Hace algunos días, recibí de regalo de mi jefe, un maravilloso Libro de Poesía titulado "Almanaque", de autoría de su hermano, Jaime. Ciertamente se lo agradecí, tanto por el detalle, como por haberme demostrado que no sólo soy su Asistente, él sabe quien soy. Conoce lo que verdaderamente apasiona mi vida, sabe a lo que realmente me entrego en la vida... Y a su vez, esto reafirmó que yo también sé quien es él. El tipo más admirable, correcto, objetivo, respetuoso, mediador e intachable que conozco. Así es, no tengo nada negativo que decir sobre él. Absolutamente nada.
Obviando mi sensibilidad de Asistente comprometida, me cuestioné al momento de disponerme a leer el ejemplar tan bienvenido. Cuestioné mi incapacidad de entender la poesía en sí. Cuestioné mi ignorancia ante esta grandiosa, sobrehumana y deliciosa rama de la Literatura. Y leí. Leí sin parar. Sin poder soltarlo de entre mis ansiosas manos. Revolcándome por entre versos, líneas, imágenes, mensajes, vivencias, recuerdos de épocas de dolor... Un sin fin de sentimientos se me atoraban a media garganta. Melancolía, rabia, impotencia, culpa. Hasta qué punto podía caber todo ésto entre mis costillas, porque con cada suspiro, parecían hincharse hasta casi reventar.
Entonces, comprendí que la Poesía, no se entiende. No se interpreta. No se aprende. La Poesía se siente. Y se siente colándose por entre el pecho y el estómago. Luego sube por la garganta, acumulando a ratos una sensación de tristeza profunda, seguida por un gozo extremo.
Y bebí. Bebí una copa y la alcé para brindar por ustedes, cada uno de ustedes. Los Maravillosos Poetas... brindé y les ofrecí mi admiración, mi cariño y les agradecí por entregarme este verdadero placer que siento cada vez que me sumerjo entre sus versos y líneas...
Salud!!! Por ustedes, poetas... Doris, Juan Carlos, María Ester, Mariano, Gabriel, Miguel, José, Inocencio, Diego, Félix, Edgar, Hoz, Matías, Gustavo, Carlos, Verano, Richard, Rosy, Karla, Jorge, Maval, Juan, Lety, Sachy, Roberto... por favor, no porque no los nombre a todos, significa que no estén en mi corazón y en mi (frágil) memoria.
Un beso de LaNegra a todos