karina y luego de ajustarle el cinto al brazo le hizo el pico. Los ojos de Karina se desorbitaron y el cuerpo se tenso de golpe endureciendo sus negros pezones. Lupe y Karina se besaron dulcemente. Como en una despedida a las puertas del infierno. Aquel lugar encantador.

Palabras Clave: Lupe palpo las venas y con los dientes apretados ajusto el cinturón al brazo. La fría punta de la aguja se metió bajo la dermis y encontró la vena. Un poquitin de sangre ingreso en la jeringa. Lupe comenzó a inyectarse de a poco esa bendita ampolla de morfina. Su cuerpo se desvaneció de repente. Su mente era un galope apocalíptico. Su estado certera mezcla de lucidez y alegría. Karina lo miraba con bronca. Ella también quería probar y Lupe se lo negaba. –Dale se buenito si me das te dejo probar mis tetas le decía Karina a Lupe mientras éste la rechazaba con el brazo. Un viejo barco atascado. El 4 y el 6 en la partida de dados. Una margarita roja haciendo de sol y luna. La oreja de Van Gogh hablando a los girasoles. Almejas a la provenzal. La concha abierta de Karina devorando pequeños e interminables penes. Un borracho enamorado. La disolución del tiempo y del espacio. La proscripción de las formas. Pura esencia. El big ban. De repente sintió un baño de baba en su pija.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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facundo aguirre

gracias amigos. primer sumo. puede ser.
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March 29, 2010
 

nydia

Y eso es un caro, pago..la vida...
besos
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March 29, 2010
 

inocencio rex

tenes wikipedia, robert... la erudición está a tu alcance
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March 29, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

eeeeeeeh!!!, pero así somos todos rockeros!, jajajajaja!
Responder
March 29, 2010

inocencio rex

más que ricotero tiene pinta del primer sumo.. á la joy division. y a langella le pegó el ian curtiss
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March 29, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

no sé de qué hablás. Yo creo que se me cangrenó un zamba quipildor que mi viejo me hizo tragar de chiquito (hoy vengo de revisionismo psicoanalítico, bancame).
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March 29, 2010

facundo aguirre

jajajajajajajajajajajaa
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March 28, 2010
 

facundo aguirre

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja. gente toxica se le dice no?
Responder
March 28, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Falta de costumbre, amigo.
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March 28, 2010

Roberto Langella de Reyes Pea

Acá ya es sobredósis de aguirre; me colgué de la araña y la mary me tira de los piecitos.
Responder
March 28, 2010
 

Roberto Langella de Reyes Pea

Me clavé tres aguirres al hilo, qué querés?
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March 28, 2010

facundo aguirre

vengo ricotero. vivir solo cuesta vida
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March 28, 2010
 
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