Me trepo en las estigmas de la noche
para descubrirme en los techos de las casas sonámbulas
en la violencia de las cosas calladas
lamiendo las paredes de mi existencia
cuando las tardes cierran sus ventanas remotas.
 
Ya no soy más la rosa de pétalos desnudos,
soy la  rosa increada, la sumergida rosa
 la que se retira muda, cansada
con una sonrisa etrusca.
 
Quiero inventar la verdad
Y como agujas ensaltadas
anclar de nuevo en la nada olvidada,
adherida al insomnio, 
para soñar despierta en tu tardanza.
 
En ese lugar,al filo del silencio
 donde la memoria empuja a ciegas
delirante y sombría
arrancándole las trenzas a la noche
mientras  un laberinto mental de palabras,   
 desfilan en comunión de espanto.
 
Este amor que no me cabe en los bolsillos del alma
recuerdos grisaseos, fragmentarios
 lastiman penas pasadas
 gotas de imágenes corroídas,
hirientes e inequívocas
 pero no confundas mi gesto
no es más que una pasión
presa en la piedra de la nostalgia
ya no eres  más que   una callada euforia del ayer